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Viviendo la Gloria de Dios (2 Parte)

Esta es la verdad a la que “Muchos” irán despertando paso a paso, conforme a la medida del conocimiento y al propósito establecido por Dios, para cada uno. Como lo dijo el apóstol Pablo: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2Cor: 3:18) (Rom: 12: 2).


Recordemos: 

La Gloria de Dios es la misma identidad “perdida” del hombre… (La identidad celestial) el “Ángel - Espíritu”… Esa identidad que fue “Generada – Degenerada – Regenerada”

a) Generada en los cielos por Cristo, con el aliento de su boca “La Palabra” (Sal: 33: 6).
b) Degenerada en la tierra por el pecado de un hombre “Adán” (Rom: 5: 12).
c) Y regenerada en la cruz por Dios mismo en un cuerpo llamado Jesús… De ahí el por qué se escribió que “El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc: 19:10). Ej: “La parábola del tesoro perdido en el campo”  (Mat: 13:44).

¿Cómo se perdió esa Gloria?

Ya lo dijimos… Por causa del pecado de un hombre, y como consecuencia, ese pecado pasó a todos los hombres que vivieron antes de la cruz; por lo que fueron destituidos, muertos o separados de la Gloria de Dios (Rom: 3: 23). 

HOY, la ignorancia y a la ceguera espiritual que todavía se tiene en la mayoría de las congregaciones llamadas cristianas, al desconocer que el pecado fue quitado de en medio (Heb: 9:26), en un día como lo dijera el profeta (Zac: 3: 9b), pero que sigue vivo en la mente de todos aquellos que todavía se rigen por la ley; por ese ministerio de muerte y de condenación dado a “Moisés” quien era el dios de ese siglo, no les permite disfrutar de esa gloria y vida de Dios que en ellos se está manifestando (Éxo: 4:16).

Esta ley fue dada en  ese tiempo para que “No les resplandeciera la luz del evangelio de la gloria de Cristo” (2Cor: 4: 3-4). Por eso el entendimiento de ellos se embotó. Y sigue sucediendo lo mismo hasta el día de hoy con todos aquellos que cuando leen el antiguo pacto, cuando leen a Moisés, sin tener abiertos los ojos del entendimiento, les queda el mismo velo no descubierto puesto sobre el corazón de ellos, el cual por Cristo es quitado, pero… “Cuando se conviertan al Señor”… ¡El velo se les quitará! (2Cor: 3:7-18).

Meditemos por el Espíritu en algunos de los pasos que se dieron para que se pudiera efectuar “La Restauración de La Gloria de Dios en el hombre.” 

Está escrito: “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan: 8: 32).

a.- En (Rom 5:13-14) dice que: Antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán HASTA Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. (Moisés se cuenta hasta la cruz).

b.- (Rom: 5:20) dice que: La ley se introdujo para que el pecado abundase, pero… Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia. Cristo Jesús era (La Gracia de Dios), el favor de Dios, el AMOR DE DIOS manifestado y que había de venir para quitar el pecado de su pueblo… (Juan: 1:29). 

c.- Lo que quiere decir, que “Ya no hay pecado” porque ¡Fue quitado! (Heb: 9:26). Y para que no hubiera una ley que le diera más vida al pecado, haciéndolo abundar…  ¡Abolió La ley de Moisés!, la quitó para siempre en la cruz… (Efe: 2: 15) y estableció una Ley superior, que hoy rige nuestra vida en todo momento, “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús” (Rom: 7: 6 y 8: 2). 

d.- Cristo “Quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio”  (2Tim: 1:6-11)…  

Por eso el ejemplo de vida o testimonio del apóstol Pablo  y su exhortación a dejar esa forma de doctrina; porque él había sido partícipe de esa LEY de Moisés, y había vivido en carne propia las consecuencias de (Condenación y Muerte) que ella traía… Por eso, esa ley la tuvo como pérdida y la estimó como basura por ganar a Cristo (Fil: 3: 8). 

1.- Tú y Yo fuimos puestos por Dios para alabar la Gloria de Su Gracia, viviéndolo a Él en todas las cosas que pensemos, digamos y hagamos para reinar en vida por la abundancia de la gracia que en nosotros hay… La Gloria de Dios es nuestro respirar… Y esa gloria es en nosotros hoy… (1Juan: 4: 17b). 

Todos sin excepción somos esa Gloria de Dios manifestada... “A nadie conocemos según la carne”  (2Cor: 5:16), porque ¡Cristo es en todos! (Col: 3: 11b). Hoy, Él mismo se está experimentando en todo y en todos, sin acepción de personas (Gál: 3: 28).

Es viendo la Gloria de Dios  “No mirando lo que se ve en nuestros hermanos, sino lo que no se ve; la esencia, el Espíritu, su presencia (2Cor: 4:18). A eso vinimos al mundo, a ¡Vivirlo a Él, a manifestarlo a Él! ... 

2.- ¡Toda la creación de Dios glorifica su nombre!

En el (Sal: 19: 1-4) dice que: Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras 

Es cuestión de consciencia…  ¿Tú y Yo lo estamos haciendo? ¿Estamos viviendo la Gloria de Dios? ¿Es su vida la que se ve en nosotros? 

¿En verdad conocemos a Dios?... Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida (Juan: 14:6-10) Entendiendo lo que somos, nosotros hoy… ¿Podemos decir lo mismo? 

Para poder ser levantados a esta Gloria… “Tenemos que caer de nuestro modo de pensar,  de nuestro modo de vida, de nuestra comodidad, , de la religiosidad, del sismatismo, del legalismo, de los agüeros, de los vicios, de la grosería, de la terquedad, de la pereza, de las malas palabras, de los vicios, de la sobrades, de la idolatría cualquiera que sea;  etc.” y morir a ellas definitivamente; para poder manifestar el fruto de Dios, que es Su Gloria, Su bendición y Su misma vida a través nuestro (Juan: 12:24-25).

3.- Estamos en la luz, somos la luz del mundo… ¡Que no nos sorprendan las tinieblas! (Juan: 12: 35-36). 

“Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas...” (Luc: 11:35). 

Así como vemos reflejado nuestro cuerpo en un espejo, es como tenemos que vernos reflejados en la Palabra de Dios. El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 3:18) lo siguiente: Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta la gloria del Señor, “somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen” como por el Espíritu del Señor” y Juan escribió que… “Como él es, así somos nosotros en este mundo (1Juan: 4:17b).

El vestido del Espíritu es el cuerpo, es lo que se ve de nuestra verdadera identidad y de la misma manera como sucedió con Jesús cuando cumplía su ministerio terrenal, nosotros tenemos que aprender a vernos más allá del cuerpo natural, para poder vivir esa Gloria a la que fuimos puestos por Dios. Ej: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” (Luc: 2:52).

¿Qué es lo que nos está impidiendo hoy vivir esa Gloria para la que fuimos escogidos?

Porque lo que sí está claro, es que vinimos a este mundo, a ¡Reinar en vida! (Rom: 5:17), y según (Deut: 28:12-13), a prestar  y a no pedir prestado, a ser cabeza, y no cola; a estar encima solamente, y no debajo… ¿Qué es entonces lo que no nos permite disfrutar de esta gloria?…

 A.- ¡La Ignorancia! (A. C) Desconocimiento – (D. C) Falta de consciencia…

(Ose: 4: 6ª) “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” 
(Jer: 9:23-24) “Entender  y Conocer a Dios”, que hizo misericordia, juicio y justicia en la tierra… 

Recordemos el viejo adagio que dice… “El que no sabe es como el que no ve” y “No hay peor ciego que el que no quiere ver.” 

B.- ¡El Conocimiento! Paradójicamente lo que a muchos estando en el Reino, NO les permite reinar en vida y los aleja de poder ejercer ese reinado para el cual fuimos escogidos por Dios, es el mismo ¡Conocimiento!

Está escrito que: “el conocimiento envanece, pero el amor edifica.”  Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo… (1Cor: 8:1b-2). Lo que quiere decir es que, no porque sepamos algo, ya lo sabemos todo: y no porque el Señor nos haya permitido entender un poco más de lo que hasta ahora han entendido nuestros hermanos, somos superiores a ellos, no; sino que por ese conocimiento despertado, debemos valorar más esa Gloria de Dios que vemos en cada uno… Ej: (2Cor: 3:18) “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” 

El escritor a los hebreos explicando acerca de quién era Jesús y de la gloria que tenía, y la que ya debían reconocer todos aquellos que estaban creciendo en ese conocimiento de Dios, les dijo: “Os habéis hecho tardos para oír…” (Heb: 5:11-25). 

En  (Rom: 10:17) dice: “así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”… El oír es activado por la Palabra… Y ¡Despierta nuestro CREER!

Aunque todavía hay algunos que debiendo ser ya maestros, tienen necesidad de ser alimentados de “Leche espiritual” o sea los primeros rudimentos de las palabras de Dios; Y no de alimento sólido, porque son niños inexpertos en la palabra de justicia; pero “la vianda o el alimento sólido” que es la Sabiduría de Dios,  es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento de Su bien perfecto; pues en Dios estamos por encima del “Bien y del Mal humano” (Heb: 5:13-14). ¡Todas las cosas nos ayudan a bien (Rom: 8: 28).

Alcanzar la madurez, no es estar maduro; sino, haber llegado a la primera línea de conocimiento o de luz en Dios… Ej: (M – A – D – U – R – E – Z) hasta gozar de la Z... “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria (Col: 3:4).

C.- ¡El Hacer! (Obrar). Pero… “No nosotros.”

(Fil: 2:13) “Dios es el que en nosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” 
(Heb: 13:21) ¡Nos hizo aptos en toda obra buena! para que hagámos su voluntad… ¿Cuál? 
Que es… ¡Haciendo él en nosotros lo que es agradable delante de Él!  

Tú y yo existimos en el mundo, pero el que vive es Él... 

Es Dios mismo quién se está experimentando en todos; pero en este cuerpo natural, y en este tiempo en el que nos movemos, que es por cierto (el mejor de los tiempos); tenemos de Dios esta gloria, de conocer y experimentar en carne propia, como Él piensa, habla y se mueve a través nuestro. 

Esta bendición y esta Gloria, ninguno de los seres de su creación en este planeta tierra ha sido escogido para vivirla, solo nosotros y “No todos”, sino los que hemos venido siendo despertados en estas cosas grandes y ocultas que fueron las que desconocieron nuestros hermanos antes de la cruz (Jer: 33: 3), Para que nuestro CREER o fe, no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. 

Hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez. Sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria... “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.” ¡Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu!; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios (1Cor: 2:5-10).  

D.- ¡La Experiencia de vida!
Para Reinar en el Reino de Dios (La tierra).

(Stgo: 1:22-25)  Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace… Ej: “Acción y Omisión” 

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre… (Heb: 10:25).  
Predique la palabra; inste a tiempo y fuera de tiempo; redarguya, reprenda, exhorta con toda paciencia y doctrina (2Tim: 4:1-4).
Ora sin cesar… (1Tés: 5:17) ¡Vive al 100% cada momento de tu vida! sin cesar honra y reverencia a Dios con tu pensamiento, palabra, obra y actitúd.
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1Tés: 5:1).
Absténganse de toda especie de mal, Etc. (1Tés: 5:22).

Continúa…

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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!