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El Dominio del Señorio

Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. (Gal: 4: 1-7) ej. El pequeño emperador (Película).

Introducción:
1- ¡Es Señor de todo!

En esta película que tomamos como ejemplo el heredero es "Señor de todo" Para eso nació; para ser Señor de todo, aunque haya vivido mucho tiempo sin saberlo, ¡sin tener consciencia! de que todas y cada una de las experiencias que ha vivido, han sido la formación necesaria para ese día especial en el que será despertado a asumir su verdadera identidad… (Efe: 5: 14) “Es una formación continua” hasta la muerte. (Fil: 1: 6).

Entender esta palabra humanamente; se puede, pues el Señor nos dio una inteligencia… Pero vivir esta verdad espiritual, es cuestión de madurez o de muerte, por decirlo de alguna manera en el buen sentido de la palabra como lo dijeron Juan y Pablo en su debido tiempo (Jn: 3:30) (Gal: 2: 20).

Miremos el significado de las siguientes palabras: “Domino y Señorío”

Dominio: Viene del Latín “dominium” Dominio es el poder que tiene alguien para disponer de lo suyo o para ejercer el control sobre él y sobre otras personas. Ej. “El domino de la casa lo tengo yo” o “Perdimos el dominio que teníamos sobre nuestros hijos” “Domino propio”

Señorío: Viene de Señor, dueño. Amo.
Cuando el Señor nos da algo en especial, su propósito se cumple conforme a Su voluntad y por encima de nuestra razón. Fuimos dotados espiritualmente de todo lo que necesitábamos para vivir en este mundo como lo que somos en Cristo “Su esposa” tenemos en nosotros Su mente, Su espíritu y Su palabra y es algo que nunca perderemos, ni se nos quitara; por mas errores que tengamos viviendo en un cuerpo. Escrito esta, “Porque irrevocables son los dones… (Rom: 11:29) y el llamamiento de Dios” (Hech: 9: 1-8).

a) ¿Qué pasa cuando no dominamos la verdad del señorío que tenemos?

Todo nos dominara. “El mundo con sus afanes, La carne con sus pasiones y deseos, La ley que fue abolida en la Cruz y la Gracia con el conocimiento de Dios y sus misterios” (Col: 3:5) (Efe: 2: 15) (2Cor: 12: 4-7) “Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? (Gal: 4: 8-10) “El conocimiento envanece, mas el amor edifica. Y si alguno piensa que sabe algo, aún no sabe nada como debe saber” (1Cor: 8:1b-2).

2- ¡Vestidos de Cristo!

El Apóstol Pablo insta a los Efesios a renovar su pensamiento, dejando de vivir en el viejo hombre en el cual habían nacido (Efe: 4: 22) a nosotros “Todo” nos fue dado ya, fuimos escogidos por Dios mismo para cumplir un llamamiento, un ministerio especial “Ser la Madre de todos” (Gál: 4:26) recordemos venimos en línea directa “Cual el celestial” (1Cor: 15: 48b) debemos renovar nuestra manera de pensar, no nuestro vestido; pues nuestro vestido es Cristo.

Cuando Pablo le pidió cartas para Damasco al sumo sacerdote, él no estaba bajo el señorío de Cristo sino bajo el señorío de la ley. Para poder estar bajo el señorío de Cristo es necesario morir a nuestro hacer… Note el versículo. Pablo le pregunto al Señor,” Que quieres que yo haga?” Y al hacer esa misma pregunta nosotros también empezamos a someternos al señorío de Cristo, para ser Señores por el conocimiento de la verdad.

3- ¡Dominar el señorío!

Aprender a dominar lo que somos, es una tarea que solo por el Espíritu de Dios se puede lograr… “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2Tim: 1:7).

Cuando no se tiene claro lo que verdaderamente somos en Dios, nos sucede como hemos escuchado en muchas ocasiones… “Se le subió el grado, el cargo, dinero, el poder, la autoridad a la cabeza” Ej. El Rey Salomón con todo y la sabiduría que le fue dada "No señoreo y fue vencido" y fue el mismo quien escribió: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad” (Prov: 16:32) y... para poder lograrlo debemos recordar siempre que “Nuestras armas no son carnales” pero si poderosas en Cristo (2Cor: 10: 4).

a) El Señorío se domina… ¡Con Amor!

La mejor arma que tenemos en Dios, es el mismo; (El Amor) que cubre multitud de faltas, errores y debilidades (Stgo: 5: 20). Dios es amor, como lo dijo el apóstol Juan: y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él (1Jn: 4: 16). Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error. Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. (1Jn: 4: 6-8)

b) ¿Cómo estamos viviendo este señorío que tenemos de Dios?

(Ose: 11: 4a) Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor. ¿Lo estamos haciendo así? ¿Estamos siendo señores en este ministerio al que fuimos llamados?

Señorear en amor... Esta es una verdad que no avergüenza; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado (Rom: 5:5). El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. (Rom: 12:9-10) ¿Señoreamos ante lo malo? Señoreamos cuando manifestamos el Amor de Dios y damos honra.

El Apóstol Pablo le escribe a los Corintios diciéndoles que confirmen el amor de Dios para con el que había tenido un comportamiento errado con la Iglesia y no había honrado a su padre, pues “dormía con la mujer de su padre.” (1Cor: 5:1-6) (2Cor: 2: 1-13) ¿Estamos siguiendo la verdad en amor, y creciendo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo? O ¡estamos viviendo como bien nos parece! ¿Señoreamos como el cuerpo de Cristo? ¿Bien concertados? ¿Unidos entre sí por todas las coyunturas? ¿Nos ayudamos mutuamente según la actividad propia de cada miembro?

Tengamos presente esta palabra:

Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin. (Heb: 6: 10-11).

Conclusión:

Crezcamos en el conocimiento de Cristo y Su palabra y edifiquémonos en amor los unos con los otros. “Sin juzgar, sin condenar, sin atropellar… En Amor (Efe: 4: 15-16) (1Cor: 13: 4-8) El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.

Solo así dominaremos este señorío que nos fue dado para que no se nos salga de las manos. “Dominemos la estirpe, la alcurnia espiritual, la Identidad que tenemos en él, el conocimiento que nos fue dado, la carne que se levanta en pensamiento, el envanecimiento natural que saldrá a flote en todo momento porque nosotros...

Somos la bendición de Dios en este mundo, y fuimos escogidos para "Señorear" en todas las cosas; empezando por nosotros mismos. (Pensamientos, sentimientos y voluntad) para que su nombre sea engrandecido en todo.

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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!