Antes de empezar
a disfrutar de la enseñanza que Dios tiene hoy para nosotros, leamos varios
pasajes de la biblia para que le demos piso o cimiento a la palabra que vamos a compartir y nos
deleitemos en lo que vamos a recordar espiritualmente para su gloria y su honra...
Digo recordar,
porque en nuestro plano espiritual… ¡Ya fuimos enseñados por Él!... Así está
escrito: “Que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene…” ¡Oye,
atiende, entiende y pone por obra en este plano natural! (Juan: 6:45c).
1.- ¿Qué es honra?
a) Es la buena
reputación que tiene una persona que actúa conforme a las normas morales.
b) Es la manifestación
de respeto, estima y admiración hacia
personas o instituciones.
c) Es la demostración
de aprecio.
d) Es cortesía
social.
e) Es la honestidad
y recato en las mujeres.
f) Es la expresión con
la que se muestra satisfacción y orgullo por una condición o situación. Ej: “a
mucha honra”
g) Es nobleza de
mente y rectitud…
h) Son las exequias,
funeral o ceremonia religiosa que se celebran a la persona fallecida. “honras
fúnebres”
i) Es ¡Honor!… Dignidad
que se otorga a los que se encuentran en eminencia, en liderazgo o altos
rangos.
Honor: esta palabra se
deriva del latín honoro que significaba respetar, decorar u ornamentar. Hoy en
día muchos países del mundo otorgan condecoraciones a ciudadanos destacados a
quienes desean honrar… El concepto de honor está por tanto asociado al de
autoridad, porque de una forma u otra, todo mundo se encuentra bajo ella… Como
está escrito: “Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque las
que hay han sido establecidas por Dios” (Rom: 13:1-2).
2.- ¿Qué es reverencia?
Una reverencia es
una acción en la cual una persona inclina su cuerpo o una parte del mismo en
señal de saludo respetuoso o veneración. En muchas ocasiones, una reverencia no
es más que una inclinación rápida de la cabeza pero también puede consistir en
una inclinación profunda desde la cintura o en una genuflexión (caso de las mujeres). Las situaciones en que una persona hace
una reverencia varían mucho entre culturas, (europea y oriental) Ej: los reyes,
el papa o las artes marciales.
Empecemos preguntándonos
lo siguiente: ¿A quién se debe la honra y la reverencia?
Hablando por
medio del profeta Isaías respecto del ministerio que Dios mismo cumpliría en la
tierra en los días de su carne y de su gloria dijo: “Así dice Jehová Dios”… ¡A
otro no daré mi gloria, ni mi alabanza! (Isa: 42:5-8). Solo a Dios pertenecen la
gloria, la alabanza, el honor y la reverencia… ¡Porque
Él es Dios!
1) Fue escrito del
Señor, que después que todas las cosas le estuvieran sujetas… ¡Él mismo iba a
ser en, o a manifestarse en todos…! (1Cor: 15: 28).
2) Todas las cosas
ya están sujetas y reunidas en Cristo (Efe:
1:9-10). ¡No esperamos nada!
Ahora, sabemos
que “El Señor es el Espíritu…” (2Cor: 3:17), y que el que
nació de María fue Jesús, el Señor, el Espíritu, el Cristo (Luc: 2:11), y que Él, es Dios sobre todas las cosas… (Rom: 9:5).
HOY ¡Él…! Dios, Jesús
el Señor, el Espíritu, Cristo, es el todo y en todos (Col: 3:11b), y todos
somos UNO… ¡Él!... (Gál: 3:28) pero sin descuidar que… Solo a Él, pertenecen la alabanza,
la gloria, el honor y la reverencia… ¡Porque Él es
Dios! (2Cor: 4:5-7).
Ahora sí, habiendo
ya recordado parte delo que aprendimos del Padre y teniendo esta verdad despierta
y clara en nuestro Espíritu para vivir en libertad… (Juan:
8:32), leamos la exhortación que el
Señor hizo por medio del profeta Malaquías a Israel, ese pueblo escogido por
Dios… “rebelde, contradictor, idólatra y desobediente” para que despertara en
consciencia y aprendiera a glorificar al
Señor como debía y no como a ellos les parecía… Ese pueblo ayer… ¡En nada
difiere de nosotros hoy para que no juzguemos! (Rom:
11:20).
Como ejemplo leamos
completo lo que dice en (Mal: 1:1-14) y analicemos bien la exhortación que se les
hace, pero enfoquémonos mas en el (V-6) el cual nos permite entender que aún
hoy somos muy parecidos en nuestra manera de vivir...
Dijo el Señor: “El
hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde
está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? “dice Jehová de los
ejércitos… ¡¡¡ A
vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre!!!
Como vemos esta
exhortación tiene como destino más claro, de entre el pueblo de Israel, a los “Sacerdotes”;
a todos aquellos a quienes les fue entregada la palabra… pero Hoy en día eres Tú
y soy Yo… ¿Honras y reverencias al Señor como se debe? ¿Cómo merece su nombre?
¿Conforme a la hermosura de Su santidad? ¿En todo y en todos?
El único
objetivo que tenemos al leer este pasaje bíblico, es que el Señor mismo por
medio de Su espíritu sea el que nos despierte y nos afirme a cada uno en
particular… Tal y como seamos llamados
en las congregaciones “reyes, sacerdotes, siervos, lideres, colaboradores,
diáconos, pastores, apóstoles, maestros, evangelistas, profetas o simplemente guías
espirituales.”
Nos despierte en
¡ese sentir, en ese querer y en ese hacer que ya está en nosotros (Fil: 2:13); para
que NO sigamos de alguna manera menospreciando Su nombre.
1) En los hermanos,
haciendo acepción de personas, juzgando, criticando, condenando, etc.
2) En las circunstancias, viviendo al ojo, según
como nos parece, conforme a nuestro bien y mal.
3) En todas aquellas
situaciones que se nos presentan en el día a día, sabiendo y no entendiendo que
todas ellas nos ayudan a bien (Rom: 8:
28).
Fue dicho:
“Tributad a
Jehová, oh familias de los pueblos, dad al Señor gloria y poder. Dad al Señor
la honra debida a su nombre; traed ofrenda, y venid delante de él; postraos
delante de Jehová en la hermosura de la santidad. Temed en su presencia, toda
la tierra… (1Cron: 16:28-30).
Cada uno de
nosotros, estamos siendo pasados por ese “fuego de prueba” donde tendremos de
Dios esa gloria y bendición de obrar conforme al conocimiento que hemos
recibido, al nivel de gloria donde nos
encontremos, a nuestra posición espiritual, a nuestro tiempo, a nuestra
verdadera identidad, a la sabiduría de lo alto, a nuestra confesión, a nuestro
creer “fé”, etc.
Leamos los
siguientes ejemplos:
1. ¡Sadrac, Mesac y Abed-nego, honran y reverencian solo a Dios! (Dan:
3:14-18).
2. ¡José, honra y reverencia a Dios! (Gén:
39:10-12) (Stgo:
1: 12).
3. ¡Jesús en carne, honra y reverencia a Dios! (Luc:
22:42).
Como aplicación:
Leamos en el libro de (Jue: 9: 1-57) la
historia de Abimelec y de Jotam para que entendamos que en esta tierra todos
cumplimos en Dios un propósito especial, que nos llevará a honrar y a
reverenciar al Señor como se debe…
Así para muchos,
nosotros no seamos lo que ellos esperan o
quieren, y nos juzguen por lo que ven (Zarzas) secos, con “errores,
debilidades, flaquezas, etc.”; mantengamos siempre nuestra buena confesión, pues
todos en este camino de vida y bendición,
seguimos siendo formados…(Efe:
4:13)(Col:
3:4).
1. Honra a Dios y a los hombres… Porque Él es, el todo y en todos (Col: 3: 11).
1. Honra a Dios y a los hombres… Porque Él es, el todo y en todos (Col: 3: 11).
2. Honremos y
reverenciemos a Dios en nuestros padres… (Efe:
6:1-3). Para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da (Éxo:
20:12) (Deut: 5:16).
"Porque grande es
el Señor, y digno de suprema alabanza" (1Cron:16:25-34).
1. Dad al Señor la honra debida a su nombre… ¡Es Señor sobre todas las
cosas!
2. Traed ofrenda, y venid delante de él… (2Cor:
9: 6-15).
3. Postraos delante de Jehová en la hermosura de la santidad…
4. Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos… porque grande es su
nombre entre las naciones (Mal: 1: 11).
5. Dad a Jehová gloria y poder…
6. Temed en su presencia, toda la
tierra… ¡A la presencia del Señor tiembla la tierra! (Sal: 114: 7).
7. Alégrense los cielos, y gócese
la tierra…
8. Y digan en las naciones: Jesucristo reina…
9. Aclamad al Señor, porque él es
bueno; porque su gracia y su amor es eterno.
En Conclusión:
Nuestra Honra y Reverencia es delante del Señor… ¡Esa es nuestra confesión siempre!
1. Que de corazón,
entendiendo y en consciencia limpia en todo momento… ¡Reconozcamos, honremos y
reverenciemos! Su nombre ¡En todo y en todos!… Y mucho más en ese lugar
especial, que el Señor tiene en nuestra vida, nuestro corazón, porque de él
mana la vida; y en todas y cada una de
las cosas “visibles o invisibles! de las que ya tenemos conocimiento, pues
todas nos muestran Su gloria (Rom:
1:20).
2. Que con limpia consciencia y de corazón todo lo que hagamos, pensemos
y digamos, lo manifieste solo a Él y no a nosotros… Lo honre a Él y no a nosotros, lo exalte a Él y no a nosotros (Col: 3:23), lo reverencie a Él y no a
nosotros… (Col: 3:4).
Somos la misma gloria, bendición, reflejo,
imagen, esencia, olor fragante y vida de Dios
en la
tierra (1Juan: 4: 17).
1 comentarios:
me gusta mucho alegra el alma y da consuelo el saber que están tan cerca de Dios y así yo también
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