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¡La Vida del Todo!


¿Qué es, o quién es ese todo al que nos referimos?  Y la respuesta a esta pregunta creo yo, aclarará muchas de las incógnitas que tenemos en este nuestro caminar de bendición.


Pero para que podamos entender muy bien la respuesta a esta pregunta, vamos a poner un cimiento al tema que vamos a tratar, “La vida del todo”, pues debemos estar claros en que una cosa es entender las cosas, ya sean naturales o espirituales desde el punto de vista de la razón o de la realidad, y otra cosa muy diferente es hacerlo desde el punto de vista del Espíritu o de la verdad.

Porque como lo dijera el apóstol Pablo a sus discípulos en su tiempo, dándoles a entender que habían muchas cosas que al hombre natural le sería muy difícil entender, no así al hombre espiritual, les dijo:  “nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1Cor: 2:12-14). 

Antes de todo  aclaremos estas dos palabras…

La realidad y la verdad:·         

1) La realidad no es más que todas esas cosas que nosotros percibimos del reino de los sentidos naturales, como son (la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído). Sin ellos nos sería muy complicado movernos en esta tierra de bendición, aunque muchos lo hacen “sin problemas”, porque así fue establecido desde antes por Dios. ·         

2) Y la verdad ES esa que percibimos o discernimos por el Espíritu que somos, porque lo espiritual solo se puede entender espiritualmente. ·         

3) La verdad es esa que está en el corazón y que cuando la oímos o leemos, al momento nos identificamos con ella, eso sí… sin cuestionar ni pedir confirmación natural al respecto, porque estaríamos cayendo de nuevo en el plano de la razón o la lógica naturales. Cuando hablamos de la verdad… ¡Solo sabemos que ES así y ya!

Ahora sí, definamos entonces ¿Qué o quién es el Todo?


EL TODO es EL SER...
(Dios – El Universo) o como lo conozcas está bien.

ES el AMOR, la VIDA ETERNA, la divinidad infinita, la inteligencia superior, la eterna energía, la totalidad, ES el Espíritu que nos habita y que somos. Sin nombre, sin denominación, sin religión, sin jerarquías religiosas, sin credos y sin esos cuadros conceptuales que antes de unirnos, nos separan.

Tú, yo y todos en esta manifestación natural humana SOMOS la chispa del Ser eterno, la Conciencia universal del todo poderoso, del Espíritu que lo llena todo en todo. Y es éste Espíritu precisamente el que se está manifestando HOY en todo el mundo… en todo y en todos, tal y como lo expresara el apóstol Pablo en su tiempo a sus discípulos, diciendo: “Porque en él vivimos y nos movemos y somos.” (Hech: 17:28).

Y ¿por qué decimos que el todo ES en todos?

Ø  “Porque EN Él no hay acepción de personas.” (Rom: 2: 11). Y esta es la verdad en la que nos debemos ver y mover, así la realidad nos diga otra cosa…

Ø  “Porque TODAS las cosas (naturales y celestiales, etc) fueron reunidas en Él conforme a Su propósito eterno (Efe: 1:9-10).

Ø  Porque solo renovando la manera de pensar podremos gozarnos de esta tremenda bendición que se estableció en la cruz como Su buena voluntad, agradable y perfecta (Rom: 12: 1-2).

Ø  Por eso… ¡Veamos AL TODO siempre en lo que no se ve, en lo eterno y no en lo temporal¡ (2Cor: 4: 18). 

Entendamos que en el mundo del Espíritu, en el mundo del todo… nada es lo que parece. 

“Nada funciona como creemos que debería funcionar.” Hoy todo lo que estamos viviendo es una ilusión, así te suene a locura, como lo dijimos anteriormente,  porque “El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1Cor: 2:14). Ahora… para que hoy podamos decir verdades como ésta a personas que han sido enseñadas o levantadas en un conocimiento tradicional aprendido, obviamente que vamos a necesitar mostrarles algo en que afirmarse; por ejemplo un “respaldo bíblico que sustente lo dicho”… así como nos lo enseñó la religión.

Y es precisamente el apóstol de la revelación el que aclaró en su tiempo a sus discípulos la verdad que les afirmaría a ellos de ahí en adelante, y que hoy tomamos como respaldo para aquellos que lo necesitan, como fue dicho: “porque en él vivimos y nos movemos y SOMOS.” (Hech: 17:28).


Ellos en ese tiempo tenían que entender y despertar a esa verdad de que: “No habían recibido cualquier espíritu, sino el Espíritu que provenía de Dios mismo; para que valoraran lo que se les había concedido… (1Cor: 2: 12). Y de igual manera estamos haciendo hoy, porque todavía hay mucho desconocimiento en muchos de quién ES en verdad el Ser que nos habita, vive y se manifiesta a través nuestro. HOY ES el Espíritu eterno el que nos habita, y vive Su experiencia en este cuerpo terrenal; pero esta es la verdad que todavía muchos desconocen y muchos cuando la leen o la oyen nos tildan de locos. ¿Por qué? Porque esto solo se tiene que discernir espiritualmente.

El desconocimiento, la ceguera o ignorancia de las cosas como son, producen destrucción, oscuridad y muerte. Tal y como fue dicho por el profeta: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento (Ose: 4: 6).

Nota:

No hay nadie más que la religión, díganle como le digan (Católica, evangélica, protestante) o llámenla como la llamen (Cristianismo, Islamismo, Judaísmo, etc);  es la que ha tenido enredada a la humanidad entera llevándolos a vivir una existencia errada “separada en su mente” de su verdadera esencia, del TODO, del Espíritu universal creador de todas las cosas… y por ende viviendo inconscientemente de la forma como “no le corresponde”… pero que a ellos, si les conviene; porque sin sabiduría el hombre se “pierde.” 

Con estas palabras  ya claras, nuestra mente natural empezará a despertar; porque de seguro estas, no son palabras que se lean, se digan o se oigan muy a menudo en nuestros lugares de reunión. Esto lo digo independientemente del lugar donde te congregues.

Retomemos…  ¡EL TODO ES EN TODOS!

Esta verdad fue escrita por el apóstol Pablo y tuvo cumplimiento en el año 70 (DC); y obviamente la puedes confirmar en cualquier libro de historia universal. De igual manera lo puedes corroborar en la biblia porque fue escrita y aclarada por el apóstol de la Revelación en (1Cor: 15:28), donde escribió respecto del hombre que muchos habían conocido como Jesús; y que en su tiempo se conocía como (El Cristo o el resucitado), les dijo: “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos”

lógicamente verdades como estas no podemos negar que son entendibles… aunque para muchos decir que las entienden, es “fácil”, lo difícil es aceptarlas; y mucho más… “no cuestionarlas o ponerlas en tela de juicio”; pero para el Espíritu que somos, simplemente SON la verdad.

Como lo dijimos anteriormente… en el mundo del Espíritu, nada funciona como creemos que debería funcionar. Analicemos lo siguiente:

¿Qué sucede cuando un pensamiento llega a tu mente?

Inmediatamente aparece otro de la nada para oponerse; pero esto sucede solo como ejercicio natural en este vestido terrenal, porque en el Espíritu que ES a través nuestro, Sus Pensamientos NO tienen opuesto; por eso: “Andemos conforme a lo que somos,  Espíritu; porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagámos lo que queremos hacer (Gál 5:16-17).

El Espíritu siempre está dispuesto, NO cuestiona, no condena, no razona, no argumenta, no alega, no opina, no piensa… simplemente ES. Así como lo dijo Jesús en cierta ocasión: “el Espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mar: 14: 38).

La experiencia del TODO, del Espíritu que ES a través de Su cuerpo; o sea “nosotros.” ES compartir y vivir verdades.



Pablo lo decía de otra manera para ellos en su tiempo:

Anunciar y Aclarar a todos la gloria o despertar que vamos teniendo en particular…

“A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,  y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor..” (Efe: 3: 8-11).

Es en el cuerpo donde el Espíritu experimenta un ejercicio natural que duele, cuestiona, da temor, miedo y aterroriza cuando hay resistencia a la verdad que se experimenta o se vive en esos momentos, pero debemos descansar en que ES solo la experiencia del Espíritu la que vemos o percibimos con nuestros sentidos naturales; pues el que vive es Él, el TODO, la vida misma, la Conciencia eterna en este vestido natural.

A nosotros nos duele, nos da temor, miedo y nos aterroriza porque es la sugerencia del falso dios ego a nuestra mente, llevándonos a pensar que somos nosotros los que vivimos, cuando la verdad es que solo existimos a este mundo terrenal… porque ¡LA VIDA ES ÉL!

Por eso el apóstol les decía: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;  porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…” (2Cor: 10: 3-5). 

Leamos estos dos ejemplos que vivió el Espíritu (Antes de la Cruz en el cuerpo Jesús y Después de la Cruz en el cuerpo Pablo).



1.- JESÚS: “Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron.  Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación (Luc: 22:39-46).

Como vemos en este escrito, igual que sucedió a Jesús quien era el cuerpo del Espíritu en ese tiempo, nos sucede a nosotros; pues es a lo que de alguna manera todos vamos a tener que despertar, a entender… que no somos el cuerpo, sino el Espíritu y como tal debemos vivir; para poder levantarnos ante esas situaciones adversas que se nos presentan.

2.- PABLO: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. (1Cor: 2:1-16).

Igual que Jesús siendo el Espíritu, el Dios eterno, la vida, el camino y la verdad, le sucedió a Pablo; por más verdad y revelación de lo alto que se le hubiera dado, tuvo temor, temblor y debilidad al compartir esas cosas que para el que recibe la palabra en su mente razonal, le va a parecer locura y mucho más en ese tiempo, donde el compartir palabras en contra de la religión de ese tiempo, ocasionaría la muerte…

 

En conclusión: 


Es el todo, el AMOR  el que vive  Su experiencia a través nuestro… así nos sea difícil de entender, de asimilar y de aceptar.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;  no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser…

Ya sabemos según lo escrito que ese TODO, ese amor se vistió de carne antes de la cruz en el cuerpo Jesús (Jn: 1: 14) y cumplió un propósito especial de redención, perdón, justificación, salvación y glorificación para todos aquellos que habían perdido la gloria de Dios (Jn: 3: 16) en ese tiempo.

En la cruz le fueron sujetas TODAS las cosas, tanto las terrenales como las celestiales (Efe: 1:9-10); para que llegado un tiempo esa manifestación Cristo, de igual manera se sujetara al Espíritu que le sujetó a él todas las cosas, para de ahí en adelante ser Dios el todo y en todos.” (1Cor: 15:28). “El Espíritu, esa súper eminente grandeza del poder de Dios, que levantó a Jesús de entre los muertos, es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” (Efe: 1:23).

"Esto que nosotros estamos viviendo hoy para despertar del letargo religioso en el que fuimos sumidos, es parecido en cierta manera a aquello que hace que el pollo pique el cascarón, hasta que lo abre. No existe poder racional detrás de eso – pero el pollo es forzado de alguna manera, a mantenerse picoteando hasta que el cascarón se abre.

Hay una Fuerza actuando en nosotros, la cual nos hace picotear, hasta que atravesamos el velo de los cinco sentidos, hacia otro universo – tal como un pollo atraviesa la oscuridad, así también nosotros. Y esa Fuerza está siempre en movimiento a través de nosotros, enviando impulsos, viviéndose a Sí Misma, expresándose. Y nosotros, nos hemos avivado por dicha Fuerza, para que EL TODO – El Dios quien siempre estuvo vivo manifestándose a través nuestro, esté convirtiéndose ahora, en una Fuerza Viva dentro nuestro (La Conciencia), y de la que debemos estar conscientes.

Esta Fuerza era nosotros, antes de esta forma; esta Fuerza Viva es nosotros, ahora; esta Fuerza Viva seguirá siendo nosotros, después de esta forma – se trata de El Primero; se trata de El Último; se trata de El Todo-en todos; se trata del Receptáculo Único de la verdad.       

Nosotros estamos comenzando a concientizar que nosotros, somos esa verdad – no estamos divididos de Ella; nosotros jamás podríamos estar divididos de nuestro Ser. Y cuanto mayor reconocimiento de lo anterior, tanto más abundante el fruto o manifestación del Espíritu."

Esa es la dinámica. Tienes a estos psicópatas atrás de todo, que están dirigiendo el espectáculo de la pandemia, y tienes a los que no tienen ni idea.  ¿Quién Soy?  ¿Dónde estoy?  ¿Qué está pasando?  Gente en la política que está respondiendo a eso. Oh! Todos vamos a morir. Los vamos a encerrar. Pero realmente no tienen ni idea de lo que realmente está pasando.

 Somos EL TODO, la plenitud, bendición, esencia y vida misma del Espíritu en este mundo de bendición.

 

“El Conocimiento” y el “Re – Conocimiento”


 Estas dos palabras son claves para entender nuestro despertar, poder, plenitud, esencia y vida en este mundo de bendición… y no podemos desconocer ninguna de ellas porque tanto la una como la otra son fundamentales en éste nuestro caminar terreno.

Reflexionemos un momento y pensemos un poco acerca de estas dos palabras, “el Conocimiento y el Re – conocimiento” para que nos demos una idea de lo que hoy  queremos compartir.

“Si nosotros teniendo conocimiento de las cosas, o por lo menos de todas aquellas cosas que vamos necesitando conocer en este mundo para nuestro crecimiento personal y para el normal desenvolvimiento que requerimos en él, el conocimiento no nos garantiza que vamos a ponerlo por obra…”

Quiero que tomemos este ejemplo y lo analicemos bien:

ü “Que el hombre tenga el conocimiento de qué o quién es él en este mundo no necesariamente le llevará a vivir como lo que es. A no ser que haya estado dentro del propósito y voluntad establecidas EN Dios, pues entender estas dos palabritas y vivirlas, “no depende del que quiere o del que corre, sino de Dios (Rom: 9: 16).

Como bien sabemos, hoy después de 21 siglos de que se estableciera en la cruz una voluntad perfecta de Dios para la humanidad, esto “conforme a lo aprendido”; muchas personas tienen solo un conocimiento al respecto, el que les han inculcado en sus púlpitos, en los salones de colegio y universidad, el que han recibido desde su propia casa, etc; pero de seguro NO es el que los va a llevar a despertar en Conciencia, no. Aunque podemos decir que es el canal o trampolín, por decirlo de alguna manera que debemos transitar para llegar al “Conocimiento pleno” del que habló el apóstol Pablo a sus discípulos en (Col: 3:10).

A.- El Conocimiento.
¿A quién no le gustaría tenerlo?

Ahora, sabemos que para desempeñar cualquier labor u oficio en alguna empresa nos es necesario tenerlo. Sabemos también y creo por experiencia propia, que de alguna manera tener conocimiento nos da “seguridad”, pero es bueno abrir nuestra mente para entender que paradójicamente, el Conocimiento… limita, pero el Re - conocimiento nos permite ver en Conciencia, como se dice religiosamente (con los ojos del Espíritu), que SOMOS el Dios que ES a través nuestro, por lo que ahora entendemos que con esta verdad YA CLARA… “Todo lo podemos, y que nada nos ES imposible alcanzar.”

En el libro de (Mat: 17:14-20) se narra un suceso que Jesús tuvo con sus discípulos indicándoles acerca de esto, porque ellos podían tener el conocimiento de la persona que compartía con ellos todo el tiempo, lo veían hacer milagros, prodigios y señales, pero ellos NO habían despertado de su religiosidad a poder ver las cosas por el Espíritu. Obviamente en ese tiempo por su incredulidad y porque todavía no se había cumplido el que el Espíritu habitara en ellos… a pesar de que con ellos compartía todo el tiempo.

Leamos lo que dice: “Cuando llegaron al gentío, vino a él un hombre que se arrodilló delante de él, diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. Y lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar.

Respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo acá. Y reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora. Viniendo entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

Si algo debemos tener bien claro es que todos en sí vamos a ser ejercitados en este cuerpo natural mientras existamos en este mundo, pero muy pocos van a ser los que despierten a esta verdad de entender por el Espíritu, que es Él mismo el que está viviendo una experiencia terrenal a través nuestro, (Su experiencia), y que lo hace, manifestándose en TODOS sin acepción de personas.

Como es “normal” en esta existencia y por causa de la ignorancia o el poco conocimiento que muchos tenemos de las cosas, muchos decimos y creemos que lo mejor que nos puede suceder para salir de la ignorancia siempre es “el conocimiento”, pero todo esto es relativo… porque ya sabemos que en Dios, siempre habrá algo más allá del conocimiento que para nosotros es muy importante entender.

Unos dirán que “el conocimiento es bueno, y otros dirán que es malo”, pero por causa de no haber renovado nuestra manera de pensar, se seguirá llamando “bueno a lo malo y malo a lo bueno”; se seguirá poniendo la luz por tinieblas y las tinieblas por luz, y así sucesivamente como hemos aprendido. De aquí la importancia de valorar muy bien el sentido con el debemos responder, y aún poner en ejercicio la sabiduría que debemos manifestar para gozarnos en esta respuesta…

Preguntémonos: ¿Cuál de estas palabras creen Uds que nos es más importante atender, “el Conocimiento” o el Re-conocimiento…? (Gén: 3:1-7) (Gál: 2:20a) (1Cor: 15: 28).

Estos pasajes bíblicos que he tomado como referencia, son solo eso, la referencia que todavía muchos necesitan para poder de alguna manera asimilar o aceptar lo que se está compartiendo… aunque para algunos leyendo y entendiendo lo que leen, no les será fácil asumir estas verdades por causa de lo ya aprendido religiosamente o el (conocimiento). Con todo y eso, está en la soberanía de Dios el poder despertar a ella… porque recordemos: “NO ES del que quiera, ni del que corra, sino de Dios.” (Rom: 9:16).

Entendamos primero ¿Qué es conocimiento? 

Conocimiento = “Gnosis” 
  • Conocimiento viene del verbo conocer, que quiere decir: “Tener en la mente información sobre algo o tener información o conocimiento profundos y con experiencia directa sobre algo.” El conocimiento se suele entender como: “Hechos o información adquiridos por una persona a través de la experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un asunto referente a la realidad. 
  • El conocimiento es todo aquello que se adquiere como contenido intelectual relativo a un campo determinado o a la totalidad del universo.” 
  • Podemos decir también acerca del conocimiento, que es un conjunto de información almacenada mediante la experiencia o el aprendizaje (a posteriori), o a través de la introspección (a priori). En el sentido más amplio del término, se trata de la posesión de múltiples datos interrelacionados relacionados que, al ser tomados por sí solos, poseen un menor valor cualitativo.

1.- Ahora sí, leamos el primer pasaje bíblico de (Gén: 3:1-7) para que tomemos idea y demos piso a lo que vamos a compartir acerca del conocimiento, el cual dice: “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal (esto es conocimiento). Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

Como leemos en este relato, fue precisamente el “conocimiento de la cosas”, el que le ocasionó al hombre perder el control de todo lo que se le había entregado, pues ya el “bien y el mal” que estaban bajo el control y sujetos al señorío del (Ser creador – Dios), al hombre se le salió de las manos llevándolo a perder la “Gloria e identidad celestial”, y vivir de ahí en adelante apoyado en su lógica y razonamiento; por eso el profeta les dijo en su tiempo al pueblo hebreo: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!”  (Isa: 5:21)  (Rom: 3:23).

¿Por qué es necesario el conocimiento?

Sencillo, porque es una gloria en la que muchos vamos a ser ejercitados para que aprendamos en este cuerpo natural, a valorar lo “ya establecido.” Ahora, si ya tomamos piso respecto del tema que estamos tratando, podemos darnos cuenta que por el hecho del hombre haber caído en tremenda inconsciencia, lo llevó a ser ejercitado en una palabra que poco conocemos… (Agnosia).

Éste término agnosia tiene su origen etimológico en el griego. En concreto, podemos determinar que deriva también de la palabra “agnosia”, que puede traducirse como la “incapacidad para reconocer”. Se compone a partir de la suma de tres partes claramente diferenciadas:

·         El prefijo “a-”, que es equivalente a “sin”.
·         El sustantivo “gnosis”, que es sinónimo de “conocimiento”.
·         El sufijo “-ia”, que puede traducirse como “cualidad”.

Humanamente hablando, este concepto “agnosia” se emplea en el terreno de la medicina para referirse a un trastorno de la percepción que lleva a un sujeto a NO reconocer individuos, elementos o situaciones que, anteriormente, le resultaban familiares. Quien padece agnosia, de este modo, se vuelve incapaz del reconocimiento de ciertos estímulos que ya había aprendido. El trastorno además puede provocar la imposibilidad de aprender otros estímulos. 

Ahora espiritualmente hablando, sabemos por lo escrito en la biblia, que el hombre después de “su caída” en el huerto del edén, fue constituido pecador y perdió la gloria de Dios, olvidando totalmente su identidad celestial… “Por lo menos así está escrito, como lo describe la guía bíblico religiosa que se predica en el mundo entero”

Esta incapacidad del hombre de reconocerse a sí mismo en su identidad celestial y por ende, reconocer a otros en esa misma identidad, no está fuera de la “prognosis o conocimiento anticipado de Dios”; pues todo cumplió Su propósito conforme a lo establecido desde la eternidad. ¡Nada está, ni estuvo, ni estará fuera del control total del Dios Creador!

¿Para qué nos sirve entonces el conocimiento?

Sencillo, nos sirve para “crecer”, no solo porque nos permite desenvolvernos social, académica, moral, espiritual e intelectualmente, sino que es el tránsito de gloria por el que llegaremos a saber cuál es verdaderamente nuestra identidad celestial según lo ya establecido en Dios.

Otro aporte que me dio una persona a la que le hice la pregunta fue: “para poder hablar con razón” y un aporte más, dice que el conocimiento nos sirve para “expandir el entendimiento”, otro dice: “para enseñar a otro a ver”, otro más dice: “para compartirlo, porque dar es recibir”, y el último que me enviaron fue, que nos sirve para: “estar a un paso del Re - conocimiento”

Creo con plena seguridad que hay muchos más aportes y definiciones acerca del conocimiento que nos van a servir para subir ese peldaño que todos inconscientemente esperamos subir, como lo dijo en cierta ocasión Pablo a sus discípulos: “hasta que todos lleguemos al conocimiento pleno, al varón perfecto.” En últimas, el conocimiento “nos lleva” al Re - conocimiento.

2.- Leamos ahora lo que dice en (Gál: 2:20a). “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.” Este conocimiento o despertar espiritual fue el que le permitió al apóstol en su entendimiento, empezar a disfrutar verdaderamente de “ver a Dios mismo vivir Su vida a través de él”, y valorar que había una (Gracia - Dios – plenitud - esencia y vida), por encima de la “gracia – revelación” que le había sido dada para predicar a los gentiles, como lo escribió el apóstol Juan cuando dijo: “porque de Su plenitud tomamos todos, y Gracia sobre gracia.”

Con esta verdad ya bien clara, pudo valorar esos pasos de “ley y de gracia” que a él le eran necesarios pisar para poder IR ahora ´si, adelante a LA PERFECCIÓN que era Dios mismo a través suyo.

3.- Y por último leamos lo que el apóstol Pablo dijo a los Corintios así: “porque todas las cosas El Espíritu las sujetó debajo de los pies de Jesús el Cristo (1Cor:15:27). Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él (Efe: 1:9-10), claramente se exceptúa a aquel Espíritu que sujetó a él Jesucristo todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también “el Hijo mismo” se sujetará al Espíritu que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios el Espíritu sea todo en todos.” (1Cor: 15: 27-28).

Entender por el Espíritu esta tremenda bendición que el apóstol les dijo, era precisamente el punto de partida para empezar a disfrutar de la plenitud en la que ellos habían sido sumergidos, sin obras; y que hoy nosotros somos, pues precisamente el cumplimiento de esta verdad en la que nosotros estamos seguros, se cumplió en el año 70 donde se estableció conforme a Su voluntad perfecta que desde ese tiempo, ¡Dios ES el todo y en todos!

Esta es la verdad que nos permite después de haber sido ejercitados en el conocimiento, sea cual haya sido el conocimiento, “subir” a la gloria de vernos en nuestra verdadera identidad celestial (Espíritu – Dios), y Re - conocernos como tal.

B.- El Re – conocimiento: es una palabra compuesta. 

R= es un prefijo.
Componente de palabra procedente del latín. re, que significa: repetición (dos veces) o negación.

Conocimiento quiere decir “Gnosis – Logos – Verbo” 
Conocer = es tener en la mente información sobre algo o alguien; es llegarse a… o ser uno con…

Decimos “Reconocimiento” al despertar EN Conciencia.

Despertar en Conciencia es esa palabra especial de la que hemos oído hablar durante mucho tiempo, pero que en este cuerpo natural es apenas el ejercicio de vida en el que tenemos que participar hasta que vivamos verdaderamente en sí “lo que somos.” ¡El Ser que siempre ha sido, el Espíritu, el Dios eterno… a través nuestro!

¿Por qué decimos… Re – conocimiento?

Es aquí donde me gustaría contar con su atención máxima, para que esta explicación no solamente pueda ser entendida, sino también vivida en la magnitud que tiene para nuestra bendición. Creo que ya entendimos la raíz de la palabra “Re – conocimiento”, o los significados que tiene, como son (repetir, dos veces o negación), pero sé que entre más claros sean los ejemplos y las aclaraciones que podamos hacer al respecto, es mucho mejor.

Decimos “Re – conocimiento”, porque debemos volver a conocernos en nuestra identidad celestial, en nuestra verdadera esencia, en el Espíritu, en nuestro Yo Soy eterno mientras vivíamos en un cuerpo físico; porque así nos hayamos vestidos de carne y huesos, no somos lo que vemos, sino lo que no vemos. No somos el exterior que se ve con los ojos naturales, sino el Ser interno que no vemos, eso somos, y fue precisamente la aclaración que Pablo hizo a sus discípulos en Corinto que  vieran lo que no se vé y no lo que se vé; porque lo que se ve es temporal, pero lo que no se ve es eterno (2Cor: 4: 18).

Como hemos leído y sabemos, se dice que antes de la cruz, la Gloria de Dios o el Espíritu que había sido puesto en el hombre, fue “anulado, apartado, quitado, separado” por causa del pecado, y muchos predicadores dicen que desde ese momento el hombre cayó en “muerte espiritual”, por lo que TODOS los que vivieron antes de la cruz, nacían cual el terrenal Adán, separados de Dios.

Hoy en día no podemos decir que el Espíritu al tomar cuerpo en este mundo está muerto, no; pero si podemos decir que el Espíritu cuando entra en el cuerpo queda como en “Stan By”, se “adormece o se duerme” para despertar después de haber sido ejercitado en el conocimiento. Tampoco podemos decir hoy que el hombre está separado de Dios porque el Ser que nos habita y que somos ES Dios mismo… a través nuestro, así nos suene a locura. En Dios NO HAY separación.

Ahora lo que si podemos decir para darnos a entender, es que el Espíritu que nos habita, experimenta en el cuerpo natural lo que anteriormente decíamos que era “Agnosia”, que no es más que la “incapacidad para reconocer o reconocerse.” Pues la agnosia es un trastorno de la percepción que lleva a un sujeto a NO reconocer individuos, elementos o situaciones que, anteriormente, le resultaban familiares, y que producía la incapacidad de reconocer ciertos estímulos; esto es lo que podríamos decir que le sucede al Espíritu cuando toma un cuerpo natural.

En conclusión: 

Podemos decir que Conocimiento es: “tener en la mente un conjunto de información, de hechos, o la posesión de múltiples datos interrelacionados sobre algo o alguien. Entendemos que conocimiento es todo aquello que se adquiere como contenido intelectual y que es “relativo”… pero que de alguna manera es el canal o tránsito de gloria para “llegar” al Re conocimiento. 

Y podemos decir que el Reconocimiento es ese despertar del Espíritu en el cuerpo natural, lo que nosotros llamamos “el despertar en Conciencia”; porque, si o sí… debemos volver a conocernos en nuestra identidad celestial, en nuestra verdadera esencia, en el Espíritu, en nuestro Yo Soy eterno.

Somos la manifestación de Dios en plena acción. Su gloria, poder, sabiduría, bendición, plenitud y vida Suya en este cuerpo natural.

Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!