Así está escrito: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, y templanza; contra tales cosas no hay ley”
(Gál:
5:22-23).
Siempre hemos venido escuchando acerca del
fruto del Espíritu Santo, y como éste debe manifestarse en cada uno de
nosotros; pero todo esto lo hemos escuchado siendo aplicado desde lo natural,
hacia lo espiritual. Desde cómo el hombre de Dios debe experimentar el Fruto
del Espíritu Santo en su vida, pero NUNCA siendo el vehículo, el guante, el
FRUTO o el instrumento útil de Dios para manifestarse en este mundo. Pues el que
vive es Él y no nosotros… ¡Él
manifestándose en un vaso de barro!
Lo que quiero decir con esto es, que debemos despertar
ya, y darnos cuenta que es Él mismo obrando, pensando y hablando a través
nuestro… porque… “Dios no tiene más boca que la tuya y la mía. No tiene más miembros con que moverse en esta
tierra que los tuyos y los míos. No
tiene más cuerpo que el tuyo y el mío para manifestar Su amor, Su gozo, Su paz,
Su paciencia, Su benignidad, Su bondad, Su fe, Su mansedumbre, y Su templanza…”
Él es el todo, y Él es en TODOS… (Col: 3: 11)
(Gál: 3: 28). Juan dijo: “El que tiene
oídos para oír, que oiga lo que el Espíritu dice a…” Y eso nos incluye a ti y a mí.
Ahora veamos lo siguiente: Si Él es el todo y
Él es en todos… ¡En TODOS se manifiesta, para que no tengamos nada malo que
pensar, ni decir de nadie. En TODOS sin acepción de personas, sin diferencias de ninguna clase, ni de
color, ni de sexo, ni de religión, etc. pues todos y cada uno de nosotros en
particular, SOMOS Su gloria, Su imagen, Su
reflejo, Su olor fragante, Su luz, Su bendición, Su plenitud, Su esencia y Su
misma vida manifestándose en este mundo… ¡En Dios NADIE está por fuera! … porque
“Todos somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.” (Efe: 5:30).
Lo que quiere decir entonces es que, lo que
se ve de Dios físicamente somos cada uno de nosotros; Somos Su manifestación
visible; o sea, ¡Tú y Yo! Somos Su fruto...
Oración:
Señor…
Confesamos conforme a Su palabra y a Su
perfecta voluntad, que somos guiados solo por Su espíritu, en esta verdad de
gloria y de vida, para poder disfrutar desde este cuerpo natural, lo que verdaderamente
SOMOS: la Manifestación del Fruto de Su Espíritu... Así lo creemos y así lo
recibimos Señor, para ¡Su Gloria y Su honra!
Como una Introducción…
Entendamos lo siguiente: ¡Cuando hacemos o no, alguna cosa por nuestro hermano; es a Dios mismo a quien la hacemos! Esto es
algo que debe estar bien claro en cada uno de nosotros, para que valoremos y le
demos piso a nuestro pensar, hablar y obrar natural; y mucho más, cuando lo
hacemos con nuestro prójimo; pues todo esto en el camino tiene su cosecha… (Gál:
6: 7).
En (Mat: 25: 37-40) leemos un buen ejemplo al
respecto:
Entonces los justos le preguntaron al Señor diciendo:
¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y
vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les
dijo: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
más pequeños, a mí lo hicisteis.”
Ahora leamos estos cinco puntos en los que
debemos estar bien claros, para poder gozarnos y vivir en conciencia limpia, lo
que verdaderamente Somos en Dios. ¡La Manifestación del
Fruto de Su Espíritu!
B.- Es una “Locura para muchos…”
C.- El YO SOY es Espíritu, y no carne… (Cuerpo).
D.- No es cuestión de quererlo entender…
E.- YO SOY… ¡La Manifestación del Fruto del
Espíritu!
Estas palabras dichas por el apóstol de la
gracia en (Gál: 5:22-23), expresan respecto de la esencia Espíritu (Yo Soy – Vida - Dios), “Lo que proviene de
dentro del corazón del Señor”, por decirlo de algún modo para que sea entendido;
el cual es “Su fruto”, Su espíritu, y quien es, el que debe regir y despertar en
conciencia nuestra vida, a esta verdad del SER
que Somos, ¡La Manifestación del Fruto del Espíritu!, mientras estemos en el
cuerpo…
Y no solo a nosotros los que hemos venido siendo alumbrados en este “Camino
más excelente” que es el del Amor, según está escrito en (1Cor: 12:31) y (1Cor:
13: 4-8ª), no. Sino también a todos aquellos hermanos en todo el mundo, que por
desconocimiento a esta verdad se encuentran todavía viviendo una vida religiosa
antiguo testamentaria, envueltos en creencias, costumbres, ritos, mandamientos,
preceptos y ceremonias impuestas hoy por
el hombre, desde los llamados púlpitos cristianos. Y por una Ley Mosaica
que fue abolida hace ya más de 2000 años
en la cruz (Efe: 2:15), pero que en ignorancia se sigue predicando.
Con todo y eso de seguir predicando lo que ya
fue abolido, así nos parezca increíble, hace parte de la “Multiforme Sabiduría
de Dios”, hace parte de Su Propósito eterno, y hace parte del “Nivel de gloria
o de conocimiento en el que nos encontremos, pues Él es soberano e hizo como Él
quiso. Lo que si debe manifestarse en cada uno de nosotros, es la paz de
Dios, que sobre pasa todo entendimiento;
pues ellos despertarán o no a esta verdad, tal y conforme haya sido
establecido…
A.- “Todos” debemos despertar
a este conocimiento.
Así fue escrito desde mucho antes... Y fue el
apóstol Pablo quien se lo dijo a sus discípulos en (Efe: 4:13) diciendo: “Hasta
que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de Dios, al varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo.
1) A la unidad de la fe, o del CREER… o sea “Todos
creyendo una misma cosa”
2) Al conocimiento de Dios... pero en Su
soberanía ¡Siendo UNO, en todo y en todos! (Gál: 3: 28).
3) Al
varón perfecto… pero No viendo al ojo, sino lo que no se ve, lo eterno
(2Cor: 4: 18).
4) A la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo… Esa es nuestra medida (Cristo), pues como Él es, así somos nosotros
(1Juan: 4: 17b); y es a Él a quien debemos ver y manifestar en todo lo que
pensemos, digamos y hagamos en este mundo.
Ahora cuando Pablo dijo “Todos”, solo se refería
a aquellos hombres y mujeres que fueron ordenados por Dios para esta gloria (Hech:
13: 48). De la misma manera como sucede hoy en día, con los que van despertando
a esta verdad de conocerse en su verdadera identidad “Espíritu” (Yo Soy – Vida – Dios), y en cada uno de los atributos
de la Manifestación del Fruto de su Espíritu, el cual somos nosotros.
Lo que nos indica entonces, que esta gloria
de conocimiento y de verdad, no es para cualquiera; es para un grupo especial, un grupo selecto, pues,
tal y como está escrito: “Muchos son los llamados y pocos los escogidos.” Y cuanto
más, cuando de ser despertado en esta verdad de entender, que “Somos la manifestación del Fruto del Espíritu” se
refiere.
Confieso, creo y recibo en Dios, que estas palabras son alumbradas en todos aquellos que deben despertar a esta gloria de vivir lo que Somos... Y esto no es cuestión de soberbia, ni de exaltación humana, no; sino de ¡Soberanía Divina y de Voluntad Perfecta! Y para esto de entender Soberanía Divina y Voluntad Perfecta de Dios, leamos este ejemplo que se encuentra en (Mat: 20:1-16) y que nos ayudará a entender mejor las cosas…
Fue escrito así: “Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
Saliendo cerca de la hora tercera del día,
vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también
vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez
cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora
undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis
aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Él
les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.
Cuando llegó la noche, el señor de la viña
dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde
los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la
hora undécima, recibieron cada uno un denario. Al venir también los primeros,
pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un
denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos
postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que
hemos soportado la carga y el calor del día.
El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Así, de igual modo como sucedió con la
contratación y el precio del pago por una labor específica, ajustada por el
Rey, sucede con la sabiduría de lo alto, la celestial, la que ninguno de los
príncipes de ese siglo entendió y que aún muchos hoy no entienden... Esa sabiduría
que está reservada para los que han alcanzado maduréz (1Cor: 2: 5-10); pero que
nada tiene que ver con el mucho estudio de la biblia o libros sagrados, ni los
muchos años que se tenga asistiendo a una congregación, ni los muchos cursos de
formación y teología bíblica que se hayan hecho, no; sino porque Dios es bueno,
y así le pareció que fueran las cosas, nada más…
¡Por eso no se sienta mal cuando algún hermano le comparta algo especial, y que a Ud le suene a locura! Pues en la soberanía de Dios, a él se le dio entender algo en especial y a Ud, en un tiempo después… y por medio de él, como le sucedió a Saulo de Tarso, cuando Ananías fue y oro por él para que su vista fuera devuelta.(Hech: 9:13-19).
¡Por eso no se sienta mal cuando algún hermano le comparta algo especial, y que a Ud le suene a locura! Pues en la soberanía de Dios, a él se le dio entender algo en especial y a Ud, en un tiempo después… y por medio de él, como le sucedió a Saulo de Tarso, cuando Ananías fue y oro por él para que su vista fuera devuelta.(Hech: 9:13-19).
Si hoy entendemos esta palabra de VIDA, (No de ley, ni de gracia); esta palabra que para
muchos sigue siendo locura como lo era en los inicios del primer siglo; pero
que para nosotros es “Poder de Dios y Sabiduría de Dios” (1Cor: 1:18); no
contendamos con los hermanos. No critiquemos su manera de vivir, no juzguemos
ni señalemos su proceder, pues ellos igual que nosotros, SOMOS Su fruto, Su misma
plenitud, esencia y vida en este mundo. Recordemos lo que fue escrito por el
apóstol: “Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial,
tales también los celestiales.” (1Cor: 15:48) y que “Como Él es, así somos
nosotros” en este mundo (1Juan: 4: 17b). ¡Nosotros somos el FRUTO del
celestial!
Meditemos otra vez por el Espíritu en esta verdad…
- Si ¡Yo Soy! tú eres, y si tú eres, todos somos, el fruto del Espíritu Santo manifestándose, sin discriminación alguna. Esta es la verdad que debemos vivir y disfrutar con gozo, pues recordemos… ¡Dios no tiene más cuerpo que el tuyo y el mío para mostrar Su amor, Su gozo, Su paz, Su paciencia, Su benignidad, Su bondad, Su fe o Creer, Su mansedumbre, y Su templanza!
B.- Es locura para
muchos…
El apóstol Pablo refiriéndose al pensamiento
que muchos tenían respecto de su modo de vida, que no era otra más que el
testimonio vivo de la palabra de Dios que predicaba. Los llevaba por medio de la
doctrina que les compartía, a manifestar el fruto del Espíritu y los principios que él estaba predicando y
estableciendo en el mundo de su tiempo,
por lo que el Señor había hecho por toda la humanidad en la cruz, y conforme a la palabra recibida por
Él en el tercer cielo; les dijo:
- “Si estamos locos, es para Dios… Porque el amor de Cristo nos constriñe, nos empuja, nos alienta, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.” (2Cor: 5: 13-16).
No es cuestión de decir como muchos de
nosotros en un tiempo, que el cristianismo es un estilo de vida, no. ¡Cristo es
la vida! …
Nuestra vida es Él mismo manifestándose; pero hoy no en un solo cuerpo
como lo fue antes de la cruz, sino en muchos cuerpos; porque después de la cruz
el único que ha vivido y vive es Él, y no nosotros. Pero esto solo se entenderá
cuando hayamos sido despertados a esta verdad por Su espíritu, antes no. Por
eso es ¡Locura para muchos!
C.- El YO SOY es,
Espíritu y no carne (Cuerpo).
Por eso Pablo les dijo así: Es viendo lo que
no se ve, lo eterno y lo temporal (2Cor: 4: 18).
Entendamos lo siguiente: No somos lo que
vemos de nosotros, sino lo que no se ve, lo celestial, eso somos… “Cristo es la
esencia divina que hay en usted o el Ser, como se le llama a veces en Oriente.
La única diferencia entre Cristo y presencia es que Cristo se refiere a la
divinidad que mora en usted, independientemente de que sea consciente de ello o
no, mientras que presencia significa su divinidad o esencia de Dios ya
despierta.” Eckhart Tollé.
En (Éxo: 3:11-14). Cuando el Señor
comisionaba a Moisés en ese tiempo para ser el libertador del pueblo de Israel
de la esclavitud de Egipto, Moisés le respondió a Dios, de la siguiente manera,
diciendo: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos
de Israel? Y el Señor le respondió: Vé,
porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado:
cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.
Entonces dijo Moisés a Dios: He aquí que
llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha
enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les
responderé? Y respondió Dios a Moisés,
diciendo: YO SOY EL QUE SOY.
Y dijo: Así dirás a
los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Santos y eternos en Dios. No veamos la zarza o
cuerpo como lo hizo Moisés, sino, oigamos su voz tal
y como se lo dijo Jesús en alguna ocasión a los discípulos… “Mis ovejas oyen MI voz y me siguen; ellas no refutan, no cuestionan,
no opinan, solo obedecen y siguen…” (Juan: 10:27-28). Recordemos… “No es por
vista, es creyendo y viviendo” Es viendo con los ojos del Espíritu, el ¡YO SOY
la Manifestación de su Fruto actuando, y no viendo el cuerpo!
Por eso Pablo les dijo así, hablándoles del
cuerpo Jesús: “Y si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así”…
pues Pablo nunca conoció a Jesús de Nazareth, como para haber seguido sus pasos
como lo hicieron los apóstoles, cumpliendo una ley ya caduca; sino que conoció al
Cristo (Espíritu – Yo Soy - Dios), y por eso los instaba a no ver lo que se ve,
o sea el cuerpo, sino a ver lo que no se ve, o sea el Espíritu; pues lo que se
ve es temporal y lo que no se ve, es eterno. (2Cor: 4:18).
- Es así, como debemos vernos todos nosotros; y es así, como debemos vivir… pues Somos Su Fruto, Su manifestación. “Porque si decimos que vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.” No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros (Gál: 5:25-26).
…“Desconocer las verdades de Dios, Su
palabra, Su soberanía y Sus propósitos, o conocerlos en parte” ha llevado al
hombre en todo el mundo a ser eliminado en su Identidad Celestial, en conocerse
como “Yo Soy”, a vivir como un niño espiritualmente, a ver por espejo y no cara
a cara; pero cuando la verdad sea manifestada y salga a luz, entonces, como
dijo el apóstol Pablo… “Conocerá como fue conocido”(1Cor:13:9-12).
Por eso dijo el profeta: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó
conocimiento” (Ose: 4: 6). Y Juan
escribió: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan: 8:32).
…Todas las cosas, cuando son puestas en
evidencia por la luz (Cristo), son hechas manifiestas; porque la luz es lo que
manifiesta todo. Por lo cual dice: “Despiértate, tú que duermes, y levántate de
los muertos, y te alumbrará Cristo” (Efe: 5:13-14). Estas son las verdades que
solo serán entendidas, cuando seamos despertados en conciencia; antes no.
Echemos un vistazo a esas dos
formas de predicación…
- Juan dijo de él mismo… “Es necesario que yo mengüe, paro que Él crezca”, porque reconocía que él solo preparaba camino al que ES desde siempre, desde la eternidad (Juan: 3:30).
- Y Pablo dijo: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” indicando con esto que el final de su ministerio había llegado, y la vida Cristo, era la que se debía manifestar, ahora en todo y en todos (Gál: 2: 20) (Col: 3: 11).
D.- No es cuestión de
quererlo entender…
- En ese tiempo entender a Pablo en su predicación, no era cuestión de quererlo entender, no. Era cuestión de haber sido ordenado por el Señor para poderlo hacer; era cuestión de voluntad divina, de un cumplimiento del propósito y de la Soberanía establecida por Dios desde antes de los tiempos de los siglos, para poder despertar a la verdad de Su palabra, tal y como sucede hoy.
- Entender al apóstol Pablo en su predicación después de haber vivido mucho tiempo una forma de vida regida por la “Ley de Moisés”, igual que la mayoría de los de su tiempo, no era fácil para ellos; y mucho menos lo era, cuando de un judío se trataba, pues para ellos “Los Gentiles”, a los que el apóstol Pablo les predicaba las buenas nuevas de salvación, eran tenidos en poco. ¡Eran considerados perros!
Si estamos locos, es para Dios.
¡Muchos no creerán! Jesús dijo: No hay
profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su
casa. Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos
enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad
de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando. (Mar: 6:4-6) (Mat: 13:58).
Las palabras de María Magdalena, de Juana, y
María, cuando contaron acerca de la resurrección de Jesús, a los discípulos les
parecían locura, y no las creían. (Luc: 24:11).
Hoy la palabra de la cruz “Consumado es” TODO
ESTA HECHO, dicha por Jesús antes de entregar su vida, es locura para muchos…
(1Cor: 1:18).
El amor de Cristo nos constriñe.
Fue lo único que pudo mover la vida del
apóstol: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como
pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como
pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor
del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia
que es de Dios por la fe; a fin de conocerle… (Fil: 3: 7-10ª).
Si uno murió por todos, luego todos
murieron.
Si, pues, hay en ti entendimiento, oye esto;
escucha la voz de mis palabras.
¿Gobernará el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan
justo? ¿Se dirá al rey: Perverso; y a
los príncipes: Impíos? ¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas
de príncipes. Ni respeta más al rico que al pobre, porque todos son obra de sus
manos? (Job: 34:16-19).
Los que viven, ya no vivan para sí.
Ahora pregúntate,
para quién estás viviendo tú… ¿Para la religión que profesas? ¿Para la
congregación que asistes? ¿Para el pastor, apóstol o guía espiritual que te
guía? Para tu familia, amigos o compañeros. ¡Para quién?
El apóstol dijo: “Pero cuantas cosas eran
para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.” Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin
de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte… (Fil: 3:7-10).
“Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a
Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu
Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan
prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa
mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio
que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de
Dios (Hech: 20:22-24).
A nadie conocemos según la carne.
Pregúntate,
a quien seguía el apóstol Pablo… A ¿Jesús o a Cristo? ¿Al siervo o al Rey de
reyes? Pablo NUNCA siguió a Jesús… sino, (A Cristo – Al Señor – al Espíritu –
al Yo Soy – Vida – Dios).
En (Hech: 9:
3-6) está escrito que Saulo yendo por el
camino, le aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un
resplandor de luz del cielo; y que cayendo en tierra, oyó una voz que le decía:
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? A l cual él respondió y le dijo: ¿Quién
eres, Señor? Y el Señor le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa
te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué
quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se
te dirá lo que debes hacer.
Levantémonos
y entremos ya a disfrutar de lo que SOMOS; el fruto del Espíritu manifestándose
en este mundo… Y con ese mismo amor, humildad y firmeza con la que Dios habló
desde su cuerpo natural Jesús, y como lo hacía y hablaba el apóstol Pablo, demostrando
no con palabras solamente, sino con
hechos, el fruto del Espíritu, así mismo debemos hacerlo nosotros. Ejemplo:
“Yo Pablo os
ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo, yo que estando presente
ciertamente soy humilde entre vosotros, mas ausente soy osado para con vosotros;
ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con
que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como
si anduviésemos según la carne.”
Pues aunque
andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra
milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas, derribando argumentos y toda
altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda
desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta (2Cor: 10:1- 6).
En
otra ocasión les dijo respecto de la locura:
¡Ojalá me toleraseis un poco de locura! Sí,
toleradme. Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. Pero temo que como la serpiente con su
astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la
sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís
otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; y pienso que en nada he sido inferior a
aquellos grandes apóstoles. Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en
el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado (2Cor: 11:1-6).
A los Galacianos les dijo: “¡Oh gálatas
insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante
cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como
crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por
las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado
por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? (Gál: 3: 1-4). ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es
que realmente fue en vano. (Gál: 4:11)
“Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros” (Gál: 4:16) “¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad?”
Así también vosotros, hermanos míos, habéis
muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo (Jesús), para que seáis de otro,
del que resucitó de los muertos, (Jesucristo) a fin de que llevemos fruto para
Dios (Rom: 7:4). ¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? (Gál:
4:16).
E.- YO SOY… (Espíritu – Vida – Dios).
La manifestación visible
del Fruto del Espíritu, pues es Él es quien vive, y no nosotros.
Ahora recuerdo las palabras de un varón de
Dios que en alguna ocasión decía: para poder gozarnos de estas verdades de Dios
que para muchos son locura, debemos desaprender para volver a aprender... Y de
alguna manera tienen mucho de razón; pues sino renovamos nuestra manera de
pensar y pasamos de pensar naturalmente a hacerlo desde la mente de cristo, no
podremos entender la buena voluntad de Dios que es agradable y perfecta (Rom:
12: 2). Recordemos, el Espíritu es el que recuerda mientras está en el cuerpo, y
es el cuerpo quien aprende a someterse al Espíritu, y para esto debemos ¡Menguar y Morir!
¿Cómo saber si en verdad “Yo Soy” la
manifestación del Fruto del Espíritu? Meditemos en estas palabras dichas por “Un
vendedor de cigarrillos” en Bombay, y que hoy es considerado por muchos como un
iluminado por su enseñanza directa e informal, Él se llama. Sri Nisargadatta
Maharaj. Y fue quien dijo:
Para saber
lo que usted es en verdad, primero debe investigar y conocer lo que usted no
es… Descubra todo lo que usted no es – (El cuerpo, los sentimientos, los
pensamientos, el tiempo, el espacio, esto o eso). Nada, concreto o abstracto,
que usted perciba puede ser usted. El acto mismo de percibir muestra que usted
no es lo que usted percibe. Cuanto más claro comprenda que en el nivel de la
mente usted sólo puede ser descrito en términos negativos, tanto más
rápidamente llegará al fin de su búsqueda y se dará cuenta de que usted es el
ser sin límites.
En conclusión:
Ahora que ya sabemos quiénes somos en este
mundo y la gloria, bendición, plenitud, esencia, FRUTO y vida de Dios que
somos; gocémonos en esta verdad, y cuando se nos presente ese “Segundo de vida”
en el que debemos “actuar” o mas bien, ver como Él actúa a través de nuestro
cuerpo mortal, disfrutemos de esa gloria de SER como Él se manifiesta, “El Amor,
el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe o el CREER, la mansedumbre
y la templanza. Todas aquellas cosas en
las que no hay ley. ¡ESO SOMOS!
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