Recordemos que el propósito por el cual
estamos compartiendo esta palabra, no es otro más, que generar en cada uno de nuestros
hermanos un cambio de actitúd y un despertar de conciencia, ante la verdad
establecida por nuestro Señor… Es decir,
generar un despertar a la verdad que Somos en el mundo, todos sin excepción (en
Él). Pues todos Somos ¡Su Amor YA manifestado!
Recordemos apartes del tema anterior...
A.- Debemos entender ya
lo que Somos en Dios…
Recordemos lo que fue escrito:
Solo conocemos en parte (1Cor: 13:9-10), pues
aún no sabemos nada como debemos saberlo (1Cor: 8:2) y por esa ignorancia, como
fue en el principio, muchos han sido extraviados (Ose: 4:6). *No pasemos por
alto el Amor de Dios que Somos y que debemos manifestar siempre… (Rom: 1:20).
En el Amor “Vivimos, nos movemos y Somos”… (Hech:
17: 28ª)(1Jn: 4:7-8).
- El Amor que es Dios mismo, se sigue mostrando y hoy “En todo y en todos” (Col: 3:11) (Rom: 9: 16), pero…
- Debemos entender a Dios como se debe… ¡No de oídas! (Job: 42:3-6).
- Debemos trascender el concepto meramente humano de la religión y la forma… Y darnos el “valor” que tenemos en Dios…
¿Qué gloria
y que honra es la que decimos que le damos a Dios? ¿Qué conocimiento es el que
decimos que tenemos? Si en todo momento, en toda situación, en toda circunstancia
y en toda persona, no vemos actuando a Cristo sino al hombre… (2Cor: 4:18). “Todo
lo que es nacido de Dios vence al mundo”, este es nuestro creer (fe) (1Jn: 5:4).
- ¡Cuidado! Lo que hagamos o no, es a Dios a quien lo hacemos, y no al hombre. (Mat: 25: 35-40).
- Vivir lo que Somos, ¡Su Amor! es el propósito por el cual vinimos al mundo… Vivir el tiempo que nos resta ¡Viviendo lo que Somos! es el fin de nuestro peregrinaje en esta tierra.
- En Dios es: “Acomodando lo espiritual a lo espiritual” pues Somos… “Como él es”… ¡Santos, perfectos, justos, buenos, poderosos, fieles, inconmovibles! Así la mente nos diga lo contrario (1Cor: 2:13) (Col: 3:13-14).
- Cristo es la Roca… Vinimos de la roca, del Amor (Isa: 51:1). Somos Su manifestación aquí en la tierra, y “Cual el celestial, tales también los celestiales” (1Cor: 15:47-48).
- Preguntémonos entonces: ¿Cómo estamos viviendo? Solo asistiendo, oyendo, hablando y no viviendo su vida? (Stgo: 1:22). Sant@s en Dios “No suceda pues, que la luz que en ti hay, sea tinieblas.” (Luc: 11:35).
B.- Nosotros Somos,
lo que Dios dice que Somos... ¡El
Amor! (Rom: 2:11) (1Cor: 2:5-16) (Juan: 8: 32) (Fil: 1:6).
Recordemos esta verdad siempre… El Espíritu es
el que está “Recordando” en este vestido de barro o cuerpo natural, quienes
Somos... Y es este cuerpo quien está “Aprendiendo” a someterse a esta verdad de
Dios, que es en nosotros, para vivirlo a Él… y vivirlo a Él en conciencia, solo
nos será posible cuando nosotros “Dejemos de Ser.” Cuando el ego ya no sea más.
(Mar: 14:38) (Jn: 12:24-25).
“NO somos alma viviente” sino, ¡Espíritu Vivificante! (1Cor: 15:45) ¡Esta es nuestra gloria!
- ¡ESTO ES CREERLE A DIOS! … Entender, Conocer y Vivir” lo que Somos. Esta es la verdad en la que nos movemos… Pablo la entendió y cuando la entendió, dijo: “Ya no vivo yo”… ¡Cristo vive en mí! …
- Vivamos en este mundo ¡Siendo Él!, pues “Como él es, así somos nosotros en este mundo” (1 Juan: 4: 17b).
1.- ¿Quiénes somos?
Ya tenemos el conocimiento, el logos o la
“In- formación” de lo que somos; y es aquí donde empieza la “Formación” (La
forma en acción). Para que lo que se vea en, y a través nuestro, de ahora en
adelante, sea solo Dios, ¡El Amor que somos!
HOY es Dios mismo, el (UNO), quien se está
experimentando “En todos.” Ya no en un
solo cuerpo Jesús como fue antes, sino en muchos cuerpos naturales, pues hoy
Dios es, el todo y en todos (Col: 3:11) y ¡Todos somos UNO!… “El” (Gál: 3:28).
Ahora…
Conceptualmente es “fácil” de entender que Somos el Amor de Dios YA
manifestado, que Somos Él… pero vivencialmente, éste va a ser nuestro ejercicio
de gloria y de vida de ahora en adelante, y durante todo el tiempo de nuestro
peregrinaje en este mundo terrenal.
Y será mucho más glorioso, cuando podamos
gozarnos conscientemente en esta verdad. “Que en todo lo que veamos, sintamos y
vivamos, podamos disfrutar”, porque no es más que la manifestación de Dios
mismo en Amor mostrándose delante nuestro, en todos y en todas las cosas, pues todas ellas nos
ayudan para bien (Rom: 8:28).
Este es el sentir que debemos tener siempre entre
nuestros hermanos… ¡Sin orgullos, sin falsedad, sin interés, sin envidias, sin
celos, sin pleitos, sin iras, sin contiendas, sin rencores, sin venganzas, etc.!
(Fil: 2:5-11). Esta verdad alumbrada por Su espíritu, nos lleva a convertir en
vivencia, nuestra creencia”… ¡En Vida lo que Creemos!
2.- Somos Su voluntad
perfecta manifestándose…
Recordemos las verdades que el apóstol Pablo aclaró
y escribió con temor y temblor, a sus parientes de Israel en su tiempo; pues era
lo que Dios desde el principio había sido establecido que sucediera, y es la verdad en la que HOY nosotros
debemos gozarnos, diciendo: “De entre el ejército del cielo que son sus
ángeles, estableció para ellos un propósito especial”
- (A-C) Unos fueron llamados a ser ovejas y otros lobos; unos trigo y otros cizaña; unos vasos de honra y otros vasos de ira; unos hijos de perdición y otros hijos de salvación; unos hijos de Dios y otros hijos del diablo; unos pueblo de Dios (Judíos) y otros perros (Gentiles); unos la novia de Cristo y otros la esposa de Cristo (Rom: 9: 1-26).
- Pero para este tiempo (D-C) otros fuimos llamados a manifestarlo y a vivirlo a Él, pues en este mundo de bendición el ÚNICO que vive es Cristo. (1Cor: 1:26-31). El Amor de Dios… Todo lo sufre, todo lo espera, todo lo soporta y NUNCA deja de Ser (1Cor: 13: 4-8).
Tengamos presente siempre que… Cada uno en Su
tiempo, y conforme a Su perfecta voluntad manifestaremos lo que verdaderamente
somos en Él… ¡Según Su propósito eterno! … Somos Su gloria, Su bendición, Su
reflejo, Su esencia y Su misma vida en este mundo.
3.- Somos Reyes y
Sacerdotes… (En este cuerpo natural).
Tengamos presente que, la “y” une, la “o”
separa… (No somos Reyes o Sacerdotes), sino ¡Reyes y Sacerdotes”
- Un Rey: es un Soberano de una monarquía o un reino… ¡Tiene y ejerce autoridad!
- Un Sacerdote: no es un líder religioso que se apoya en sus cualidades humanas; ni un orador convincente que se apoya en su sabiduría; ni un buen celebrador de ritos en virtud de su sensibilidad religiosa, no. Es un hombre que, por la fuerza de la ordenación – es decir, por iniciativa y acción de Cristo mismo, ha sido convertido en su cuerpo viviente, en Cabeza, Pastor y Esposo. “Cabeza y no cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo” (Deut: 28:13) (Col: 3:11). No tiene autoridad… ¡Es la autoridad!
Para que entendamos mucho mejor esto tomemos
como referencia la vida de tres personas en especial: “Saúl, David y Absalón” en
el libro “El Perfil de Tres Monarcas” de Gene Edwards, y dejemos que sea Dios
mismo por Su espíritu, sea quien nos guíe y nos permita entender como debe ser
nuestra forma de reaccionar ante las circunstancias que se nos presentan, y
cuanto más hoy desde el conocimiento adquirido, poder disfrutar de su voluntad
perfecta manifestándose en cada uno en particular.
Así empieza este escrito:
Dice que el Dios vivo y omnipotente se
dirigió a Gabriel y le dijo: - Toma estas dos partes de mi ser. Dos porciones
de la naturaleza de Dios. Hay dos hombres que esperan su destino. Ve y entrega
a cada uno de ellos una porción de mí mismo.
La primera es del mismo género de su
naturaleza. Tendrá el poder del Altísimo como un don, para dominar ejércitos,
avergonzar a los enemigos de Dios y realizar en la tierra su obra. Aquí está la
inmersión en el Espíritu. Un hombre dio un paso adelante. —Esta porción de Dios
es para mí… ¡SAÚL!
- Muy bien - respondió el ángel - Recuerda
que quien recibe una porción tan grandiosa como ésta será, sin duda, conocido
por muchos. Antes que tu peregrinaje
terrenal termine, será conocido tu carácter por medio de este poder. Tal es el
destino de todos los que están investidos de esta porción y ejercen su poder, porque
ella afecta únicamente al hombre exterior, sin
afectar un ápice su espíritu. El poder exterior revelará siempre los recursos
íntimos del ser o la carencia de ellos.
El primer hombre recibió su porción y dio un
paso atrás.
Gabriel habló otra vez. - Tengo aquí la
segunda de las dos porciones del Dios viviente.
La segunda parte no es un don sino una
herencia. Se lleva un don en el hombre exterior; se siembra una herencia - como
una semilla - en lo más íntimo del corazón. Sin embargo, aun cuando es una
siembra tan insignificante, crece hasta llenar, andando el tiempo, todo el
hombre interior.
Otro hombre dio un paso adelante y exclamó: -
Creo que esta porción ha de ser mía durante mi peregrinaje terrenal… ¡DAVID!
- Muy bien - respondió otra vez el ángel -
Debo decirte que se te ha dado algo glorioso. Es lo único - en todo el universo
de Dios y de los ángeles - que puede cambiar el corazón humano. Sin embargo, ni
siquiera este elemento de Dios puede llevar a cabo su tarea ni crecer hasta
llenar todo tu ser interior a menos que esté bien combinado. Tiene que ser
pródigamente mezclado con quebrantamiento, tristeza y aflicción.
El segundo hombre recibió su porción y dio un
paso atrás.
Junto a Gabriel se sentó el ángel Archivero.
Debidamente asentó en su libro el registro de los dos hombres. — ¿Qué llegarán
a ser estos dos hombres después que hayan pasado la puerta hacia el mundo
visible? — preguntó Archivero.
En voz baja respondió Gabriel: — Cada uno, en
su tiempo, será rey… (Leer el libro completo).
El Amor es... "Dejar Ser”… es la otra
cara de la moneda, “Ser y Dejar Ser”;
pero no conforme a nuestro parecer, no conforme a nuestro sentir, no conforme a
nuestro obrar; porque para el hombre siempre habrá algo que falte, algo por
perfeccionar, algo que corregir, algo que cambiar, algo para criticar, porque
mira siempre desde lo natural, terrenal
y temporero… pero debemos recordar que en Dios, “Cada uno de nosotros en
particular cumple una función especial en el cuerpo, y es solo Él quien la
conoce; igual que nuestro corazón.”
Como fue escrito: No es por obras, para que
nadie se gloríe… “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas.” (Efe: 2: 9-10). Por eso “Ninguno no tenga más alto concepto de sí que
el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de
fe que Dios repartió a cada uno.” Porque de la manera que en un cuerpo tenemos
muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así
nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos
de los otros. (Rom: 12: 3-5).
Cuando el ser humano tiene un cierto grado de
Presencia, de atención y alerta en sus percepciones, puede sentir la esencia
divina de la vida, la conciencia interior o el espíritu de todas las criaturas y de todas las formas de vida, y reconocer que
es uno con esa esencia y amarla como a sí mismo (Mat: 22:36-40). Sin embargo, hasta tanto eso
sucede, la mayoría de los seres humanos perciben solamente las formas
exteriores sin tomar conciencia de su esencia interior, de la misma manera que
no reconocen su propia esencia y se limitan a identificarse solamente con su
forma física y psicológica. Eckhart Tolle.
ü ¡Cada
uno esté plenamente convencido en su propia mente!
Cualquiera sea el nivel de gloria o de
conocimiento en el que el Señor lo lleve, este plenamente convencido de lo que es en Dios. “No juzgue,
no critique, no condene, no hable más de la cuenta porque entiende o no lo que
el Señor le permite.”
El que come, no menosprecie al que no come, y
el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido. ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno?
Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es
el Señor para hacerle estar firme. ¡En Dios estamos
firmes y en pie eternamente!
Uno hace diferencia entre día y día; otro
juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia
mente. El que hace caso del día, lo hace
para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que
come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el
Señor no come, y da gracias a Dios. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y
ninguno muere para sí.
- “Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.” (Rom: 14:3-8).
B.- El Amor… ¡Nunca
deja de Ser!
El amor es sufrido, es benigno; el amor no
tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor
nunca deja de ser (1Cor: 13:4-8).
En la versión Dios Habla Hoy dice: Tener amor
es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni
orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la
verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo
todo. El amor jamás dejará de existir.
Entender que somos el “Amor de Dios YA
manifestado” es fácil de asimilarlo cuando al concepto nos referimos, pero
vivirlo en carne propia, dejar que eso que entendemos sea a través nuestro
hecho vida; que saber soportar; ser bondadoso; no tener envidia, ni ser
presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; no enojarse ni guardar rencor;
no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Sufrirlo todo, creerlo todo,
esperarlo todo, soportarlo todo, es lo que a muchos nos es difícil poner en
práctica… “Nos parece imposible poder vivirlo.” Con todo y los errores u
horrores que podamos tener, el Amor que es Dios a través nuestro, ¡Nunca dejará
de Ser! pues todavía pensamos que somos nosotros los que vivimos, cuando el
único que vive es Cristo.
Nuestro falso yo o (Ego) siempre se dolerá y
creará conflicto en nuestra manera de pensar, hasta condicionarnos y anularnos.
Hay tres formas como el ego actúa y trata el
momento presente: como un medio para un fin, como un obstáculo o como un
enemigo.
- Cuando reaccionamos a la forma que toma vida en ese momento, cuando tratamos al ahora como un medio, un obstáculo o un enemigo, se refuerza la identidad de la forma, el ego. De ahí la reactividad del ego.
¿Qué es reactividad? Volverse adicto a la
reacción.
Cuanto más reactivos seamos, mas enredados
estaremos en la forma. Cuanto más identificados estemos con la forma, mas
fuerte será el ego y ya no brillaremos a través de la forma, y si lo hacemos,
lo haremos muy intermitentemente.
- “Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.” Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor. (Luc: 11:35-36).
El apóstol Pablo le llamaba en su tiempo al
Ego, “La carne” y decía: Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y
el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no
hagáis lo que quisiereis (Gál: 5:17).
En nuestra verdadera identidad (Espíritu)
siempre queremos hacer lo que se debe. Jesús dijo: A la verdad ¡El Espíritu siempre
está dispuesto! Pero… (Mar: 14:38). Y Pablo dio su consejo diciendo: “Andad en
el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” (Gál: 5:16). Por tanto,
amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente,
sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y
temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así
el querer como el hacer, por su buena voluntad.
- Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida… (Fil: 2:12-16).
Somos lo que Dios dice que Somos. ¡Su amor! Es
lo que debe brillar en y a través de nosotros. Estar en línea con esta verdad
es estar en relación de no oposición interior con lo que ocurre fuera. (Eckhart
Tolle). Es manifestar, vivir en todo momento, el Dios que es, a través nuestro.
“Que se vea afuera lo que Somos interiormente.”
Cuando la base de nuestra acción o proceder
es la alineación interior con el momento presente, nuestros pensamientos,
nuestro hablar y nuestros actos se fortalecerán por Su mente.
El apóstol Pablo
fue ejercitado en esta verdad y dijo: “Y para que la grandeza de las
revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne,
un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto
a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la
debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor
a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.” (2Cor:
12:7-10).
Siempre que nos desesperamos, nos
angustiamos, nos irritamos, nos estresamos, etc. ha tomado el control un
propósito externo y hemos perdido de vista nuestro verdadero propósito, el
interno, el que no se ve, el eterno. Por eso “No miremos más las cosas que se
ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las
que no se ven son eternas.” Todas las cosas que nos suceden no son más que “Leves
tribulaciones momentáneas” producto de habernos apartado de nuestro kairos o eterno
presente. Hemos caído de nuestra posición en Dios, para vivir en la condición
natural del hombre, pero cuando las entendemos en Dios, producirán en nosotros
un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. (2Cor: 4:17-18).
Solo cuando aceptamos el momento presente con
todo lo que sucede descubriremos que la perfección de Dios “Espíritu”, es más
profunda que cualquier forma o cualquier situación que se presente; y permanece
intacta no importando el tiempo.
Jesús dijo: “Cualquiera, pues, que me oye
estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su
casa sobre la roca.” Descendió lluvia, y
vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó,
porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que oye estas palabras y
no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la
arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con
ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Jesús estas palabras, la
gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene
autoridad, y no como los escribas. (Mat: 7:24-29).
Sant@s en Dios…
En conclusión Somos Su amor, Su gloria, Su
esencia y Su misma vida en este mundo. “Todo lo podemos en Cristo” (Fil: 4:
13). Y “Nada nos será imposible” (Mat: 17: 20).
0 comentarios:
Publicar un comentario