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Viviendo al Nuevo Hombre (Cristo)

Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. (Col: 3: 4-15)


Introducción:
(Mat: 6:28-30) Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; Pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
En este pasaje de la Palabra vamos a ver con los ojos del Espíritu, lo que desde mucho antes el Señor había dicho que sucedería con el hombre… “¿No hará mucho mas a vosotros?”
Vestido: Prenda de vestir que unida al cuerpo forman una sola pieza. Conjunto de prendas de vestir que se ponen sobre el cuerpo para cubrirlo o abrigarlo. Ropa, indumentaria, vestimenta. Ropa de una persona que es propia de un lugar, época o actividad
Meditemos por el Espíritu.
(Col: 3: 9) ¡Despojémonos del Viejo Hombre… con sus hechos! Renuévate en el espíritu de tu mente. (Efe: 4: 23) Ejemplos:
Alma = Viejo Hombre, Espíritu = Nuevo Hombre
La Ley = Viejo Hombre, La Gracia = Nuevo Hombre
Nuevas Creaturas = Viejo Hombre, Nueva Creación = Nuevo Hombre
Obras = Viejo Hombre, Fe = Nuevo Hombre = Para nosotros “La Vida”
Examinémonos y veamos si estamos vestidos: No nos vistamos de nuestra propia justicia, opinión, palabra, pensamiento, mirada, oír y actuar. (2Cor: 5:3) Pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.
¿Cuál es nuestra Gloria? Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros
Fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; Cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en Ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos. (Col: 3: 5-9)
Cristo es nuestro vestido… Vistámonos del (Fruto Del Espíritu).
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. (Gál: 5:22-25) Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (V-24) Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu (V-25).
Accesorios Del Vestido: “Sabiduría, Ciencia, Conocimiento, Revelación Etc.”
Todos los días diferentes: Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero. (1Cor: 15:31)
No es que estemos perfectos pero prosigo a la Meta.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. (Fil: 3:13-16) (Heb: 10: 14).
A la Iglesia en Colosas les dijo… “Revestidos del nuevo hombre”, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. (Col: 3: 10-17)
Vistamos el Amor de Dios… Que nunca deja de ser (1Cor:13:4-8)
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. (Rom: 12:3)
La Fe no se dio por medida, tenemos un mismo Espíritu.
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Más el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor; (Porque por fe andamos, no por vista) Pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. (2Cor: 5:4-9)
Somos la bendición de Dios.

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Nota:

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El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!