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“EL UNO” (Parte 1).


Dios, el Yo Soy, el Eterno, el SER sin límites, el todo y en todos… es ¡El Amor! (1Jn: 4:7-8). “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” 
(1Jn: 3:18).

Respecto del (UNO), esta podría ser otra manera de escribir lo que el apóstol Juan dijo en (Apoc: 4:8) “El que es, el que era, y el que ha de venir”, pero a ser manifestado en luz en todos y cada uno de los que hayan sido ordenados para entender esta gloria que fue dada desde antes de los tiempos de los siglos; la que nos permitirá entender que el único que vive y se manifiesta en este mundo es solo Él… (Col: 3: 11). UNO solo, Él (Gál: 3: 28), por eso el Señor dijo en (Juan: 8: 32) “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”

Solo UNO es…

En el libro de (Deut: 32: 39) dice así: “Ved ahora que yo, yo soy, y NO HAY dioses conmigo.” Esta verdad de Dios escrita desde muchos siglos atrás está puesta en nuestro Espíritu para que vivamos como debemos; pues esta es la que debe afirmar hoy nuestros pasos en este camino de vida en el que nos movemos y somos… ¡No es cuestión de saberla solamente, ni de conocerla, sino de vivirla!

·         Hay que entender el camino sin razonamientos. Sin atavíos, sin vestiduras religiosas. Deja de pensar, deja de razonar… Hay que vivir el camino. El camino es la vida. Con razones o sin razones, es la vida.

Pero… “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos...” Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, la del Espíritu, la del UNO, la del Amor y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”  (Stgo: 1:22-25).

Medita:
Solo UNO es… 

a) ¡No hay ni dos, y mucho menos tres Dioses! 
b)  “No es tres personas distintas y un solo Dios verdadero como dicen todavía en muchos templos religiosos”, no… 
c) ¡No busque más dioses a quien adorar y dar culto en este mundo mi herman@ porque NO HAY!

Todo esto es solo cuestión de religión, ignorancia y ego nada más… No en vano fue escrito “Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento” (Ose: 4: 6). NO HAY más Dios que ¡UNO! Por eso… “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice...” (Apoc: 2: 29).

En cierta ocasión Jesús dijo a sus discípulos refiriéndose a los misterios del Reino que ya debían conocer, y que ellos debían entender por medio de parábolas, les dijo en (Mat: 13:11-17) “A vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado…” “Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.” Porque ya el profeta Isaías, lo había dicho desde antes y se debía cumplir; porque el corazón de ese pueblo se había engrosado, y con los oídos oían pesadamente, y habían cerrado sus ojos para no ver, y los oídos para no oír…


Jesús dijo: “Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.” IGUAL SUCEDE HOY… Muchos por más que vean, no ven; y por más que oigan no entienden.

¿Por qué entonces es tan difícil entender algo que ni viendo se ve, y ni oyendo se oye? Porque la verdad es que por más que se lee no se ve;  y por más que se explique no se entiende... porque recibir esta sabiduría o entendimiento solo depende de Dios, pues no es del que quiera ni del que corra, sino de Dios… (Rom: 9: 15).

Así fue escrito: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Col: 3:2). En lo alto y no en lo bajo, en lo celestial y no en lo terrenal, en lo eterno y no en lo temporal… No cuestiones, no razones, no esperes entender con lo natural lo que es del Espíritu...

¡Renueva tu manera de pensar! 


·         No te conformes a este siglo, sino transfórmate por medio de la renovación de tu entendimiento, para que compruebes cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Rom: 12: 2).

·         ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras (Prov: 1:22-23).

Recordemos las palabras del Dr. Eckhart Tolle cuando dice que, “Cuando perdemos contacto con la quietud interior, “EL YO SOY - Dios - El Amor”, por prestar los oídos a lo que se supone debe guiar al hombre al Señor y que no es más que religión,  perdemos contacto con nosotros mismos; y cuando perdemos contacto con nosotros mismos, nos perdemos en el mundo” o sea volvemos atrás, “Re – encarnamos”, que quiere decir: volvemos de nuevo a tomar la carne y forma que ya habíamos superado. 

Ejemplo: vicioso, fornicario, adultero, irascible, grosero, irrespetuoso, etc. por eso “Andemos en el Espíritu, y no satisfagamos los deseos naturales, porque esos deseos son contra el Espíritu; y éstos se oponen entre sí, para que no hagamos lo que queremos hacer, dijo Pablo. (Gál: 5:16-17).

Con todo y eso, debemos despertar y entender que el sentido más interno de nosotros mismos, el sentido de quién somos (Espíritu), es inseparable de la quietud – vida - Dios. Ese es el Yo Soy que es más profundo que el nombre y la forma. La quietud es esa naturaleza esencial, es el espacio interno o conciencia en el que las palabras son percibidas y se convierten en pensamientos. Sin esa conciencia, no habría percepción, ni pensamientos, ni mundo.

Recordemos, la conciencia es la presencia de Dios en el hombre, y la presencia es la misma conciencia hecha presente. SOMOS esa conciencia disfrazada de persona; porque en la plenitud que somos, el vivir es Cristo, el Ser es Cristo, y el mover es Cristo.

Sant@s y etern@s en Dios… 

·   El UNO es el todo, y es en todos (Col: 3: 11), y todos somos UNO… ¡Él (Gál: 3: 28).
·   TODOS somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” (Efe: 5:30).
·   El UNO es el AMOR = DIOS. El único SER “Sin límites, sin nombre, sin nacionalidad, sin cultura, sin religión y sin sexo…”

Por tal motivo oramos como UNO, y damos gracias en Dios por guiarnos hoy en esta palabra de bendición, por alumbrarnos en ella ese camino que debemos vivir en este mundo entre, y con nuestros hermanos reflejando Su gloria, Su bendición, Su plenitud, Su esencia, Su amor y Su vida sin diferencias de ninguna clase. Pues en Él, eso es lo que somos todos, “UNO solo”, ¡Él! ... Así lo confesamos, así lo creemos y así lo recibimos para Su gloria y Su honra.

Meditemos por el Espíritu…

Para que nos demos una idea de lo que vamos a compartir en esta hora respecto del (UNO – Dios) y podamos entender mucho mejor como fue establecido el plan y Su voluntad perfecta, hagámonos una imagen mental acerca de cómo sucedieron las cosas desde antes del principio de los tiempos…

a)     Podríamos decir que Él, el UNO = DIOS en el plano celestial, reflejó su imagen Cristo, pues Cristo es la imagen del Dios invisible (Col: 1:15), y mostró su esencia delante de los que fueron llamados “El ejercito del cielo”, los ángeles, los mismos que fueron creados por el aliento de su boca (Sal: 33:6).

b)     En el plano terrenal antes de la cruz, el UNO tomó Su imagen Cristo y habitó en un cuerpo preparado para un fin específico (Heb: 10: 5b), “A lo suyo vino” (Juan: 1: 11) Y…
c)      Hoy, el UNO, después de la cruz, es en todos sin acepción de personas (Rom 2:11), y sin diferencia de ninguna clase (Gál: 3: 28). Lo que quiere decir entonces, es que solo UNO es el que vive y se manifiesta en este mundo… Y la mejor muestra del AMOR = DIOS = UNO es el cumplimiento de Su palabra, Su propósito o plan establecido. LO QUE SE PROPUSO HACER, LO HIZO “Consumado es.”

¿Cómo sucedió esto?

Está escrito que Jesús dijo así a sus discípulos: “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo”, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Juan: 14:3); o sea, estar, en el sentido de vivir lo que Somos, “UNO solo.” ¡Que todos sean UNO, como tú oh Padre en mí y Yo en ti, esta fue la oración de Jesús! (Juan: 17:21).

Si lees bien lo que fue escrito en este pasaje te puedes dar cuenta en verdad ¿Por quién fue que dijo que vendría Jesús de nuevo? Y la respuesta está clara, “por nadie más que por Él mismo…” Y esto solo fue posible de venir por Él mismo, porque cumplió Su palabra, pues en Él, fueron reunidas todas las cosas en la dispensación del cumplimiento de los tiempos; las que están en los cielos, y las que están en la tierra (Efe: 1:10). ¡TODO fue puesto en Él! … “Él es el todo, y en todos” (Col: 3: 11).

Hoy esas mismas palabras “Vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo” están tomando claridad en el corazón de muchos, y están despertando en ellas a todos aquellos que están ordenados en Dios para recibirlas (Efe: 5:14). Hoy Él se está arrebatando o tomando así mismo en cada uno de los que están siendo alumbrados a esta verdad; pues nadie más hay que viva en este mundo, sino solo Él. ¡Cristo es quien vive!

Recordemos primero que Dios es UNO como siempre ha sido. “NO HAY dioses conmigo” (Deut: 32: 39). Mi herman@, hay momentos en nuestra vida en los que necesitamos para poder avanzar, subir un escalón, echar para adelante y crecer un poco más, que nos hablen claro, que nos digan las cosas sin dejar nada oculto… ¡Así nos duela! Y mucho más cuando hablamos de las verdades establecidas en Dios, para que vuestra creer o fe no estén fundadas en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Por eso… Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria…” (1Cor: 2:5-7). 

Se dice que posiblemente alrededor del año 61 DC, el apóstol Pablo en relación a esta verdad de que DIOS ES UNO, dijo a su discípulo Timoteo, lo siguiente: Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: “Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria.” (1Tim: 3:16). Y de la misma forma como lo hizo el apóstol Pablo, lo hizo también el apóstol Juan desde su conocimiento, diciendo: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.” (Juan: 1: 14).

Sant@s, si hay algo que no podemos descuidar en estos momentos es entender que, “No porque hayamos dedicado mucho tiempo a estudiar todo lo relacionado con Dios y Su palabra, hayamos participado de varias congregaciones, o tengamos alguna posición de jerarquía congregacional en el lugar donde Dios nos tenga en formación, podemos decir que no necesitamos más; y no porque sepamos mucho, y mucho más de los llamados libros sagrados, o entendamos muchas de las cosas que como doctrina nos han transmitido no necesitemos ser alumbrados, no.

Esta era la oración permanente del apóstol Pablo por sus discípulos… “Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que Dios nuestro Señor, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza…” (Efe: 1:15-19). 

Ahora recordemos que el apóstol también escribió que, “El conocimiento envanece, pero el amor edifica”; que “Si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo (1Cor: 8: 1b-2). “Porque en parte conocemos, y solo en parte podremos hablar o profetizar…” (1Cor: 13:9). Esto para que podamos vislumbrar que siempre y mientras existamos a este mundo natural, despertaremos a cosas que antes nos parecían locura, blasfemia, apostasía, etc.

Claro está que respecto de esto, nadie más nos puede aclarar esta verdad que Él mismo; por eso fue escrito  antes de ir a la cruz, “pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad” (Juan: 16:13). Y por medio del profeta dijo: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer: 33:3). ¡HOY EL ESPÍRITU ES, EN TOD@S!

En conclusión:

Hoy podemos entender que si Dios – Cristo – El Yo Soy – El Amor – El todo y en todos, el UNO es el que vive, tú y yo SOMOS ÉL…


Somos Su bendición, Su gloria, Su imagen, Su reflejo, Su olor fragante, Su plenitud, Su esencia y Su misma vida en este mundo, pues como Él es, ASÍ somos nosotros (1Jn: 4: 17b).

Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!