-->

¡Pensando correctamente en Dios!


Nuestra libertad comienza cuando nos damos cuenta que nosotros en este cuerpo natural, no somos «el pensador». Comienza en el mismo momento en que empezamos a observar al (Pensador – CRISTO) a través nuestro.


En ese momento se activa en todos y cada uno de nosotros un nivel de conciencia más alto de lo religiosamente conocido. Un nivel de consciencia superior… Por lo cual fue dicho: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo La Gloria del Señor, esa que somos; vamos siendo transformados de gloria en gloria por el conocimiento de Él y de Su palabra, en la misma imagen del varón perfecto, por el Espíritu del Señor (2Cor: 3:14-18). 


Es aquí donde nos damos cuenta que hay un vasto reino de sabiduría más allá del pensamiento. Que el pensamiento que para nosotros es muy valioso, sólo es una pequeña parte de esa inteligencia natural. También nos damos cuenta de que verdaderamente las cosas más importantes en nuestra vida, como son la belleza, la armonía, el amor, la creatividad, la alegría, la paz interna, etc. surgen de más allá de la mente… ¡Empezamos a despertar!!! (Eckhart Tollé). 


Como bien sabemos, desde hace ya hace algún tiempo tod@s nosotros hemos venido siendo edificados por Dios mismo, en el conocimiento de Él y de Su palabra para SER y manifestar verdaderamente lo que siempre hemos sido… ¡Su gloria, Su bendición, Su sabiduría, Su reflejo, Su imagen, Su plenitud, Su esencia y Su misma vida en este mundo! (1Jn: 4: 17b).

A- ¿Cómo es que se ha venido desarrollando esto? 

Toda esta formación se ha venido desarrollando en cada uno de nosotros desde mucho tiempo atrás para nuestra bendición. A través de las enseñanzas adquiridas en las congregaciones, en los cursos de formación teológica que hayamos hecho, en cada circunstancia o experiencia que hayamos vivido, etc. Solo para que ese conocimiento sea puesto por obra en el momento preciso, sin juicios, sin condenación, y podamos gozarnos mientras estemos en este cuerpo, de la libertad con la que llegamos al mundo; y cuanto más, cuando del servir a Dios compartiendo Su palabra se refiere. Para que lo hagamos en línea con el amor y el conocimiento recibidos. 

¿Por qué entonces es que decimos que debemos pensar correctamente en Dios? 

Lo decimos porque la verdad es que much@s todavía en este momento, no han podido discernir y hacer la diferencia entre lo real y la verdad, entre lo natural y el Espíritu, entre lo que se ve y no se ve, entre lo temporal y lo espiritual (2Cor: 4: 18). Pues nosotros desde este cuerpo natural o vaso de barro en el que habitamos, y que es, desde donde Él mismo se manifiesta… Much@s no hemos sido capaces de discernir para bendición todas las cosas que nos suceden. Así sepamos que todas ellas nos ayudan para bien (Rom: 8: 28). Porque en este velo de carne, «No somos el pensador», por tal motivo, todas las cosas que nos suceden, nos afectan y descontrolan. Pues… ¡El pensador es Él!


Así fue escrito: “¿Quién acusará a los escogidos en Dios para manifestar la gloria, bendición, sabiduría, reflejo, imagen, poder, plenitud, esencia y Vida que somos en este mundo? ¿Quién es el que condenará? Si Él está sentado en su máxima autoridad de Dios. Por eso: ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores… Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios” (Rom: 8:33 -39). 

B- ¡Pensemos correctamente!!! 

Aunque andemos en la carne en este cuerpo natural, NO militamos según la carne… 

Las armas de nuestra milicia (Su palabra, Su verdad, Su propósito establecido YA conforme a Su perfecta voluntad) no son carnales, sino poderosas en Dios... Fue dicho así: “Consumado es…” (Juan: 19:30). 

a)  Destruyó toda fortaleza. 
b) Derribó todo argumento y toda altivez que se hubiera levantado contra Su conocimiento. 
c) Y ha llevado cautivo todo pensamiento a Su obediencia… 

Por eso si queremos obrar desde lo natural y estar prontos para castigar toda desobediencia, falta o error en nuestro prójimo; lo podemos hacer, pero solo cuando nuestra obediencia en lo natural sea perfecta. (100% en Dios). 

Nosotros “Miramos las cosas según la apariencia.” Por eso, si alguno de nosotros está persuadido y convencido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, también tod@s en el mundo entero son en Cristo (2Cor: 10:3-7). Pues Cristo es el Todo y en Tod@s (Col: 3: 11) Y tod@s somos UNO (Gál: 3: 28). 

Pensar correctamente en Dios no es “pensar” desde el ejercicio de una mente natural para poder actuar, sino, accionar; poniendo en funcionamiento el cuerpo natural “Aquí y Ahora”, para gozarnos, viéndolo a Él como es que se mueve a través nuestro… 


Si analizamos bien lo que se acaba de decir nos daremos cuenta de que, cuando naturalmente vivimos alguna situación sea cual fuere (De felicidad o de tristeza), no accionamos, sino que “Re - accionamos” ante ella. Lo que quiere decir es que volvemos a repetir lo mismo que hicimos en aquel momento, (agradable o desagradable), cuando fuimos ejercitados en esa experiencia, y no valoramos las cosas como “pasado” (Porque ya no existen sino en nuestra mente), dejando de lado disfrutar de la experiencia en el “Aquí y en el Ahora.” (Lo cual es perfecto y necesario). Por eso día tras día seremos ejercitados en el CREER lo que decimos que creemos. 



Ejemplo: 



En cierta ocasión Jesús dijo a algunos judíos que no creían a sus palabras, así: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…” (Juan: 10:27). Dando a entender con esto que tal y como las ovejas lo hacen con el pastor, de seguirlo sin pensar, igual debemos ser nosotros. Las ovejas no hablan, no cuestionan, no piensan, no refutan, no opinan, no aportan, etc… ¡Solo siguen! 



Sant@s en Dios, si hay algo que debemos entender mientras estemos en este cuerpo natural, viviendo esta experiencia terrenal, la cual estamos pasando, y en la que tan solo nosotros existimos; es que tengamos bien presente que el hombre como ser finito, no podrá medir nunca desde su estado natural, la grandeza del Dios infinito. Del creador de TODAS las cosas, para sugerirle, pensar o cuestionar lo que ya está ordenado. 

Y aquí en este punto si es bueno que quede bien claro, que como Él es el pensador, y nosotros entendemos que cuando decimos que Él es el creador de todas las cosas, es que es el creador de “Todas las cosas”… Y ¡TODAS SON TODAS!... Así nuestro intelecto riña con la verdad ya establecida y nos parezca una locura, una blasfemia o una apostasía lo que estamos leyendo… ¡Nunca podremos pensar que lo natural pueda entender al Espíritu…! pues será como tratar de meter el mar en un vaso de cristal. 

Miremos los siguientes ejemplos… 

Y entendamos por el Espíritu como es que se actúa desde lo natural, cuando NO se está identificado con el Dios que habita y obra a través nuestro… “En tod@s” (Col: 3: 11). 

1.- Recordemos lo que sucedió con lo que el Señor Jesús hizo a sus discípulos antes de poner su vida en rescate por muchos, y como fue la reacción del apóstol Pedro cuando vió al Espíritu de Dios, “Porque el Señor es el Espíritu” (2Cor: 3:17ª), que se levantó de la cena, y se quitó su manto, y como tomando una toalla se la ciñó. Y puso agua en un lebrillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Y lo que Pedro le dijo al Señor cuando se los iba a lavar a él, diciendo: Señor, ¿tú me lavas los pies? Y el Señor le respondió y le dijo: Lo que yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después. (Juan: 13:4-7). 

2.- O como Simón el fariseo cuando rogó a Jesús que comiese con él. Y estando en plena cena, vió como una mujer de la ciudad, que era pecadora, que entró en su casa con un frasco con perfume de alabastro y se arrojó a los pies de Jesús llorando, y comenzó a regar con lágrimas sus pies, como los enjugaba con sus cabellos; los besaba, y los ungía con el perfume y dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 

A lo que el Señor le respondiendo y le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Dí, Maestro. Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Dí, pues, ¿cuál de ellos le amará más? Y Simón el fariseo respondiendo, y dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: 

¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama… Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. Pero igual que el fariseo, todos los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vé en paz (Luc: 7: 36-50). 

Todo esto está dado para que entendamos que en Dios todas las cosas SON MUY DIFERENTES de lo que naturalmente creemos… Así fue escrito antes de la cruz: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo el Señor. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isa: 55:8-9). 

Pero después fue el apóstol Pablo el que aclaró e hizo entender a sus discípulos diciendo, que después de la cruz ya tenían la mente de Cristo. Lo que quiere decir, que tenían también sus mismos pensamientos (1Cor: 2:16b). Y hoy solo por el Espíritu podremos disfrutar y gozarnos de saber que el que vive, reina, piensa, habla y hace todas las cosas es Él mismo a través nuestro. Él ES el todo y en todos obrando como lo que es, UNO SOLO!!! (Col: 3: 11) (Gál: 3: 28)… Ya no nos ocupamos de sus pensamientos, sino más bien, de gozarnos viéndolo a Él moverse a nuestro favor… Y a través nuestro. 

Ahora ejercitemos nuestros sentidos espirituales… 

Si a ti te pusieran a escoger para tu hijo entre los nombres de dos hombres, discípulos de Jesús en su tiempo, y que además dejaron huella en la historia de la humanidad. ¿Qué nombre escogerías entre Pedro y Judas? R // De seguro que tu respuesta sería Pedro y no Judas. 

1) Pero, Pedro fue estorbo para la salvación en su tiempo… 

Porque la verdad es que cuando Jesús declaró a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciéndole: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. A lo que el Señor le dijo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; porque me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres… (Mat: 16:21-23). 

2) Judas en cambio, fue el medio que Dios usó para que Su propósito se cumpliera para bendición… 

Judas fue… ¡Ceñido por el amor de Dios para hacer lo que tenía que hacer!!! 

Porque obedeció al Señor en el mismo momento en el que oyó Su palabra cuando le dijo: “Lo que vas a hacer, hazlo más pronto.” Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió lo que le dijo, solo él (Juan: 13:27b -28ª). Lo que nos indica que si hubiera sido por Pedro, la salvación no se habría dado para los muchos de su tiempo, no así como en el caso de Judas que para muchos fue el traidor, para el Señor solo fue el medio por el que Su propósito de amor debía cumplirse. 

Mientras que uno (Pedro) lo negó delante de los hombres después de que el Señor mismo se lo había dicho cuando se le puso al paso, diciendo: “De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. A lo que Pedro dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.” (Mat: 26:35). El otro (Judas) entregó su vida, pues sabía que no podría aguantar el peso de negar a su Señor y se ahorcó, como fue escrito: “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! … Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó (Mat: 27:3-5). 

Meditemos por el Espíritu y valoremos en verdad… ¡Cuál es nuestro pensamiento al respecto!

Así fue escrito: “Yo soy el Señor, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré. Para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo el Señor, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo el Señor soy el que hago todo esto.” (Isa: 45:5-7). “Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano.” (Deut: 32: 39). 

Preguntémonos: 

a) ¿Todavía eres de los que piensan que hay más de UN solo Dios? 
b) ¿Que la luz viene de Dios y que las tinieblas vienen del diablo? 
c) ¿Qué toda adversidad en la que somos ejercitados vienen de satanás? 
d) Y que es el malo el que hiere y hace morir? 

Rpta// Así fue escrito: 


¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? (Lam: 3:38).

Sant@s y etern@s en Dios, cuando recibimos las cosas que nos suceden desde lo natural debemos tener presente que el pensamiento humano es muy corto delante de Dios. Escrito está: “El hombre natural NO percibe, no mide, no valora, no ve las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (1Cor: 2:14). 
Que bueno es poder entender que la palabra que compartimos, la debemos recibir en el Espíritu y por el Espíritu, para que despertemos de una vez por todas a la posición que tenemos en Dios. Hoy les digo como dijo Jesús en su tiempo a los discípulos… “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron” (Mat: 13:16-17). Pues solo el Espíritu es quien puede acomodar lo espiritual a lo espiritual para ser despertado en el corazón de muchos (1Cor: 2:13). 

Estas no son palabras enseñadas por sabiduría humana, sino que en este cuerpo natural es donde el Espíritu recuerda lo celestial. Y gracias a Dios es mucho el conocimiento y la palabra que Él ha ido despertando en cada uno de nosotros, para que podamos discernir en Dios como es que son verdaderamente las cosas… Y es aquí cuando entendemos y disfrutamos estas verdades. Donde empezamos gozarnos en la verdadera libertad con la que vinimos al mundo. Cuando nos damos cuenta de que no somos en este cuerpo natural «el pensador», porque El pensador es Él. Por eso fue dicho: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan: 8:32). 

C- ¿Por qué debemos pensar correctamente en Dios?  

Fue escrito: “Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Pero en aquello a que hemos llegado, al conocimiento y formación (Cristo, nuestra verdadera identidad), sigamos una misma regla, sintamos una misma cosa. (Fil: 3:15-16).” 

Que con denuedo, con gracia, con pasión, con nuestra propia vida hablemos de él, como debemos hablar (Efe: 6:20b)… ¡En línea con el conocimiento al que hemos despertado! Porque “Si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.” (1Cor: 8:2). Aunque siempre habrá algunos personajes como Simón el fariseo y los que con él estaban en la casa, que solo verán lo natural y temporal en nosotros, para condenar. 

Recordemos estas palabras escritas por el apóstol Pablo en (1Cor: 2:10-16), donde dice que Dios YA reveló todas las cosas por el Espíritu; aun lo profundo de Él. Y sabemos por lo que fue escrito que esa revelación le fue dada al apóstol Pablo (2Cor: 12:1-4). Y en este pasaje de (1Cor: 2:10-16), nos da un buen ejemplo respecto de lo que es el pensamiento del hombre natural y del Espíritu – Dios, diciendo: 

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y aclara a los corintios de su tiempo esto, diciéndoles “Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido...”


Eso que el apóstol Pablo les dice que deben tener en cuenta, es a lo que de igual manera nosotros hoy debemos despertar en conciencia; y no es otra cosa más, que entendamos que el que VIVE, habita y obra a través nuestro es Dios mismo… A esto fue que vinimos al mundo… Esto es lo que “Dios nos ha concedido...” Manifestarle a Él en todas las cosas. “Por eso hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.” 

Pero si estas palabras las recibimos en la mente del hombre natural, no se podrán percibir en su verdadera dimensión, pues son las cosas del Espíritu de Dios; y para el que hoy piensa naturalmente, serán locura, de la misma manera que lo fue para muchos en su tiempo, pues esas palabras se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas, pone todas las cosas en su lugar y en su justa medida “Cristo – El Yo Soy – El Dios sin límites – El que todo lo llena en todo – El UNO”, porque a cada uno de nosotros fue dada la medida del don de Cristo, que no es otra cosa más, que (Gracia sobre gracia) (Efe: 4:7) o Su misma vida. Porque así fue establecido. Y “En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo.” (1Jn: 4:17-18). 

También les dice: ¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? … Y les aclara más definitivamente el porqué de las cosas como son, y como se pueden entender, diciéndoles: Nosotros tenemos la mente de Cristo… ¿Qué era entonces lo que el apóstol Pablo le decía a los corintios que se les había concedido, y que debían valorar? R// Que tenían la misma presencia, plenitud, esencia y vida de Dios manifestándose a través de ellos, por eso les dijo que “la mente de Cristo” era en ellos. Lo que quiere decir, que los mismos pensamientos de Dios eran los de ellos. Valoremos TODAS las cosas… “Más allá de la mente pensante” 

En conclusión: 

Sant@s en Dios. Una verdad a gritos que no podemos desconocer, es que el hombre durante todo el término de su existencia está siendo condicionado, perdido y sometido en su naturaleza o condición humana por pensamientos que día a día lo rigen, lo enmarcan y lo degradan para no vivir su posición en Dios. La mayoría de la gente se pasa la vida aprisionada en los confines de sus propios pensamientos. Nunca van más allá de un sentido de identidad estrecho y personalizado, fabricado por el ego, quien es el que manipula la mente y la condiciona con pensamientos, recuerdos y experiencias del tiempo pasado. 

Tanto en mí, en tí, como en cada ser humano, hay una dimensión de conciencia mucho más profunda que el pensamiento, a la que muchos en Dios vamos a despertar. Es la esencia misma de nuestro ser. Podemos llamarla Presencia, Espíritu o Conciencia incondicionada, que no es más que el Cristo interno. Es Dios mismo, nuestra verdadera naturaleza celestial. Es la que para muchos en el mundo entero tiene un nombre en especial de acuerdo a su creencia religiosa o al lugar de su nacimiento. 

Lo que nos permite entender de plano que el conflicto de identidad humano radica en el mismo momento donde se enmarca a Dios con un nombre en especial... Por eso dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. (Efe: 5:14). 

Hallar esa dimensión te libera, y libera al mundo del sufrimiento que te causas a tí mismo y a los demás cuando sólo conoces el «pequeño yo» fabricado por el ego, quien es en últimas quien dirige tu vida. El amor, la alegría, la expansión creativa y una paz interna duradera sólo pueden ser alumbradas en tu vida a través de esa dimensión de conciencia incondicionada - Dios - Cristo - Espíritu o como quieras llamarlo. Él ES en tí… 

Pensemos correctamente en Dios… 

¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? (Gál: 4:16). De hoy en adelante pensemos como debemos pensar, correctamente en Dios… pues TOD@S SOMOS ¡Su gloria, Su bendición, Su sabiduría, Su reflejo, Su imagen, Su plenitud, Su esencia y Su misma vida en este mundo! (1Jn: 4: 17b).

El Dios UNO = “Uno ---> Dios”


Leamos algunos puntos claves que el apóstol Pablo escribió a sus discípulos en (1Cor: 2:1-16), para que podamos discernir por el Espíritu lo que estamos diciendo: 

1)     “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo…” 

2)     “Estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fué con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe o creer no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” 

3)     “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria…” 

4)     “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 

5)     Y… “Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.” 

6)     “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie.” 

7)     “¿Quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

Como bien pudimos darnos cuenta leyendo el pasaje anterior, la idea o más bien la certeza con la que se comparte hoy esta Palabra, es la de que todos entendamos que cada uno de nosotros, en este cuerpo natural, somos solo el parlante o medio del cual Dios se vale para comunicar Su verdad. Y lo hacemos teniendo esta convicción y certeza y mucho más cuando lo hacemos en humildad, pues el que obra es solo Él y no nosotros humanamente...

No es la de tratar de convencer a algunos de ciertas cosas, ni es el tratar de cambiarles en su manera de pensar respecto de Dios, sino simplemente hacer referencia aquí y ahora de lo que verdaderamente somos en este mundo según el propósito YA establecido por el creador de todas las cosas. Eso sí, entendiendo y descansando en el Señor cualquiera sea la reacción de los que lean, porque algunos apenas van a estár despertando a estas verdades escritas desde mucho tiempo atrás.

Verdades estas que para muchos no van a ser fáciles de digerir y muchos ni siquiera lograrán vislumbrar, pero son cosas de Dios y Su soberanía. Otros más, que aun sabiéndolas no lograrán disfrutarlas al máximo, y otros definitivamente no están o no fueron diseñados para poderlas entender; y eso no quiere decir que Dios no sea a través de ellos… por eso confieso en el Señor que no en vano Ud está leyendo hoy esta palabra, porque en Dios está todo y todos. las casualidades pero también las “causalidades.” Pues como fue escrito: “En él vivimos, y nos movemos, y somos” y todo en Él puede suceder… (Hech: 17:28).

Cuando leemos que ¡Dios es Uno ---> y uno Dios!  de seguro que en ese mismo instante nuestra mente empieza a recibir un bombardeo de pensamientos religiosos, culturales y egotistas para llevarnos de alguna manera a malentender y a refutar lo que queremos decir, por causa de la enseñanza recibida y los conceptos aprendidos. Lo cierto es que lo hacemos, lo hacemos con el único deseo o fin de que en la medida que sea posible TODOS entendamos la tremenda dimensión de las palabras que estamos diciendo y de lo que SOMOS, porque como dijo el apóstol: “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”, no así el espiritual… (1Cor: 2:12).

¿Por qué decimos entonces que Dios es (1) y que uno es Dios?

Y es precisamente aquí donde debemos recordar las palabras que en alguna ocasión entendió el apóstol Pablo cuando expresó: “Ya no vivo yo”… porque “El que vive es Él y no nosotros. Nosotros solo existimos. Esta verdad de que nosotros solo existimos, es algo que debemos tener YA muy presente en nuestra vida, porque lo que llamamos existencia, se cuenta desde el día en que nacimos, hasta el día en que partimos de este mundo o salimos de este cuerpo natural. En cambio (La Vida – Dios, es ETERNA). Él – Cristo - Dios es la vida manifestándose a través nuestro, a través de cada uno de nosotros… “El todo y en todos como UNO solo, mostrándose en muchos cuerpos…”  (Gál: 3: 28) (Col: 3: 10-11).”
                                                                                                                                       
Y cuando decimos, “la vida”, no me estoy refiriendo al aliento de vida o soplo de vida natural que le fue dado al primer hombre sobre la tierra (Adán), sino a la nueva creación – Cristo Espíritu, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efe: 4:24).

Sant@s y etern@s en Dios, bien lo dijo el apóstol Pablo: “Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.” Por ese motivo compartimos lo que desde mucho tiempo atrás entendió Pablo. Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual (1Cor: 2:14).

Sant@s y etern@s en Dios… Usando las mismas palabras del apóstol Pablo: Confío y creo en Dios que estamos compartiendo estas palabras entre los que hemos alcanzado “madurez”… pero si quiero hacer claridad de que cuando digo (Alcanzado maduréz), solo me refiero a alcanzar la M, porque en Dios nuestra formación en este cuerpo natural, es hasta la Z. “Para que entendamos que nuestro CREER no debe estar fundado en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” 

Ese poder que YA FUE establecido en la cruz conforme a Su perfecta voluntad; y de esto también  debemos estar completamente seguros en nuestro corazón, porque… “TODAS las cosas YA fueron reunidas en Cristo, tanto las celestiales como las terrenales” (Efe: 1:9-10). Esto, para que al que nosotros veamos, quien quiera que sea, y cualquiera sea la circunstancia en la que se encuentre dicha persona; lo único que veamos en él, sea solo a Él, a Cristo… ¡Lo celestial y no lo terrenal, lo eterno y no lo temporal! (2Cor: 4: 18).

A.- ¡Dios es (1) = Dios es uno…!

Ahora bien, meditemos en estas palabras  y ejercitemos nuestros sentidos espirituales, porque como bien podemos leer, ¡Dios es (1) = Dios es uno…! Estas palabras se oyen igual cuando las estamos leyendo, pero en su manera de escribirlas son totalmente diferentes, aunque su verdadera esencia está detrás de la letra que vemos con nuestros ojos naturales, porque “La letra mata, mas el espíritu vivifica.” (2Cor: 3:6).

Estoy seguro de que YA es tiempo de crecer en el conocimiento de Dios, de Su palabra y de nuestra verdadera esencia, tal y como fue establecido por Dios mismo desde antes de los tiempos de los siglos, por el alimento sólido con el que HOY nos estemos nutriendo. Por eso entendemos que cuando decimos que Dios es (1), sabemos que no son tres, ni dos, sino (1 solo), y cuando decimos que ¡Dios es uno! Es porque tenemos muy claro que… “El que vive es Él y no nosotros, que nosotros solo existimos y que la vida es Él.

Y no como le sucedió en cierta ocasión al apóstol Pablo con sus discípulos a los que quería compartirles las verdades reveladas de su tiempo y no pudo, por lo cual tuvo exhortarlos fuertemente por seguir siendo niños en la palabra, diciéndoles: 

1) De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo... (1Cor: 3: 1). “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Porque todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”  (Heb: 5:12-14). 

2)  Por eso… “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio...” (1Cor: 3: 18-20). Así como fue escrito: hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios, pero YA NO en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, está siendo hoy alumbrada en nuestro corazón, y muchos están siendo despertados de ese letargo religioso en el que se encontraban, y en el que muchos se encuentran hoy en día. Por eso es que estas cosas que “Ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, estas que Dios preparó de antemano para los que le aman, están saliendo a luz, pero alumbradas por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios (1Cor: 2: 5-10).

Y eso que él solamente les compartía lo que a él le fue revelado para su tiempo, lo cual fue “la gracia como favor de Dios y como el conocimiento de los misterios que estuvieron ocultos” para luz de aquellos que “vivían o más bien existían” sin una ley mosaica, o sea, a los llamados gentiles, los cuales se encontraban en la total ignorancia del (Dios – Amor) que creo todas las cosas para bendición; y para libertad de todos los que habían vivido hasta ese momentos antes de la cruz sumidos a una ley imposible de cumplir, o sea los judíos.

B.- Jesús mismo aclaró esta  verdad de que “Dios es (1) y uno ---> Dios” delante de los judíos, diciéndoles así:

“Yo y el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle, a lo que  Jesús les respondió, diciendo: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? y ellos le respondieron diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?" (Juan: 10:30-34).

Esto debe estar claro que estas palabras fueron dichas antes de la cruz y se tenía razón al respecto, pero hoy “NI es dioses, sois”, porque da a entender que son muchos dioses; sino, (DIOS ES) a través nuestro, el todo y en todos, en muchos cuerpos, como ¡UNO SOLO!

Yo sé que estas palabras al ser leídas en conciencia, harán surgir en nuestra mente pensamientos... Pero no son pensamientos repetitivos, ruidosos, narcisistas, que reclaman atención. Ni son pensamientos que digan «mírame», sino «mira más allá» de la letra, para poder entender y disfrutar del Espíritu detrás de las palabras leídas, porque la letra mata, más el Espíritu vivifica dijo el apóstol Pablo (2Cor: 3:6). Y sé que esos pensamientos como han surgido de la quietud al leer estas palabras en conciencia, tienen poder: el poder de llevarnos de nuevo a la misma quietud de la que surgieron, porque nuestra mente natural siempre pondrá otros pensamientos para sacarnos de esta verdad ya dicha, de nuestra verdadera esencia… «Dios UNO = Uno --> Dios»

Esa quietud de la que surgieron las palabras leídas también son paz interior, y esa quietud y esa paz son la esencia o plenitud de nuestro Ser... «Dios UNO = Uno --> Dios». Es la quietud, la verdad dicha la que salvará y transformará el mundo religioso» como fue escrito “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn: 8: 32), pues todos SOMOS la quietud, la verdad, la palabra. Todos somos UNO Dios, sin acepción de personas, y sin diferencia de ninguna clase… (Gál: 3: 28).

Entendamos lo siguiente:

“Todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, dijo el apóstol Pablo, porque es niño;  pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Heb 5:13-14).

De ahí la oración que hacía Pablo por sus discípulos para que el Padre de gloria, les diera “espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, que alumbrara los ojos de su entendimiento, para que supieran la verdad a la cuál habían sido llamados, y cuáles eran las riquezas de la gloria de su herencia en los santos…” (Efe: 1:17-18).

Por eso les dijo también que “No se conformaran a ese siglo, a esa forma de vida que tenían, sino que se transformaran por medio de la renovación de su entendimiento, para que pudieran comprobar cuál era la buena voluntad de Dios, «Dios UNO = Uno --> Dios»  agradable y perfecta.” (Rom: 12:2).

Ahora, para poder sacar el mayor provecho posible a la palabra que hoy estamos compartiendo «Dios UNO = Uno --> Dios », debemos entender muy bien estas tres referencias bíblicas (1Cor: 15: 27-28) (Col: 3: 11) (Gál: 3: 28), porque ellas nos dejarán ver la luz de la verdad ahí escrita para que la disfrutemos, y de seguro encontraremos respuesta a esa pregunta que vaga por nuestra mente en este momento. ¿Porque dice que Dios es uno, y porque uno es Dios?

En (1Cor: 15: 27 - 28) dice que era necesario que Dios en su naturaleza humana Jesús, terminara cumpliendo de alguna manera su ministerio, “entregando” a Su esencia Espíritu o Padre, todo el poder, o más bien volviendo a tomar todo el poder de su naturaleza terrenal para ser así el TODO Y EN TODOS. Y esta es la palabra clave, ¡Él es HOY en TODOS!

Como fue dicho: “Porque todas las cosas las sujetó (DIOS) debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él (Jesús – Dios), claramente se exceptúa aquel (Dios – Espíritu) que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también (Jesús - Dios), COMO el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él (Dios – Espíritu) todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. Por eso decimos que «Dios es UNO = Uno --> Dios»

Cumpliéndose así las palabras dichas por (Jesús – Dios) en su ministerio terrenal, cuando les dijo: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea… La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo crea… (Jn: 17:21-23ª).

En (Col: 3: 10-11) Pablo les dijo: “Revístanse del nuevo hombre (Cristo), el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde NO HAY griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que (Cristo es el todo, y en todos).” Aquí nos volvemos a encontrar de nuevo la palabra clave, ¡Él es HOY en TODOS!

Y en (Gál: 3: 28) lo confirma diciendo: “YA NO HAY judío ni griego; NO HAY esclavo ni libre; NO HAY varón ni mujer; porque TODOS vosotros sois UNO en Cristo Jesús. Eh aquí de nuevo la palabra clave TODOS SOMOS UNO… ÉL = Cristo = En quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” (Col: 2:3). Para que podamos entender que… «Dios es UNO = Uno --> Dios».

Ahora bien… Ya leímos estas tres referencias que nos permitirán ser guiados en esta verdad del porqué «Dios es UNO = Uno --> Dios»; pero volvamos de nuevo a retomar la primera parte donde dice que “Dios es UNO” para que nos afirmemos mucho más en ella… En (Deut: 32: 39) dice así: “Ved ahora que yo, yo soy, y NO HAY dioses conmigo.” ¿Por qué dice que no hay dioses conmigo? ¿Por qué uno y no (3) como fuimos enseñados? Esto es algo que YA debe quedar bien claro en cada uno de nosotros...

* ¡No son tres, ni dos, solo UNO es…!

Pero es precisamente el desconocimiento de este misterio YA DEVELADO hace más de 2000 años el que tiene al llamado mundo “Cristiano” enredado en una religiosidad tan grande, llena de críticas, cuestionamientos y juicios que en nada están ayudando al crecimiento de los herman@s en el mundo entero.

** Hermanos que según Dios son las riquezas de la gloria de su herencia…

Gloria y herencia que se manifiestan en cada uno de los Sant@s... Pero que por estar viviendo en esa religiosidad que los lleva en ceguera, no pueden ver la luz de esta tremenda verdad y los mantiene todavía sumidos en una niñez espiritual que con el paso del tiempo se va volviendo más y más  dañina, e insana por falta de ejercitar el discernimiento que todos tenemos (1Cor: 2: 10). Y se cumple de nuevo hoy en día lo que fue dicho por el Señor a Israel por medio del profeta: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” (Ose: 4: 6). Recordemos que el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento… (Heb: 5:14).

Dios mismo fue quien aclaró éste llamado misterio por medio del  apóstol Pablo, quien habiendo recibido la revelación después de la cruz, la predicó a judíos y a gentiles para que la pudieran entender, pues solo a él le fue dado, y les dijo así: “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar (2Cor: 12:1-4). Dándoles a entender también con esto a ellos, que fue Dios mismo quién habitó realmente en ese cuerpo Jesús, cuando Saulo de Tarso reconoció al Señor diciendo: “¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús - Dios, a quien tú persigues.”(Hech: 26:15).

C.- El llamado misterio YA DEVELADO de que “El Señor es UNO”, desde hace mucho tiempo atrás dejó de ser un misterio, pues fue aclarado por el mismo apóstol Pablo cuando le dijo a Timoteo:

“E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.” (1Tim: 3:16).  Obviamente que habrá muchos que ni aun leyendo estas verdades en la misma biblia que tienen como referencia de la “palabra de Dios” lo aceptarán y querrán discutir… pero bueno, el que quiera discutir, que discuta, pero esto es INDISCUTIBLE… Y de la misma manera fue dicho por el apóstol Juan, así: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan: 1:14). Vino “ como hijo” pero no era el hijo… Era Dios mismo en un cuerpo de hombre… Como fue dicho: “De quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.” (Rom: 9:5).

Sant@s y Etern@s en Dios, el Señor solo UNO es… (Antes, en la cruz y después de la cruz).
Antes de la cruz en un solo cuerpo llamado Jesús, y hoy, en muchos cuerpos para ser “el todo y en todos.” Claro está que siempre que estemos compartiendo verdades como estas, habrá alguien que por no entender en el momento esa verdad, no lo quiera aceptar, y por ende quiera discutir defendiendo su posición, gloria o conocimiento según haya recibido, así mismo discutirá, refutará, razonará, etc… Así que el que quiera discutir, que discuta; está en toda libertad de hacerlo, pues SOMOS LIBRES, pero la luz y claridad de este llamado misterio “Dios es (1), uno ---> Dios”, no se puede negar. Juan escribió: “Si alguno tiene oído, oiga” (Apoc: 13:8-9). De igual manera lo dijo Jesús en su tiempo a los discípulos, así: “Bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron (Mat: 13:16-17). Hoy esta verdad ha sido puesta delante de tus ojos para que te deleites en ella; y te goces en la libertad con la que viniste al mundo, porque recuerda que solo la verdad del conocimiento te hace libre (Juan: 8: 32).

C1.- DIOS desde siempre ha sido UNO…

Dios desde antes de los tiempos de los siglos en la eternidad siempre ha sido Dios – El Ser – El Yo Soy – El Señor- y hoy es “El que todo lo llena en todo.”

Entonces te preguntarás, si hoy Él ES en todos y a través de todos se manifiesta... ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué no vivimos como lo que somos? Y aquí vale la pena que nos respondamos a nosotros mismos lo siguiente: ¿Con qué nos estamos identificando, con Dios o con el falso dios; con el Espíritu o con el ego?

D.- EL OLVIDO DEL SER

Recordemos que el ego es el (falso Dios)… Es el que manipula los pensamientos, las emociones y la voluntad del hombre. Identificarnos con el ego es identificarnos con la forma, es buscarnos a nosotros mismos y perdernos en algún tipo de forma. Es movernos por lo natural y temporero del mundo. Las formas no son solamente objetos materiales o cuerpos físicos. Más fundamentales que las formas externas, que las cosas y los cuerpos, son las formas de pensamiento que brotan constantemente en el campo de la conciencia. Son formaciones de energía más finas y menos densas que la materia física, pero formas en todo caso. Aquella voz que oímos incesantemente en la cabeza es el torrente de pensamientos incansables y compulsivos.

Cuando cada pensamiento absorbe nuestra atención completamente, cuando nos identificamos hasta tal punto con la voz de la mente y las emociones que la acompañan que nos perdemos en cada pensamiento y cada emoción, nos identificamos totalmente con la forma y, por lo tanto, permanecemos en las garras del ego. El ego es un conglomerado de pensamientos repetitivos y patrones mentales y emocionales condicionados dotados de una sensación de "yo", una sensación de ser. El ego emerge cuando el sentido del Ser, del "Yo soy", el cual es conciencia informe, (Espíritu), se confunde con la forma. Ese es el significado de la identificación. Es el olvido del Ser, el error primario, la ilusión de la separación absoluta, la cual convierte la verdad de Dios en una realidad, y esa realidad en muchas ocasiones en una pesadilla.

En conclusión:


La Verdad Absoluta es que “Dios es (1), uno ---> Dios.” – EL YO SOY… Entendiendo eso sí, que si  “Dios es (1), y uno ---> Dios”, lo que YO SOY lo son ustedes junto conmigo también. YO SOY la Verdad Absoluta, inmutable y eterna manifestándose... ¡Eso es lo que YO SOY!

YO SOY Absoluto en Mi Mismo y nada es aparte de lo que YO SOY. YO SOY el Uno y Único. Eso es lo que YO SOY. Más allá de lo mutable y de lo inmutable, YO SOY. Lo mutable o externo es la parte dinámica de Mi Mismo, de lo que YO SOY. Lo inmutable o interno es la parte estática de Mi Mismo, de lo que YO SOY. Pero YO SOY por encima y más allá de esta aparente dualidad: YO SOY Absoluto, Uno y Único en Sí y en Mi Mismo.

YO SOY Conciencia Pura, la Conciencia de Ser Absoluto. En la pura Conciencia del Ser Absoluto que YO SOY, en realidad no hay existencia ni tampoco percepción. (YO SOY ETERNO – TODOS SOMOS ETERNOS). Por decirlo de alguna manera y confiando en que se entiendan estas palabras… La existencia es la toma de consciencia de algo natural que se encuentra colocado ahí afuera, ajeno a uno mismo. Hablando desde lo natural, desde el cuerpo; cuando hablamos de percepción, entendemos que esto, lo único que implica es la presencia de un sujeto que percibe un objeto, ajeno a él mismo.

En el estado puro de Mi Conciencia absoluta no hay nada afuera de Mi Mismo, no hay existencia, no hay algo colocado Afuera y ajeno a Mi Mismo: YO SOY Todo, el Uno y Único. YO SOY inmutable, eterno, infinito, Uno y Único tanto en el aspecto estático de Mi Mismo como en el aspecto dinámico de Mi Mismo, los cuales son para Mí, esencialmente Uno. Conforme a la palabra de verdad YO SOY INCONMOVIBLE.

Ejemplo:
                                                                                                                                        La muerte no es nada para Mí pues en verdad, no hay nadie aparte de Mi Mismo. No hay nadie que muera, pues solo YO SOY. En Mi aspecto dinámico todo cambia constantemente, pero ninguno de estos cambios, incluido el cambio llamado muerte, alteran en lo más mínimo lo que YO SOY. YO SOY y permanezco inmutable eternamente, sin importar cualquier cambio en el aspecto dinámico de Mí propio Ser: YO SOY y solo YO SOY y nada ni nadie es aparte de lo que YO SOY. (Eckhart Tollé).

Somos Él mismo manifestándose en todo momento. La bendición, la gloria, la plenitud, la esencia y la misma vida de Dios en este mundo, pues como Él es, así mismo somos nosotros en este mundo (1Juan: 4: 17b).

Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!