(Rom:
12:3-4) Digo, pues,
por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga
más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
1- ¿Qué es la Autoestima?
Es la percepción
evaluativa de sí mismo...
¿Qué es percepción?
Antes de definir este
concepto diremos que para conocer el mundo interior o exterior necesitamos
realizar un proceso de decodificación de los mensajes que se reciben a través
de todo el cuerpo. “Renovar el espíritu de la mente” (Efe: 4:23).
Se define como
percepción al proceso cognoscitivo a través del cual las personas son capaces
de comprender su entorno y actuar en consecuencia a los impulsos que reciben;
se trata de entender y organizar los estímulos generados por el ambiente y
darles un sentido. De este modo lo siguiente que hará el individuo será enviar
una respuesta en consecuencia.
La percepción puede
hacer mención también a un determinado conocimiento, a una idea o a la
sensación interior que surge a raíz de una impresión material derivada de
nuestros sentidos.
La percepción obedece también
a los estímulos cerebrales logrados a través de los 5 sentidos, vista, olfato,
tacto, auditivo, gusto, los cuales dan una realidad física del medio ambiente. Ej:
Noticieros, prensa, televisión, cine, etc. Y muchos serán afectados de una
manera nociva, haciendo de ellos personas con su autoestima muy baja…
¿Como podemos hacer
para poder subir nuestra autoestima? debemos “Conocernos como Dios nos conoce, vernos
como él nos ve, y saber quiénes somos, en Dios… ¡Pues somos él mismo
manifestándose en muchos cuerpos! (Col: 3: 11b) Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no
las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1Co 2:14).
Naturalmente podremos
conocer, entender, comprender y actuar en línea con lo que recibimos del mundo,
pero valorarnos espiritualmente desde nuestra mente natural va a ser imposible,
pues nunca alcanzaremos a dimensionar lo que somos en este mundo, sino es por
el Espíritu de Dios; pues solo así, podremos acomodar “Lo espiritual a lo
espiritual” (1Cor: 2:13b).
Entender las cosas que
vivimos y aceptarlas solo dependerá del conocimiento que tengamos de nosotros
mismos en Dios, del reconocer que en Dios somos especiales; así podremos
superar cualquier obstáculo que se nos presente y valorar de igual manera a
nuestros semejantes. Ej: Jesús dijo a la mujer adúltera: Ni yo te condeno;
vete, y no peques más (Juan: 8:11).
Pablo dijo: Conociendo,
pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios le es
manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias. De
manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun
si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así (2Cor: 5:11,16).
Preguntémonos… Conociendo lo que
somos en Dios, “Los Celos, la incompetencia, los miedos, los temores, las fobias,
etc” ¿Qué papel seguirán jugando en nuestra vida? “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los
deseos de la carne.” contra el fruto del Espíritu no hay ley. Si vivimos por el
Espíritu, andemos también por el Espíritu. “No nos hagamos vanagloriosos,
irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” (Gál 5:16-17, 22-26).
Independientemente del
momento que te encuentres viviendo, ten presente que… Tal y como te veas o te
percibas, así mismo actuarás… “Piensa que puedes y podrás” “El que piense que
está vencido, vencido está.” Respecto a esto Pablo dio un buen ejemplo diciendo:
Estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no
desesperados; perseguidos, mas no
desamparados; derribados, pero no destruidos… (2Cor: 4:8-10) y también dijo:
He aprendido a
contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener
abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para
tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad… Cuando
estimamos nuestra vida desde el punto de vista de Dios, podremos expresar lo
que dijo el apóstol Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Fil:
4:11-13). Mi hermano… ¡UD y YO somos lo que Dios dice que somos!
¡Piense de sí con cordura! conforme
a la medida que Dios le dio; conforme al tiempo en el que nació, conforme a la
posición que tiene en Dios y conforme a su verdadera identidad…
Dependiendo de la
autoestima que tengamos, se influenciara nuestro pensamiento. ¡No piense ni
más, ni menos de lo que Ud es en Dios! y mucho menos vaya a pensar algo
diferente de su hermano; con esto se acabarán, el irrespeto, la grosería, las
malas palabras, los malos tratos, la indiferencia, la infidelidad, los abortos,
etc.
Esta es una verdad que
muchos aprenderemos en el camino, hasta que podamos disfrutarla al máximo,
hasta que manifestemos la medida, estatura y plenitud que tenemos en Dios (2Tim:
1:7). “Tenemos la mente de Cristo” (1Cor: 2:16b).
Tenemos Su espíritu,
Su mente y Su palabra en nosotros… ¿Quién somos?... Pero tenemos este
tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de
nosotros (2Cor: 4:7) Somos UNO.
1A- La Auto-estima es: un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias
de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser
y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter
guiados por nuestra mente. “Aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne” (2Cor: 10: 3-5). Renovemos nuestra manera de pensar (Efe: 4: 23) y
comprobaremos su buena voluntad la cual es agradable y perfecta (Rom: 12: 2).
El concepto de
autoestima varía en función del paradigma psicológico que lo aborde (psicología
humanista, psicoanálisis, o conductismo). Desde el punto de vista del
psicoanálisis, radicalmente opuesto, la autoestima está relacionada con el
desarrollo del ego; por otro lado, el conductismo se centra en conceptos
tales como «estímulo», «respuesta», «refuerzo», «aprendizaje», con lo cual el
concepto holístico de autoestima no tiene sentido. Y “Nosotros estamos
completos en él” (Col: 2:10).
Pregúntese: ¿Qué percepción tiene
de Ud mismo? ¿Qué pensamientos tiene acerca de Ud? ¿Cómo se está evaluando?
¿Cómo se valora? ¿Qué sentimientos tiene de Ud mismo? ¿En verdad se ama? ¿Cómo
se está comportando en su vida diaria ahora que ha venido siendo despertado en
Dios? ¿En verdad se acepta como es?
Ahora… La importancia
de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, y al sentido de
nuestra valía personal. Por lo tanto, no puede menos que afectar a nuestra
manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Ver
video: Tu verdadera Identidad.
http://www.youtube.com/watch?v=t3aolG32wv4&feature=feedf
http://www.youtube.com/watch?v=t3aolG32wv4&feature=feedf
Nada en nuestra manera
de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la
autoestima. ¡Piense de sí con cordura!... ¡No piense ni más, ni menos de lo que
Ud es en Dios!
¿Estamos poniendo por
obra la palabra de Dios en nuestra vida? ¡Evaluémonos!
Auto-evaluación: es la revisión detallada y periódica del
propio responsable de las acciones emprendidas para mejorar el funcionamiento
de determinada área, unidad, órgano, sistema o procedimiento, a fin de medir el
grado de eficiencia, eficacia y congruencia en su operación.
“Ninguno
tenga en poco tu juventud”
(1Tim: 4:9-16)
Pregúntate… ¿Estas aprovechando el conocimiento que
tienes? ¿Ha cambiado tu vida para bien tuyo y el de los demas? Ninguno tenga en
poco tu juventud… ¡Ten cuidado de ti mismo! Somos la luz del
mundo, la sal de la tierra, pero el saber, no es sabiduría… Sino el hacer, el
¡Vivir! ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena
conducta sus obras en sabia mansedumbre... (Stgo: 3:13-18)
Errar es de todos,
ejemplo:
Le sucedió al profeta
Samuel cuando fue enviado por Dios a ungir por Rey a uno de los hijos de Isaí “El
menor” y escogió al ojo, a su parecer; por lo que el Señor le dijo: No mires a
su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová
no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus
ojos, pero el Señor mira el corazón (1Sam: 16:7). ¿Cómo te ves, y como ves al
hermano? ¿Te das el valor que tienes y se lo das a tu prójimo? ¿Sabes quién
eres?...
“Si alguno se imagina
que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo” (1Cor: 8: 1b-2) recordemos: “En
parte conocemos y solo en parte podemos hablar” (1Cor: 13: 9).
Seamos hacedores de la
palabra, y no tan solamente oidores, engañándonos a nosotros mismos (Stgo: 1:22-25).
Todos estamos en el camino, y todos estamos viviendo un ejercicio diferente,
unos de una manera y otros de otra.
1B- La Autoestima puede ser Alta o baja.
Sobre-estimar o Sub-estimar.
Ejemplo:
a) Josué, Caleb y los 10
espías: (Núm: 13:1-33)
Y los espías le contaron
a Moisés diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que
ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. Mas el pueblo que
habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y
también vimos allí a los hijos de Anac (Gigantes).
Auto estima alta: <30> Caleb hizo
callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión
de ella; porque más podremos nosotros que ellos.30>
Auto estima baja: <31 -33="-33"> Mas los varones que subieron
con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte
que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían
reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra
que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son
hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de
los gigantes, y éramos nosotros, “31>a nuestro parecer”, como langostas; y
así les parecíamos a ellos. “Como sea tu pensamiento en tu corazón, así serás”
(Prov: 23:7).
b) Simei, Abisai y David: (2Sam: 16:9-10)
Abisai hijo de Sarvia,
siervo de David dijo al rey, después que Simei había proferido maldición sobre
el: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes
pasar, y le quitaré la cabeza. Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros,
hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a
David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? Cuando se tiene claro en
Dios la posición… “Nada nos mueve el piso” ¿Inconmovibles!
c) Sansón y Dalila: (Jue: 16:1-30)
Y Dalila dijo a
Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo
podrás ser atado para ser dominado. ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón
no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en
qué consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con
sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia.
Le descubrió, pues,
todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja; porque soy nazareo
de Dios desde el vientre de mi madre. Si fuere rapado, mi fuerza se apartará de
mí, y me debilitaré y seré como todos los hombres. Nada ni nadie debe
apartarnos del propósito que tenemos en Dios. Ni padre, ni madre, ni hermanos,
ni hijos… ¡Nada ni nadie! (Mat: 10: 37-39).
d) David y Goliat: (1Sa 17: 1-51)
Y cuando el filisteo
miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso
parecer. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con
palos? y maldijo a David por sus dioses. Dijo luego el filisteo a David: Ven a
mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.
Entonces dijo David al
filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el
nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a
quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y
te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del
cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en
Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con
lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.
e) Dios y el hombre: (1Co 1:21-31)
Porque lo insensato de
Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los
hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios
según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del
mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió
Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado
escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, “a fin de que nadie se jacte en su presencia.”
Mas por él estáis
vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: “El que se gloría, gloríese en el Señor.”
A cada cual que
está entre vosotros… Todos y cada uno en particular estamos puestos
para vivir esta experiencia de vida (Cristo) somos miembros de su cuerpo, de su
carne y de sus huesos (Efe: 5:30).
No tenga más “alto, ni bajo” concepto de sí que el que debe tener…
Ejemplo: El Rey
Nabucodonosor “Por mas rey que fuera, debió reconocer que el Señor tiene
dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él quiere.
(Dan: 4:18-37) El rey
había tenido sueño, en el que veía como
un árbol crecía y se hacía fuerte, y
cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines
de la tierra, cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había
alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas
ramas anidaban las aves del cielo…
Veía también como un
angel descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de
sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la
hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del
campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos…
Por esta causa envió a
llamar a Beltsasar (Daniel), para que le diera la interpretación, porque todos
los sabios del reino no habían podido… y reconoció que él, si podría hacerlo, porque
en él moraba el espíritu de los dioses santos. Y Daniel quedó atónito casi una
hora, y sus pensamientos lo turbaban, por la interpretación que Dios le mostro
del sueño.
Y Daniel dijo al Rey:
esta es la interpretación, oh rey, el
árbol que creció y se hizo fuerte, pues creció su grandeza y ha llegado hasta
el cielo, y su dominio hasta los confines de la tierra, tú mismo eres, oh rey.
Y en cuanto al vigilante que descendió del cielo, un angel de Dios es, que vino
a declarar sentencia del Altísimo, sobre mi señor el rey diciendo:
Serás cortado y
destruido. Te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu
morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío
del cielo serás bañado; y siete años pasarán sobre ti, hasta que conozcas que
el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que lo da a quien él
quiere. Y en cuanto a la orden de dejar en la tierra la cepa de las raíces del
mismo árbol, significa que tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que
el cielo gobierna. Esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del
Altísimo, que ha venido sobre mi señor el rey. Por tanto, oh rey, acepta mi
consejo: tus pecados redime con justicia, y tus iniquidades haciendo
misericordias para con los oprimidos, pues tal vez será eso una prolongación de
tu tranquilidad.
Todo esto vino sobre
el rey Nabucodonosor. Al cabo de doce meses, paseando en el palacio real de
Babilonia, habló el rey y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué
para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad?
Aún estaba la palabra
en la boca del rey, cuando vino una voz del cielo: A ti se te dice, rey
Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti… Hasta que reconozcas que el
Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a quien él quiere
(Gal: 6: 7).
Testimonio del Rey:
Mas al fin del tiempo (7 años) yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi
razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive
para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades.
Todos los habitantes
de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el
ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su
mano, y le diga: ¿Qué haces? ¿Hay injusticia en Dios? (Rom: 9: 14-26).
En el mismo tiempo mi
razón me fue devuelta, y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza
volvieron a mí, y mis gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui
restablecido en mi reino, y mayor grandeza me fue añadida. Ahora yo
Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus
obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede humillar a los que andan
con soberbia.
Piense de sí con cordura… “No con locura” y eso es precisamente lo que hemos venido haciendo
durante toda el tiempo que hemos vivido. Ejemplo:
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois
espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti
mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de
los otros… (Gál: 6:1-2).
Conforme a la medida que cada uno tenemos en Dios…
Nuestra medida es Cristo; él es, quien se está manifestando en cada uno
de nosotros (Col: 3: 11b) y todos somos UNO, ¡él! (Gal: 3: 28) es Cristo quien
está obrando haciendo lo que a él le agrada (Heb: 13:21b).
Dios fue quien repartió todo…
(1Cor: 12:4-7,11) Ahora bien, hay
diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de
ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero
Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es
dada la manifestación del Espíritu para provecho. “Pero todas estas cosas las
hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él
quiere.”
(2Cor: 10:13) Nosotros no nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a
la regla que Dios nos ha dado por medida… A cada uno de nosotros fue dada la
gracia conforme a la medida del don de Cristo (Efe: 4:7)… ¡Estímese, Crease,
Ámese, Valórese!
Conclusión:
Medite en estas palabras por el Espíritu de Dios que es, en Ud:
No vivo yo, Cristo vive en mí (Gal: 2: 20).
a) De ahora en adelante, ¡A NADIE! conocemos según la carne… (2Cor: 5:16ª).
b) Es viendo lo que no se
ve. “Lo espiritual y no lo natural” (2Cor: 4:18).
c) Si puedes creer, al
que cree todo le es posible (Mar: 9:23).
d) Cuando Cristo vuestra
vida se manifieste, entonces… (Col: 3:4).
e) En esto se ha
perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza… “Pues como él
es, así somos nosotros en este mundo” (1Jn: 4:17.
Somos Su
gloria, Su imagen, Su reflejo, Su olor fragante, Su bendicion manifestada
y Su misma
vida.
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