“Dos
modos de comunicación con los que Dios se manifiesta, para nuestra bendición”
El Objetivo principal respecto de esta palabra: Es oír la voz de Dios en nuestro corazón, indicándonos cómo podemos vivir Su propósito eterno y gozarnos en él, mientras nos encontremos en el cuerpo... Es reconocerla por encima de todas las voces que escuchamos en nuestra mente, y que nos han llevado a la confusión y al mal vivir…
El Objetivo principal respecto de esta palabra: Es oír la voz de Dios en nuestro corazón, indicándonos cómo podemos vivir Su propósito eterno y gozarnos en él, mientras nos encontremos en el cuerpo... Es reconocerla por encima de todas las voces que escuchamos en nuestra mente, y que nos han llevado a la confusión y al mal vivir…
Miremos
lo que le sucedió a Adán en el huerto del edén después de haber transgredido la
palabra que el Señor le ordenó y tomemos el ejemplo… diciendo: “De todo árbol
del huerto podrás comer; mas del árbol
de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás.” (Gén: 2:16-17) y en
(Gén: 3: 8) después de haber caído, dice: “Y oyeron la voz de Dios que se
paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de
la presencia de Dios entre los árboles del huerto. ¿Por qué se escondieron? ¿No
tenían en ese momento intima comunión con Dios?
Igual como sucedió con Adán en su tiempo hoy sucede con nosotros… Él mismo es a través nuestro, diciéndonos como a ellos, después de
fallar o flaquear en nuestro vivir… En “Conciencia y en Presencia” ¿Dónde estás
tú?” (Gén: 3: 9). ¡Es su forma de comunicación!
¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores
desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia? Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré
mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras… Leer completo (Prov:
1:22-33). El Señor dijo: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas
grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer: 33:3). Lo que quieres decir, que Dios
es el medio más seguro que tenemos para recibir la respuesta a nuestras
inquietudes, inseguridades, dudas, etc.
El Señor ya le había dicho a su pueblo Israel en su tiempo… “Yo soy el
Señor tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la
llenaré. Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.” Los dejé, por tanto, a la dureza de su
corazón; caminaron en sus propios consejos. ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si
en mis caminos hubiera andado Israel! “En un momento habría yo derribado a sus
enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios.”
La comunicación es el proceso mediante el cual se puede transmitir información
“falsa o verdadera”, de una entidad a otra.
Está escrito: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan:
8:32). ¿Cómo podemos entender esto?
Como bien sabemos la verdad es Cristo, y cuando hemos sido despertados
en esa “Conciencia de verdad”, todas las enseñanzas y conocimientos que hayamos recibidos
antes y que hoy no vayan en línea con
esa verdad, pierden su sentido… porque se caen por su propio peso.
Analicemos el siguiente ejemplo para que podamos
entender mejor a que nos referimos:
Todo el mundo ha sido levantado con la enseñanza, de que el hombre es un ser tripartito
(espíritu, alma y cuerpo), y se apoyan
con lo que el apóstol Pablo escribió en (1Tes: 5:23); pero esa era una verdad para
ellos porque venían desde antes de la cruz, pero para nosotros hoy; es una
verdad a medias... Solo dejémonos guiar por Su Espíritu para que podamos
discernir en verdad lo que el Señor dice.
Cuando nos han enseñado una verdad a medias, lo que realmente tenemos de
conocimiento, es una mentira, pues la mentira es “Lo más parecido a la verdad.”
*La verdad es que
antes de la cruz el hombre fue puesto en el mundo con esas tres dimensiones
(espíritu, alma y cuerpo). Ahora, recordemos que “el Espíritu fue creado y que el
cuerpo es formado.”… (Ver gráficos).
Esto nos permite entender que esas tres dimensiones del hombre fueron
reducidas solo a dos (alma y cuerpo), cuando pecó; de ahí que así como Adán fue un
alma viviente, igual todos los que vinieron después, pues el Espíritu ya no
podía ser contado en ellos. “Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente…
Nuestro
cuerpo es el medio natural con el que Dios
se mueve y se comunica por Su
espíritu en este mundo terrenal. Es el
instrumento en sus manos (el vaso de barro); Cada uno de nosotros fue creado a imagen de Dios y conforme su semejanza para poder experimentar y ser conscientes de esta gloria y bendición
aquí en la tierra (Gén: 1:26).
Imagen: es todo lo que se
refleja, lo que sale de dentro (Isa: 51:1) (1 Cor: 15: 47-48), y… Semejanza: es
lo formado, lo natural, lo que se ve de Dios… (Heb: 2: 14). Tal y como sucedió al Señor en su tiempo cuando
cumplía su ministerio terrenal como Jesús de Nazaret… ¡Hoy (Él mismo) está
viviendo su ministerio en todo y en todos! (Col: 3: 11), pero con la diferencia
de que en este cuerpo natural, tenemos de Dios la gloria de ser participantes y conscientes de esta
verdad; eso sí… “Cada uno lo entiende en
Su tiempo” y conforme a la voluntad
establecida por Dios (2Tim: 2:20), porque “No depende del que quiere, ni del
que corre, sino de Dios (Rom: 9: 16).
La
conciencia y la presencia: son dos cosas que no podemos descuidar y no solo por
conocer únicamente el concepto o la definición de cada una, sino por vivirlas y aprovecharlas como lo que son… “Los
dos modos de comunicación” con los que el Señor se está manifestando.
¿Qué es la Conciencia?
La
conciencia: viene (del latín conscientia), que quiere decir: “conocimiento
compartido.” Conscientia significa, literalmente, «Con conocimiento» (del latín
cum scientĭa), pero es diferente de consciencia,
lo que nos indica que debemos ser conscientes del conocimiento que tenemos. Ej: ¿Entiendes a Dios en Su palabra, en las circunstancias, en tu prójimo, en el conocimiento que te ha dado, etc.? (Jer:
9: 23-24).
Recordemos
que conocer de, a, y en Dios, “No es del que quiera, ni del que corra, sino de
Dios” (Rom: 9: 16), y es, para los que hemos alcanzado la “M” de maduréz (1Cor:
2: 6), pero que todavía nos falta experimentar hasta la “Z” (1Cor: 8: 2).
Naturalmente…
La Conciencia
se define en general como el conocimiento que se tiene
de sí mismo y de su entorno, pero también se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los
estímulos del interior y el exterior. Ejemplo: ¿Qué te dice la conciencia
cuando tomas lo que no es tuyo? o ¿Qué te dice cuando ayudas a algún
discapacitado a pasar una calle? ¿Qué te dice cuando gritas a tus padres? o
¿Qué te dice cuando siembras? ¿Qué es tuyo en este mundo? (1Cor: 4:7) (Sal: 50:7-15)
(2Cor: 9:6-15).
En
términos filosóficos, la conciencia es la facultad de decidir y hacerse sujeto, es decir, actor de sus
actos y responsable de las consecuencias
que de ellos se siguen, según la percepción del bien y del mal que se tenga.
Espiritualmente…
Algunos
para darse a entender respecto de la conciencia, la muestran como “el angelito
en el hombro derecho y el demonio o diablo en el hombro izquierdo.” Otros muchos han sido dirigidos a entender que es: esa “función del Espíritu
que lleva al hombre a percibir que es lo
bueno y que es lo malo, que es lo recto y que es torcido, que se debe y que no
se debe hacer frente a las circunstancias
de la vida…”
Cualquiera
sea la forma espiritual en la que el hombre esté siendo formado y pueda gozarse
en vivir la guía de Dios, está bien... “Es Dios quien nos está llevando a cada
uno, al paso en el que podamos andar” conforme al nivel de conocimiento o de
gloria que Él mismo va despertando (2Cor: 3:18b).
* La conciencia también la podemos entender, como la misma presencia de
Dios a través nuestro; es el (Espíritu) que nos guía siempre a toda la verdad
(Juan: 16:13). Él siempre nos testificará
de lo que tenemos escrito en nuestra mente
y corazón… La conciencia no se polariza y ¡Nunca nos acusa!
…
** Igual debe ser nuestro proceder en Dios con respecto a nuestro prójimo…
(Restaure, levante, siembre, apoye, exhorte, anime), pero ¡Nunca condene! (Rom:
12:10-21) (Gál: 6: 1-2).
Está escrito:
1.- Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no
he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no
recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le
juzgará en el día postrero (Juan: 12:47-48).
2.- “No se engañen ustedes; nadie puede desobedecer a Dios y quedar
impune.” ¡El hombre siempre recogerá lo que haya sembrado! (Gál 6: 7) Versión
Biblia al Día.
Recordemos
siempre que la palabra es personal, que el ejercicio o formación de vida, es de
cada uno en particular y conforme a lo
establecido por Dios; conforme a sus pensamientos de paz y no de mal, para
darnos siempre el fin que esperamos (Jer: 29: 11).
Todo
lo positivo lleva consigo incluido lo negativo, lo malo lleva incluido todo lo
bueno, y la escasez lleva incluida también la abundancia, esta es la línea de
perfección en Dios (+-). Ahora, si no
somos conscientes de ello, es otra cosa, pero con todo y eso; la ley de la
siembra y la cosecha, causa y efecto, acción y reacción, tendrán su resultado…
¡Perfecto!
Ejemplo: en (Hech: 4:31-32, 34-37) dice que: Cuando hubieron orado, (Pedro y los discípulos de Jesús) el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios…
Guiados en conciencia (por el Espíritu).
Y la
multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía
ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común (V-32).
Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que
poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo
ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad
(V-34-35).
(V-36) Entonces José, a quien los apóstoles pusieron
por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita,
natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo
puso a los pies de los apóstoles. ¡Todos habían sido llenos de la presencia de
Dios! (De la Conciencia – Espíritu). (Del poder, del amor y del domino propio)
(2Tim: 1:7). ¿Pero eran conscientes? ¿Tenían en verdad conocimiento de lo que
había sucedido en ellos?
Guiados por su naturaleza humana.
Leer
la historia de Ananías y Safira (Hech: 5:11-10).
Ellos
igual que muchos de nosotros actuaron solo para ser vistos de los hombres; para
que vieran que ellos también participaban y no se encontraban fuera de la guía del
Espíritu que en esos momentos envolvía a todos hasta permitirles entender
conscientemente que ellos debían moverse y actuar con un corazón y un alma; pues
nada de lo que poseían podían decir que
era suyo propio, sino que todas las cosas que tenían era para el bien común… Y
lo hicieron así, obedecieron a su “Conciencia” de modo que ¡No había entre
ellos ningún necesitado!; pues todo se repartía a cada uno según su necesidad.
Oración: El Señor dirija
nuestro corazón conforme a Su voluntad para hacer lo que debemos, guiados en
conciencia; hasta ser conscientes, de que lo que hacemos… ¡Lo hace Él mismo a
través nuestro para Su gloria y Su honra!
* No juzguemos… “Estemos
prontos para castigar toda desobediencia, falta o error, solo cuando nuestra
obediencia sea perfecta (2Cor: 10:6).
** ¡Restauremos con
espíritu de mansedumbre! … No sabemos si más adelante los que caigamos seamos
nosotros… (Gál: 6:1).
*** ¡Todo lo que tengamos en frente es solo la oportunidad de manifestar lo
que somos! (Conciencia y Presencia).
Leamos
la exhortación que hizo el apóstol Pablo a sus discípulos en (Rom: 2:14-15). Y Mostremos en todo momento la obra del Espíritu… ¡Siendo
ley para nosotros mismos!
a) “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo
que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus
corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos…”
b) Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría
humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho
más con vosotros (2Cor: 1:12). Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=xJ5m_7OrFkI
“El perro y el delfín” (Juan: 15:12-13).
Estas
palabras hoy deben movernos a cada uno,
llevándonos a vivir y a conducirnos en este mundo realmente como
debemos, con sencillez y sinceridad de Dios, siendo lo que somos en Él… Su gloria, imagen,
reflejo, esencia, bendición y vida! … Claro está que TODO es un proceso, y para esto estamos siendo despertados y
cuanto más hoy que entendemos por el Espíritu estas formas de comunicación. ¡En
conciencia!, y ¡Siendo conscientes del tremendo conocimiento que tenemos!
¿Por
qué decimos que la conciencia y la presencia
son los dos modos, formas o
maneras en las que Dios se manifiesta? Entendamos… La conciencia es la presencia de
Dios en el hombre y la presencia es la misma conciencia de Dios presente en
todo y en todos (Col: 3: 11). Es Dios quien lo hace en,
y a través de…
1) Desde adentro, es (Él mismo) por Su espíritu a través nuestro… “No vivo
yo, sino Cristo” (Gál: 2:20).
2) Desde afuera, es (Él mismo) dejándose ver en
cada uno de nosotros “Sin acepción”, y
en cada una de las situaciones que se presentan en la vida, para indicarnos en el camino, lo que TENEMOS que hacer y cómo
debemos accionar ante las circunstancias…
Veamos
en estos ejemplos como Dios obra en conciencia y presencia, y como debe ser
nuestro actuar, cuando seamos despertados a esta sabiduría.
1.- Lo que le dijo Elifaz
a Job cuando se encontraba pasando por tribulación (Job: 4:2-7). “Si
probáremos a hablarte, te será molesto; pero ¿quién podrá detener las palabras?
He aquí, tú enseñabas a muchos, y fortalecías las manos débiles; al que
tropezaba enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían. Mas
ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta
ti, te turbas. ¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No
es tu esperanza la integridad de tus caminos? Recapacita ahora; ¿qué inocente
se ha perdido? y ¿en dónde han sido destruidos los rectos?” (Sal: 37: 24-25) (Prov: 4:18).
“Vuelve
ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.” Toma ahora
la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al
Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción; tendrás más
oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir; El Todopoderoso será tu
defensa, y tendrás plata en abundancia. Porque entonces te deleitarás en el
Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a él, y él te oirá; y tú
pagarás tus votos. Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus
caminos resplandecerá luz (Job: 22: 1-28).
2.- Lo que le dijo el rey David a Abisai hijo de Sarvia, respecto
a las palabras de maldición de Simei
hijo de Gera, cuando pasaban por su tierra (2Sam: 16: 5-12).
“Y
vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa
de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo, y arrojando piedras contra David, y contra
todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes
estaban a su derecha y a su izquierda. Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera,
fuera, hombre sanguinario y perverso!
Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar
del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo
Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.”
Entonces
Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi
señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. Y el rey
respondió diciendo: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a
David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? … Y dijo David a
Abisai y a todos sus siervos: He aquí,
mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un
hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se
lo ha dicho. Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por
sus maldiciones de hoy.
¿Cómo
estamos respondiendo hoy nosotros ante estos ejercicios de vida? ¿Entendemos en
consciencia esa forma de comunicación para nuestra bendición? ¿Somos
conscientes de la presencia de Dios en todo lo que nos sucede? … Muchos están
ya despertado a esta verdad... (Efe:
5:14). ¡Despertemos ya!
Canción: http://www.youtube.com/watch?v=AMH_4NmCB0A
* Unos porque no lo saben, y otros porque aun sabiéndolo no lo estamos
viviendo… Y este es nuestro ministerio y gloria aquí en la tierra, ¡Vivirlo a
Él! (Efe: 4:13), pues todos somos en este mundo, Su misma presencia, su gloria,
su imagen, su reflejo, su esencia y su misma vida ya manifestada (Gál: 3: 28).
** La voz de una
conciencia cultivada tiene mayor peso que todas las opiniones de los hombres.
Por ello, los hombres superiores son jueces de sí mismos, exigen mucho de sí, y
convierten su vida en una disciplina.
*** Una conciencia
crítica nos ha de llevar a ser justos con nosotros mismos. Saber disculparnos
de nuestros errores es un deber y un medio eficaz, para superar remordimientos.
Esmerémonos de tal forma que nuestra consciencia no nos pueda reprochar de
nada. Aprendamos a estar atentos al llamado que proceden de nuestra conciencia,
la intuición o corazonada es una señal que nos viene del amor. Canción: http://www.youtube.com/watch?v=lbyggdRbJnw
¿Qué es la presencia?
Según la definición de Word Reference dice
que la presencia es el estado o hecho, de encontrarse una persona en el mismo lugar
que otras. // Existencia de algo en un lugar o momento determinados. //
Apariencia, aspecto físico.
*La presencia la
podemos entender como la manifestación física y espiritual de Dios, en todo y
en todos (Col: 3: 11).
a) En todo… “Porque
las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se han hecho claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tenemos excusa” (Rom: 1:20).
b) y En todos, porque en Dios no hay acepción de personas... Porque “Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
nosotros somos UNO (Él), en Cristo Jesús (Gál:
3: 28). ¡La presencia es la misma conciencia de Dios, presente en todo y en
todos!
Recordemos… Desde dentro, es
(Él mismo) en cada uno de nosotros, a través de la conciencia (de lo que no se
ve, de lo eterno) y… Desde fuera, es (Él mismo) a través de todo y de todos (de
lo que se ve, de lo temporal, de lo palpable), incluyendo todas y cada una de las
experiencias y circunstancias por las
que hemos pasado y estamos viviendo en nuestro
tiempo; porque ya “sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito hemos
sido llamados” (Rom: 8: 28).
¿Qué relación
hay entonces entre la Conciencia y la Presencia?
Pero antes de abordar estos dos modos
de la manifestación de Dios y darnos cuenta qué relación hay entre ambos, nos conviene hacernos una pregunta que es fundamental
en este crecimiento de Dios y Su palabra… ¿Para qué nos sirve tal comunicación?
Y ¿Qué nos aporta a nosotros como individuos tal acceso o entrada?
La pregunta es relevante, porque el
susodicho acceso no es nada más que “El conocimiento o Sabiduría de Dios” para
vivir en este mundo como lo que verdaderamente somos; y como ya sabemos tiene
sus ventajas y sus inconvenientes, pues cuando no se tiene consciencia de quién
somos y de la relación que tienen estas dos formas de comunicación, lo que
terminaremos haciendo es lo que no nos conviene… (Errores. Fallas, debilidades
y flaquezas).
La relación que tiene la Conciencia y la Presencia es que son Él
mismo, y por ende nosotros mismos (Col:
3: 11) (Gál: 3: 28).
Está escrito: ¡Y si alguno se imagina
que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo! “El conocimiento envanece”,
pero el amor edifica… (1Cor: 8:1-2). ¿Cómo nos estamos relacionando o comunicándonos
con nuestro prójimo, con solo conocimiento? o con amor (Conciencia).
Meditemos en este artículo que encontré
en Internet de unas personas que de seguro le da más crédito a sus pensamientos
y a sus conocimientos; y que de pronto desconocen
que fue Dios mismo quién puso en ellos esta reflexión respecto de la Conciencia y la Presencia, diciendo:
“La elevación o expansión de la conciencia
humana nos permite acceder a ese wifi universal que es la Conciencia pura de la
que el “tiempo en sí” y el “espacio sin dimensiones” es parte constituyente.”
La Presencia se define como ausencia de conciencia, lo que es
lo mismo que decir que allí donde no hay conciencia es donde se manifiesta la
Presencia (La Conciencia pura). y donde no hay conciencia no puede haber
enfermedad, ni desasosiego, ni apegos, ni miedo, ni ansiedades, ni adversidad
alguna. Todo se permuta por un estado mental de júbilo, de tranquilidad o
de ataraxia.
Se
denomina ataraxia (del griego ἀταραξία, "ausencia de turbación") a la
disposición del ánimo propuesta por los epicúreos, estoicos y escépticos,
gracias a la cual un sujeto, mediante la disminución de la intensidad de sus
pasiones y deseos, y la fortaleza frente a la adversidad, alcanza el equilibrio
y finalmente la felicidad, que es el fin de estas tres corrientes filosóficas.
La ataraxia es, por tanto, tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en
relación con el alma, la razón y los sentimientos.
De aquí podemos entrever que si
lográramos poner Presencia allí donde hubo conciencia podemos deshacernos de
gran parte de los malestares que nos atosigan o nos persiguen de por vida. Pues allí donde hay conciencia no hay
Presencia."
Texto y pretexto: Cristina Bernard y
Francisco Traver
Proyecto GMS (Global mind squeezing)
En conclusión:
El
proceso de la presencia es el poder del Ahora, y del Instante Presente… La
Conciencia (Fil: 1:6) (Col 3:4). Tener conciencia del momento
presente es “estar plenamente presente al 100% en cada momento de nuestra vida conforme
se vaya desenvolviendo, tal como es – sin interferencias - sin ataduras a la
resonancia del miedo, del enojo y del dolor provenientes de nuestro pasado sin
integrar (Isa: 43:16-18).
Sólo
cuando estemos presentes y conscientes seremos capaces de vivir, cada encuentro
que se desenvuelve en nuestra vida, como una divina oportunidad ordenada a
explorar íntimamente las profundas posibilidades de nuestra humanidad. Entrar
plenamente en este momento requiere de una transformación de comportamiento –
un cambio desde la reactividad inconsciente a la deliberada responsabilidad
(Rom: 12: 2).
Esta
transformación sólo es auténticamente alcanzada a través de la integración consciente
de nuestro Espíritu y cuerpo... Y ¡Nadie más puede lograr esto por nosotros!
Cada
uno de nosotros hemos sido dotados con la capacidad de ser responsables de la
calidad de nuestra experiencia. Sin embargo, hasta no estar conscientemente imbuidos
por nuestra conciencia, el miedo, el enojo y dolor, la antipatía, la
infidelidad, etc., aún sin integrar, continúan funcionando como el punto causal
inconsciente de nuestra falta de armonía, malestar, enfermedad e ilusión.
Mientras
sigamos suprimiendo y sedando nuestra posición espiritual, permaneceremos como una
especie inauténtica, sin integridad y carente del Poder, amor y dominio propio
con el que vinimos al mundo (2Tim: 1:7). De la conciencia y la presencia que
somos, o de lo que Dios es, en, por y para nosotros... "La presencia es
cuando ya no estás esperando el momento siguiente, creyendo que el momento
siguiente será más pleno que éste". (Eckhart Tolle).
Somos
lo que Dios dice que somos … Su bendición, Su gloria, Su esencia, Su imagen, Su
reflejo y Su misma vida… ¡Como Él es, así somos nosotros en este mundo!
Conciencia y Presencia (1 Juan: 4: 17b). Completos y Perfectos; y nos atestigua
lo mismo el Espíritu Santo (Col: 2: 10) (Heb: 10:15).