(Isa: 55:8-9)
Así se escribió: “Porque MIS pensamientos NO son vuestros pensamientos, ni
vuestros caminos MIS caminos, dijo el Señor. Como son más altos los cielos que
la tierra, así son MIS caminos MÁS ALTOS que vuestros caminos, y MIS PENSAMIENTOS
más que vuestros pensamientos.
.
Este pasaje bíblico que he tomado para desarrollar la palabra que hoy
vamos a compartir, lo único que nos da a entender desde ese tiempo, es que… “la
mente natural no es de compararse con la mente celestial.” Que si hay algo en este
mundo en lo que debemos estar seguros por el Espíritu que nos habita es que… una
cosa son los pensamientos del hombre que con referencia a Dios, aquí en este
escrito son estimados como (bajos); y otra muy diferente es el pensamiento y la
palabra de Dios que con referencia al hombre, es estimado como (alto).
* Una cosa son los
pensamientos del hombre que son (terrenales), y otra cosa totalmente opuesta ES
el pensamiento de Dios, que ES (celestial). Dicho de otra manera… La diferencia
es “Del cielo a la tierra.”
Por esto es necesario que tengamos muy claro Aquí y Ahora, en el caso de
estas dos palabras que hoy vamos a estudiar (La Conciencia y la conSciencia); que
cuando leamos la palabra “Conciencia”, sepamos que a lo que nos referimos es a (lo
celestial, a lo superior, a lo más alto); y que cuando leamos la palabra “conSciencia”,
sepamos que nos referimos es a (lo natural, a lo inferior, a lo bajo).
Por lo que podemos decir entonces que el pensamiento de (la Conciencia),
o sea, de Dios; es mucho más alto que el de (la consciencia), refiriéndonos al hombre
terrenal, porque como lo dijo el apóstol Pablo: “una cosa era la gloria de los
celestiales, y otra cosa era la gloria de los terrenales” (1Cor: 15:40). De ahí
que “En Conciencia vale la pena en este momento, ser conscientes también de muchas
palabras que hoy usamos cuando hablamos, y que no prestamos el cuidado
necesario cuando las estamos utilizando. Ya sea por desconocimiento, o porque
no nos parece, o porque simplemente no hemos despertado aún a conocer más de ellas,
cuando las pensamos, leemos o decimos. Ej: (la verdad y la realidad) - (el oír
y el escuchar) - (la Gracia y la gracia) - (La Conciencia y la conSciencia),
etc.
Miremos estas palabras en particular.
(la verdad y la realidad). La verdad es lo ya
establecido, Su voluntad consumada, la verdad es… Dios; y la realidad es todo
lo que reconocemos cuando somos ejercitados con nuestros sentidos naturales. Ej:
“Lo que vemos, oímos, palpamos y hacemos.”
·
Respecto del (oír y el escuchar). Jesús dijo en su tiempo
a los discípulos: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…
(Juan: 10:27). Él no dijo: “Mis ovejas escuchan mi voz, y me siguen”, no.
Normalmente entendemos
que oír es solo percibir sonidos, y que escuchar es entender claramente lo que
oímos; pero aquí el Señor indicó exactamente el orden en que deben ser tomadas
las cosas cuando hablamos por el Espíritu, No es como se conoce normalmente,
sino como Dios lo dijo, “porque más altos son sus pensamientos que los del
hombre.”
· Igual sucede cuando hablamos de (la Gracia y la
gracia). Una cosa
fue la gracia como “favor de Dios o misericordia” dada en la cruz, para los que
vivieron separados de la gloria de Dios (AC); otra cosa es la gracia como “la
revelación de Dios al apóstol Pablo para los gentiles”, dándole el conocimiento
de los misterios ocultos… y otra cosa muy diferente es la “Gracia sobre la
gracia”, la plenitud, la esencia y la Vida que hoy se manifiesta en todo y en
todos (1Cor: 15: 28). “Porque de su plenitud tomamos todos, y Gracia sobre
gracia. (Juan: 1:16).
· Ahora está sucediendo lo mismo cuando nos referimos
a (La Conciencia y la conSciencia). Estas dos palabras las hemos escuchado en algún
momento de nuestra vida, y de alguna forma el significado de ellas han pasado desapercibidas
a nuestro entender natural o conSciencia, y es precisamente lo que nos
diferencia de todos los animales creados, pues la consciencia no es más que la
capacidad de raciocinio o entendimiento que tiene todo el género humano.
Conciencia y conSciencia son términos que usamos de manera espontánea
cuando hablamos libremente en el desarrollo de una conversación; y podemos
decir que estas dos palabras son intercambiables cuando queremos expresarnos
respecto de ellas, pero no siempre. A no ser de que lo hagamos en el sentido general de “percepción o
de conocimiento”, ahí si se usan ambas formas.
¿Por qué hago esta aclaración? Porque si consultamos el
significado de estas dos palabras en cualquiera de los diccionarios, las
encontraremos de la manera contraria a como hoy las vamos a estudiar. “En el
caso de la palabra Conciencia, su significado lo encontraremos pero refiriéndose
al de la palabra consciencia, y viceversa.”
¿Qué es la Conciencia?
Cuando hablamos de la Conciencia, de lo que realmente estamos hablando es
del conocimiento de nuestra verdadera identidad, del Espíritu que nos habita o
del Ser que ES a través nuestro y que Somos, así como fue dicho: “porque en él vivimos, y
nos movemos, y somos” (Hech: 17:28). En pocas
palabras, de lo que EN VERDAD estamos hablando
es del Ser eterno, del Yo Soy, del Ser sin límites, del que lo llena todo en
todos… de Dios.
§ La Conciencia define al Ser
que ES en todos… pero sin percepciones limitadas
(Luc: 1:37). Podemos decir también que la Conciencia es la misma presencia de
Dios. Y que la presencia, es la misma Conciencia pero hecha presente en todos…
sin discriminación alguna, porque en Dios NO HAY diferencias de ninguna clase.
NO HAY acepción de personas. (Rom: 2:11).
Conciencia: viene del latín conscientia (“ser conscientes de
ello”) se define en términos generales, como el conocimiento inmediato que el
sujeto tiene de sí mismo, de sus actos y reflexiones en un cuerpo natural, pero
también se refiere a la capacidad de los seres humanos de verse y reconocerse a
sí mismo en verdad por encima de lo real, y de juzgar sobre esa visión y
reconocimiento, obviamente esto, después de haber despertado a Su verdadera
identidad (Conciencia – Espíritu); porque en Dios es viendo lo que no se ve (el
Espíritu) y no lo que se ve (el cuerpo físico con sus debilidades), pues todo
lo real es temporal y no eterno (2Cor: 4: 18).
Por tal motivo podemos decir totalmente convencidos, que nuestro
ejercicio en este mundo es “vernos más allá del cuerpo natural, más allá de
toda debilidad… es vernos en verdad como lo que somos” ¡Dios
a través nuestro!
En el lenguaje castellano estas dos palabras parecen tener significados
confundibles y de cierto una escritura parecida debido a que se diferencian únicamente
por la letra ¨s¨ y su fonética es similar (o idéntica en Hispanoamérica). ¿Cómo
diferenciarlas?
1.- La conSciencia:
Es el estado fisiológico de vigilia que tenemos los seres humanos. La
capacidad en acto, en este plano físico o natural de reconocerse, constatarse
propiamente ante el entorno. Viene de estar… (conscientes, despiertos,
pendientes, claros, etc). En últimas quiere decir… ¡Ser conscientes que en este
cuerpo natural somos la Conciencia en plena manifestación!
La consciencia es la facultad humana de reflexionar ante las cosas o
circunstancias, siempre y cuando no se inmiscuya en la distinción entre el bien
y el mal, porque éste hablando humanamente, es relativo. ¿Qué quiere decir
esto? Que lo que para unos es bueno, para otros es malo, y viceversa.
Hay múltiples expresiones que nosotros usamos con la palabra Conciencia,
que no son válidas para consciencia. Ej: “sé que en Dios no hay ni bien ni
mal”, porque en Dios todo es (perfecto y necesario), pues todas las cosas “buenas
o malas” nos ayudan para bien (Rom: 8: 28); pero esta verdad que se dice
libremente en Conciencia, a la conSciencia del hombre no le es fácil asimilar,
como fue escrito: “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.” (1Cor: 2:14).
Una mala acción puede suponer un cargo de conSciencia (en nuestra mente
natural), mientras que cuando despertamos en Conciencia y tomamos consciencia (valoramos
las cosas ya, desde nuestra verdadera identidad), cuando pensamos a fondo sobre
ello; y hacemos algo a conciencia, lo hacemos con mucho amor, con empeño,
claros totalmente en lo que hacemos. Verbo: concienciar (se).
Pablo dijo respecto de esta verdad. “Si vivimos por el Espíritu, andemos
también por el Espíritu. No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a
otros, envidiándonos unos a otros”. (Gál 5:25-26).
Nota: “consciencia es siempre sinónimo de Conciencia, pero Conciencia no es
siempre sinónimo de consciencia. Ej: en la oración “Pedro recuperó la
consciencia o volvió en sí minutos después de desmayarse” en la escritura podemos
sustituir Conciencia por consciencia, así como lo hemos hecho; pero en la
oración “mi consciencia no me permite robar en una tienda” no podemos emplear
la palabra Conciencia Dios, porque se trata un asunto “moral” predicado por un
sujeto operatorio.
Miremos algunas explicaciones prácticas
¿Conciencia o consciencia? ¿Cómo escribiría Ud?
· Tengo conciencia, o/consciencia en que la ingeniería química sea una
carrera abstrusa.
· María siempre actúa según dicta su conciencia, o /consciencia.
· El perro demostró tener conciencia, o/consciencia al esconderse tras
robar la comida.
· Pese al trágico accidente, recuperó la conciencia, o/consciencia con
rapidez.
· Es necesaria la conciencia, o/consciencia de la gente ante las
injusticias del mundo.
Soluciones:
. Tengo consciencia de que
la ingeniería química es una carrera abstrusa o complicada.
. María siempre actúa
según le dicta su Conciencia.
. El perro demostró tener
conciencia al esconderse tras robar la comida.
. Pese al trágico
accidente, recuperó la consciencia con rapidez.
. Es necesario que la
gente tome Conciencia de las injusticias del mundo.
El vocablo Conciencia es válido en todos los
casos, mientras que consciencia tan sólo es correcto cuando la facultad humana
de reflexionar no se inmiscuye en la distinción entre “el bien y el mal.” En
caso de duda, es mejor optar por el vocablo Conciencia, para evitar su uso
incorrecto como regla mnemotécnica.
¡Seamos conscientes que debemos manifestar la Conciencia!
Miremos el siguiente ejemplo: En cierta ocasión Jesús dijo
conscientemente hablando desde su velo natural en (Juan: 10:30), así: “Yo y el
Padre uno somos.” Esto lo dijo identificándose en ese tiempo como la Conciencia
presente (Jn: 1: 14). Igual debe suceder con nosotros… desde nuestra naturaleza
humana, todo lo debemos percibir o discernir en Dios, yendo más allá de lo que
vemos, oímos, palpamos y creemos; o sea yendo más allá de la consciencia. “Es
viendo con los ojos del Espíritu… con los ojos de Dios, lo que no se ve (2 Cor:
4: 18).
La conSCiencia en cambio, es el conocimiento
de lo que nos rodea, obviamente hablando desde lo natural, desde el cuerpo de
carne, desde nuestro vestido terrenal en base a los órganos de los sentidos. En
sentido moral hablamos de consciencia como la “capacidad de distinguir entre el
bien y el mal.” Ej: en los dibujos animados podemos entenderlo como (el Pepito
Grillo de Pinocho, o el diablito o el ángel que posan encima de los hombros de
alguien en especial), cuando se quiere dar a entender que se tiene mala consciencia,
que les remuerde la consciencia, o que no se tiene Conciencia.
Otra definición es la que asocia la consciencia a un estado de unión con
la vida universal. Es una expansión continua igual que el universo… conscientemente
lo podríamos decir así: que ¡Dios ES el todo! “Porque las cosas invisibles de
él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación
del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa” (Rom: 1: 20).
La consciencia se define en términos generales como lo dijimos
anteriormente, al conocimiento inmediato que el sujeto tiene de sí mismo, de
sus actos y reflexiones, pero también se refiere a la capacidad de los seres
humanos de verse y reconocerse a sí mismos y de juzgar sobre esa visión y
reconocimiento. Por lo tanto, una vez que tenemos claro que no se trata de
estar despiertos solamente, sino de estar conScientes, es cuándo podremos
gozarnos de nuestro proceso en CONCIENCIA, que es en definitiva donde se
encuentran todas las respuestas a las preguntas que nos hemos hecho y nuestra
resolución existencial.
Reflexionemos un poco sobre esta pregunta… ¿Se puede ser consciente, sin Conciencia? ¡NO!
Ejemplo: en el supuesto caso que de alguna manera “pudiéramos apagar la Conciencia”
no estaríamos en el Aquí y en el Ahora, lo que nos indicaría que difícilmente
llegaríamos a elevar la consciencia. Es lo que se da a entender el cuento del
maestro zen que recibía muchas visitas de personas en busca de consejos, donde
un día recibió a un joven que se tomaba muy en serio su camino espiritual, y
decía que se sentía preparado para convertirse en la mano derecha de cualquier
gran maestro.
Ese día había llovido cuando el joven llegó a la casa del maestro. El
joven se quitó los zapatos y dejó el paraguas antes de entrar en la habitación.
Se inclinó ante el maestro y le dijo que le gustaría convertirse en su
discípulo. El maestro sonrió, pero no dijo ni una palabra. El joven, un poco
incomodado por el silencio, le dijo que había estudiado mucho. Que pensaba que
estaba llamado a convertirse en uno de los “iluminados”.
El maestro le preguntó: ¿sabes a qué lado de la puerta has dejado el
paraguas y a qué lado de la puerta has dejado los zapatos? N-n-no, tartamudeó
el joven desconcertado, y preguntó: ¿Por qué? El maestro le respondió de forma
muy calmada: “Porqué lo que tu buscas es la consciencia” ¿Y cómo puedes estar
consciente si ni siquiera sabes dónde has dejado los zapatos y el paraguas?
Preguntémonos…
Si no soy consciente considero que mis límites son fronteras
inexpugnables, acumulo límites… En cambio, un ser consciente conoce sus límites
y sin embargo aspira a la totalidad, quiere ir más allá de los mismos.
En algunos estudios hechos por profesionales respecto
de la consciencia, se ha planteado la siguiente pregunta: ¿La psicogenealogía puede ser una herramienta útil para ganar
consciencia?
Antes de dar respuesta a la pregunta, entendamos primero que es la
psicogenealogía:
En conclusión podemos decir que la psicogenealogía es un lenguaje de
precisión matemática, es un sistema de repeticiones con fechas, enfermedades,
muertes, situaciones, nombres: mapas neurológicos que se recorren y transmiten
de generación en generación. En ella se dice que “Somos portadores” de los
conflictos no solucionados de nuestro árbol familiar y eso se manifiesta en
nosotros como experiencias de sufrimientos, enfermedades y en definitiva
llevándonos a no realizar nuestros sueños. A esto es a lo que se refiere la
religión cuando se habla de “maldiciones generacionales.”
Se dice también respecto de la psicogenealogía que muchas veces, de
manera inconsciente, buscamos conectarnos con nuestros ancestros siguiendo sus
pasos sin saberlo, o como dicen nuestros viejos sabios refiriéndose a estas
palabras, nos dicen que: “hijo de tigre nace pintado” o “de tal palo, tal
astilla”, etc. Por tanto, conociendo nuestros ancestros, adquirimos una
identidad más individual al dejar de repetir patrones inconscientes.
En respuesta a la pregunta
anterior de que si la psicogenealogía puede ser una herramienta útil para ganar
consciencia? Podríamos decir de alguna manera, que sí: porque “cuando
construimos nuestro árbol genealógico estamos realizando una toma de
consciencia”. Ahora bien, una toma de consciencia que no es seguida de un acto
resulta completamente estéril. Y aquí es donde entendemos conscientemente que…
¡Un acción vale más que mil palabras!
Preguntémonos… ¿Desde
el momento de nuestro nacimiento tratamos de expandir continuamente nuestro
nivel de consciencia? Sí. El ser humano va
transitando desde los niveles más bajos: consciencia animal, hasta tratar de
alcanzar los estratos más altos, la consciencia cósmica y la divina:
* La consciencia animal:
caracterizado por los problemas de territorio. Entiéndase territorio por (casa,
hogar, familia, trabajo, hijos y nosotros como personas).
* La consciencia Infantil: es
la infancia persistente de niño donde se pide sin cesar, sin dar…
* La consciencia Romántica: cuando
la pareja es considerada como la panacea universal… * La consciencia Adulta:
ya el adulto es el sujeto que invierte. Ahora bien, puede ser un adulto
explotador, cuyo afán sea poseer y explotar, o un adulto generoso, que por el
contrario no se queda nada para él, sino que se lo da a los demás. El adulto
generoso también sabe recibir y aprende lo que es el servicio.
* La consciencia Cósmica: en
este nivel ya se ha descubierto que todo está unido, que nada hay separo y que
todo lo que sucede, sucede en la totalidad, nada está por fuera del todo. El
secreto de esta Conciencia es la “re-unión: volver a unir lo que estaba
separado. A esto se le conoció como el “Misterio de Su voluntad” (Efe: 1:9-10).
* La consciencia Divina: es
el nivel de Conciencia unida al nombre inefable que está dentro de cada uno.
Parece muy atrevido hablar de Consciencia divina, pero fue lo establecido en
Dios y por Dios después del año 70 (DC), donde se dice que Dios ES el todo y en
todos (1Cor: 15: 28), que Todos somos UNO (Gál: 3: 28), sin diferencias de
ninguna clase (Col: 3: 11).
Ya con este conocimiento… “Tenemos que dejar de pensar que Dios
nos va a arreglar las cosas, y decir que si Dios construyó mal este universo,
aquí estamos nosotros para rehacerlo. Y que si hay un Dios, estamos para
ayudarlo, no.
Analicemos algunos caminos que nos pueden servir para ganar consciencia.
Uno de ellos ser la información, considerando la información no como
palabras sino como experiencias… Otro es el arte, que nos abre a otros mundos,
a otras miradas, nos muta la consciencia.
¿Qué es una falta de consciencia?
Cuando algo que te ha sucedido y no recuerdas, te está marcando. Ej: el
trato que te dieron tus padres: las neuras, obsesiones, maltratos, etc, que se
transmiten por el árbol genealógico. Si nos hacemos conscientes de nuestros
traumas genealógicos, estaremos en condiciones de poder desactivarlos.
A despertar en Conciencia. “Cuando empiezas poco a poco a desprenderte
de tu identidad, a ser un humano genérico, dejas de verte en una edad
determinada. Luego dejas de identificarte con el tiempo en general. Después ya
no te reconoces originario de una patria o hablante de una lengua determinada.
No te ves en tu nombre, no te confundes con las cosas que posees, vas cesando
en la identificación. Te agarras a lo que eres. A la alegría de la vida. Eres
cada vez más feliz y no necesitas el traje rígido del carácter o de la
personalidad. Te haces fluido, como el agua”.
Finalmente, al morir, ¿qué es lo que dejamos al
mundo?
Cuando lleguemos a la muerte, lo mejor que podemos ofrecer es una
perfecta y luminosa consciencia, una consciencia clara que hay que saber crear,
porque si no, como decía Gurdjieff, mueres como un perro, sin ofrendar la
consciencia…
Por último leamos Diez reflexiones de
algunos sabios que hablaron sobre el tema de la consciencia.
1.- “Si queremos cambiar el mundo, primero debemos cambiar nuestra
manera de verlo” Que en el pasado este cambio de consciencia sólo sucedió a un
número muy reducido de personas, sin embargo en la actualidad el cambio de
consciencia se da a una escala mucho mayor. (Eckhart Tolle).
2.- “Darse cuenta de lo que hay que hacer, y no hacerlo, es cobardía” (Confucio).
3.- “La consciencia es la presencia de Dios en el hombre” (Swedenborg).
4.- “El valor sin consciencia es una fiera salvaje” (Robert G. Ingersoll).
5.- “… esa chispita del fuego celeste, la consciencia” (George
Washington).
6.- “Que peligrosa es la inconsciencia! Para liberarte de los prejuicios
solo tienes la consciencia. Es la consciencia la que te puede liberar. Siempre
serás esclavo de las cosas de las que no eres consciente” (Anthony de Mello).
7.- “La conciencia es la brújula del hombre”. (Vincent Van Gogh).
8.- “La finalidad del arte es dar a la gente un mayor nivel de
conciencia”. (Brassai).
9.- “La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo.” (William
Shakespeare).
10.- “Conciencia es la voz silenciosa de tu ser interior que no te deja
ni de día ni de noche, ni en la vigilia ni en el sueño esperando que lo
escuches”. (Vásquez D.R.D).
En conclusión entendemos ya conscientemente que SOMOS la
Conciencia, Espíritu, Yo Soy, el Ser sin límites en plena manifestación. Somos
la Conciencia Dios hecha presente en todos y cada uno de nosotros… estemos o no
conScientes de ello.
¡Dios mismo ES la Conciencia manifestándose a través de…!