Cuando hablamos
del Cuerpo y del Espíritu estamos hablando de “Lo natural y lo espiritual; de lo que se ve y lo que no
se ve; de lo temporal y lo eterno; de lo que no es y lo que es; de lo humano y
lo divino; de la muerte y la vida; de la realidad y la verdad; del vaso de
barro y la esencia.” Pero todo esto encerrado en estas dos palabras, “El Cuerpo
y el Espíritu” para que mientras estemos en el Cuerpo, aprendamos a vivir como
debemos… ¡En Dios!
Para que así tal
y como dice esta canción de Marcos Barrientos atendamos por el Espíritu Santo
Su palabra y oigamos en nuestro corazón, cuando dice… “Déjate en mis manos
moldear, tu ser transformar a mi voluntad; Yo te ayudaré a entender mi obra en ti, y a través de ti, y
ser lo que debes Ser…” Este es el fin de su propósito para nosotros en este
mundo, “ser lo que debemos Ser”
Oramos,
creemos y confesamos conforme a la palabra que en
este mismo momento donde disponemos todo nuestro ser para ser guiados en la
verdad, nadie más, sino Dios mismo sea quien alumbre los ojos del entendimiento
de muchos; para que juntos y unidos de corazón por UN solo Espíritu podamos
gozarnos siempre de Su perfecta voluntad mientras estemos en este cuerpo de
carne; y que no importa el lugar donde nos encontremos y lo que estemos haciendo, lo único que se vea
en, y a través nuestro, sea solo Él, para la Gloria y Honra de Su nombre.
1.- El Cuerpo y El Espíritu…
Recordemos… El
cuerpo fue formado en el (vientre materno) o plano natural, y el espíritu fue
creado en el (Cielo) o plano espiritual antes que el mundo fuera. Así fue
escrito: “Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo el ejército
de ellos (Ángeles) por el aliento de su boca.” (Sal: 33:6).
- ¡El vestido del Espíritu es el cuerpo! Si alguien lo tenía bien claro en la vida fue Job el varón perfecto y recto delante de Dios, por eso expresó lo siguiente diciendo, en (Job: 10: 8-13) … “Tus manos me hicieron y me formaron; como a barro me diste forma; me vaciaste como leche, y como queso me cuajaste; me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios. Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardo mi espíritu.”
a) ¿Qué es el Cuerpo?
- En (teología); se le conoce al cuerpo místico, como la Iglesia, entendiendo esto como el cuerpo de Cristo… En el catolicismo lo entienden como el pan de la eucaristía o cuerpo de Cristo…
- En lo natural, el cuerpo humano es la estructura física y material del ser humano, que se compone de cabeza, tronco y extremidades; los brazos son las extremidades superiores y las piernas las inferiores; cabe mencionar que el tronco se divide en tórax y abdomen y es el que da movimiento a las extremidades superiores, inferiores y a la cabeza.
El cuerpo humano
está organizado en diferentes niveles jerarquizados. Así, está compuesto de
aparatos; éstos los integran sistemas, que a su vez están compuestos por
órganos conformados por tejidos, que están formados por células compuestas por
moléculas. Posee más de cincuenta billones de células. Éstas se agrupan en
tejidos, los cuales se organizan en órganos, y éstos en ocho aparatos o
sistemas: 1. Locomotor (muscular y óseo), 2. Respiratorio, 3. Digestivo,
4. Excretor, 5. Circulatorio,
6. Endocrino, 7.
Nervioso y 8. Reproductor.
De la misma
manera como Job sabía que el vestido del Espíritu es el cuerpo, el Rey David se gozaba y le daba gracias,
alabanza, gloria y honra al Señor pues conocía quién era en verdad el que lo
había formado en el vientre de su madre, por lo cual dijo en el (Sal: 139:14-16):
“Te alabaré oh Dios; porque formidables y maravillosas son tus obras: estoy
maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fué encubierto de ti mi cuerpo, bien
que en oculto fuí formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi
embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que
fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.”
Sant@s en Dios, lo
importante en esta vida es que podamos entender que cada uno de nosotros, tal y
como vinimos al mundo incluyendo los impedimentos físicos en este cuerpo, así fue
como el Señor en Su perfecta voluntad nos diseñó para habitar en esta tierra de
bendición. Y como tal cumplimos también un propósito de bendición en este mundo.
Moisés escribió de
parte de Dios diciendo: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y
al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo el Señor tu Dios? (Éxo: 4:11). Esto
es algo que debemos tener presente siempre, para no ir a decir lo que no
debemos delante de Dios… “En todos y en cada uno de nosotros los que vivimos, es
Él mismo quien se está manifestando” (Col: 3: 11).
b) ¿Qué es el Espíritu?
(del
griego pneuma) - πνεῦμα - pnyoo'-mah. (Sobrehumano) un ángel, demonio, o
(divino) Dios, el espíritu de Cristo.
Espíritu Santo: - fantasma, la vida, el espíritu (ual,-ually), soplo,
aliento. Y espíritu: (del latín spirĭtus), es una corriente de
aire, es decir, la respiración (explosión) o una brisa; por analogía o
figurativamente un espíritu, es decir, (humano) es el alma racional, (por
implicación) principio vital, disposición mental, etc., o la mente.
- Nuestra Vida es Integral… y como tal debemos vivirla.
¿Por qué hago
tanta aclaración y tanto énfasis respecto del Cuerpo y del Espíritu? Porque mientras vivamos en este cuerpo terrenal no nos
podemos separar de el, así nos disguste. Y no podemos dejar de vivir en el
cuerpo todas aquellas experiencias que nos llevan a cumplir Su propósito eterno
en este mundo. Pues no es de nosotros poderlas elegir o rechazar. “Debemos
vivir el Espíritu que somos, en este cuerpo terrenal, esto es vivir integralmente”
Pablo
dijo: porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo
que aborrezco, eso hago. (Rom: 7:15). Por eso no nos
olvidemos, ni condenemos, ni critiquemos los errores, fallas o tropiezos que
hayamos tenido, pues son precisamente ellos los que nos han llevado a
superarnos y a tomar control de nuestra vida. Son ellos los que nos han llevado
a ser más personas y a reflejar mucho más, al que vive a través nuestro. Y de
esto el único que se ha encargado es Él mismo.
El profeta Jeremías lo dijo de
este modo: “Conozco, oh Dios, que el hombre no es señor de su camino, ni del
hombre que camina es el ordenar sus pasos.” (Jer: 10:23). Y Salomón dijo: “El
corazón del hombre piensa su camino; mas el Señor endereza sus pasos.” (Prov:
16:9). Así nos disguste, así nos duela, así no nos parezca; TODAS aquellas
experiencias que vivamos son necesarias para poder despertar en conciencia, y
vivir en este vestido de carne quienes Somos en verdad… (Rom: 8: 28).
Compartir estas
verdades entre nuestros herman@s en el mundo entero, no debe ser una carga. Es
una gloria y bendición que nos debemos gozar, porque igual que en los tiempos
de Pablo, todos nosotros fuimos puestos para ser “Luz”, pero solo que creerán esta
verdad los que estén “Ordenados” por Dios para poder disfrutar de la Vida
eterna que es Cristo en todo y en todos, siendo UNO. (Hech: 13: 48-52) (Gál: 3:28).
- En su tiempo el apóstol Pablo dijo a los Efesios: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de Dios, al varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia los artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo; de quien todo el cuerpo bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor. (Efe: 4:13-16).
1.- Ahora bien,
antes que sea nuestro objetivo a alcanzar, ¡Ser lo que debemos Ser!, es
la Vida - «YO SOY» la que debemos manifestar por el Espíritu, el cual es en
cada uno de nosotros… Cuando se tiene un poco de conocimiento, tanto de Dios,
como de Su palabra; estas dos palabras “Cuerpo y Espíritu”, empiezan a jugar un
papel muy importante en nuestra vida; al punto en el que a muchos nos
desconcierta, pues aun sabiendo que “Somos” lo que Dios dice que somos, (Espíritu), nos
seguimos identificando más con nuestro cuerpo natural. Y este precisamente es
el objetivo que tenemos en este día de bendición, despertar en conciencia para vivir verdaderamente lo que Somos «YO SOY»,
por encima de este cuerpo natural.
El apóstol Pablo refiriéndose a cómo se
debía vivir mientras se estaba en este mundo, dijo a los Corintios: “Pero
teniendo el mismo espíritu… no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre
exterior (Cuerpo) se va desgastando; el interior (ESPÍRITU) no obstante se
renueva de día en día.
Sant@s en Dios… Las “razones, emociones,
acciones, taras, traumas, problemas, dificultades, etc; nos minan en nuestra
manera de pensar y por ende en el cuerpo natural, enfermándolo y en ocasiones
llevándolo hasta la muerte”; pero todas esas cosas que suceden en nuestra vida,
no son más que leves tribulaciones momentáneas, que producen en nosotros, como
decía el apóstol, un cada vez más excelente y eterno peso de gloria… NO miremos
entonces más las cosas que se ven, sino
las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se
ven son eternas” (2 Cor: 4: 16-18).
Meditemos por el Espíritu en esta palabra…
2.- «YO SOY» (Espíritu – Vida). «YO SOY»
es quien se está manifestando hoy en todo y en todos, SIN DISTINGOS DE GÉNEROS Y SIN ACEPCIÓN DE PERSONAS (Col: 3: 11; Gál: 3: 28). Todos y cada uno de
nosotros estamos experimentando en nuestro cuerpo, lo mismo que experimentó
Jesús en su tiempo con un cuerpo terrenal. “Debilidades, tentaciones en todo
según su semejanza, y como Él, sin pecado.” (Heb: 4:15).
Así dijo Jesús a los
discípulos en ese tiempo, “el príncipe de ese mundo, nada tenía en él”. Nada
del Zarx, nada del mal, nada de la carne, nada de pecado (Juan: 14:30). Y hoy
es igual en nosotros. El príncipe fue destruido (Heb: 2: 14). Quitó el pecado
que era el aguijón de la muerte (Heb: 9:26) (1Cor: 15:56) y abolió en su carne la
ley la cual era la que le daba poder al pecado (Efe: 2:15).
En este punto quiero compartir unas
palabras dichas por el maestro “Saint Germain” a principios del siglo pasado,
pues pienso, y (es mi opinión personal), es de las pocas personas que ha
entendido verdaderamente el significado del (YO SOY – Vida – Espíritu) en sus
manifestaciones, (en todo y en todos); por lo cual escribió lo siguiente:
- “La vida, en todas sus actividades, dondequiera que ella se manifieste, es DIOS EN ACCIÓN. Es por la falta de conocimiento en la forma de aplicar el (pensamiento – sentimiento), que los humanos están siempre interrumpiéndole el paso a la Esencia de Vida. De no ser por esa razón, la Vida expresaría su perfección con toda naturalidad y en todas partes.”
- La tendencia natural de la Vida es Amor, Paz, Belleza, Armonía y Opulencia. A ella le es indiferente quien la use y continuamente está surgiendo para manifestar de más en más su perfección, y siempre con ese impulso vivificador que le es inherente.
Cuando piensas en la expresión «YO SOY»,
significa que tú ya sabes que tienes a Dios en Acción expresándose en tu vida.
No permitas que las falsas apreciaciones y expresiones continúen gobernándote y
limitándote. Rememora constantemente: «YO SOY», POR CONSIGUIENTE SOY DIOS EN ACCIÓN;
«YO SOY» VIDA, OPULENCIA, VERDAD, MANIFESTADOS YA.
Estas palabras ejercitarán sus sentidos
espirituales, pues es el Señor mismo quien cada día irá despertando a esta
verdad, a TODOS sus Sant@s, pues debemos vivir el (YO SOY), como debemos... o
como dijo el apóstol a sus discípulos: “No sea pues que el mucho conocimiento religioso,
logos y letra embote el entendimiento como sucedió en un tiempo a los
entendidos, que no les resplandecía la luz del evangelio de Cristo.”
Así como fue
dicho por el apóstol Pablo en Corinto: “porque si en ese tiempo el evangelio estaba
encubierto, entre los que se perdían estaba encubierto: en los cuales el dios
de ese siglo (Moisés), cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les
resplandeciera la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la
imagen de Dios.” y Dijo: Dios, fue quien mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, y es Él quien resplandece en nuestro corazón, para
iluminación del conocimiento de Su gloria. Pero tenemos este tesoro en vasos de
barro, para que la alabanza del poder sea de Dios, y no de nosotros en el
cuerpo. (2Cor: 4: 3-7).
Dicho de otra manera “Dios fue quien
mandó que de las tinieblas (Ignorancia), resplandeciera la luz (Cristo) para
iluminación del conocimiento de Su gloria (YO SOY), pero tenemos este tesoro
(Espíritu – YO SOY) en vasos de barro, para que la alabanza del poder sea de
Dios, y no del (EGO), quien es la falsa identidad o falso dios.
En todos nosotros, el «YO SOY» (Espíritu-Vida-Dios)
viene intrínseco. Es lo íntimo, lo interno, lo in circunstancial. “Es propio de
nosotros sin depender de ninguna circunstancia, sea cual sea...” A diferencia
de cuando hablamos que algo es Extrínseco o sea lo externo, no
esencial. Circunstancial, accesorio, exterior… Es en lo
que no deben estar puestos nuestros ojos porque siempre terminaremos juzgando
al Dios que está delante nuestro.
Como ya sabemos que nos somos el Cuerpo
que vemos, sino el (Espíritu-YO SOY- Vida-Dios), enfoquémonos entonces en gozarnos
en nuestra verdadera identidad y en empezar desde ya a manifestar lo que somos,
en pensamiento, palabra, obra y actitúd.
El hermano “Saint Germain” escribió también lo
siguiente, diciendo:
El Espíritu «YO SOY» es la actividad de la
Vida. ¡Es extraño que los estudiantes más
sinceros no siempre lleguen a captar el significado verdadero de esas dos
palabras! … Cuando pronunciamos, decimos o confesamos «YO SOY» debemos entender
que es más que una simple confesión, es más que un simple decir… Cuando tú
dices «YO SOY», sintiéndolo, abres la fuente de la Vida
Eterna para que corra sin obstáculos a lo largo de su curso; en otras
palabras, le abres la puerta ancha a su flujo natural. Cuando dices «Yo no
Soy», tiras la puerta en plena cara de esta Magna Energía.
El Espíritu «YO SOY» es la plena actividad
de Dios. Él mismo nos ha colocado frente a frente infinidad de veces la Verdad
de «DIOS EN ACCIÓN». Quiero que
comprendas que la primera expresión de todo ser individualizado en cualquier
parte del Universo, bien sea en pensamiento, sentimiento o palabra, es «YO
SOY», reconociendo así su Propia Victoriosa Divinidad.
Dios es la actividad de la vida manifestándose
en cada uno de nosotros. Lo que quiere decir entonces, que ahora con el
conocimiento de esta verdad; en nosotros está poder deleitarnos de todas las
cosas en conciencia limpia, buenas o malas, edificantes o destructivas,
convenientes o inconvenientes, serán nuestra experiencia de vida. Estas nos
impulsarán a vivir otro peldaño más en nuestra vida, o a repetir lo que por
insensatez ya sabemos y que… ¡No hemos sido llamados a juzgar! (Rom: 2:1).
La confesión «YO SOY» es una Ley espiritual, no una mera respuesta a una
declaración…
La mayoría de las personas que asisten o no a una congregación evangélica o católica declaran a las demás, al verlas o
al despedirse de ellas… “Que Dios te bendiga”; y como respuesta reciben un “Amén”,
sin saber en verdad que es lo que esto quieres decir. Cuando se le dice a
alguien, Dios le bendiga, es como si se le estuviera diciendo que lo que tiene
es maldición y no bendición y que por tal motivo es necesario que “Dios le
bendiga”
No así cuando se le reafirma y recuerda al
hermano quien es en verdad… “La gloria, imagen, reflejo, esencia, plenitud y
vida de Dios que es. A lo que por respuesta debemos declarar y afirmar… «YO
SOY»
Está escrito así: “Porque de cierto os
digo que cualquiera que dijere… y no dudare en su corazón, sino creyere que
será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.” (Mar: 11:23). Jesús le
dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (Juan: 11:40).
Es de nosotros tratar de comprender y
aplicar estas potentes y sencillas leyes. Es de nosotros también mantener una
guardia estricta sobre el pensamiento y la expresión, ya que cada vez que uno
piensa o dice «no Soy», «no puedo» o «no tengo» es como si estuviéramos
ahorcando la Magna Presencia Interior, consciente o inconscientemente y en
forma tan tangible como si se colocaran las manos alrededor del cuello de alguien;
sólo que con respecto a una forma exterior el pensamiento puede hacer que la
mano lo suelte en cualquier momento, mientras que cuando uno hace una
declaración de no ser, no poder o no tenerse, pone en movimiento la energía
ilimitada que continúa actuando hasta que uno mismo la ataja y transmuta la
acción.
Esto te mostrará el enorme poder que tú
tienes para calificar, determinar u ordenar la forma en que quieres que actúe
la gran energía de Dios. Y te digo, amado estudiante, que la dinamita es menos peligrosa.
Una carga de dinamita sólo desintegrará tu cuerpo, mientras que LOS
PENSAMIENTOS IGNORANTES LANZADOS SIN CONTROL NI GOBIERNO ATAN A LA RUEDA DE LA REENCARNACIÓN
INDEFINIDAMENTE, o sea que, mientras dure un decreto sin atajar, sin transmutar
o disolver, continúa imperando per sécula seculorum, ¡y por disposición del
propio individuo! Por esto verás cuán importante es que tú sepas lo que estás
haciendo cuando usas expresiones incorrectas impensadamente, ya que estarás
empleando el más potente y Divino Principio de Actividad en el Universo, o sea,
el «YO SOY». “Saint
Germain”
En conclusión:
Esta verdad «YO SOY» (Espíritu-Vida-Dios)
está por encima de ser una confesión más, sino que tiene toda la fuerza y el poder
que muestra lo que SOMOS, es nuestra verdadera identidad.
“Por eso, no
desmayamos; antes bien, aunque este nuestro hombre exterior se vaya
desgastando, el interior no obstante se va renovando de día en día. Porque todo
lo que sucede en nuestra vida no son más que leves tribulaciones momentáneas
que producen en nosotros cada vez más, excelentes y eternos pesos de gloria. (2Cor:
4:16-17).
Sant@ en Dios… Recuerda siempre que cuando piensas en la
expresión «YO SOY», significa que tú ya sabes que tienes a Dios en Acción expresándose
en tu vida. Y oigamos en nuestro corazón las palabras de la canción “Yo
te ayudaré a entender mi obra en ti, y a
través de ti, y ser lo que debes Ser…”
Por favor Sant@s y etern@s “No permitas”
que las falsas apreciaciones y expresiones continúen gobernándote y
limitándote. Rememora constantemente: «YO SOY», POR CONSIGUIENTE SOY DIOS EN ACCIÓN;
«YO SOY» VIDA, OPULENCIA, PAZ, VERDAD, MANIFESTADOS YA.
El mundo nos pone
etiquetas donde Dios ya nos puso título de propiedad y sello. “Tú eres lo que
Dios dice que tú eres”, es por esto que sabemos, creemos y confesamos de ahora
en adelante que “YO SOY... La misma gloria, reflejo, imagen, olor fragante,
bendición, esencia, plenitud y Vida de Dios en este mundo; pues así como él es,
somos nosotros” (1 juan: 4:17b).
Somos lo que Dios dice que somos Espíritu y no Cuerpo.
0 comentarios:
Publicar un comentario