¿Para qué hemos venido al mundo?

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. “A lo suyo vino…” ¡A cumplir Su propósito! (Juan: 1:10-11).

Definición de propósito:

a)  Del latín proposĭtum, el propósito es la intención o el ánimo de hacer o dejar de hacer algo. Por ejemplo: “No te preocupes, ya sé que no lo hiciste a propósito… ”

b)  El propósito también es un objetivo o algo que se quiere conseguir: por ejemplo: “Mi propósito es terminar la carrera en dos años y después ejercerla en mi propia empresa.” 

c)  El propósito por otra parte, es el asunto o materia de que se trata… Por ejemplo: “A propósito de la sanción dada, nunca más podrá ejercer su profesión públicamente.”

d) Ahora en un nivel mas profundo y trascendental, el propósito de un ser humano, es el “Sentido que otorga a su vida.” ¿Quién soy, de donde vengo, para que estoy aquí y hacia dónde voy son algunas de las preguntas que el hombre intenta responder para encontrar su propósito vital…

Se habla de un propósito de vida para hacer referencia a la intensión de alcanzar una existencia plena y no a existir por inercia…

Éstas son algunas de esas preguntas que muchos en algún tiempo nos hicimos y le hicimos tal vez a otros, esperando escuchar de ellos que afirmaran nuestro parecer, o para recibir alguna luz al respecto… Como sea y de la fuente que haya venido la respuesta para entender el propósito del porqué estamos en el mundo; es (mi experiencia), llámese abuelos, padres, profesores, congregación o guía espiritual; lo que escuchamos de ellos fue más, una respuesta natural que una espiritual… Ejemplo:

De nuestros (abuelos, padres y profesores) muchos  escuchamos que vinimos al mundo para ser personas de bien, de ejemplo en nuestra sociedad; en lo posible alcanzar una carrera profesional con el fin de ser alguien y de tener algo, con qué defendernos en la vida.

Y tal vez de la congregación donde asistimos y de boca de nuestro guía espiritual oímos que fuimos puestos por Dios en este mundo para “Ganar las almas perdidas”, aquellas que iban camino al infierno, o que vinimos al mundo a cumplir la “Gran Comisión”, la misma que el Señor Jesús dejó a sus discípulos (Mat: 28: 18-20), etc.

La verdad es que todavía muchos hoy en día desconocen esta respuesta…

Y para que entendamos más claramente el propósito por el cual estamos en la tierra, miremos los siguientes puntos…

1.- ¿Cuál fue el propósito de la venida del hombre al mundo?

Recordemos que antes de pensar que el hombre pudiera cumplir su propósito humanamente, hay un propósito que Dios estableció para que se cumpliera  y fue trazado por Él, desde antes de los tiempos de los siglos… Y ése lo experimentaremos nos guste o nó, nos parezca o nó, lo entendamos o nó, lo aceptemos o nó… Leer (Rom: 9: 15-24).

  

El Apóstol Pablo hablando  a los romanos acerca de éste propósito les dijo:

Ántes de la cruz…

  ¿Y qué, si Dios (Antes de la cruz), queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción… Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, dijo Pablo, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? … Y les dio un ejemplo para que entendieran la Soberanía de Dios, diciendo:

  Rebeca la esposa de Isaac (Hijo de Abraham) tenía en su vientre dos hijos, los cuales (no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal); pero el propósito de Dios establecido desde antes de los tiempos ¡Conforme a Su elección! se debía cumplir en ellos… Y No por las obras de justicia que ellos hubieran hecho (Arrepentimientos, Ayunos, Vigilias, Confesiones de fe, etc), sino por el que llama.

A ella se le dijo así: El mayor servirá al menor (Gén: 25:23), cuando lo real para ese tiempo era que los hermanos menores debían servir al hermano mayor, por ser el primogénito (Gén: 27: 1-7).

Está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.  ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera… El Señor dijo: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca…  “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios…” HOY “Caminamos en obras preparadas de antemano, para nuestra bendición y Su gloria” (Efe: 2:10) Ejemplo:

En (Gén: 15:1-18:15) A Abraham se dio la promesa de tener con Sara su mujer un hijo, el que se llamaría Isaac; pero antes de que esa promesa se hiciera realidad conforme al tiempo de Dios, Abraham y Sara viendo que el tiempo pasaba y ellos se estaban envejeciendo, “pensaron” cual podría ser la forma como ese hijo de la promesa dada por Dios debía llegar al mundo y lo hicieron conforme a su costumbre.

Sara entregó en manos de Abraham  a Agar su sierva, su esclava para que él se llegase a ella y se pudiera concebir el hijo que ellos esperaban, naciendo así Ismaél “El primogénito” de Abraham… Hasta que se cumplió la promesa de Dios conforme a Su palabra, en Su tiempo y en la línea de bendición que se debía, con Sara “Su esposa”, así nació Isaac “El hijo de la promesa.”

De ahí la situación (Árabe – israelí) que se vive hasta el día de HOY por causa de la primogenitura,  la cual traía bendición… Los dos tienen la razón humanamente hablando, pero “NO” conforme a lo establecido por Dios, pues los árabes descienden de Ismaél y los Israelitas de Isaac.

Ismaél vino conforme a la carne o a lo natural, pero Isaac vino conforme a la promesa, a lo sobrenatural, o sea conforme a lo Espiritual… ¡Conforme a Dios!

1. En (Gén: 48: 8-20) se habla acerca de la bendición que Israel (Jacób) el hijo de Isaac, iba a declarar sobre los hijos de José; pues “Cada persona en este mundo tiene un propósito que cumplir” en Dios… “Así nos disguste”

2.  En (Éxo: 7:1-14:31) Faraón fué  endurecido en su corazón para no dejar libres a los hijos de Israel;  fue levantado, para mostrar en él, el poder de Dios, y para que Su nombre fuera anunciado por toda la tierra...

“De manera que de quien quiso tener misericordia la tuvo,  y al que quiso endurecer, endureció”  ¡Así al hombre le sea difícil de entender y no lo acepte!  … “Dios es Soberano”

A) Por esta causa el apóstol Pablo dijo: ¿Quién ha resistido a su voluntad? o ¿Quién es el hombre para que alterque con Dios? … Y él mismo se puso como ejemplo:

3. En (Hech: 9:3-9) dice que  Saulo cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga?

B) Saulo entendió que el Señor es soberano y que Él hace como quiere, por eso escribió: ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿No tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra? ... 

HOY…  Después de la cruz…

1) TODOS vinimos a éste mundo a cumplir Su propósito… Lo que “YA FUE establecido por Dios”… HOY NO HAY griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. (Col: 3: 11).

Como bien sabemos vinimos al mundo de paso; y en este cuerpo natural estamos cumpliendo un propósito muy especial…  ¡El mejor de los propósitos!...  Y es el que entendamos por el Espíritu de Dios  que…

 2) “Todos somos UNO”, ¡Él! (Gal: 3: 28). Por ese motivo fue que Pablo les dijo a los de su tiempo: “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria (Col: 3:4).

a) Has llegado a preguntarte en verdad… ¿Quién eres tú?

b)  Cuándo te miras en un espejo, ¿sabes en verdad, a quien estás viendo?

… Tú eres un Espíritu, un ser espiritual…

… Por tanto, nosotros todos, mirémonos a cara descubierta (Somos la gloria del Señor).

… Por el conocimiento (Somos transformados) de gloria en gloria en Su misma imagen, por el       Espíritu del Señor (2Cor: 3:17-18).

… Somos su misma vida en este mundo (1Jn: 4: 17).

c) ¡Toma tu lugar en el ciclo de la vida! Y ¡Manifiéstalo!

2.- ¿Cuál fue el propósito de la venida de Jesús al mundo?

A lo suyo vino… (Juan: 1: 11)

A dar testimonio a la verdad… Pero…

a) Solo sería oído y entendido por los que eran de la verdad…

          “Mis ovejas oyen mi voz y me siguen” (Juan: 10: 27).

Pilato  le dijo a Jesús: ¿Luego, eres tú rey?  A lo que Jesús respondió:

Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad… Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz. (Juan: 18:37-38) Jesús ¡Cumplió Su propósito!

Tus oídos oyen Su voz, y tus ojos ven Su gloria siempre; según la palabra de verdad, tú eres bienaventurad@...

¡Camina en la verdad, vive la verdad!

Ejemplo: “Pilato  dijo a Jesús: ¿Qué es la verdad?” y Jesús había dicho desde antes: “Yo soy la verdad” (Juan: 14:6).  ¡Tú eres de la verdad!…

“Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen… Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mat: 13:16-17) Aunque… En (Hech: 1:7) Jesús dijo a los discípulos en su tiempo: “No os toca a vosotros” saber los tiempos o las sazones,  cuando los discípulos le preguntaron… Si en el propósito que él vino a cumplir a la tierra, estaba la restauración del reino a Israel en ese tiempo.

HOY el mundo Cristiano todavía desconoce “Los tiempos  y Las sazones de Dios”, que son los que le darán a entender al hombre, el verdadero propósito por el cuál está en este mundo… HOY con buena intención en el corazón muchos caminan su vida espiritual siendo guiados por  siervos de Dios, los cuales solo pueden dar, lo que ellos habían recibido “Conforme a las costumbres, tradiciones, cultura, educación, experiencia, etc.” (Sabiduría del mundo).

En (1Cor: 1:21) está escrito así: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría”, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. Solo hasta que se conoce la verdad de Dios conforme a nuestro tiempo, se podrá disfrutar del porqué estamos en el mundo… “Y conocerás la verdad y la verdad te hará libre” (Juan: 8: 32).

Como bien sabemos un ciego no puede guiar a otro ciego, porque los dos caerán en el hoyo (Luc: 6:39) ¡Cuando se desconocen los tiempos y las sazones se termina vistiendo en un traje que NO NOS CORRESPONDE… Ejemplo:

v  En (Mat: 22:1-14) Jesús, por medio de una parábola les hacía ver como se cumplía su voluntad, su soberanía y su propósito, para disfrutar en el  reino de los cielos, diciéndoles:

El rey entró para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? … Porque muchos son llamados, y pocos escogidos (Efe: 5:25-27) ¡Solo lo oirán y lo  entenderán, los que son de la verdad!

Estamos en el Reino de los cielos (Su verdad), pero vivimos en el Reino de Dios (La tierra) y para poder disfrutar de esa voluntad perfecta de Dios, del Reinos de los cielos “YA HECHA” aquí en la tierra (Mat: 6:10) y poder comprobarla; debemos renovar nuestra manera de pensar (Rom: 12: 2).

a) No armoniza con el viejo… “Nuestro vestido es Cristo” y ¡Su voluntad YA FUE HECHA EN LA TIERRA!, Él es el todo y es, en todos (Col: 3: 11), pero cuando desconocemos que nuestro propósito es vivirlo a Él, no armonizamos con nuestra verdadera identidad.

Ahora pregúntate… ¿Para qué has nacido y para que has venido al mundo? ¿Para hacer Su voluntad? o para vivir Su voluntad… Oye la voz de Dios que está en tu mente… Para que tu CREER no este fundado en la sabiduría del hombre, sino en el poder de Dios (1Cor: 2: 5)… ¡Créele a Dios!

b) Has nacido y has venido al mundo para Reinar en vida por la palabra (Rom: 5:17b), para ser cabeza y no cola, para estar delante y no atrás, para estar encima y no debajo, para prestar y no pedir prestado… (Deut: 28:12-14), para ser Él en este mundo; para manifestarlo a Él, por el conocimiento… (Col: 3:4).

3.- ¡Tú eres Rey!

Tu verdadera Identidad es Cristo, tu posición es Espíritu y no carne y tu tiempo para manifestarlo es este, “Aquí y Ahora”  en “Su eterno presente”, el tiempo Kairos de Dios; aunque nuestro cuerpo natural viva en el tiempo Cronos…

Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=t3aolG32wv4&feature=feedf 

En (Mat: 10:16) dice: “¡Miren! Yo los envío a ustedes como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. (BDHH).

a) ¡Cuidado! De lo natural y no de la carne siempre surgirá  la pregunta, el cuestionamiento, la lógica en nuestra mente…  Nunca surgirá del Espíritu… “El Espíritu no cuestiona”  ¡Siempre está dispuesto! (Mar: 14:38b).

b)  Nuestras armas  son poderosas en Dios para destruir toda fortaleza, toda altivez y para llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2Cor: 10: 4-5)

¿Por qué entonces no estamos experimentando nuestro reinado?

c) Una respuesta podría ser… Porque no Oímos como debemos (Juan: 10: 27), y la otra podría ser… Porque estamos en el proceso o en camino de ser despertados a esta verdad; pues estamos siendo llevados  “De gloria en gloria” (2Cor: 3: 18).

d) ¡Dios te guiara siempre en la respuesta! … El Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad (Juan: 16: 13).

Meditemos:

a) En este ejercicio de vida estamos muchos todavía; pero lo que sí es claro es, que el que Oye,   Sabe y Cree para que esta en este mundo, debe levantar, ayudar, exhortar y ministrar en Amor al que viene en el camino (2Cor: 10: 6-7).

b) En Dios TODOS estamos y permaneceremos en pie. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme  (Rom: 14:4). 

c) Solo Él, es quien vive y se manifiesta después de la cruz, no somos nosotros… Es Cristo el todo y en todos (Col: 3: 11). Todos somos UNO… ¡Él! sin ninguna diferencia (Gal: 3: 28).

En Conclusión:

a) Nuestro verdadero propósito en este mundo (después de la crúz) es vivirlo a Él… “El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará” (Mat: 10: 39).

b) Hablemos como debemos hablar, como Cristo mismo y vivamos como debemos vivir… ¡Como Cristo!

c) Hemos venido al mundo, para dar testimonio a la verdad y esa verdad es… ¡Cristo es en mí!... “No vivo yo, es Él, en mí” (2Cor: 5: 16).

Por eso somos la misma bendicion de Dios YA manifestada, Su gloria, Su imagen,

Su reflejo, su olor fragante y Su misma vida.