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La Conciencia y La Presencia

“Dos modos de comunicación con los que Dios se manifiesta, para nuestra bendición”


El Objetivo principal respecto de esta palabra: Es oír la voz de Dios en nuestro corazón, indicándonos cómo podemos vivir Su propósito eterno y gozarnos en él, mientras nos encontremos en el cuerpo... Es reconocerla por encima de todas las voces que escuchamos en nuestra mente, y que nos han llevado a la confusión y al mal vivir…

Miremos lo que le sucedió a Adán en el huerto del edén después de haber transgredido la palabra que el Señor le ordenó y tomemos el ejemplo… diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer;  mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Gén: 2:16-17)  y en (Gén: 3: 8) después de haber caído, dice: “Y oyeron la voz de Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Dios entre los árboles del huerto. ¿Por qué se escondieron? ¿No tenían en ese momento intima comunión con Dios?

Igual como sucedió con Adán en su tiempo hoy sucede con nosotros… Él mismo es a través nuestro, diciéndonos como a ellos, después de fallar o flaquear en nuestro vivir… En “Conciencia y en Presencia” ¿Dónde estás tú?” (Gén: 3: 9). ¡Es su forma de comunicación!

¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia?  Volveos a mi reprensión; he aquí yo derramaré mi espíritu sobre vosotros, y os haré saber mis palabras… Leer completo (Prov: 1:22-33). El Señor dijo: “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jer: 33:3). Lo que quieres decir, que Dios es el medio más seguro que tenemos para recibir la respuesta a nuestras inquietudes, inseguridades, dudas, etc.

El Señor ya le había dicho a su pueblo Israel en su tiempo… “Yo soy el Señor tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; abre tu boca, y yo la llenaré. Pero mi pueblo no oyó mi voz, e Israel no me quiso a mí.”  Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; caminaron en sus propios consejos. ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel! “En un momento habría yo derribado a sus enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios.”

La comunicación es el proceso mediante el cual se puede transmitir información “falsa o verdadera”, de una entidad a otra.  Está escrito: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan: 8:32). ¿Cómo podemos entender esto?

Como bien sabemos la verdad es Cristo, y cuando hemos sido despertados en esa “Conciencia de verdad”, todas las enseñanzas  y conocimientos que hayamos recibidos antes  y que hoy no vayan en línea con esa verdad, pierden su sentido… porque se caen por su propio peso.

Analicemos el siguiente ejemplo para que podamos entender mejor a que nos referimos:

Todo el mundo ha sido levantado con la enseñanza,  de que el hombre es un ser tripartito (espíritu, alma y cuerpo),  y se apoyan con lo que el apóstol Pablo escribió en (1Tes: 5:23); pero esa era una verdad para ellos porque venían desde antes de la cruz, pero para nosotros hoy; es una verdad a medias... Solo dejémonos guiar por Su Espíritu para que podamos discernir en verdad lo que el Señor dice.

Cuando nos han enseñado una verdad a medias, lo que realmente tenemos de conocimiento, es una mentira, pues la mentira es “Lo más parecido a la verdad.”

*La verdad es que antes de la cruz el hombre fue puesto en el mundo con esas tres dimensiones (espíritu, alma y cuerpo). Ahora, recordemos que “el Espíritu fue creado y que el cuerpo es formado.”… (Ver gráficos).

Antes de la cruz,  el primer hombre  vivió durante un tiempo en ¡Comunicación perfecta! con Dios, en (Común – Unión) = (Comunión), pero a causa de su “pecado” o transgresión a lo dicho por el Espíritu de Dios, perdió esa comunión  y fue separado “muerto”  o destituido de la gloria de Dios;  y de igual manera sucedió a todos aquellos que nacieron después de él (Romanos: 3: 23).

Esto nos permite entender que esas tres dimensiones del hombre fueron reducidas solo a dos (alma y cuerpo),  cuando pecó; de ahí que así como Adán fue un alma viviente, igual todos los que vinieron después, pues el Espíritu ya no podía ser contado en ellos. “Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente…



Pero después de la cruz, el postrer Adán (Cristo), es espíritu vivificante” al igual que TODOS los que vinimos después (1Cor: 15:45-48).


Nuestro cuerpo es  el medio natural con el  que Dios  se mueve  y se comunica por Su espíritu en este mundo terrenal.  Es el instrumento en sus manos (el vaso de barro); Cada uno de nosotros fue creado a  imagen de Dios  y  conforme su semejanza para poder experimentar  y ser conscientes de esta gloria y bendición aquí en la tierra (Gén: 1:26).  

Imagen: es todo lo que se refleja, lo que sale de dentro (Isa: 51:1) (1 Cor: 15: 47-48),  y… Semejanza: es lo formado, lo natural, lo que se ve de Dios… (Heb: 2: 14). Tal  y como sucedió al Señor en su tiempo cuando cumplía su ministerio terrenal como Jesús de Nazaret… ¡Hoy (Él mismo) está viviendo su ministerio en todo y en todos! (Col: 3: 11), pero con la diferencia de que en este cuerpo natural, tenemos de Dios la gloria de ser participantes  y conscientes  de  esta verdad;  eso sí… “Cada uno lo entiende en Su tiempo”  y conforme a la voluntad establecida por Dios (2Tim: 2:20), porque “No depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios  (Rom: 9: 16).

La conciencia y la presencia: son dos cosas que no podemos descuidar y no solo por conocer únicamente el concepto o la definición de cada una,  sino por vivirlas  y aprovecharlas como lo que son… “Los dos modos de comunicación” con los que el Señor se está manifestando.

¿Qué es la Conciencia?
La conciencia: viene (del latín conscientia), que quiere decir: “conocimiento compartido.” Conscientia significa, literalmente, «Con conocimiento» (del latín cum scientĭa),  pero es diferente de consciencia, lo que nos indica que debemos ser conscientes del conocimiento que tenemos.  Ej: ¿Entiendes a Dios en Su palabra,  en las circunstancias,  en tu prójimo,  en el conocimiento que te ha dado, etc.? (Jer: 9: 23-24).

Recordemos que conocer de, a, y en Dios, “No es del que quiera, ni del que corra, sino de Dios” (Rom: 9: 16), y es, para los que hemos alcanzado la “M” de maduréz (1Cor: 2: 6), pero que todavía nos falta experimentar hasta la “Z” (1Cor: 8: 2).

Naturalmente…
La Conciencia se define en general como el conocimiento que se tiene de sí mismo y de su entorno, pero también se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. Ejemplo: ¿Qué te dice la conciencia cuando tomas lo que no es tuyo? o ¿Qué te dice cuando ayudas a algún discapacitado a pasar una calle? ¿Qué te dice cuando gritas a tus padres? o ¿Qué te dice cuando siembras? ¿Qué es tuyo en este mundo? (1Cor: 4:7) (Sal: 50:7-15) (2Cor: 9:6-15).

En términos filosóficos, la conciencia es la facultad de decidir  y hacerse sujeto, es decir, actor de sus actos  y responsable de las consecuencias que de ellos se siguen, según la percepción del bien  y del mal que se tenga. 

Espiritualmente…
Algunos para darse a entender respecto de la conciencia, la muestran como “el angelito en el hombro derecho  y  el demonio o diablo en el hombro izquierdo.”  Otros muchos han sido dirigidos  a entender que es: esa “función del Espíritu que  lleva al hombre a percibir que es lo bueno y que es lo malo, que es lo recto y que es torcido, que se debe y que no se debe hacer frente a las circunstancias  de la vida…”

Cualquiera sea la forma espiritual en la que el hombre esté siendo formado y pueda gozarse en vivir la guía de Dios, está bien... “Es Dios quien nos está llevando a cada uno, al paso en el que podamos andar” conforme al nivel de conocimiento o de gloria que Él mismo va despertando (2Cor: 3:18b).

La conciencia también la podemos entender, como la misma presencia de Dios a través nuestro; es el (Espíritu) que nos guía siempre a toda la verdad (Juan: 16:13).  Él siempre nos testificará de lo que tenemos escrito en nuestra mente  y corazón…  La conciencia no se polariza y ¡Nunca nos acusa! … 

** Igual debe ser nuestro proceder en Dios con respecto a nuestro prójimo… (Restaure, levante, siembre, apoye, exhorte, anime), pero ¡Nunca condene! (Rom: 12:10-21) (Gál: 6: 1-2).  

Está escrito: 
1.- Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero (Juan: 12:47-48). 
2.- “No se engañen ustedes; nadie puede desobedecer a Dios y quedar impune.” ¡El hombre siempre recogerá lo que haya sembrado! (Gál 6: 7) Versión Biblia al Día.
Recordemos siempre que la palabra es personal, que el ejercicio o formación de vida, es de cada uno en particular  y conforme a lo establecido por Dios; conforme a sus pensamientos de paz y no de mal, para darnos siempre el fin que esperamos (Jer: 29: 11).

Todo lo positivo lleva consigo incluido lo negativo, lo malo lleva incluido todo lo bueno, y la escasez lleva incluida también la abundancia, esta es la línea de perfección en Dios (+-).  Ahora, si no somos conscientes de ello, es otra cosa, pero con todo y eso; la ley de la siembra y la cosecha, causa y efecto, acción y reacción, tendrán su resultado… ¡Perfecto!

Ejemplo: en (Hech: 4:31-32, 34-37) dice que: Cuando hubieron orado, (Pedro y los discípulos de Jesús) el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios…

Guiados en conciencia (por el Espíritu).
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común  (V-32).  Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad (V-34-35).

(V-36)  Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles. ¡Todos habían sido llenos de la presencia de Dios! (De la Conciencia – Espíritu). (Del poder, del amor y del domino propio) (2Tim: 1:7). ¿Pero eran conscientes? ¿Tenían en verdad conocimiento de lo que había sucedido en ellos?

Guiados por su naturaleza humana.
Leer la historia de Ananías y Safira (Hech: 5:11-10).

Ellos igual que muchos de nosotros actuaron solo para ser vistos de los hombres; para que vieran que ellos también participaban y no se encontraban fuera de la guía del Espíritu que en esos momentos envolvía a todos hasta permitirles entender conscientemente que ellos debían moverse y actuar con un corazón y un alma; pues  nada de lo que poseían podían decir que era suyo propio, sino que todas las cosas que tenían era para el bien común… Y lo hicieron así, obedecieron a su “Conciencia” de modo que ¡No había entre ellos ningún necesitado!; pues todo se repartía a cada uno según su necesidad.  

Oración: El Señor dirija nuestro corazón conforme a Su voluntad para hacer lo que debemos, guiados en conciencia; hasta ser conscientes, de que lo que hacemos… ¡Lo hace Él mismo a través nuestro para Su gloria y Su honra!

No juzguemos… “Estemos prontos para castigar toda desobediencia, falta o error, solo cuando nuestra obediencia sea perfecta (2Cor: 10:6).
**  ¡Restauremos con espíritu de mansedumbre! … No sabemos si más adelante los que caigamos seamos nosotros… (Gál: 6:1).
***  ¡Todo lo que tengamos en frente es solo la oportunidad de manifestar lo que somos! (Conciencia y Presencia).

Leamos la exhortación que hizo el apóstol Pablo a sus discípulos en (Rom: 2:14-15). Y Mostremos en todo momento la obra del Espíritu… ¡Siendo ley para nosotros mismos! 

a)  “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,  mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos…” 
b) Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez  y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros (2Cor: 1:12). Ver video: http://www.youtube.com/watch?v=xJ5m_7OrFkI  “El perro y el delfín” (Juan: 15:12-13).

Estas palabras hoy deben movernos  a cada uno, llevándonos  a vivir  y a conducirnos en este mundo realmente como debemos, con sencillez  y  sinceridad de Dios,  siendo lo que somos en Él… Su gloria, imagen, reflejo, esencia, bendición y vida! … Claro está que TODO  es un proceso,  y para esto estamos siendo despertados y cuanto más hoy que entendemos por el Espíritu estas formas de comunicación. ¡En conciencia!, y ¡Siendo conscientes del tremendo conocimiento que tenemos!

¿Por qué decimos que la conciencia  y  la presencia  son los dos modos,  formas o maneras  en las que Dios se manifiesta?  Entendamos… La conciencia es la presencia de Dios en el hombre y la presencia es la misma conciencia de Dios presente en todo y en todos (Col: 3: 11). Es Dios quien lo hace en, y a través de… 

1) Desde adentro, es (Él mismo) por Su espíritu a través nuestro… “No vivo yo, sino Cristo” (Gál: 2:20). 
2) Desde afuera, es (Él mismo) dejándose  ver  en cada uno de nosotros “Sin acepción”,  y en cada una de las situaciones que se presentan en la vida, para indicarnos  en el camino, lo que TENEMOS que hacer y cómo debemos accionar ante las circunstancias…

Veamos en estos ejemplos como Dios obra en conciencia y presencia, y como debe ser nuestro actuar, cuando seamos despertados a esta sabiduría.

1.- Lo que le dijo Elifaz a Job cuando se encontraba pasando por tribulación (Job: 4:2-7). “Si probáremos a hablarte, te será molesto; pero ¿quién podrá detener las palabras? He aquí, tú enseñabas a muchos, y fortalecías las manos débiles; al que tropezaba enderezaban tus palabras, y esforzabas las rodillas que decaían. Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas. ¿No es tu temor a Dios tu confianza? ¿No es tu esperanza la integridad de tus caminos? Recapacita ahora; ¿qué inocente se ha perdido? y ¿en dónde han sido destruidos los rectos?”  (Sal: 37: 24-25) (Prov: 4:18).

“Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.” Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción; tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir; El Todopoderoso será tu defensa, y tendrás plata en abundancia. Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a él, y él te oirá; y tú pagarás tus votos. Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, y sobre tus caminos resplandecerá luz (Job: 22: 1-28).

2.- Lo que le dijo  el rey David a Abisai hijo de Sarvia, respecto a las palabras  de maldición de Simei hijo de Gera, cuando pasaban por su tierra (2Sam: 16: 5-12).
“Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo,  y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda. Y decía Simei, maldiciéndole: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso!  Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.”

Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza. Y el rey respondió diciendo: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así? … Y dijo David a Abisai  y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho. Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy.

¿Cómo estamos respondiendo hoy nosotros ante estos ejercicios de vida? ¿Entendemos en consciencia esa forma de comunicación para nuestra bendición? ¿Somos conscientes de la presencia de Dios en todo lo que nos sucede? … Muchos están ya despertado a esta verdad...  (Efe: 5:14). ¡Despertemos ya!
Canción: http://www.youtube.com/watch?v=AMH_4NmCB0A 

Unos porque no lo saben, y otros porque aun sabiéndolo no lo estamos viviendo… Y este es nuestro ministerio y gloria aquí en la tierra, ¡Vivirlo a Él! (Efe: 4:13), pues todos somos en este mundo, Su misma presencia, su gloria, su imagen, su reflejo, su esencia y su misma vida  ya manifestada (Gál: 3: 28). 

** La voz de una conciencia cultivada tiene mayor peso que todas las opiniones de los hombres. Por ello, los hombres superiores son jueces de sí mismos, exigen mucho de sí, y convierten su vida en una disciplina.

*** Una conciencia crítica nos ha de llevar a ser justos con nosotros mismos. Saber disculparnos de nuestros errores es un deber y un medio eficaz, para superar remordimientos. Esmerémonos de tal forma que nuestra consciencia no nos pueda reprochar de nada. Aprendamos a estar atentos al llamado que proceden de nuestra conciencia, la intuición o corazonada es una señal que nos viene del amor. Canción: http://www.youtube.com/watch?v=lbyggdRbJnw

¿Qué es la presencia?
Según la definición de Word Reference  dice que la presencia es el estado o hecho,  de encontrarse una persona en el mismo lugar que otras. // Existencia de algo en un lugar o momento determinados. // Apariencia, aspecto físico.

*La presencia la podemos entender como la manifestación física y espiritual de Dios, en todo y en todos (Col: 3: 11). 

a)  En todo… “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se han hecho claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tenemos excusa” (Rom: 1:20). 
b)  y En todos, porque en Dios no hay  acepción de personas... Porque “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos nosotros somos UNO (Él), en Cristo Jesús (Gál: 3: 28). ¡La presencia es la misma conciencia de Dios, presente en todo y en todos!

Recordemos… Desde dentro, es (Él mismo) en cada uno de nosotros, a través de la conciencia (de lo que no se ve, de lo eterno) y… Desde fuera, es (Él mismo) a través de todo y de todos (de lo que se ve, de lo temporal, de lo palpable), incluyendo todas y cada una de las experiencias  y circunstancias por las que hemos pasado y  estamos viviendo en nuestro tiempo;  porque  ya “sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito hemos sido llamados” (Rom: 8: 28).

¿Qué relación hay entonces entre la Conciencia y la Presencia?
Pero antes de abordar estos dos modos de la manifestación de Dios y darnos cuenta qué relación hay entre ambos,  nos conviene hacernos una pregunta que es fundamental en este crecimiento de Dios y Su palabra… ¿Para qué nos sirve tal comunicación? Y ¿Qué nos aporta a nosotros como individuos tal acceso o entrada?
La pregunta es relevante, porque el susodicho acceso no es nada más que “El conocimiento o Sabiduría de Dios” para vivir en este mundo como lo que verdaderamente somos; y como ya sabemos tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pues cuando no se tiene consciencia de quién somos y de la relación que tienen estas dos formas de comunicación, lo que terminaremos haciendo es lo que no nos conviene… (Errores. Fallas, debilidades y flaquezas). 

La relación que tiene la Conciencia y la Presencia es que son Él mismo, y por ende nosotros mismos (Col: 3: 11) (Gál: 3: 28).

Está escrito: ¡Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo! “El conocimiento envanece”, pero el amor edifica… (1Cor: 8:1-2). ¿Cómo nos estamos relacionando o comunicándonos con nuestro prójimo, con solo conocimiento? o con amor (Conciencia).

Meditemos en este artículo que encontré en Internet de unas personas que de seguro le da más crédito a sus pensamientos y a sus conocimientos;  y que de pronto desconocen que fue Dios mismo quién puso en ellos esta reflexión  respecto de la Conciencia y la Presencia, diciendo:

 “La elevación o expansión de la conciencia humana nos permite acceder a ese wifi universal que es la Conciencia pura de la que el “tiempo en sí” y el “espacio sin dimensiones” es parte constituyente.”

La Presencia se define como ausencia de conciencia, lo que es lo mismo que decir que allí donde no hay conciencia es donde se manifiesta la Presencia (La Conciencia pura). y donde no hay conciencia no puede haber enfermedad, ni desasosiego, ni apegos, ni miedo, ni ansiedades, ni adversidad alguna. Todo se permuta por un estado mental de júbilo, de tranquilidad o de ataraxia.

Se denomina ataraxia (del griego ἀταραξία, "ausencia de turbación") a la disposición del ánimo propuesta por los epicúreos, estoicos y escépticos, gracias a la cual un sujeto, mediante la disminución de la intensidad de sus pasiones y deseos, y la fortaleza frente a la adversidad, alcanza el equilibrio y finalmente la felicidad, que es el fin de estas tres corrientes filosóficas. La ataraxia es, por tanto, tranquilidad, serenidad e imperturbabilidad en relación con el alma, la razón y los sentimientos.

De aquí podemos entrever que si lográramos poner Presencia allí donde hubo conciencia podemos deshacernos de gran parte de los malestares que nos atosigan o nos persiguen de por vida. Pues allí donde hay conciencia no hay Presencia."
Texto y pretexto: Cristina Bernard y Francisco Traver
Proyecto GMS (Global mind squeezing)

En conclusión:
El proceso de la presencia es el poder del Ahora, y del Instante Presente… La Conciencia  (Fil: 1:6)  (Col 3:4). Tener conciencia del momento presente es “estar plenamente presente al 100% en cada momento de nuestra vida conforme se vaya desenvolviendo, tal como es – sin interferencias - sin ataduras a la resonancia del miedo, del enojo y del dolor provenientes de nuestro pasado sin integrar (Isa: 43:16-18).

Sólo cuando estemos presentes y conscientes seremos capaces de vivir, cada encuentro que se desenvuelve en nuestra vida, como una divina oportunidad ordenada a explorar íntimamente las profundas posibilidades de nuestra humanidad. Entrar plenamente en este momento requiere de una transformación de comportamiento – un cambio desde la reactividad inconsciente a la deliberada responsabilidad (Rom: 12: 2).

Esta transformación sólo es auténticamente alcanzada a través de la integración consciente de nuestro Espíritu y cuerpo... Y ¡Nadie más puede lograr esto por nosotros!

Cada uno de nosotros hemos sido dotados con la capacidad de ser responsables de la calidad de nuestra experiencia. Sin embargo, hasta no estar conscientemente imbuidos por nuestra conciencia, el miedo, el enojo y dolor, la antipatía, la infidelidad, etc., aún sin integrar, continúan funcionando como el punto causal inconsciente de nuestra falta de armonía, malestar, enfermedad e ilusión.

Mientras sigamos suprimiendo y sedando nuestra posición espiritual, permaneceremos como una especie inauténtica, sin integridad y carente del Poder, amor y dominio propio con el que vinimos al mundo (2Tim: 1:7). De la conciencia y la presencia que somos, o de lo que Dios es, en, por y para nosotros... "La presencia es cuando ya no estás esperando el momento siguiente, creyendo que el momento siguiente será más pleno que éste". (Eckhart Tolle).

Somos lo que Dios dice que somos … Su bendición, Su gloria, Su esencia, Su imagen, Su reflejo y Su misma vida… ¡Como Él es, así somos nosotros en este mundo! Conciencia y Presencia (1 Juan: 4: 17b). Completos y Perfectos; y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo (Col: 2: 10) (Heb: 10:15).

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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!