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El hombre Sabio de Corazón

¿Qué es un hombre sabio de corazón?

Respondamos esta pregunta conforme al tema anterior;  por lo que podemos decir entonces, que un hombre sabio de corazón es el que honra y reverencia a Dios… ¡En todo y en todos! … Es el que viene, oye, atiende, entiende y pone por obra… ¡Su palabra!

El profeta Jeremías escribió a este respecto, que el hombre sabio de corazón es aquel que “Entiende y Conoce a Dios” (Jer: 9: 23-24) conforme a Su pensamiento (Jer: 29: 11), a Su  voluntad (Rom: 12: 2), a Su soberanía (Judas: 1:4) y a Su proceder (Juan: 1: 11)… Lo Conoce y lo Entiende en Su justicia, en Su amor  y en Su palabra, para ponerla por obra (Stgo: 1:25)”

 Ejemplo:

¡Es el “rey” quien está hablando!


Leamos lo que dice (Jer: 9: 23-24) en la versión (Dios habla hoy).

Así dijo el Señor: “Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza.”  Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de ¡Conocerme, de Saber! que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada. Yo, el Señor, lo afirmo.”

Ahora…
Sepamos, entendamos y conozcamos que después de la cruz es el Señor el que vive; y si es Él el que vive, es Él quien actúa en la tierra y si es Él el que actúa en la tierra, lo hace en todo y en todos… 

Por eso debemos estar tranquilos, pues todo lo que suceda en nuestra vida, nos ayudará para bien (Rom: 8: 28-29), y “Sin diferencia alguna”, Él actúa con amor, justicia y rectitud (Col: 3: 11).

Pero aún muchos creen que lo que los hace sabios es: “el dinero, la posición, la cultura, la belleza física, la fuerza, el poder, la inteligencia, la religión, las posesiones, etc”… Cuando en realidad es precisamente eso, lo que de alguna manera los ha cegado, adormecido y no los ha dejado actuar como se debe… ¡Sabiamente!

Por lo cual dice la palabra: 
Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo…
Miren, pues, con diligencia cómo andan, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos (Efe: 5:14-16).

Como sabios de corazón, disfrutemos de las palabras dichas por Jesús a sus discípulos en (Mat: 13:16-17) y apliquémoslas en nuestra vida, diciendo: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen." Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

¿Quién es el hombre sabio de corazón?...

Leamos varias definiciones que nos pueden aclarar un poco más acerca de este concepto…

A) El hombre sabio es: el que conoce que Dios mismo es la Sabiduría… (Prov: 8:1-37) y entiende que… “Escuchamos su voz todo lugar”, pues Él es, en nuestro “Corazón”, Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón (Rom: 10:8a).

Así fue dicho por el Señor: (1Cor: 2:13-16).  




- Oh hombres, a vosotros calmo; dirijo mi voz a los hijos de los hombres. Entended, oh simples discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura...
Oíd, porque hablaré cosas excelentes, y abriré mis labios para cosas rectas… Porque mi boca hablará verdad, y la impiedad abominan mis labios. 
Justas son todas las razones de mi boca; no hay en ellas cosa perversa ni torcida. Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría
Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallará la vida, y alcanzará el favor del Señor. Mas el que peca contra mí, defrauda su alma…  

Leamos el siguiente ejemplo y miremos en nuestro corazón si realmente estamos obrando como sabios de corazón. En la carta a los (Heb: 6:1-2) dice el Señor por medio de su siervo el escritor a los hebreos, lo siguiente:

* “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo”, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno… Pregúntate… ¿Dejaste ya los rudimentos? o todavía sigues practicándolos.

En muchas ocasiones de nuestra vida, las circunstancias que hemos experimentado, la religión, las amistades, el estudio, la familia, la cultura, etc, han dirigido nuestro proceder en este mundo, llevándonos a tomar decisiones sin sabiduría…  

* “Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos”. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? (Heb: 2:1-3).

Pablo escribió: porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios… El Señor juzgará a su pueblo. ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! (Heb: 10:26-31). 

Es verdad que el desconocimiento o el poco entendimiento que tenemos de Dios y de Su voluntad, la cual es agradable y perfecta, nos ¡Destruye! (Ose: 4: 6), y nos lleva a afectar con ello, y para mal, a nuestro hermano; siendo él la misma imagen, gloria, reflejo, bendición, esencia, plenitud y vida de Dios en este mundo (Col: 3: 11b).

B) El hombre sabio es: el que Conoce y Entiende que Dios es la Fuente de toda sabiduría… Y ¡Obedece! Por encima de todo parecer razonal, sentimental, familiar, religioso, etc.

Veamos los siguientes ejemplos a través de la vida de instrumentos que:

Abraham: (Gén: 22:1-3, 6-13) Obedeció a Dios, aún por encima del amor por su hijo…  

Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.  Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaác  a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaác su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaác su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

Entonces habló Isaác a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaác su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña. Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. 

Salomón: (1Rey: 3:5-13) Honró y Reverenció a Dios, reconociendo que a Dios es quien pertenece TODO y que sin Él, sin su dirección y sabiduría NADA podría hacer…

Dice que  el Señor se le apareció a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón le dijo: Tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud… Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?


Dios siempre recompensa la obediencia…

“Siembra y cosecha, acción y reacción, causa y efecto”


Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.  Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.

María: (Luc: 1:26-38) Confió en la palabra de Dios, por encima de su propia vida, de su relación con sus padres, con el pueblo y con José, su prometido...

Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
 
José: (Mat: 1:19-20.24-25) Le creyó a Dios…Y en sus sueños entendió su voluntad. 
José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.

Ananías: (Hech: 9:10-17) Siguió al pie de la letra la dirección de Dios, pasando por encima del temor…

Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

El Señor le dijo: Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Pablo: (Hech: 9:3-9) entendió quién era Jesús y el propósito por el cual había sido llamado… ¡Todo lo que tenía antes lo dejó como basura, por seguir a Cristo!

Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;  y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?  Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.

El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.  Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,  donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

C) El hombre sabio es aquel  que ¡Obra conforme a la palabra! … “No se guía por su razón, ni por sus emociones, ni por su dinero, ni por su religión, ni por su mucho conocimiento, etc.” solo por su voz…

Como está escrito:

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan: 10:27).
Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mí inteligencia inclina tu oído (Prov: 5:1). Para que tu creer no esté fundado en la sabiduría de los hombres sinó en el poder de Dios  (1Cor: 2: 5).

Meditemos en estas tres preguntas: ¿Qué es un guía, un sabio y que es la razón?

Un guía: Es la margen, la forma, el molde  o el límite que se usa para no salirnos del camino. Es la persona que se dedica, comparte, informa y dirige a otra en su conducta o actitud para hacer o lograr alguna cosa en especial… 
Un sabio: Es el que demuestra o contiene sabiduría…  El que “Oye y hace”, el que ¡No pregunta nada cuando sabe a quién está oyendo! 
La razón: Es la facultad que tiene el ser humano para conocer y pensar. La razón es la que le permite al hombre formarse ideas, juicios y representaciones de la realidad en la mente, relacionándolas entre sí; y con frecuencia la razón es contraria a los sentimientos… Es el motivo o la causa de algo…  Es la verdad o acierto en lo que una persona dice o hace algo.  Son las palabras con que se expresa una idea o pensamiento.

D) El hombre sabio es un bienaventurado… (Sal: 1:1-3).

“No sigue malos consejos”
Sabe escoger con quien comparte su tiempo.
No se sienta a burlarse de nadie.
- Se deleita en Dios y medita siempre en su palabra...  
- Es como un árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae… Y… ¡Todo lo que hace, prospera!

E) El hombre sabio es la misma vida y manifestación de Dios en un cuerpo natural… “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1Cor: 2:14).

Ejemplos:

a) Jesús dijo: “No se haga mi voluntad sino la tuya” (Luc: 22:42). 
b) Pablo dijo: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1Cor: 11: 1).
    c) Y en Filipos dijo: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.” Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte (Fil: 3:7-10).

Ejemplo:

Después de que el apóstol Pablo fue llamado por Dios a cumplir Su buena voluntad; y siendo llevado preso  en un barco  rumbo a la ciudad de Roma; por encima de todas aquellas situaciones que estaba viviendo, alentaba a sus compañeros de prisión en ese viaje en el que iban, y antes de encallar les dijo lo siguiente:  

d) “Esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque “yo confío en Dios que será así como se me ha dicho” (Hech: 27:23-25) (Fil: 2: 5-8).

Y vale la pena despertar en consciencia por la experiencia que vivió en (Hech: 28:1-6) donde dice que: “Estando ya a salvo” Pablo con todos sus compañeros en la isla de Malta y encendiendo un  fuego para calentarse por causa del frío y de la lluvia que caía; Pablo, habiendo recogido algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano…

Cuando los naturales de la isla vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; más habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios. “Muchos sugieren que la que mordió al apóstol fue una  “Mamba Negra”, una de las serpientes mas venenosas del mundo.”

El apóstol como un hombre sabio de corazón, creyó a la palabra dicha por el Señor y no tomó en cuenta ninguna de las adversidades que sufrió en el camino, así su misma vida hubiera estado en peligro… ¡Le  creyó a Dios!

¿Cuál podría haber sido tu pensamiento en ese caso? o ¿Cuáles son los pensamientos que te llegan cuando, no has salido de una dificultad y al momento ya caes en otra? Si tenemos de ante mano la palabra dicha por el Señor de que ¡TODAS! las cosas nos ayudan a bien… ¡Actuemos como sabios de corazón!

Preguntémonos:

¿Tenían razón sus compañeros al estar temerosos por la tormenta que los llevó a encallar? Sí.
¿Tenían razón ellos al arrojar por la borda todo el grano que estaba almacenado para su alimentación, para quedar con menos peso? Sí.
¿Tenían razón los soldados que querían matarlos cuando naufragaron para que ninguno de sus presos se fugara en la isla, porque tendrían que pagar con su vida? Sí.
¿Tenían razón los habitantes de la isla al pensar que Pablo era un homicida y que la justicia le estaba cobrando todo el mal que según ellos, él había hecho? Sí.
¿Tenía razón el apóstol Pablo al alentar a sus compañeros y de declarar delante de ellos en la isla, cuando fue mordido por la serpiente que  ¡TODO! lo que Dios le había dicho, sería así, porque confiaba en Él?... No solamente tenía la razón, sino que como un hombre sabio actuó en sabiduría… ¡Obrando conforme a la palabra! Y la palabra es Cristo…

 En conclusión:

Como sabios de corazón…

Recordemos que fuimos enseñados por Él antes de tomar cuerpo en este mundo natural y que todos estamos cumpliendo en Dios, un propósito establecido conforme a su buena voluntad...  

Jesús lo dijo en su tiempo a sus discípulos: “Todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí…” ¡Oye, atiende, entiende y pone por obra… (Juan: 6:45c).

“El hombre sabio de corazón”… No es el que se guía por su razón, ni por sus emociones sino el que obra conforme a la palabra, o sea… ¡Conforme a “Cristo!
El hombre sabio es el que conoce y entiende a Dios en Sus razones, en Sus planes, en Su voluntad y en Su obrar; por encima de toda lógica razonal, emocional, profesional, cultural y humana, porque… Después de la cruz, “no somos nosotros los que vivimos y hacemos en este mundo”, sino que es, ¡Él, en todo y en todos (Col: 3: 11), haciendo en nosotros lo que a Él, le es agradable! (Heb: 13:21b).

Leamos lo que fué escrito en el libro de  “Los proverbios de Salomón”, para que actuemos como lo que somos en Dios, “Hombres y Mujeres sabios de corazón! Pues fueron escritos con un buen propósito (Prov: 1:1-33).

Dar a conocer al hombre… El Consejo de Dios por su palabra:
 
Para entender sabiduría y doctrina… “Pensamientos de Dios y su forma de aplicarlos”
para conocer razones prudentes…
para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad.
para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura… Oirá el sabio, y aumentará el saber, y el entendido adquirirá consejo…
para entender proverbio y declaración, palabras de sabios, y sus dichos profundos.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza… Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello (Efe: 6: 1).

Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas… ¡Hijo mío, no andes en camino con ellos!

a) Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre… “Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave”… ¡El avisado ve el mal y se esconde, mas los simples pasan y reciben el daño! (Prov: 22:3), pero ellos a su propia sangre ponen asechanzas, y a sus almas tienden lazo… (Sal 73: 1-28).

La sabiduría está en todas partes, en todo lugar… Clama en las calles, alza su voz en las plazas; clama en los principales lugares de reunión; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones.

Consecuencias de no obrar como sabios, conforme a la palabra: ¡No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará! Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna (Gál: 6:7-8). 

 Para meditar:
Dios siempre está presente para que obremos en sabiduría…

¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras. ¿Cuidado!

Te llamé, y no quisisteis oír…
Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese…
Desechasteis todo consejo mío… Y…
Mi reprensión no quisisteis…

a) También yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
b) Entonces me llamarán, y no responderé…
c) Me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía,
d) Comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder; Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal.

Declaramos en Dios que ésta palabra nos mueve por Su espíritu a vivir como somos, “Sabios y entendidos en Dios” perfectos, santos, limpios y completos en Él, pues somos la misma bendición de Dios ya manifestada, su gloria y Su misma vida.

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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!