Continuación...
3. El dinero no
es tuyo:
Otro paradigma que debemos erradicar para
lograr nuestra prosperidad integral como familia, es la manera de manejar el
dinero en el hogar.
Debemos
entender que debe haber una sola administración del dinero y no dos: sabemos de
casos en los que se dice: Tú pagas esto… y yo pago aquello, esto es enfermizo
para una buena relación familiar. Ese diseño va en contra del propósito de Dios
para la pareja. (Efe: 5:31) por esto el hombre
dejara a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne.
Nota: “Si
alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la
fe, y es peor que un incrédulo” (1Tim: 5:8).
Meditemos
por el Espíritu: ¿Si somos una sola carne?… ¿Porque hay dos alcancías o dos
bolsillos económicos en un hogar?... En nuestro matrimonio fuimos diseñados
para compartir y caminar en la misma dirección y NUNCA para competir.
Hemos sido
diseñados para trabajar dualmente y en equipo entendiéndonos como la otra mitad
del todo. Y es así como debemos vivir si queremos que en nuestra familia se
disfrute de la verdadera Unydad en Dios. La “Unydad” es cuestión de
“Consciencia”
Otro
paradigma es la cantidad de dinero que los hombres arbitrariamente pasan a sus
esposas para que cubra los gastos de la casa.
No debe ser
una “Suma o monto” que cada uno asigna en el presupuesto de gastos varios, ni es
una imposición por parte del varón hacia la mujer. Si los hombres tratan a las
mujeres como niñas y las mujeres permiten un trato así de inmadurez, todos los
esfuerzos por tener un hogar de bendición se esfumaran.
En muchos
casos las mujeres no saben cuánto gana el esposo y de la misma forma los hombres no saben cuánto ganan sus esposas.
Lo único que se sabe es cuanto dan para los gastos en la semana, quincena o
mes.
Debemos
romper ese paradigma y administrar nuestro hogar en el orden perfecto de Dios y
trabajar para ese objetivo tal y como Dios nos ha diseñado. “Como uno solo, con
un mismo sentir”
Debemos en
pareja acordar nuestro plan y control de gastos, y decidir en conjunto quien maneja que parte
de ese plan, porque somos un cuerpo. Recordemos el secreto está en compartir y
no en competir.
Debemos
entender que el esposo es el Administrador del Hogar pues debe rendir cuentas
de sus obras a Dios y la esposa la administradora de la Casa, en Unydad… En
Dios.
Entonces
de ahora en adelante en vez de decir “mi dinero” o “tu dinero”, ¿Debemos decir nuestro Dinero?”…
¡No!!!!!!!!!... Pues si ¡Dios es el dueño absoluto de todo!… debemos decir…
“Este es el dinero que Dios nos provee para nuestro mantenimiento y nosotros
solo lo administramos.
5. La Educación
integral de los hijos:
Este es
uno de los más fuertes paradigmas que debemos desechar para adecuarnos al plan
perfecto de Dios.
La
educación de los hijos debe estar bajo la dirección del Varón del Hogar y de su
Ayuda Idónea. “Educación Sexual, educación financiera, educación para la
universidad de la vida, debe estar bajo la Autoridad de la pareja.
Siempre
debe haber una dirección y está bajo la sombra del varón de la casa. Somos muy
dadas como mujeres a interrumpir este
orden que se da simplemente porque no nos parece, o de callar muchas
veces los errores de nuestros hijos a la autoridad del hogar para que no hayan discusiones…
“Que error tan grande cometemos cuando esto hacemos pues la dirección se
desequilibra…”
Debemos
entender que la autoridad siempre será la del jefe del hogar y que nuestro
apoyo debe ser en la toma de decisiones como mujeres sabias (Prov: 31:12). El
varón es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón (1Cor: 11:7)
"Por
tanto, cualquiera que oye estas palabras
y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su
casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los
vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada
sobre la roca. Pero "Todo el que oye estas palabras Mías y no las pone en
práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la
arena; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y
azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción." (Mat 7:9-11, 17, 24-29).
Prioridades como Fundamento:
Al Apóstol
Pablo le fue dado poner el fundamento “Jesucristo”. A nosotros se nos dio
“Vivirlo” por eso… “Cada uno mire cómo sobreedifica”… (1Cor: 3:10). Con este
conocimiento en nosotros, “A nadie conocemos según la carne” Debemos ver a
Cristo mismo en la pareja y en todos (Col: 3: 11b) entendiendo siempre la unydad
en Dios (2Cor: 5:16)… Pablo lo entendió y por eso dijo después del proceso de
renovación de su mente,…“ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo creyendo. (Gál: 2:20)…
La manera
de cómo nos conducimos día a día depende mayormente de como respetamos o no a
las personas que nos rodean. Y la manera en la que nuestros esposos se
relacionan con nosotras depende del mutuo respeto y la admiración que debe
haber entre ambos. Por eso las desavenencias de pareja siempre se dan por la falta
de respeto de una de las partes de la relación; por el ego desmedido que querer
imponer nuestra voluntad y no la del fundamento que es la palabra (Cristo).
Dios le
dio al hombre la autoridad en el hogar… y eso conlleva a una responsabilidad
bastante grande… porque cuando se quebranta ese fundamento, a través del
irrespeto y la grosería, se desequilibra
el orden lógico de Dios para la prosperidad de nuestro hogar y las oraciones
que se hacen no tienen el poder y la fuerza transformadora de nuestras vidas. “Que
no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efe: 4: 26).
Meditemos… “Prestad
atención, pues, a vuestro espíritu; no seas desleal con la mujer de tu
juventud. Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales” (Mal:
2:14-16).
Cuando una
mujer respeta a su esposo, el resultado que se espera es que “le trae bien
todos los días de su vida”. Y este tipo de mujer es una bendición y no un
problema para su esposo. A Él le llega el bien y ella es la fuente, ella lo
apoya y anima y le es fiel porque lo ayuda “Todos los días de su vida”. Cuando
nos comportamos de esa manera la confianza de nuestros esposos es completa.
¡Pues Creen en nosotras!...
El cuidado
en la administración de la casa, engrandece la riqueza de la familia y no le
hace falta nada respecto a las cosas del hogar. Cuando se entienden estos
principios de honra y valor, se “Actúa”… Porque se entiende en Dios cuales son
nuestras prioridades.
Poema: LA MUJER
ES...
Y Dios las
hizo, para ser compañeras del hombre, a su propia imagen, con ilusión, Con una
costilla del hombre, no para ser su compañera... Para ser su bendición.
Todas las
mujeres son idénticas, dotadas con un alto grado de inteligencia, con autonomía
de pensamiento… Auténticas, con un sexto sentido que hace la diferencia.
Son
belleza incomparable, algunas físicamente, otras intelectualmente, pero en ambos
casos, perfección interminable, que nos envuelven entre sus sueños, dulcemente. Tienen la
sangre fría, para defender con su vida a un ser querido, tienen en su mirada la
luz del día, tienen el poder de levantar a un guerrero ya vencido.
Son
madres son amigas, son amantes, creadas con la mágica ternura del amor, son el
apoyo de caballeros triunfantes, son en un mundo hermoso... simplemente lo
mejor.
Son fuego,
son pasión, son fantasía, son hechizo que penetra por las venas, son fuente
inagotable de alegría, el bálsamo que cura nuestras penas. Son musa de
inspiración, son las notas musicales de una canción, son el más bello poema de
la creación.
Son seres
que merecen devoción. Son admiración, son seducción, son verdad y compañeras en
el dolor, son el ser perfecto de la creación, la pureza misma del amor.
Pido para
todas las mujeres del mundo que Dios les dé siempre Su bendición y protección, Gracias
muchas gracias por ser ustedes lo que son.
Sergio
Rodríguez (Autor).
Todos
tenemos prioridades en la Vida, pero la palabra dice claramente que hay cuatro
que son inamovibles y que no podemos cambiar su orden lógico (Dios), pues ese
fue el que el Señor estableció según su propósito.
Estas deben ser nuestras prioridades, las demás llegaran por añadidura:
“El que
cuida la higuera comerá su fruto, y el que atiende a su señor será honrado” (Prov:
27:18)
Dios:
Dios, a
través de nuestra pareja, tiene que
estar en el primer lugar de nuestras Vidas Siempre. Él debe ser nuestra
prioridad, en la vida.
A veces
pensamos que si estamos mucho tiempo en las cosas de Dios es porque lo tenemos
a Él como prioridad… Cuando lo que tenemos que hacer es Vivirlo a Él… Respirar
su misma Vida… para entender la magnificencia de su poder en la nuestra.
Muchos
tienen la idea de que Dios es un mercado, donde uno va a pedir cosas. Y esto se
convierte en una relación enfermiza. Pues lo tratamos como el mago de la
lámpara de Aladino. No lo honramos como debe ser. Estamos viviendo en una
sociedad de consumo en donde tratamos a Dios como un proveedor de servicios Este
pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí (Mat: 15:8)
Esa misma
relación de Unidad que Dios creo entre Él y el hombre, es la misma relación que
debe haber entre todos los miembros de la familia, empezando por la pareja.
Nuestro
Cónyuge:
El segundo
lugar de prioridades en nuestra vida lo debe ocupar nuestro Cónyuge. Él es la
persona más importante que Dios nos ha dado para acompañarnos como la cabeza
del hogar en nuestro trayecto por el camino de la vida.
Muchas
veces colocamos a nuestros hijos como nuestra prioridad por encima de nuestro
cónyuge. Por eso es muy importante recordarnos que no podremos nunca ser buenas
madres si antes no somos buenas esposas.
Debemos
tener un equilibrio en nuestra relación de pareja para poder transmitir a
nuestros hijos el Amor, el cariño, la seguridad, la comprensión, la educación y
el apoyo que ellos necesitan. No puede haber una Familia firme, si la relación
entre ambos miembros de la pareja no es estable y fuerte.
Ej: “Sometámonos
unos a otros en el temor de Cristo”
Las
mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido
es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia. Así como la
iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos
en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y
se dio a sí mismo por ella, porque somos miembros de su cuerpo (Efe: 5:21-30)
Meditemos por el
Espíritu… “La cabeza
de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el hombre, y la cabeza de
Cristo es Dios” (1Cor: 11:3).
Tenemos unos
principios básicos a cumplir en la relación con nuestro cónyuge basados en
valores de importancia tales como:
La Amistad: que se
debe desarrollar a través del tiempo de compartir juntos.
Sujeción: No como un
acto de esclavitud, sino de sabiduría. Entendiendo que el esposo es la cabeza
del hogar y la esposa es la cabeza de la casa. “Sometiéndoos unos a otros en el
temor de Cristo” (Efe: 5:21).
Protección: “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros
maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan
ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra
conducta casta y respetuosa” (1Ped: 3: 1-2).
Valor: Negándose
a sí mismo para darle al valor a la pareja, por encima de sus propios deseos. El
amor de pareja debe ser un Amor Divino (Ágape), y siempre buscando el bienestar
de la otra persona. Apartándola para sí, sintificandos para santificación. Al
poner en práctica estos principios bíblicos. Porque son un solo cuerpo.
El Varón a
su esposa la sustenta, la aprecia dándole el valor que se merece como a vaso
frágil. La cubre con su amor, cariño, seguridad y protección.
Nota: En
los aviones, las azafatas dicen que en caso de emergencia, primero nos debemos
colocar la máscara nosotros para poder ayudar a nuestros hijos y a las personas
débiles que estén a nuestro lado.
Hemos sido
puestos para bendicion de los demas… Tenemos que estar fuertes para poder
ayudar a los demás. Eso mismo sucede en las familias, la pareja tiene que estar
bien firme en su relación, para poder transmitir esa misma seguridad a los
hijos. Porque si los cimientos no están firmes… En vano se construye una
familia.
Equilibrio en todo: Un perfil que debemos cuidar:
Los varones:
Quieren
ser proveedores.
El centro
de su vida no es el hogar, sino el trabajo y su profesión.
Es
conquistador, agresivo, va en busca del pan diario y su objetivo.
Es frio,
calculador, lógico, impersonal, mira lo esencial, y poco detallista.
Líder
nato, quiere tener la responsabilidad de la casa y se proyecta a largo plazo.
Son negligentes…
hay que recordarles las cosas porque olvidan constantemente sus compromisos.
El varón
no quiere asumir responsabilidades, hay que recordárselas. Muchas veces son
egoístas y se creen el centro del universo. Viven como si fueran el centro del
mundo.
Las Mujeres:
Son
insistentes, como una gotera. Esto constituye un serio peligro para la relación
de pareja. Expresa sentimientos que no van acordes con su realidad. Son
posesivas, Cuando están deprimidas se desahogan comprando compulsivamente; cuando
comprendemos el comportamiento de la otra persona, solo nos queda conocer el “Señorío
que hay en cada uno para apoyaren caso de desánimo y alentar en caso de
orientación.”
El hombre
puede tolerar muchas cosas en la vida menos la falta de confianza, seguridad y comprensión de su pareja… (Prov:
6:32-35) Y Dios a las mujeres nos ha dado esa capacidad de sensibilidad, de
levantarnos ante la adversidad y hacerle frente a la vida. Esas cualidades son
prioritarias para ayudar a nuestros
esposos en caso de tener que hacerlo.
Una mujer
sabia ayudara en el carácter de su esposo animándolo a ser honesto en su
relación, en el trabajo, en los negocios, en su relación con Dios, con la
familia, en la administración del tiempo, y en los recursos que Dios le ha dado
para administrar.
Las
habilidades de las familias que prosperan están basadas en el trabajo duro para
sacar a su familia adelante, para hacer inversiones sabias, en hacer buen uso
del tiempo, en planificar anticipadamente bajo una guía verdadera el rumbo del
hogar. El cuidado de los demás, el respeto por la otra persona, el compartir en
familia, y poner en práctica los valiosos valores para con el prójimo,
entendiendo el consejo sabio y el practicar el Temor de Dios.
Nuestros
Hijos:
Vosotros,
padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e
instrucción del Señor (Efe: 6:4).
Nuestros
hijos también son prioridad en nuestra vida, antes que el trabajo o cualquier
otra actividad pero después de nuestro esposo y en esto, la palabra es clara. Debemos
entregar a nuestros hijos aquello que no se puede comprar con dinero, “Valores
y Principios” cuando hacemos lo contrario, les estamos enseñando a basarse en
lo material y no en el espiritual…
Muchas
familias viven de apariencias y por vergüenza no buscan el consejo a tiempo.
Muchas parejas hay que no se hablan y por las diferencias que hay están al
punto de la separación y en otras la violencia intrafamiliar está tocando el límite.
Si
queremos vivir la ayuda idónea que somos tenemos que entender esta prioridad y
dedicar más tiempo a nuestros hijos, en atención y comunicación; pues muchas
veces la falta de estos conlleva a que situaciones como la droga y las malas
amistades sean la prioridad en la vida de ellos, más que la vida familiar.
Nuestro
trabajo o Ministerio:
Muchos
hombres y mujeres hoy en día se han vuelto adictos al trabajo. Y su motivación
es hacer, y hacer dinero… No está mal que nos desarrollemos como profesionales
o como empresarios. El principio aquí es unir fuerzas y no descuidar el rol que
Dios nos dio como padres y como compañeros de nuestros hijos.
No debemos permitir que el
trabajo o el Ministerio nos roben el tiempo de calidad, que le debemos dedicar
a nuestra familia. En el trabajo cualquiera nos puede sustituir, pero en la
familia no y no debemos permitirlo. Pues tarde o temprano tendremos que dar
cuenta de la administración que nos entregaron como varón y hembra. (Col: 4:17)…
“Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas”
Esposo:
Ministrador del Hogar, Esposa: Como Administradora de la
Casa. Además sobre todos los otros compromisos, tenemos el de sostener y sacar
adelante a nuestras familias y cumplir con el Ministerio que nos fue
encomendado:
Un Ministro debe ser Proveedor (1Tim: 5:8)
Irreprochable, marido de una
sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para
enseñar, no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no
avaricioso. Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda
dignidad, pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá
cuidar de la iglesia de Dios? (1Tim: 3:2-5).
Todo lo
demás:
La Credencial para un
Ministerio o trabajo valedero, es una familia bien ordenada y bien cuidada, finalmente
deben venir las demás metas en la vida.
Luego de la familia, trabajo y Ministerio,
se pueden poner la educación, las vacaciones, y las metas financieras.
Una secuela de hijos
desadaptados, de hijos rebeldes al evangelio, esposas amargadas, padres
entristecidos, es el resultado de no haber mantenido el orden de prioridades en
Dios en cuanto a la familia.
Cuando la pareja entiende su
rol en Dios y los compromisos adquiridos como ayuda idónea, verán el fruto de
sus manos con hijos que entienden el respeto y el valor de una familia y de
unos padres comprometidos con sus funciones como tal.
Así se lograra que las metas y
el propósito de Dios para el cual fuimos creados, se realicen. La planificación
de una Familia se hace con SABIDURIA y ejercitando el fruto del Espíritu.
Conclusión:
Uno de los ingredientes más
importantes para tener prosperidad integral como Hogar, Casa y Familia… Es
entendiendo que lo que somos en Dios (Col: 3: 11). Ministradores de nuestro
hogar (esposo) y Administradores de nuestra casa (esposa).
Es por eso la importancia de
renovar nuestra mente con el entendimiento y la sabiduría de Dios para que
disfrutemos de la perfecta voluntad del Señor (Rom: 12: 2) (Efe: 4: 23).
15 CONSEJOS
PARA SEGUIR CASADOS TODA LA VIDA...
1) El compromiso lo debemos
hace es, con el Señor; y luego el uno con el otro.
2) Cuando hablemos
precipitadamente, también debemos pedir perdón al otro precipitadamente si lo
hemos ofendido.
3) Debemos estar de acuerdo, en
que está bien, no estar de acuerdo.
4) Aprendamos a doblarnos y no
a rompernos.
5) Oremos el uno con el otro y
el uno por el otro diariamente.
6) Procuremos intereses que
ambos podamos disfrutar.
7) Decidan desde el principio
que el divorcio nunca ha de ser una opción.
8) Nunca esperemos que todo en
tu matrimonio sea perfecto.
9) Nunca seamos demasiado
ancianos como para no tomarse de la mano.
10) Seamos siempre el mejor
amigo de nuestro cónyuge.
11) Olvidémonos del televisor y
dediquémonos tiempo el uno al otro.
12) Nunca nos acostemos a
dormir sin decirnos: "Te amo" y decirlo de corazón.
13) No temamos expresarnos
afecto.
14) Tengamos sentido del humor
y aprendamos a resolver nuestros propios problemas.
15) No intentemos cambiarnos el
uno al otro.
Recordemos… Somos la bendición
de Dios ya manifestada… El Esposo: como Ministrador del Hogar, y la Esposa:
como Administradora de la Casa.
1 comentarios:
Me gusta leer muchas reflexiones y tener la posibilidad de leer bastantes cosas en internet. Por eso paso mucho tiempo conectado a la web, sino también disfruto de jugar con la PS3 sobre todo lso juegos de aventura
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