Como bien sabemos, todos y cada uno de los
que hemos crecido con una formación religiosa, llámense como se llame... y sea
cual sea esa formación (católica, evangélica, protestante, ortodoxa, etc), supimos
según la biblia que muchos de los que vivieron antes y después de la cruz en
sus primeros años; algunos de ellos fueron conocidos como “Ángeles, hijos de
Dios, otros como ovejas, vasos de misericordia, de honra, de salvación, pueblo
escogido, mujer, iglesia de Cristo, la amada del Señor o esposa del cordero, o
de Cristo, etc. y es aquí donde surge la pregunta en nuestros días.
¿Hoy cómo
debemos conocernos? ¿De la misma manera que ellos antes de la cruz? ¿Como se
conocieron ellos después de la cruz en sus primeros años? O hay una forma
diferente.
La respuesta a esta pregunta tiene un peso
celestial… “Sepamos lo que en Dios se nos ha concedido.”
Desde este plano físico, vaso de barro, velo
o cuerpo natural, debemos conocernos “Siendo
la manifestación del Ser supremo.” ¡Despertemos y entendamos nuestra verdadera
identidad!
Re Conozcámonos en nuestra verdadera
esencia. ¡El Ser!
Ser: cuando
hablamos de “ser”, nos referimos a una persona,
animal o cosa que existe, especialmente si está viva; pero en este caso nos vamos
a enfocar en el “Ser supremo”, en Dios, en la esencia, en la naturaleza divina
o Vida, incluyendo la existencia.
Re-conocernos = es volver a
conocernos como tal, como lo que somos desde siempre. No en lo natural, siendo
lo natural. En Espíritu, en el Ser, en el Yo Soy, como lo que somos… el Todo y
en todos.
Obviamente que estas palabras son fáciles de
seguir cuando de alguna manera se ha despertado en el conocimiento de la plenitud,
esencia y vida que Somos; porque para muchos, estas mismas palabras sonarán
vacías, a otros les sonarán a locura, apostasía o anatema, pero confío en Dios
que hoy serán entendidas para bendición.
Es por esto que tomo como referencia las
palabras del apóstol Pablo cuando escribió diciendo: “Cuando yo era niño,
hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui
hombre, dejé lo que era de niño. Ahora
vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos
cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces
conoceré como fui conocido.” (1Cor: 13:11-12).
¿Cómo te consideras en este momento, niño o
maduro? Esta pregunta solo es para que
puedas, desde ahora mismo dejar de conocerte en parte, por espejo y poder
despertar a conocerte como en verdad eres, así te veas en un cuerpo natural.
Ya vivimos
y estamos en el “entonces” del cual se
refirió el apóstol Pablo. Estamos en el “Aquí y en el Ahora”, en el eterno presente en Dios.
Los indígenas Queros del Perú le llaman “Pachakutec”
al volver de nuevo al conocimiento o al despertar de Conciencia (Espíritu)… en
sí, es al Re-conocerse en Conciencia, que no es más que entender que como
Conciencia que somos todos, se debe Ser consciente (Mente natural) del cambio
que se genera al poder disfrutar de la verdadera esencia “que se nos concedió.”
Pacha:
refiriéndose a la madre tierra y… Kutec: que
quiere decir, volver las cosas a su lugar o poner las cosas en orden. Por eso es
que debemos renovar la manera de pensar (ser conscientes), no quedarnos más
como niños en el conocimiento, sino que hay que trascender, ir más allá de la
mente natural (Rom: 12: 2). Ya sabemos que el conocimiento envanece, pero que el
amor edifica”. Y que si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como
debe saberlo. (1Cor: 8:2). Esta es nuestra oportunidad de despertar para
trascender y Re-conocernos como somos en verdad.
Si somos conscientes… "Todos
pensamos que tenemos las cosas claras, hasta que las tenemos que decir, y todos
cuando las decimos, no las podemos repetir con la misma exactitud como las
dijimos la primera vez." Porque en
parte conocemos, y solo en parte podremos hablar, más cuando venga lo perfecto…
Es aquí donde debemos trascender… “Somos y
estamos en lo perfecto.” Si con una sola ofrenda fueron puestos en lo perfecto
los que vivieron y trascendieron la cruz… (Heb: 10: 14). ¿Cuánto más nosotros
que SOMOS Su misma manifestación, plenitud,
esencia y vida Suya en este mundo? (1 Juan: 4: 17b), pues ES Dios el que vive.
ES el todo y en todos (1Cor: 15: 28).
Vale la pena ser conscientes del nivel de
gloria en el que nos encontramos TODOS, con la
salvedad de que unos han despertado a ella, y otros todavía no, y unos más, para
que lo tengamos presente… “no despertarán”, pero igual, desde siempre habitarán
y vivirán en esta gloria de bendición.
*Hoy todos, absolutamente todos en este plano
natural nos encontramos bajo la dirección del Espíritu en plenitud, la
doctrinal que el apóstol Juan denominó "Un cielo nuevo y una Tierra
nueva" que no es un cielo y/o tierra física, ni geográfica nuevas, sino de
orden, de voluntad, de gobierno y de naturaleza espiritual. (Gracia sobre
gracia, plenitud, esencia y vida de Dios en plena manifestación, en todo y en
todos). Nos encontramos en el "Mejor de los Momentos históricos en
Dios." En plenitud, completos, no nos hace falta NADA… ¡Somos!
¿Quién
puede decir que ha despertado a este conocimiento de verdad?
“El que ha
logrado entender cumplimientos, donde no tendrá más dudas escatológicas, ni más
Vacíos Doctrinales ni Espirituales para ejercitar su vida, tanto en lo natural
como en el Espíritu, pues está completo, reinando en vida y libertad* (Reynaldo
Estrada).
¿Por qué es que decimos que Somos?
Y es aquí donde me quiero apoyar con estas
palabras escritas en un tema anterior llamado “Dios el todo… es nuestra fuente
de vida”, donde se aclara que el “Único” que vive en este mundo terrenal es el
Señor, y el por qué Dios ES el todo, y en todos, así:
Leamos lo que fue escrito
en estos tres pasajes bíblicos para dar Claridad al porqué decimos que Dios ES,
y si Él ES el único que vive después de la cruz, es de sobre entender que
nosotros Somos la esencia, plenitud y vida del Yo Soy en este mundo, pues como
Él
ES, así somos todos…” (1Juan: 4: 17b).
El primero dice: “Pero
luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo (Jesús),
se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas (Cristo), para que Dios sea
todo en todos” (1Cor: 15: 28).
El segundo dice: “Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gál: 3: 28). Y el tercero y último dice:
“Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni
escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos” (Col: 3: 11).
Como
vemos al leer en estos tres pasajes, el común denominador que podemos entender
en ellos, es que… “Nada de lo que para el hombre religioso de su tiempo era
importante”, Dígase ser… (Judío, griego, esclavo, libre, hombre y mujer,
circuncisión e incircuncisión, bárbaro o escita), todo esto después de la cruz
deja de serlo; para dar paso al que ¡Todo lo llena en todo!, o sea al Espíritu…
a Dios.
Así
nos sea difícil de creer o de aceptar en este mismo momento, lo que en su
tiempo aclaró el apóstol Pablo a sus discípulos, diciéndoles que (el único que
vive en este mundo es Dios), y que es Él el que se manifiesta en, y a través
nuestro.
Hoy
esta verdad NO hay como negarla porque después de la cruz, y más exactamente
después del año 70, Su palabra de que “Dios sería el todo y en todos”, fue
cumplida en su totalidad.
¿Cómo fue cumplida?
1) En
(Efe: 1:10) dice que Él mismo se propuso "Reunir todas las cosas en
Cristo”, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, y que esa obra la
haría en ese cuerpo llamado Jesús. Todo lo que estaba en los cielos, como las cosas
que están en la tierra serían sujetas al Señor.
2) Luego
que todas las cosas le estuvieron sujetas, entonces también Él mismo en su
manifestación Cristo, debía sujetarse a la esencia que le sujetó a él todas las
cosas, o sea a Dios, para ser de ahí en adelante, Dios el todo, y en todos.
(1Cor: 15:28). Por eso es que compartimos sin temor a equivocarnos que
hoy… ¡Dios ES el todo y Dios ES en todos! sin acepción de personas. Y
si Él ES el único que vive en todos, es por eso que decimos que “Nosotros
Somos.”
En conclusión:
Somos…
El pléroma [πλήρωμα], vocablo griego del
verbo pleróo que significa "llenar", es un elemento común a muchas
doctrinas gnósticas, se define como la unidad primordial de la que surgen el
resto de elementos que existen o, dicho de otra forma, la plenitud. Es, pues,
un término relevante en la filosofía y la religión.
2.
Su esencia:
Esencia divina, que no es más que “La
naturaleza o el ser esencial de la persona de Dios” incluyendo las
características de Soberanía, Rectitud Absoluta, Justicia Perfecta, Amor, Vida
Eterna, Omnipotencia, Omnisciencia, Omnipresencia, Inmutabilidad y Veracidad.
3.
Y Su Vida:
Esto quiere decir, “eternos”
El concepto de eternidad (del latín
aeternitas), relacionado con el de inmortalidad, se refiere, popularmente, unas
veces a una duración infinita y sin límites, y otras designan una existencia
sin tiempo o fuera del tiempo. Sin embargo, los conceptos de
"eternidad", "inmortalidad" e "infinitud", al
ahondarse más específicamente en su estudio particular, no poseen, de hecho,
los mismos significados, tal y como ejemplifican los textos subsiguientes.
Existen diversas argumentaciones acerca del
tópico de la eternidad, a través de las cuales, quienes las sustentan,
empezando por el filósofo griego Aristóteles, tratan de demostrar que la
materia, el movimiento y el tiempo deben haber existido y existirán
eternamente.
El todo y en todos en plena acción, como fué
establecido.