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¡SOMOS!


 “Sepamos lo que en Dios se  nos ha concedido”

Como bien sabemos, todos y cada uno de los que hemos crecido con una formación religiosa, llámense como se llame... y sea cual sea esa formación (católica, evangélica, protestante, ortodoxa, etc), supimos según la biblia que muchos de los que vivieron antes y después de la cruz en sus primeros años; algunos de ellos fueron conocidos como “Ángeles, hijos de Dios, otros como ovejas, vasos de misericordia, de honra, de salvación, pueblo escogido, mujer, iglesia de Cristo, la amada del Señor o esposa del cordero, o de Cristo, etc. y es aquí donde surge la pregunta en nuestros días. 

¿Hoy cómo debemos conocernos? ¿De la misma manera que ellos antes de la cruz? ¿Como se conocieron ellos después de la cruz en sus primeros años? O hay una forma diferente.

La respuesta a esta pregunta tiene un peso celestial… “Sepamos lo que en Dios se nos ha concedido.”

Desde este plano físico, vaso de barro, velo o cuerpo natural,  debemos conocernos “Siendo la manifestación del Ser supremo.” ¡Despertemos y entendamos nuestra verdadera identidad!

Re Conozcámonos en nuestra verdadera esencia. ¡El Ser!

Ser: cuando hablamos de “ser”,  nos referimos a una persona, animal o cosa que existe, especialmente si está viva; pero en este caso nos vamos a enfocar en el “Ser supremo”, en Dios, en la esencia, en la naturaleza divina o Vida, incluyendo la existencia.

Re-conocernos = es volver a conocernos como tal, como lo que somos desde siempre. No en lo natural, siendo lo natural. En Espíritu, en el Ser, en el Yo Soy, como lo que somos… el Todo y en todos.

Obviamente que estas palabras son fáciles de seguir cuando de alguna manera se ha despertado en el conocimiento de la plenitud, esencia y vida que Somos; porque para muchos, estas mismas palabras sonarán vacías, a otros les sonarán a locura, apostasía o anatema, pero confío en Dios que hoy serán entendidas para bendición.

Es por esto que tomo como referencia las palabras del apóstol Pablo cuando escribió diciendo: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.  Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.”  (1Cor: 13:11-12). 

Resultado de imagen para indígenas queros¿Cómo te consideras en este momento, niño o maduro?  Esta pregunta solo es para que puedas, desde ahora mismo dejar de conocerte en parte, por espejo y poder despertar a conocerte como en verdad eres, así te veas en un cuerpo natural.

Ya vivimos  y estamos en el “entonces” del cual se refirió el apóstol Pablo. Estamos en el “Aquí y en el Ahora”, en el eterno presente en Dios.

Los indígenas Queros del Perú le llaman “Pachakutec” al volver de nuevo al conocimiento o al despertar de Conciencia (Espíritu)… en sí, es al Re-conocerse en Conciencia, que no es más que entender que como Conciencia que somos todos, se debe Ser consciente (Mente natural) del cambio que se genera al poder disfrutar de la verdadera esencia “que se nos concedió.”

Pacha: refiriéndose a la madre tierra y… Kutec: que quiere decir, volver las cosas a su lugar o poner las cosas en orden. Por eso es que debemos renovar la manera de pensar (ser conscientes), no quedarnos más como niños en el conocimiento, sino que hay que trascender, ir más allá de la mente natural (Rom: 12: 2). Ya sabemos que el conocimiento envanece, pero que el amor edifica”. Y que si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo. (1Cor: 8:2). Esta es nuestra oportunidad de despertar para trascender y Re-conocernos como somos en verdad.

Si somos conscientes… "Todos pensamos que tenemos las cosas claras, hasta que las tenemos que decir, y todos cuando las decimos, no las podemos repetir con la misma exactitud como las dijimos la primera vez."  Porque en parte conocemos, y solo en parte podremos hablar, más cuando venga lo perfecto…

Es aquí donde debemos trascender… “Somos y estamos en lo perfecto.” Si con una sola ofrenda fueron puestos en lo perfecto los que vivieron y trascendieron la cruz… (Heb: 10: 14). ¿Cuánto más nosotros que SOMOS Su misma manifestación, plenitud, esencia y vida Suya en este mundo? (1 Juan: 4: 17b), pues ES Dios el que vive. ES el todo y en todos (1Cor: 15: 28).

Vale la pena ser conscientes del nivel de gloria en el que nos encontramos TODOS, con la salvedad de que unos han despertado a ella, y otros todavía no, y unos más, para que lo tengamos presente… “no despertarán”, pero igual, desde siempre habitarán y vivirán en esta gloria de bendición. 

*Hoy todos, absolutamente todos en este plano natural nos encontramos bajo la dirección del Espíritu en plenitud, la doctrinal que el apóstol Juan denominó "Un cielo nuevo y una Tierra nueva" que no es un cielo y/o tierra física, ni geográfica nuevas, sino de orden, de voluntad, de gobierno y de naturaleza espiritual. (Gracia sobre gracia, plenitud, esencia y vida de Dios en plena manifestación, en todo y en todos). Nos encontramos en el "Mejor de los Momentos históricos en Dios." En plenitud, completos, no nos hace falta NADA… ¡Somos!  

¿Quién puede decir que ha despertado a este conocimiento de verdad?

“El que ha logrado entender cumplimientos, donde no tendrá más dudas escatológicas, ni más Vacíos Doctrinales ni Espirituales para ejercitar su vida, tanto en lo natural como en el Espíritu, pues está completo, reinando en vida y libertad* (Reynaldo Estrada).

¿Por qué es que decimos que Somos?

Y es aquí donde me quiero apoyar con estas palabras escritas en un tema anterior llamado “Dios el todo… es nuestra fuente de vida”, donde se aclara que el “Único” que vive en este mundo terrenal es el Señor, y el por qué Dios ES el todo, y en todos, así:

Leamos lo que fue escrito en estos tres pasajes bíblicos para dar Claridad al porqué decimos que Dios ES, y si Él ES el único que vive después de la cruz, es de sobre entender que nosotros Somos la esencia, plenitud y vida del Yo Soy en este mundo, pues como Él 
ES, así somos todos…” (1Juan: 4: 17b).

El primero dice: “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo (Jesús), se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas (Cristo), para que Dios sea todo en todos” (1Cor: 15: 28).

El segundo dice: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gál: 3: 28). Y el tercero y último dice: “Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos” (Col: 3: 11).

Como vemos al leer en estos tres pasajes, el común denominador que podemos entender en ellos, es que… “Nada de lo que para el hombre religioso de su tiempo era importante”, Dígase ser… (Judío, griego, esclavo, libre, hombre y mujer, circuncisión e incircuncisión, bárbaro o escita), todo esto después de la cruz deja de serlo; para dar paso al que ¡Todo lo llena en todo!, o sea al Espíritu… a Dios.

Así nos sea difícil de creer o de aceptar en este mismo momento, lo que en su tiempo aclaró el apóstol Pablo a sus discípulos, diciéndoles que (el único que vive en este mundo es Dios), y que es Él el que se manifiesta en, y a través nuestro.

Hoy esta verdad NO hay como negarla porque después de la cruz, y más exactamente después del año 70, Su palabra de que “Dios sería el todo y en todos”, fue cumplida en su totalidad. 

¿Cómo fue cumplida?

1) En (Efe: 1:10) dice que Él mismo se propuso "Reunir todas las cosas en Cristo”, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, y que esa obra la haría en ese cuerpo llamado Jesús. Todo lo que estaba en los cielos, como las cosas que están en la tierra serían sujetas al Señor.

2) Luego que todas las cosas le estuvieron sujetas, entonces también Él mismo en su manifestación Cristo, debía sujetarse a la esencia que le sujetó a él todas las cosas, o sea a Dios, para ser de ahí en adelante, Dios el todo, y en todos. (1Cor: 15:28). Por eso es que compartimos sin temor a equivocarnos que hoy… ¡Dios ES el todo y Dios ES en todos! sin acepción de personas. Y si Él ES el único que vive en todos, es por eso que decimos que “Nosotros Somos.”

En conclusión:

Somos… 

1.       Su plenitud:
El pléroma [πλήρωμα], vocablo griego del verbo pleróo que significa "llenar", es un elemento común a muchas doctrinas gnósticas, se define como la unidad primordial de la que surgen el resto de elementos que existen o, dicho de otra forma, la plenitud. Es, pues, un término relevante en la filosofía y la religión. 

2.       Su esencia:
Esencia divina, que no es más que “La naturaleza o el ser esencial de la persona de Dios” incluyendo las características de Soberanía, Rectitud Absoluta, Justicia Perfecta, Amor, Vida Eterna, Omnipotencia, Omnisciencia, Omnipresencia, Inmutabilidad y Veracidad.

3.       Y Su Vida:
Esto quiere decir, “eternos”

El concepto de eternidad (del latín aeternitas), relacionado con el de inmortalidad, se refiere, popularmente, unas veces a una duración infinita y sin límites, y otras designan una existencia sin tiempo o fuera del tiempo. Sin embargo, los conceptos de "eternidad", "inmortalidad" e "infinitud", al ahondarse más específicamente en su estudio particular, no poseen, de hecho, los mismos significados, tal y como ejemplifican los textos subsiguientes.

Existen diversas argumentaciones acerca del tópico de la eternidad, a través de las cuales, quienes las sustentan, empezando por el filósofo griego Aristóteles, tratan de demostrar que la materia, el movimiento y el tiempo deben haber existido y existirán eternamente.

¡Él mismo manifestado en muchos cuerpos! 


El todo y en todos en plena acción, como fué establecido.


¡Lo YA establecido!

Así lo dijo el Señor: “Consumado es… (Juan: 19:30). ¡Todo está hecho!


Ser conscientes de esta gloria nos debe dar descanso a todos los que decimos que hemos sido alumbrados en esta verdad, pues si así no fuere, seguiríamos juzgando y prejuzgando de Dios lo que en su infinita sabiduría hizo y estableció eternamente para bendición de toda la humanidad, conforme a Su propósito.

Es así que con esta consciencia ya despierta y entendidos de ese propósito eterno hecho efectivo hace ya 21 siglos soberanamente… nada tiene el hombre que decir respecto de Su buena voluntad, sino reconocer que es agradable y perfecta. Eso sí, sí hay algo en lo que debemos estar claros, completamente claros, es que todo fue consumado y todo fue hecho, pero…  “En Él, por Él y para Él.”

Lo que pensemos, digamos y hagamos respecto del fin que se le dio a Su plan perfecto en esa cruz, y por ende la tremenda bendición para nuestro “Aquí y Ahora”, en nada cambia lo Ya establecido, así no nos parezca, no nos guste, no nos sea lógico y no lo queramos aceptar.

Lo Ya establecido es que Dios ES el todo y ES en todos. En Dios NO hay exclusión alguna. NO hay acepción de personas. Es a Dios mismo a quien vemos en todas las cosas, en todas las circunstancias, en todas las personas, etc. De ahí el por qué tener que renovar nuestra manera de pensar… (Rom: 12: 2).

Definamos… ¿Qué es establecer?

En griego: en la referencia bíblica Strong (G2476). Se escribe: ἵστημι – histēmi  y se lee: his'-tay-mee. Y dice que establecer es una forma prolongada de una palabra primaria στάω staō (del mismo significado, y utilizada para ella en ciertos tiempos); para estar de pie (transitiva o intransitativamente), usado en varias aplicaciones (literal o figurativamente). Y quiere decir: cumplir, nombrar, traer, continuar, pactar, establecer, sostener, poner, presentar, configurar y estar.

En español: establecer es un verbo transitivo o de continuidad; quiere decir que NO tiene límite de caducidad en el tiempo; y cuanto más, cuando al cumplimiento de Su plan, propósito y voluntad se refiere.

a) Establecer es hacer que empiece a funcionar algo, generalmente con propósito de continuidad….
b) Es expresar [una persona con autoridad, o una ley, un reglamento, etc.] lo que debe hacerse.
c) Es determinar: es decir tomar o hacer tomar la decisión de la cosa que se expresa.
d) Es producir [cierta cosa] un efecto particular o de características bien definidas.
e) En derecho, es pronunciar “un juez o un tribunal” una sentencia en especial cuando es condenatoria.

* Es obvio que todos de alguna manera hemos sido levantados o enseñados creyendo que Dios es un Ser inalcanzable, que literalmente está en los cielos y que solamente podremos disfrutar de su presencia cuando hayamos muerto y volvamos a la eternidad; esto para unos solamente, los que en este mundo hayan sido buenos, obedientes, etc.

Otros fueron enseñados que para poder acceder al cielo y ser parte de la familia de Dios, había que abrir la puerta del corazón e invitar a Jesús a que entrara y fuera parte de ella, perdonando todos los pecados. Todo esto según la religión o creencia recibida, a las cuales es necesario trascender, ir más allá, porque en Dios vamos de gloria en gloria.*

¿Qué fue establecido? ¿Cómo fue establecido? ¿Quién la estableció? ¿Por qué se estableció? ¿Para qué se estableció? Y ¿Para quién fueron establecidas las cosas?

1.- ¿Qué fue establecido?

El desconocimiento de lo que fue establecido por el Señor es lo que tiene a la humanidad viviendo como está viviendo, en (ignorancia), pero aún todo esto está bajo Su control y señorío, pues nada sucede en este mundo, que no sea Su perfecta voluntad.

Lo único que fue establecido en la cruz fue Su perfecta voluntad. Su reino. Tal y como se lo dijo Jesús en cierta ocasión a sus discípulos, para que ellos desde ese tiempo estuvieran conscientes de lo que se iba a establecer, diciendo: “Venga tu reino; hágase tu voluntad en la tierra, como se hace en el cielo” (Mat: 6: 9-10).

2.- ¿Cómo fue establecida?

Para poder establecer Su perfecta voluntad y reino aquí en la tierra, solamente había una forma de hacerlo, y esa era, que “DIOS MISMO se vistiera de un velo de carne y entrara a este mundo sometiendo toda Su deidad en un cuerpo limitado, cumpliendo en él unas leyes que fueron dictadas para un pueblo especial, el cual era Israel, y que para ese tiempo estaban en vigencia como fue dicho: 

“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mat: 5:17-18), pero después de haberlas cumplido, las abolió, como fue escrito por el apóstol Pablo:

“Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades (Efe: 2:14-16).

Solo Dios mismo vestido de un cuerpo de carne pudo hacerlo. Así quedó reseñado por el apóstol Juan, diciendo: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan: 1:14).
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” (Fil: 2:5-8).

3.- ¿Quién la estableció?

Como ya lo dijimos anteriormente, el que estableció todas las cosas para bendición de la humanidad fue Dios mismo; y lo hizo conforme a Su propósito eterno y Su plan perfecto; esa fue Su palabra desde la caída del hombre en el huerto del edén, diciéndoles: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Gen: 3: 15).

En esa Cruz hizo sobreabundar toda sabiduría e inteligencia, reuniendo todas las cosas de nuevo en él. Esto se conoció como “el misterio de su voluntad”, y lo hizo efectivo según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo hacer, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos. Reunió en él todas las cosas, así las que estaban en los cielos, como las que estaban en la tierra!    (Efe: 1: 9-10).

Todo esto lo hizo y lo estableció así… “para no dejar al hombre la más mínima ocasión de juzgar, sugerir, plantear, pensar y hacer respecto de lo Ya establecido. Dios ES soberano y ES quien hoy se manifiesta en todo y en todos.” (1Cor: 15: 28), pues no es lo que se vé, sino lo que no se vé, lo que fue establecido eternamente… ¡Así el hombre piense y crea lo contrario!

4.- ¿Por qué fue establecido? 

a) Porque él es Dios y así lo quiso. Él es soberano… 
b) Porque el mundo en el que nos movemos, es Su mundo. 
c) Porque todo lo que nosotros experimentamos en este mismo momento, no es más que parte de su plan perfecto. 
d) Porque fue su propósito eterno, y es éste el que en todo momento sale a la luz delante de nuestros ojos.

Todos tenemos una historia, no nuestra historia… ¡Su historia!

Él ES el dueño absoluto de toda la historia que estamos conociendo, tanto de la celestial como de la terrenal.

Para que lo entendamos mejor y nos ubiquemos… el tiempo que nos correspondió vivir a nosotros hoy, (Aquí y Ahora) es el mejor de los tiempos; pues debemos tener MUY claro que después de la cruz, solo UNO vive… Él. (1Cor: 15: 28).

Ahora…
Como lo dijo el apóstol en su tiempo a sus discípulos: “¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso” (Rom: 3:3-4). ¡Igual sucede hoy!

5) ¿Para qué se estableció?

Por encima de todas las cosas lo hizo para cumplir Su palabra antes de la cruz al hombre “caído” tal y como se lo dijo en el edén (Gen: 3: 15), pues… “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará? (Núm: 23:19). 

En conclusión:

6) ¿Para quién fueron establecidas las cosas?

Fueron establecidas solo para bendición del hombre… como lo escribiera Pablo a todos los que trascendieron la cruz, diciendo: “Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 

Pero por encima de todo para Él mismo… “porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Col: 1:17).

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Rom: 11:32-36).

¡La Palabra del Señor es… mi palabra!!!

“Él ES, el todo… y en todos”


Entender esta gloria y ser despertado a esta verdad de que “La palabra del Señor es mí palabra”, y que es tan poderosa y efectiva que “Lo que yo diga va a ser hecho”…

Todo esto no es más que lo que ojo no vió, ni oído oyó, ni ha subido en corazón de hombre (1Cor: 2: 9-10ª). Y estuvo oculto a nuestros ojos durante mucho tiempo.

Poder entender esta verdad y dimensionarla para este tiempo, es casi como traer a memoria lo que dijo el apóstol Pablo a sus discípulos en Corinto respecto del “quién era el que se manifestaba a través de ellos en ese tiempo en dones, ministerios y operaciones”, indicándoles que el que hacía todas esas cosas era el Espíritu… ¡Dios mismo!

¿Por qué? Porque de la misma manera que sucedió en ese tiempo,  está sucediendo Aquí y Ahora en todo el mundo… el Espíritu que actuó en ellos y a través de ellos es el mismo, o dicho de otra manera, el Espíritu que hoy se manifiesta en el mundo entero, es “Él mismo” ...

Él mismo era quien hacía todas esas cosas.

Ejemplo: "Solo Dios pudo cerrar los ojos de Isaac para poder impartir la bendición a Jacob antes que a Esaú el primogénito"

Yo sé que leer una verdad tan grande como estas, a la mente egótica no le es muy fácil recibir, porque siempre ella estará haciendo una separación, entre lo que “Nosotros decimos y Dios”; pero cuando se ha venido despertando en el conocimiento de nuestra verdadera identidad “Yo Soy”, ella, nuestra verdadera identidad - Dios, va tomando el lugar que siempre han tenido… De ahí que desde esa posición Dios, nunca podrá ser locura decir que “Mi palabra es la del Señor, o que la palabra del Señor es mi palabra”, porque aquí en esta tierra de bendición, el único que vive ES Dios.

Recordemos las palabras escritas por el Dr. Eckhart Tollé. Donde dice que “El reino de Dios, el reino del Espíritu, o de la conciencia es mucho más vasto de lo que el pensamiento puede entender”… por eso abre tu mente y deja que esa mente renovada o despierta, sea… y no tú.

Leamos lo que fue escrito en (Mar: 11:20-23). Aquí dice que en cierta ocasión Jesús cumpliendo su ministerio terrenal dijo a sus discípulos así: “Cualquiera que dijere a este monte quítate y échate en el mar… y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, “lo que diga le será hecho” pero también dijo en ese mismo tiempo: “De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis.” (Mat: 13: 14).

Es por esto que nos preguntamos…

¿Cómo poder entender hoy esta verdad? ¿Debo tomar lo escrito en la biblia como si fuera mío y aplicarlo? … Si es así, se estaría de alguna manera pasando por encima del plan de Dios. Del cumplimiento total de los tiempos, y de Su propósito ya establecido, haciendo separación entre el Espíritu Dios y lo natural hombre; cuando precisamente por lo escrito ya sabemos que “No habíamos nacido aún a este mundo”, y ya TODO había sido unido en Dios, tanto lo celestial como lo terrenal. A esto fue lo que se conoció como el “Misterio de Su voluntad” (Efe: 1:9-10).

Lo que quiere decir entonces es que hoy nuestra buena confesión, debe conjugarse en línea con lo ya establecido por el Señor, lo cual no es más que su perfecta voluntad. 


¿Ahora si podemos entender por qué es que decimos con tanta seguridad que la Palabra del Señor es… mi palabra? 

Esta verdad ya es muy clara para nosotros los que entendemos “Quien somos”, cual es nuestra verdadera identidad; y quien ES el SER que nos habita... es más, por el Espíritu que nos habita, podemos discernir que el único que vive, reina, habla, acciona, siente y se manifiesta a través nuestro en este mundo es él mismo, pues por Su buena voluntad ya fue establecido. 
  1. Dios ES el todo y en todos (1Cor: 15: 28) (Col: 3: 11) (Gál: 3: 28). 
  2. No hay nada ni nadie más que llene este mundo, tanto en lo celestial, como en lo terrenal. 
  3. Esta es la verdad que está en nuestro Espíritu. 
Es la verdad Dios la que se hace palpable en cada circunstancia y ejercicio que tenemos en esta vida.

A.- ¡Nosotros somos Espíritu, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo!

Si de verdad estás claro y totalmente convencido de esta tremenda gloria, y puedes entender que es Dios mismo el que vive y se manifiesta a través nuestro… Tu palabra y la mía deben llevar el detonante de poder y seguridad que solo sale de la boca de Dios. NO debe estar apoyada en una confesión del pasado, ni mucho menos en una ubicación del futuro, pues el pasado No existe, y el futuro es una ilusión solamente; una proyección de la mente, nada más…

ü  “Enfócate y ubica tu mente en el Aquí y en el Ahora.”

Enfócate en quién ERES, en tu esencia, en tu verdadera identidad para que en el mismo momento en el que la palabra sea dicha, puedas vivirla y experimentarla tal y como es dicha; porque no eres tú el que la dice, ni somos nosotros los que la confesamos sino que es Dios mismo el que lo hace, pero… a través nuestro.

Despertar a estas verdades es despertar en conciencia… este el ingrediente necesario que nos permite adentrarnos en esta gloria de autoridad y poder de la palabra, pues este reino en el que nacimos es mucho más vasto de lo que el pensamiento puede entender. Cuando dejamos de creernos todo lo que pensamos, salimos del pensamiento religioso caduco, y vemos con claridad que el pensador no somos nosotros en este cuerpo natural, como desde siempre hemos creído, no; sino que en este velo de carne estamos experimentando soberanamente, lo que fue pensamiento del Yo Soy, del creador de todas las cosas.

B.- Dios el Señor… ES la palabra.

Entendamos esta verdad en secuencia… 


1. En la eternidad, Cristo fue la imagen del Dios invisible, el creador de todas las cosas (Col: 1:15). 
2. Cristo fue el verbo hecho carne (Juan: 1: 14), la palabra viva en ese tiempo, (AC). 
3. Cristo fue el “Poder y la Sabiduría de Dios.” El que se levantó de entre los muertos (1Cor: 1:24) (DC). 
4. Cristo volvió de nuevo a su verdadera esencia Dios (1Cor: 15: 28). 
5. Hoy nosotros somos la manifestación viviente o vivificada de (La palabra), la cual es Dios mismo en acción, pues solo UNO vive, y es Él.

¡La palabra Dios ES poder y autoridad!

Un buen ejemplo de esta palabra de autoridad en acción la podemos observar cuando el Señor Jesús saliendo de Jerusalén con sus  discípulos, y yendo de camino a Betania tuvo hambre, y al querer comer de una higuera, no halló fruto en ella; y en ese mismo momento la maldijo.

Al día siguiente cuando pasaron por el mismo lugar donde estaba la higuera, la hallaron seca. Y el apóstol Pedro al ver la higuera seca, se lo dijo al Señor. Entonces el Señor les aclaró lo que había sucedido, y el por qué había sucedido, diciendo: “De cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho (Mar: 11:20-23).

Reflexionemos un momento en varias cosas que según el Señor Jesús les dijo que se deben tener en cuenta para que se hiciera realidad lo que se confesaba. 

1) Jesús dijo… Cualquiera= con esto se refiere a una persona indeterminada, porque es irrelevante cuál sea. 
2) Dijo… No dudar=  la duda es inseguridad, es no estar convencido, es desconfiar… 
3)Dijo también… Que diga= esto viene del verbo decir, que significa: expresar audiblemente los pensamientos o sentimientos con palabras. Ej: “Y dijo Dios: hágase la luz, y…” 
4) Por último dijo… Que crea… esto viene del verbo creer como primer paso… y significa: tener algo por cierto o verás… esto dará como resultado el segundo paso, el cual es, Crear= que quiere decir: establecer, fundar, hacer realidad, o en sentido figurado… “hacer nacer o dar vida.” Es ver hecho delante de nuestros ojos la palabra que se dijo, porque para el que Cree… ¡Todo le es posible!!!

C.- ¡El que cree, crea!
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¡Porque nada hay imposible para Dios! (Luc: 1:37).

  •  ¿Quién es el que vive y se manifiesta hoy a través nuestro? ¡Dios!  
  • ¿Quién es el que dice la palabra? ¡Dios! 
Yo pienso que con esto que se ha compartido hasta este momento, la mente de muchos ha empezado a reñir con la palabra, por causa de la religiosidad aprendida durante todo el tiempo. 

Si hay “alguien” a quien le disgusta sobre manera aceptar la VERDAD de estas palabras es al “falso dios ego”, y de todas las maneras y formas posibles tratará de sugerir pensamientos y emociones por segundo para no soltar el control, aun en estos momentos en que la verdad lo pone al descubierto y tira por el piso su estantería mentirosa. Ejemplo: “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan: 11:40).

Solo cuando enfocamos la mente desde nuestra verdadera identidad, pues el pensador es él… y sale a  luz nuestra verdadera naturaleza, los razonamientos, temores, miedos, incapacidades, dudas, y religiosidades culturales, etc, no serán más; pues ya hemos sido alumbrados, despertados, y nos hemos hecho conscientes de quien somos, y quien ES el que dice las cosas por medio nuestro.

Ahora…para que podamos gozarnos en verdades tan grandes como ésta que hoy estamos compartiendo, me quiero apoyar en este escrito del Dr. Eckhart Tollé, donde dice que “cuando conectamos con la quietud interna, y vamos más allá de nuestras ajetreadas mentes y emociones, descubriremos en esa quietud grandes profundidades de paz duradera, alegría y serenidad… que no es otra cosa más que descubrir el Ser inconmovible que  somos, y por ende, la autoridad y el poder que se manifiesta en cada una de nuestras palabras."

¡Vamos más allá de nuestra mente y emociones!

¿Por qué es que decimos que para poder gozarnos en estas verdades, y disfrutar de la paz que ellas traen, debemos ir más allá de nuestras ajetreadas mentes y emociones? Porque es precisamente en la mente donde estaremos siendo condicionados y sugeridos de manera continua, con palabras,  pensamientos y emociones egotistas levantadas por el falso dios ego, para que no creamos que es Dios mismo, a través nuestro el que dice todas las cosas; y que por ende se deben manifestar, tal y como salen de nuestra boca… ¡Su boca!

Este ataque mental seguirá sucediendo mientras existamos en esta tierra de bendición y en este cuerpo natural con el que nos movemos. Y de seguro que no parará, porque de una o de otra manera caeremos siempre en este ejercicio de ser condicionados para dudar de la verdad. 

Dudar de la verdad fue uno de los ejercicios de vida que tuvieron que pasar algunos discípulos del apóstol Pablo, por eso les dijo: “¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? (Gál: 3: 1).

¿Y a cuál verdad nosotros seremos confrontados?

A la verdad que entendemos hoy por Su amor establecido, de que Su palabra es mí palabra, ya sea por lo que se ve, se  oye o se cree. ¡Yo Soy Él – Tu eres Él – Todos somos Él!
… este condicionamiento egotista se vuelve como un tutor en nuestra vida, estableciéndonos reglas que  limitan nuestro accionar, creando miedos infundados, nos dice lo que es correcto y lo que no es, todo esto obviamente dentro del encierro de ese condicionamiento ególatra.

Por eso debemos entender que Dios soberanamente hizo todas las cosas mucho más abundantemente de lo que podemos entender; pero solo podremos gozarnos hoy de esta verdad, de acuerdo al poder que actúa en nosotros, el cual es el (Amor - Dios – Espíritu), quien excede a todo conocimiento.  

TODOS somos… la misma esencia, plenitud y vida de Dios en plena manifestación (Efe: 3:17-20).

Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!