Viviendo la Gloria de Dios (3 Parte)

¡Antes que ser una información más, es la vida de Dios la que debe manifestarse YA en nosotros!

Vivir la Gloria de Dios, es esa verdad a la que “Muchos” irán despertando paso a paso, en el tiempo de Dios, conforme a la medida del conocimiento y al propósito establecido por Él desde antes... “pues no es del que quiera ni del que corra, sino de Dios (Rom: 9:16). 

Ejemplo: 

En (Hech: 18:24-26) a Apolos, el varón poderoso en las Escrituras, “Priscila y Aquila, lo tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.” Lo que quiere decir es que para poder empezar a disfrutar de esa Gloria… “El conocimiento de la verdad y el morirnos son la clave.

   1) Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres (Juan: 8:32).

    2) De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto (Juan: 12:24-25).

1a) “La verdad” en la que has sido formad@  que hasta ahora has oído te ha permitido vivir La Gloria de Dios?  * ¡Si solo leemos y pensamos naturalmente, no oiremos, ni veremos lo que debemos! (Nicodemo y Saulo)... De la misma manera como en su tiempo muchos no entendían, hoy tampoco. ¡No es para todos! 

** Oír la “verdadera” Verdad de Dios conforme al tiempo (Ley – Gracia – Vida), siempre ha causado curiosidad en algunos y controversia en otros... ¡Por no ser conscientes de la guía de Dios por medio de Su espíritu! … Jesús dijo en su tiempo a sus discípulos: “A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios”; pero a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan (Luc: 8:10).

Para poder empezar a vivir la Gloria de Dios, nos es necesario entender primero ¡Los Tiempos y las Sazones en Dios! 

*  “No es para todos”… Los discípulos de Jesús por más cerca que estuvieron de él, no estaban puestos en su tiempo, para entender (Hech: 1:7-8).

**  Traerá discordia y confusión. ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? (Gál: 4:16).  

***  Nos permitirá afirmarnos en UNIDAD. ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor (1Cor: 3:5).

2ª) Estamos muertos… ¡El que vive es Él! (Rom: 12: 2).

ü  Todos los que hemos venido siendo despertados por Dios en esta palabra de verdad “Aquí y Ahora” tenemos que vernos YA a cara descubierta, como en un espejo, en consciencia, en el (Espíritu), como lo que verdaderamente somos en Él… ¡La Gloria del Señor! pues por el conocimiento día a día estamos siendo transformados, llevados de gloria en gloria, en la misma imagen por el Espíritu del Señor” (2Cor: 3:18).

El conocimiento de la verdad de Dios conforme al tiempo y la palabra dada (Ley – Gracia – Vida), nos permitirá gozarnos en la libertad gloriosa que tenemos en Él… (Juan: 8: 32).

En resumen recordemos algunos de los pasos que se dieron para que se pudiera efectuar “La Restauración de La Gloria de Dios en el hombre”, y PODAMOS valorar en consciencia la tremenda bendición que para hoy el Señor en Su propósito estableció para nosotros y como a través de este conocimiento, muchas de las cosas que hasta ahora nos han sido difíciles, se empiecen a manifestar a nuestro favor (Sal: 65:5), pues ya todo estaba dado cuando entramos al mundo… (2Ped: 1:3).

A.- En (Rom 5:13-14) dice que: Antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado.

a)  (Rom: 5:20) La ley se introdujo para que el pecado abundase, pero, SOBREABUNDÓ LA GRACIA…

b) (Heb: 9:26) “Ya no hay pecado” porque ¡fue quitado en un día! (Zac: 3: 9b).

c)  La Ley fue abolida, en la cruz para siempre…  (Efe: 2: 15).

d)  La Muerte reinó desde Adán HASTA Moisés y (Moisés se cuenta hasta la cruz).  

e) Cristo “Quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2Tim: 1:6-11).

f)  El Señor estableció una Ley superior, que hoy rige nuestra vida en todo momento, “La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús” (Rom: 7: 6 y 8: 2).

B.- Por eso la exhortación del apóstol Pablo  a dejar esa forma de doctrina, porque él había vivido en carne propia las consecuencias  que ella traía… (Condenación y Muerte). Por eso la tuvo como pérdida y la estimó como basura por ganar a Cristo (Fil: 3: 8).

1.- Hemos sido puestos por Dios para alabar la Gloria de Su Gracia, para vivirlo a Él en todas las cosas que pensemos, digamos y hagamos. Para reinar en vida por la abundancia de la gracia que en nosotros hay… ¡La Gloria de Dios es nuestro respirar!… Y esa gloria es en nosotros hoy… (1Juan: 4: 17b). 

* Sin excepción de ninguna clase… Somos esa Gloria de Dios manifestada... (2Cor: 5:16), ¡Cristo es en todos! (Col: 3: 11b). Hoy, Él mismo se está experimentando en todo y en todos, pues todos somos UNO (Gál: 3: 28). 

** Es viendo la Gloria de Dios  “En todos” … Lo que no se ve; la esencia, el Espíritu, su presencia! (2Cor: 4:18). A eso vinimos al mundo, a ¡Vivirlo a Él, a manifestarlo a Él! 

2.- ¡Toda la creación de Dios glorifica su nombre! (Sal: 19: 1-4), pero en nosotros es cuestión de consciencia…  ¿Lo estamos haciendo? ¿Estamos viviendo la Gloria de Dios? ¿Es su vida la que se ve en nosotros? ¿En verdad conocemos a Dios como decimos?... 

* Si Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida (Juan: 14:6-10) hoy… ¿Podemos decir lo mismo? Si decimos que entendemos, que el que vive es Él y no nosotros… Para poder ser levantados a esta Gloria y manifestar el fruto de Dios…“Tenemos que caer a tierra y  morir” (Juan: 12:24-25) (Gál: 5: 22-23).

3.- Somos la luz del mundo… (Juan: 12: 35-36) (Luc: 11:35). El vestido del Espíritu es el cuerpo; lo que se ve de nuestra verdadera identidad. Estamos viviendo la misma experiencia de Jesús cuando cumplía su ministerio terrenal (Luc: 2:52).

4.- ¡Que no nos sorprendan las tinieblas! … A esto se refiere la parábola de las diez vírgenes (Mat: 25:1-13)

¿Qué es lo que nos está impidiendo hoy vivir esa Gloria

Para la que fuimos escogidos?

Porque lo que sí está claro, es que vinimos a este mundo, a ¡Reinar en vida! (Rom: 5:17), a ser cabeza, y no cola; a estar encima solamente, y no debajo… y según (Deut: 28:12-13), a prestar  y a no pedir prestado. ¿Qué es entonces lo que no nos permite disfrutar de esta gloria?…

Hablemos de cuatro puntos esenciales: (La ignorancia – El conocimiento – El hacer – La experiencia de vida).

 A.- ¡La Ignorancia!

Recordemos el viejo adagio que dice… “El que no sabe es como el que no ve” y “No hay peor ciego que el que no quiere ver.”

ü  (A.C) El desconocimiento… “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento.” (Ose: 4:6ª).

ü  (D.C) La falta de consciencia… “Entender  y Conocer a Dios”, que hizo misericordia, juicio y justicia en la tierra… (Jer: 9:23-24).

B.- ¡El Conocimiento!

Paradójicamente lo que a muchos estando en el Reino, NO les permite reinar en vida y los aleja de poder ejercer ese reinado para el cual fuimos escogidos por Dios, es el mismo ¡Conocimiento!

Está escrito que:

* “El conocimiento envanece, pero el amor edifica”

** Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo… (1Cor: 8:1b-2).

Lo que quiere decir es que, no porque sepamos algo, ya lo sabemos todo: y no porque el Señor nos haya permitido entender un poco más de lo que hasta ahora han entendido nuestros hermanos, somos superiores a ellos, ¡NO!; sino que por ese conocimiento despertado, debemos valorar más esa Gloria de Dios que vemos en cada uno, a cara descubierta como en un espejo… (2Cor: 3:18).

Pero…  “Os habéis hecho tardos para oír, dijo el escritor a los (Heb: 5:11-15).

* ¡El oír es activado por la Palabra!… Y despierta nuestro CREER… “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”… (Rom: 10:17).

Aunque todavía hay algunos que debiendo ser ya maestros, tienen necesidad de ser alimentados de “Leche espiritual” o sea los primeros rudimentos de las palabras de Dios, porque son niños inexpertos en la palabra de justicia,  y no de alimento sólido o “ vianda” que es la Sabiduría de Dios,  para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos espirituales bien ejercitados en el discernimiento de Su bien perfecto; pues en Dios estamos por encima del “Bien y del Mal humano” (Heb: 5:13-14). ¡Todas las cosas nos ayudan a bien (Rom: 8: 28).

Alcanzar la maduréz, no es estár maduro; sino, haber llegado a la primera línea de conocimiento o de luz en Dios… Ej: (M – A – D – U – R – E – Z) hasta gozar de la Z... Aunque en Él estamos completos (Col: 2: 10). Por eso…“Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces nosotros también seremos manifestados con él en gloria (Col: 3:4).

C.- ¡El Hacer! (Obrar).

Pero… “No nosotros.”

*  (Fil: 2:13) “Dios es el que en nosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”

**  (Heb: 13:21) ¡Nos hizo aptos en toda obra buena! para que hagámos su voluntad… ¿Cuál?

*** Que es… ¡Haciendo él en nosotros lo que es agradable delante de Él! 

Tú y yo existimos en el mundo, pero el que vive es Él...

*  Es Dios mismo quién se está experimentando en todo y en todos… (Col: 3: 11).

Ahora entendemos que este tiempo en el que nos movemos hoy, es por cierto “el mejor de los tiempos”; y en este cuerpo natural, tenemos de Dios como sus testigos esta gloria, de conocer y experimentar en carne propia, como Él piensa, habla y se mueve a través nuestro.

Ninguno de los seres de su creación en este planeta tierra, ha sido escogido para vivir esta bendición y esta Gloria, solo nosotros y… “No todos”, sino los que hemos venido siendo despertados en estas cosas grandes y ocultas que fueron las que desconocieron nuestros hermanos antes de la cruz (Jer: 33: 3).

** Que nuestro CREER o fe, NO esté fundada en la sabiduría de los hombres… ¡Sino en el poder de Dios! (1Cor: 2:5-10). 

D.- ¡La Experiencia de vida!

Es para Reinar en el Reino de Dios (La tierra).

¡Antes que ser una información más, es la vida de Dios la que debe manifestarse YA en nosotros!

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace… (Stgo: 1:22-25).

Ejemplos: “Acción y Omisión”

*  No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre… (Heb: 10:25). 

**  Predique la palabra; inste a tiempo y fuera de tiempo; redarguya, reprenda, exhorta con toda paciencia y doctrina (2Tim: 4:1-4).

***  ¡Viva al 100% cada momento de su vida! … Sin cesar honre y reverencie a Dios en todo momento, con su pensamiento, palabra, obra y actitúd. “Ore – accione - viva sin cesar…” (1Tés: 5:17).

****  De gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios… (1Tés: 5:1).

*****  Absténganse de toda especie de mal, Etc. (1Tés: 5:22). No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal (Rom: 12:21). 

 ¿Qué debemos hacer entonces para empezar a vivir la Gloria de Dios?

En conclusión:

1.- ¡Creerle a Él por encima de todo…!

Aunque muchos aman más la gloria de los hombres que la gloria de Dios (Juan: 12:43).

a)     Por encima de encontrarnos “De cara a la muerte.” Ej: Esteban (Hech: 7:55). 

b)     Por encima de que creamos que el Señor se demora en respondernos en las circunstancias de nuestra vida... Ej: Marta la hermana de Lázaro (Juan: 11:40).

c)      Por encima de toda creencia religiosa...“ Que tu creer o fe, no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios (1Cor: 2:5).

d)     Por encima de pensamientos, congregaciones, tradiciones, costumbres, guías espirituales, empresa, empleo, estudio, familiares, padres, herman@s, hij@s, amigos, dinero, propiedades, riqueza, posesiones, estudio, color, raza, religión, afición, color político, etc.

2.- Dejar lo primero y establecer lo último…

¡En esta voluntad fuimos santificados!

a)  Lo primero fue la Ley, después fue la Gracia y hoy es la Vida de Dios manifestándose en todos, sin acepción de personas, sin diferencia alguna, pues todos en el mundo somos UNO en Él (Gál: 3: 28) (Col: 3: 11).

b)  Ellos fueron santificados (Apartados o Separados) mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre (Heb: 10:1-10)  y  nosotros mediante la línea de vida por la que entramos al mundo. “Cual el celestial, tales también los celestiales (1Cor: 15:48b).

3.- No juzgar, no condenar, no señalar…

¡Todavía miramos las cosas según la apariencia! (2Cor: 10:6-7).

a) Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.

b) Estemos prontos para “castigar” toda desobediencia, solo cuando nuestra obediencia sea perfecta… “Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña” (Gál: 6:3). Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga (Gál: 6:4-5).

c) Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, restaurémosle con espíritu de mansedumbre, considerándonos a nosotros mismos, no sea que también seas tentados (Gál: 6:1).

d)  No juzguemos, y no seremos juzgados (Mat: 7:1).

4.- Ayude, levante, exhorte, anime y no solo de palabra…

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo.” No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré, cuando tienes contigo qué darle (Prov: 3:27-28).

5.- Sobrellevemos los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo… (Gál: 6:2). “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.”  Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe (Gál: 6:9-10).

6.- Todo es de Dios  y en su tiempo se dio todo… ¡Hasta su vida! (Sal: 24:1).

(1Cor: 4:7) Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

A.- Antes de la cruz fue dicho: “Ten cuidado de no desamparar al levita en todos tus días sobre la tierra” (Deut: 12:19). Y Después de la cruz fue dicho: en cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba… (2Cor: 9:1).

*  El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye (Gál: 6:6-7). Todo lo que hagamos que sea de corazón, para el Señor y no para los hombres. Sabiendo que en el Señor tenemos la recompensa, porque a Cristo el Señor servimos (Col: 3:23-24).

**  “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2Cor: 9:7). En cuanto a la ofrenda para los santos,  el apóstol les dio un ejemplo de cómo hacerlo para que cuando él llegara no se recojan entonces ofrendas. (1Cor: 16:1-3).

B.- En (2Cor: 9:8-15).  Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra… 0  Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,  para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;  pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros…. ¡Gracias a Dios por su don inefable!

Oración:

*  Damos gracias al Señor que es a través nuestro siempre; que Su palabra y la guía de Su espíritu en cada uno de nosotros, nos lleva a gozarnos en esta verdad, de vivir y ver en todo y en todos Su Gloria.

Declaramos en Dios que todo impedimento, cualquiera sea en nuestra mente, que no nos haya permitido disfrutar de vivir la Gloria de Dios, por el desconocimiento que muchos teníamos, de que somos esa misma Gloria, está a sus pies… Y que desde ahora, en este cuerpo natural, todo lo que experimentemos, lo haremos solo como testigos; pues entendemos que el que vive a través nuestro es Él, y no nosotros.