Recordemos algunas palabras dichas por el Señor Jesús mientras cumplía Su ministerio terrenal, así muchos en su tiempo “No lo hubieran recibido” y no lo acepten aún; Él cumplió en esa cruz el propósito que se había trazado, pues “A LO SUYO VINO” (Jn: 1: 11).
Estas palabras nos llevarán a entender el
porqué las compartimos de la forma como lo hacemos... Leemos en (Juan:
17:18-23).
- “Para que también ellos sean santificados en la verdad”
- “Para que todos sean uno”
- “Para que el mundo crea...”
- “Para que sean perfectos en unidad”
- “Para que el mundo conozca…”
Y es esto lo que estamos haciendo “Anunciando
y Aclarando las verdades de Dios conforme a su multiforme sabiduría” tal y como
lo dijo el apóstol Pablo a los (Efesios: 3: 8-10).
Oración:
Creo y confieso en Dios que esta verdad acerca
del UNO, del que ES, del que ERA y del que PERMANECE PARA SIEMPRE, la cual
hemos venido compartiendo ya durante un tiempo y que no es más que Cristo = El
Yo Soy = Dios = El SER sin límites, la tenemos bien clara en nuestro corazón
por siempre… pues Él, el UNO es, ha sido, y será después de la cruz, y por
encima de toda creencia intelectual, moral, filosófica, cultural o religiosa, “El
todo y en todos”, y es solo Él, quien vive y se está manifestando a través nuestro…
(Col: 3: 11).
¡TODOS SOMOS UNO!
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer; porque todos nosotros somos UNO en Cristo Jesús” (Gál:
3: 28). En el mundo entero NO hay más quien viva, sea, y se manifieste según su
buena voluntad que Él mismo, el UNO = Dios = El AMOR (1Jn: 4:16b).
Respecto del Amor Dios recordemos lo
siguiente para que podamos entender como El UNO = Cristo = Dios = El Amor a obrado
desde siempre.
- El UNO en el plano celestial reflejó Su Amor, en su imagen Cristo para ser visto de los ángeles antes que el mundo fuera… (Col: 1:15-17).
- En el plano terrenal el UNO reflejó Su Amor antes de la cruz, en un cuerpo preparado por Él mismo llamado “Jesús” para cumplir un propósito especial; pues “A lo suyo vino” (Jn: 1: 11) a que vino? Rpta. a “Unir todo” (Efe: 1:9-10).
- Y después de la cruz, el UNO refleja Su Amor todavía, y se muestra en este plano terrenal, pero ya no en un solo cuerpo, sino en muchos. Porque “Todo fue unido en Cristo, en el madero.” Y hoy… ¡Él, es el todo, y en TODOS!
Como fue escrito: “Donde no hay griego ni
judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, hombre
ni mujer sino que Cristo es el todo, y en todos.” (Col: 3: 11) (Gál: 3: 28). Claro
está que esta verdad apenas está siendo alumbrada en el corazón de muchos…
Ahora, aunque muchos digan que ya se sabe y se entiende, todavía NO es nuestro
estilo de vida, no es nuestra vida misma, siendo nosotros Su plenitud, esencia
y vida en este mundo.
Es en esta verdad que mientras existamos a
este mundo terrenal, que cada uno de nosotros va a ser ejercitado, “Unos de una
forma y otros de otra”; así a muchos no les parezca, no lo acepten y lo llamen
locura. (En Dios nada terrenal registra) pero todo tiene su consecuencia (Gál: 6: 7).
Sant@s en Dios tengamos presente siempre que “La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1Cor: 15: 50a). Todo esto fue hecho así, para que aun viendo y oyendo la debilidad, la flaqueza, el error o el punto negro de nuestro hermano, aprendamos a vernos en lo que no vemos, en lo eterno y no en lo temporal (2Cor: 4:18) y valoremos lo que verdaderamente somos en Él, pues “como Él es, así somos nosotros en este mundo” (1Jn: 4:17b). “Él es santo, perfecto, puro, limpio, bondadoso, sabio, justo, poderoso, él es amor…” y así somos nosotros.
Sant@s en Dios tengamos presente siempre que “La carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” (1Cor: 15: 50a). Todo esto fue hecho así, para que aun viendo y oyendo la debilidad, la flaqueza, el error o el punto negro de nuestro hermano, aprendamos a vernos en lo que no vemos, en lo eterno y no en lo temporal (2Cor: 4:18) y valoremos lo que verdaderamente somos en Él, pues “como Él es, así somos nosotros en este mundo” (1Jn: 4:17b). “Él es santo, perfecto, puro, limpio, bondadoso, sabio, justo, poderoso, él es amor…” y así somos nosotros.
Nota:
“En la actualidad estamos presenciando un
surgimiento sin precedentes de la conciencia, pero también el atrincheramiento
y la intensificación del ego. Habrá algunas instituciones religiosas que se
abrirán a la nueva conciencia, mientras que otras endurecerán sus posiciones
doctrinarias para convertirse en parte de todas esas otras estructuras forjadas
por el hombre, detrás de las cuales se ha de atrincherar el ego para dar la
pelea.
Algunas iglesias, sectas, cultos o
movimientos religiosos son básicamente entidades egotistas colectivas
identificadas tan rígidamente con sus posiciones mentales, como los seguidores
de cualquier ideología política cerrada ante cualquier otra interpretación
diferente de la realidad. Pero el ego está destinado a disolverse…” (Dr.
Eckhart Tollé).
Entender o no estas verdades espirituales
solo es del Señor poderlo hacer… Porque “No depende del que quiere, ni del que
corre, sino de Dios…” (Rom: 9:16).
Ejemplo: Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Ejemplo: Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar
por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino
de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer
de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de
dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede
hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes
esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos
visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas
terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? (Juan:
3:1-12).
Este ejemplo que acabamos de leer lo único
que nos lleva a entender es que por más conocimiento logos o jerarquía
religiosa que se tenga, sino renovamos nuestra manera de pensar respecto de la
verdad de Dios, no podremos disfrutar de Su perfecta voluntad (Rom: 12: 2), así
tengamos a Dios mismo en persona delante de nosotros, como le sucedió a
Nicodemo, seguiremos viviendo como si hubiéramos nacido conforme a la carne y
no conforme al Espíritu; por eso hablamos sabiduría entre los que han alcanzado
madurez, y sabiduría no de este siglo, sino… “De lo alto” (1Cor: 2:6-8), porque
nosotros vinimos conforme al celestial Cristo y no al terrenal Adán (1Cor: 15:
48).
Hablando respecto del (Dios – UNO), te
preguntarás entonces ¿Por qué decimos que es el SER sin límites, sin nombre,
sin nacionalidad, sin cultura, sin religión y sin sexo? Y ¿Por qué la aclaración
de este modo?
// Porque la verdad es que mientras existamos en este cuerpo
natural, la única que pide razón o explicación a esto es la mente, y eso,
dirigida o manipulada por el ego. Y el ego es ese que sin ser, fue levantado o
formado en todos según el pensamiento cultural o religioso del hombre; o porque
simplemente la idea de referirme a Dios como EL UNO, es no querer levantar
susceptibilidades y mucho menos contender con creencias de algún tipo; sino más
bien, que esta forma de aclaración sea el medio para despertar conciencia, o el
instrumento para que muchos despierten al fin, y veamos en el hermano, lo
eterno, lo sublime, lo que no se ve, su verdadera identidad, su esencia Dios,
sin discriminación alguna… ¡EN AMOR!
No hay más Dios que ¡UNO! Solo. “El único –
Cristo el Señor – El que todo lo llena en todo - El YO SOY - El SER sin límites
– EL AMOR, El que después de la cruz vive_ El que es “El todo, y en todos”
(Col: 3: 11) (Gál: 3: 28). “Porque no hay acepción de personas para con Dios.” (Rom:
2:11).
1.- Porque fue su deseo o propósito:
“A lo suyo vino, y así los suyos no lo
hubieran recibido, lo cumplió…” (Juan: 1: 11).
2.- Porque fue su confesión:
Jesús hizo esa oración delante de ellos en
(Juan: 17: 20-23a), y como bien sabemos Su palabra no vuelve vacía, sino que
cumple el propósito por la cual fue enviada (Isa: 55:11). Él dijo: “No ruego
solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra
de ellos, para que todos sean uno… que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea… La gloria que me diste,
yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros
somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad… Y con una sola ofrenda los hizo
perfectos para siempre (Heb: 10: 14).
Cuando exclamó “Consumado es:” (Juan:
19:30b). Aquí cumplió su propósito en la cruz de reunir a todos y todas las
cosas en unidad, en el UNO. Como ya lo habíamos dicho, “Dándonos a conocer el
misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí
mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento
de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”
(Efe: 1:9-10).
3.- Porque todas
las cosas las sujetó debajo de sus pies… (Y
todas son todas) (1Cor: 15:27-28).
“Aún hasta ese cuerpo natural Jesús” fue
sometido desde antes que Su propósito fuera cumplido en la cruz, cuando expresó
a su verdadera esencia Dios en oración: pasa de mí esta copa; pero no se haga
mi voluntad, sino la tuya; refiriéndose al Espíritu - Dios quien era el que se
manifestaba a través suyo. (Luc: 22: 42) (Heb: 5:7).
Y cuando dice que todas las cosas han sido
sujetadas a él, claramente dice que se exceptúa aquel que sujetó a él todas las
cosas (Esto es al Espíritu – Dios)… Esto lo único que da a entender, es que
igual que le sucedió a Jesús mientras cumplía su ministerio terrenal, a
nosotros también mientras estemos en este cuerpo natural, éste se debe SOMETER
al Espíritu Dios y no al contrario (Gál: 5:17); “Porque el deseo de la carne es
contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen
entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” Pero el desconocimiento de
esta verdad YA establecida por el que vive y reina que es el Espíritu, nos
lleva a existir obrando dirigidos por un ego que no es, ni será…
Dice también… que luego que todas las cosas le
estuvieran sujetas, entonces también “el Hijo mismo” (Jesús, como se dio a
conocer en el cuerpo) se sujetaría al que le sujetó a él todas las cosas, o sea
al (ESPÍRITU - DIOS) para que Él fuera todo en todos. Y estas son las cosas que
pocos entienden, pero que se perciben solo por el Espíritu de Dios, el cual ES
a través nuestro, para poder discernir espiritualmente” (1Cor: 2:14). Que Dios
– Cristo – El Yo Soy – El SER sin límites siempre ha sido UNO, así se haya
presentado en un tiempo “Como hijo”, pero no era hijo, sino Dios mismo.
Si en algo debemos estar claros, es que esta
verdad respecto de que Dios es UNO, (Ya no es un misterio) como algunos todavía
predican, no; y mucho menos lo es, cuando ya has sido despertado en el
conocimiento de Dios y Su palabra... por eso fue dicho… “Despiértate, tú que
duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo. (Efe: 5:14).
“El único que vive y se manifiesta en este
mundo es solo Él – El UNO” ¡Nadie más!
¿Que es un misterio? es un hecho
o una cosa cuya naturaleza, causa, origen o razón de ser, no tiene explicación
o no se puede entender. También significa que es un “Asunto secreto o
reservado.” Tal y como fue escrito en
cierta ocasión por Moisés, donde dijo al pueblo que “Las cosas secretas
pertenecen al Señor”; mas las reveladas eran para ellos y para sus hijos para
siempre, para que las pusieran por obra. (Deut: 29:29).
Hoy la verdad es que EL UNO, es quien después
de la cruz vive en TODOS, y a través de TODOS se manifiesta, sin distingos de
ninguna clase (Col: 3: 11), y que por ese motivo debemos tener siempre
presente, que si algo hacemos o no por nuestro hermano, es a “Dios mismo” a quien lo hacemos (Mat: 25:35-40). Por
eso debemos “Mirar que ninguno paguemos a otro mal por mal; antes bien, que
sigamos siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.” (1Tes: 5:17),
pues todos somos UNO… ¡ÉL! … Todos somos por decirlo
de alguna manera, ¡Su extensión aquí en la tierra!
Esta verdad es a la que todos debemos
despertar para no contender con nadie, ni criticar, ni juzgar, ni condenar, ni
ser infieles, y mucho menos maltratar, sea de palabra o de hecho, pues mientras
existamos aquí en la tierra, en este lugar de bendición que es el Reino de
Dios, el ¡Amor – El UNO - Dios! este será nuestro ejercicio de vida a
manifestar, pero despertemos ya, porque… No somos
nosotros los que vivimos, sino Él… Así veamos que nuestro cuerpo se
mueve, siente, piensa y habla; el que vive es Él y no nosotros.
Sant@ y Etern@ en Dios…
No es lo que veamos, pensemos, sintamos, palpemos y percibamos de las personas, que es la verdad; así suene a locura las palabras que acabas de recibir, pues todo esto es solo realidad, no es la verdad… “La realidad es todo lo que se ve y lo que se palpa en el mundo real, en cambio la verdad ES… sin más explicaciones. “No miremos nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2Cor: 4:18).
No es lo que veamos, pensemos, sintamos, palpemos y percibamos de las personas, que es la verdad; así suene a locura las palabras que acabas de recibir, pues todo esto es solo realidad, no es la verdad… “La realidad es todo lo que se ve y lo que se palpa en el mundo real, en cambio la verdad ES… sin más explicaciones. “No miremos nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2Cor: 4:18).
Tú y Yo somos la misma bendición de Dios, Su
gloria, Su reflejo, Su imagen, Su olor fragante, su plenitud, Su esencia y Su
vida en este mundo… Como el UNO es, así somos nosotros en este mundo (1Jn: 4:
17b). Santos, justos, limpios, sabios, puros, perfectos, etc.