El que tiene oídos para oír, oiga
“Lo que el Espíritu dice”
(Luc: 8:8)
Aplicar es: Hacer uso [de
una cosa] o poner en práctica [los procedimientos adecuados] para conseguir un
fin. Aplicar es:
Emplear un conocimiento o principio, a fin de conseguir La meta
determinada.
Empecemos
meditando por el Espíritu en estas palabras…
"El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace..." (Stgo: 4:17).
¿Cuántos momentos desagradables nos hubiéramos evitado en nuestra vida, si de verdad estuviéramos atentos a lo que el Espíritu nos dice… Para ponerlos en práctica?
"El que sabe hacer lo bueno, y no lo hace..." (Stgo: 4:17).
¿Cuántos momentos desagradables nos hubiéramos evitado en nuestra vida, si de verdad estuviéramos atentos a lo que el Espíritu nos dice… Para ponerlos en práctica?
Es por esto que
el objetivo principal de esta palabra entonces es, que pase de ser entendida
conceptualmente, para ser vivida, aplicada o puesta en práctica; como deben ser
todas las cosas en Dios… Y como siempre ¡para nuestra bendición!
Está escrito… Pero, “Sed
hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros
mismos” (Stgo: 1:22). Aunque a veces parece que hemos olvidado lo que está
escrito. Que Dios empezó en nosotros una obra especial y la terminara (Fil:1:6) y cuando él se manifieste… (Col: 3:4).
Si algo es
seguro en nuestra vida, es que… “Nosotros oímos la voz
de Dios...”
Y Cuándo la oímos…
Preguntémonos… ¿La aplicamos? ¿La ponemos por obra? (Mat: 7:24).
Ej: Cuando el
Señor Jesus le dijo a Pedro que echara la red a la derecha… El respondió
diciendo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado;
más en tu palabra echaré la red. (Luc: 5:5-8).
¿Qué sucede en
nuestra vida cuando oímos Su voz y NO aplicamos la palabra? ¿Cuándo no la
ponemos por obra? ¿Cuándo No usamos los procedimientos adecuados según el
conocimiento que se nos ha dado? Nunca veremos hecho una realidad, lo que para
nosotros ha sido imposible (Mat: 7:26).
Pero cuando eso
imposible se hace una realidad, es solo porque hemos aplicado la dirección que recibimos de Dios (Luc:18:27).
Ella nos llevara a deleitarnos según sea nuestra necesidad. “En salud, en paz,
en sobre abundancia, y en todo el bien de Dios que YA está dado para que lo
disfrutemos” (2Ped: 1:3);
pues
el Señor tiene los mejores pensamientos para nosotros (Jer: 29:11).
Es aquí donde
Su palabra toma sentido en nuestra vida… ¡Vivamos lo que oímos!
Recordemos, el
Señor dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen” (Juan:
10:27)... Ahora cuando de verdad estamos atentos a Su voz, lo que se espera
entonces en este caminar en Dios, es que se camine, se viva, se aplique, se
ponga en práctica, en fin… Que se obedezca “En consciencia”... Y cuanto más,
cuando nos referimos a ¡Su palabra!
Meditemos
por el Espíritu…
Saber quién es
el que nos dice las cosas… Y entenderlo, debe ser “Razón suficiente” para que nosotros
apliquemos Su palabra (Jer: 9:24).
La palabra de
Dios NO es una palabra que se la lleva el viento. Ella siempre cumplirá su
propósito. Tal y como esta escrito… “¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová,
y como martillo que quebranta la piedra? o como lo decía el Profeta (Jer: 23:29)”
Ella es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea
manifiesta en su presencia; (Heb: 4:12-13).
¿Que
pasara en nosotros y con nosotros, cuando NO aplicamos Su palabra?
Todo en esta
vida tiene una Acción y una Reacción, una Causa y un Efecto, una Siembra y una
Cosecha… Pero, ¿Oímos la voz de Dios? ¿Oímos su palabra? (Isa: 55:11). “Así
será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo
que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié”
Leamos lo que
el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Colosas en el primer siglo… Porque
se supone que estas palabras debían hacerles entender, que así ellos fueran
gentiles para los judíos; ya no eran tenidos en poco, como se decía en un
tiempo que “No eran pueblo” (Rom 9:25-26) o como en palabras del mismo Jesús a la
mujer Cananea llamándolos “Perros” y eso era para todos aquellos que no habían
nacido en Israel… (Mat: 15:22-28) Pero… ¿Aplicaron ellos esta palabra o no?…
Fue escrito a
los Corintios: ¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el
cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y
en vuestro espíritu, los cuales son de Dios (1Cor: 6:19-20). ¿Vivieron ellos
esta palabra?
Si algo debe
movernos a nosotros en este mundo, es glorificar a Dios en todas las cosas que
hagamos; en “Palabra, obra, pensamiento y actitud” (Col: 3:23),
pero cuando no aplicamos Su palabra, nuestra vida se verá enredada en cantidad
de circunstancias adversas que no nos permitirán vivir como queremos…
Y cuanto más
entendiendo que nosotros NO fuimos comprados, ni perdonados, ni justificados, ni
salvos, etc… “Pues siempre hemos sido” (Col: 3:11b) tenemos
“Su espíritu, Su mente y Su palabra.” ¡Somos Su reflejo, Su gloria, Su imagen,
Su olor fragante y Su misma vida! (1Juan: 4: 17b).
Así fuimos enviados al mundo totalmente dotados de él
mismo… Con “Poder, amor y dominio propio” (2Tim: 1:7) tenemos todo lo que necesitamos por Su espíritu, pues como él es, así somos
nosotros en este mundo (1Juan: 4: 17b).
¿Qué pasa
entonces con las cosas que sabemos y no aplicamos? ¿Con las palabras que oímos
y no obedecemos? ¿Con el conocimiento que tenemos y no vivimos?… ¿Viviremos
como insensatos?
Insensato
es: todo (El que oye, entiende y no hace), es el que edifica todo en terreno
inestable y por ende recibe el justo pago por su obra... ¡Sabiendo pero no
haciendo, oyendo pero sin obedecer y con mucho conocimiento pero sin Vida!
Recordemos lo que el Señor dijo a sus discípulos… (Juan: 6:63b).
¡Cuidado! “Cualquiera
que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato,
que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y
soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande
su ruina” (Mat: 7:26-27).
Preguntémonos
entonces…
¿Qué fue lo que
no aplico el hombre de este ejemplo?… ¡Su palabra! Tomo en poco lo que el Señor
dijo. ¿A quién se hizo semejante?... ¡A un insensato! (El que oye, entiende y
no hace) “Sabe pero no hace, oye pero no obedece, con mucho conocimiento pero
Sin Vida” y ¿A quién no obedeció? a ¡ Jesús!... A Dios mismo.
¿Crees que Su
palabra puede ser burlada? ¿Crees que Dios puede ser burlado?
“No os
engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará” (Gal: 6: 7).
¿Tú
entiendes la palabra?
Así dijo Jehová:
No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente,
ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de
alabar: en “Entenderme y Conocerme”, que yo soy Jehová, (Jer: 9:23-24).
Entender la
palabra es algo que solo el Señor da a unos, en un tiempo y para cumplir un
propósito especial… (Juan: 13:7) (Solo unos son alumbrados) (Hech: 13:48)…
Pero cuando lo “Entendemos y Conocemos” es solo para ¡VIVIRLO A
EL! Ese es nuestro propósito de vida. Y esto, ¡No a todos! Aunque el, sea el
todo y en todos (Col: 3: 11b).
Preguntémonos…
Hablando de Su
palabra… ¿La estamos oyendo? (Mat:13:16) ¿La estamos entendiendo? (Hech: 8:30-31) ¿La estamos poniendo por obra? (Prov: 15:21) ¿La estamos obedeciendo?... Recordemos, hemos sido puestos en este mundo para
vivirlo a él, ¡En todas las cosas..!
El guía siempre
nuestro caminar, él nos dice siempre que hacer y cómo hacerlo (Prov: 16:9). ¿Por qué entonces, no lo estamos haciendo? ¿Qué nos impide seguirlo? (Mat: 10:37-38) (El
pasado, el temor, el dolor, Etc) o ¿Quién nos impide seguirlo? (El Empleo,
familia, estudio, religión, espos@, hij@s, etc.?) “Deja que los muertos
entierren a sus muertos y tu ven y sígueme” (Mat: 8:22).
Casi siempre
pensamos que lo que hacemos y la forma como lo hacemos está bien, pero solo en el camino nos damos cuenta que la
dirección que hemos recibido desde antes por el Señor era la correcta. Entonces
entendemos lo que nos había dicho (Juan: 13:7).
En el libro de
(Hech: 13: 46-48) Pablo y Bernabé, predicaban la palabra a los Judíos, pero
como ellos la desecharon, entonces la llevaron a los gentiles.
¿Qué andaban
haciendo Pablo y Bernabé predicándoles la palabra a los judíos, cuando el Señor
YA le había dicho a Pablo que lo había puesto para ser luz de los gentiles? (Hech: 13:47-48).
Lo
que no aplicamos genera contiendas:
Por esta causa
los judíos se llenaron de celos, y rebatían lo que Pablo decía, contradiciendo
y blasfemando (Hech: 13:44-45).
De igual manera
le sucedió cuando llego a Jerusalén y entrevistándose con Pedro, siguió una
sugerencia que le hizo de “tomar votos” con unos Judíos… (Hech: 21:23-24) Pero cuando se dieron cuenta de ello, toda la ciudad se conmovió, y se agolpó
el pueblo; y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, y
procurando ellos matarle (Hech: 21:31-32).
Lo
que no aplicamos retrasa nuestro crecer en Dios:
Ej: A Simón
Pedro, Jesús le dijo: desde ahora serás pescador de hombres (Luc: 5:10), pero
después de muerto y resucitado el Señor Jesus, encontró a Pedro otra vez
haciendo lo que no debía (Juan: 21:3). El apóstol Pedro NO aplico en su vida el llamado que había recibido.
Por esta causa
el Señor Jesús le permitió vivir de nuevo la misma historia de cuando lo llamo
a ser “Pescador de hombres” aclarándole con esto, que ya era tiempo de madurar,
pues en su error había arrastrado también a varios hermanos (Juan: 21: 1-19).
Lo
que no aplicamos nos atrasa en este caminar de vida:
Ej: Después que
el Señor había entregado en manos de Israel la ciudad de Jericó, les dio una
orden que ellos NO aplicaron y que los llevo a maldición… Diciéndoles: “vosotros
guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que
hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis” (Jos: 6:18-19). “Pero los
hijos de Israel cometieron una prevaricación en cuanto al anatema…” (Jos: 7:1).
Cuando Israel salió
a la guerra y enfrento a sus enemigos, fueron derrotados y murieron como tres
mil hombres, por NO aplicar la palabra que habían recibido.
Entonces Josué
postrándose de rodillas oro al Señor, y el Señor le dijo: “Levántate, santifica
al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice
así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos,
hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros (Jos: 7:13-15).
Después Josué
llamando a Acán le dijo: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale
alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras...
Y Acán
respondió a Josué diciendo: Verdaderamente yo he pecado contra Jehová el Dios
de Israel, y así y así he hecho. Pues vi entre los despojos un manto babilónico
muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de
cincuenta siclos, lo cual codicié y tomé; y he aquí que está escondido bajo
tierra en medio de mi tienda, y el dinero debajo de ello.
Y le dijo
Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los
israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos. Y levantaron
sobre él un gran montón de piedras, que permanece hasta hoy. Y Jehová se volvió
del ardor de su ira. Y por esto aquel lugar se llama el Valle de Acor, hasta
hoy. (Jos: 7:19-26).
Lo
que no aplicamos no nos permitirá ser de edificación para otros:
Porque el reino
de Dios no consiste en palabras, sino en poder... (Rom: 1:16) “Decisión, acción y vida” ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y
espíritu de mansedumbre? (1Cor: 4:20-21).
En otras
palabras, solo existen dos formas para que podamos aprender… (Con pincel o con
Cincel) o como dirían nuestros viejos “o por las buenas o por las malas”…
Meditemos por
el Espíritu en este ejemplo para que entendamos que siempre se presentaran
situaciones en la vida, para que apliquemos Su palabra con firmeza y Amor (1Cor:
5:1-5) (1Cor: 5:1-5).
En este caminar
en Dios siempre nos encontraremos con situaciones, que NUNCA esperamos… Ser
confrontados con la palabra, con los hermanos y con el mundo; es algo que NO quisiéramos
sufrir… Por eso… “Predica y si es
necesario, habla”
¿A quién se
refería el Apóstol pablo, cuando tuvo
que reprender y expulsar duramente al hermano de la congregación? (2Cor: 2:4-13) (2Cor: 2:4-13).
Recordemos… ¡Siempre en
Dios tendremos ese tiempo especial para volvernos de nuestro mal proceder! (Jon: 2:1-2, 7).
Lo
que no aplicamos no nos permite avanzar:
En cierta ocasión Jesus dijo a sus discípulos: No
os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su
sola potestad (Hech: 1:7). Esto lo dijo porque habían ciertas
cosas que ellos NO podrían entender (Rom: 11:32) y mucho menos aplicar, pues solo El, podría hacerlo (Juan: 1: 11). Ellos
NO podían aplicar un conocimiento superior, así fueran maestros de la Ley
(Nicodemo) (Juan: 3:1-12) pues todavía no había venido sobre ellos
el Espíritu Santo para que pudieran entender (Hech: 1:8).
HOY vivimos en
un tiempo especial donde el Espíritu de Dios es, en cada uno de nosotros, donde
Su mente y Su palabra son las nuestras (Efe: 5:30) y
donde entendemos que somos en este mundo los que debemos darle el sabor a la vida (Mat: 5:13),
en todas y cada una de las circunstancias que vivamos (Rom: 8: 28).
Cuando vivimos
en un tiempo que no nos corresponde, terminaremos atados al pasado, con todo y
la maldición que esto acarrea, según nuestra manera de pensar. “Porque para el
que cree, todo le es posible” (Mar: 9:23).
El ministerio grabado
con letras en piedras, era de muerte y de maldición (Ley de Moisés)… Y fue con
gloria, ¿cómo no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? (2Cor:
3:7-8).
Si vivimos
conforme al tiempo que no nos corresponde, por la enseñanza recibida a traves
de una guía espiritual errada, y lo
creemos así; todo lo que se vivía en ese tiempo se levantara en contra nuestra
y nos llevara a experimentar lo que ya no existe… “El que recuerda el pasado,
lo vive de nuevo”
Miremos la
exhortación que Pablo hizo a los hermanos en Galacia… (Gál: 4:8-11) (Gal: 4:8-11). Y se los aclaro
también a los hebreos diciendo: “DEJEN YA de vivir conforme a los rudimentos
del mundo… Y ¡Vamos adelante, Avancemos a la PERFECCIÓN” (Heb: 6: 1-3).
El Profeta
dijo: No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas
antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la
conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad (Isa:
43:18-19)... Esta palabra es una verdad
en nosotros, pues hace YA 2012 años fue consumada ¡Apliquémosla en la vida y
Avancemos!
Para nosotros
no es la Ley de Moisés o la Circuncisión que le fue dada a predicar a Pedro (Mat: 10:5-6);
ni la Incircuncisión o la Gracia que le fue dada a Pablo (Gál: 2:7-8)…
Para nosotros es la Vida de Cristo, esta es la que debemos estar manifestando (Gál: 2:20b).
Lo
que no aplicamos no nos permite vivir lo que somos:
El Apóstol
Pablo dijo en su tiempo: “Nosotros somos la circuncisión”, los que en espíritu
servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús (Fil: 3:3)… Pero entendamos lo
siguiente… cuando Pablo dijo nosotros… “En el Nosotros de Pablo” no estamos
nosotros; él no se refería a nosotros sino a él, y a todos los que con el estaban;
o sea, a los que habían sido cortados o separados de vivir conforme al Antiguo
Pacto y servían a Dios conforme a las obras.
Nosotros somos
lo que Dios dice que somos: ¡Somos Su bendicion, Su reflejo, Su gloria, Su
imagen, Su olor fragante y Su misma vida! Recordemos: En esto se ha perfeccionado
el amor en nosotros… “Pues como él es, así somos nosotros en este mundo” (1Juan:
4:17b).
Lo
que no aplicamos no glorifica a Dios:
Vinimos al
mundo a Glorificar a Dios mediante el conocimiento que tengamos; cada uno
conforme a la verdad de Dios que esté viviendo según su buena voluntad, según
su propósito eterno, según lo establecido por el, desde antes… ¡Unos en de una
manera y otros de otra! (Católicos,
mormones, testigos, adventistas, hindúes, musulmanes, etc.) “Porque no hay acepción
de personas para con Dios (Rom: 12: 11).
Más el que mira
atentamente en la perfecta ley, la de la libertad (Rom: 7:6),
y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace... Si alguno se
cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su
corazón, la religión del tal es vana (Stgo: 1:25-27).
En
conclusión:
Si de verdad
hemos oído Su palabra y la hemos entendido, apliquémosla, pongámosla por obra,
vivamos conforme a lo que el Señor dice que somos… Pues El, es la palabra. Y el
que vive y se manifiesta todos los días de nuestra vida, es El mismo.
Así que,
hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
porque si vivimos conforme a la carne, moriremos; mas si por el Espíritu hacemos
morir las obras de la carne, viviremos. “Reinaremos en Vida.” Porque todos somos
guiados por el Espíritu de Dios. Pues no hemos recibido espíritu de esclavitud,
sino que llegamos al mundo con el Espíritu Santo de Dios… (Rom: 8:12-15).
YA NO HAY
griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni
libre, sino que Cristo es el todo, y en todos (Col: 3:11) YA NO HAY esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer; porque todos nosotros somos uno en Cristo Jesús (Gál: 3:28) (1Juan: 4:17b).
Oración:
Padre Santo te
doy muchas gracias por la bendicion de poder compartir con mis hermanos esta
palabra; que se, será para todos nosotros la respuesta a cada una de las
preguntas que nos hemos hecho, cuando las cosas que hemos esperado sean una
realidad en nuestra vida, se han hecho imposibles de conseguir por nuestros
propios medios.
Por eso Señor,
conforme a tu palabra; declaro que todo impedimento en nuestra mente es quitado
por el poder de tu Espíritu, y que todo tu bien, ese que está en línea con tu
perfecta voluntad para todos y cada de nosotros, se haga una realidad en
nuestra vida.
Señor declaro
que nuestro corazón y nuestra mente están abiertos en ti… “Que salga de
nosotros todo lo que no glorifica tu nombre” y que cada una de las palabras que
hemos oído de ti, y que no hemos puesto en práctica; de ahora en adelante sean
nuestro respirar. Para la gloria de tu nombre. Así lo declaramos… Y así “Esta
hecho” conforme a tu palabra.
Somos la misma bendición de Dios YA manifestada.