(Isaías: 45:5-7) Así está escrito: “Para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone”, que…
* Yo soy el Señor, y ninguno más hay.
* No hay Dios fuera
de mí…
* No hay más que yo; yo el Señor, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad.
* No hay más que yo; yo el Señor, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad.
* Yo el Señor soy el que hago todo esto.”
¿Qué pensamiento cruza por su mente cuando Ud
oye una declaración de este tipo? Creo que lo único que puede cruzar por
nuestra mente es que la persona que está hablando con esa seguridad es el dueño
absoluto, el soberano de todas las cosas, el que ha establecido sus cosas como
Él quiso y que nada ni nadie puede cambiar; ahora…
Meditemos:
“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin
él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Jn: 1:3). Y Todas las cosas en él subsisten…”
(Col: 1: 17). Pregúntate: ¿Cuántas cosas subsisten? ¿Las buenas o las malas? Y
¿Cuáles cosas subsisten? ¿Las buenas o las malas? … ¿Qué respuesta darías a
estas preguntas? … ¡TODAS subsisten!
Sant@s y Etern@s en Dios, con estos versos de
la biblia que acabamos de leer, continuamos compartiendo y desarrollando esta
palabra acerca del tema que venimos tratando, “El UNO”,
para que tengamos cada vez más claridad al respecto; con un solo objetivo, el
cual no es más, que el de ser despertados en el Espíritu del que ES, ha sido y será por siempre… “Dios – Cristo – El SER
sin límites, el Todo y en todos; y que no es otro más que EL AMOR.”
¿Y por qué el amor?
Porque TODO
fue creado en amor… “En él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y
él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en él subsisten” (Col: 1:16-17). ¿Por qué?
· * Porque ¡Dios ES amor! (1Jn: 4:8b). Así de
simple; o como dirían otros… “Tan sencillo como eso”
· * Porque Él es… “La plenitud de Aquel que todo
lo llena en todo.” (Efe: 1:23).
· * Porque Él es… El amor. Y el amor, “Todo lo
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser”
(1Cor: 13:7-8ª).
Y Uno solo
es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, sin tener que
hacer concesiones con nadie; y mucho menos con personas, creencias y religiones,
etc. por ser quien ES, así como fue escrito en la biblia: “Él es el resplandor
de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder…” (Heb: 1: 3b).
Todas las cosas fueron hechas por
UNO solo…
Ahora para que la voluntad de Dios tome peso
en esta palabra que venimos desarrollando acerca del UNO,
leamos lo que dice la biblia…
·
“Ved
ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; (NO BUSQUE DOS, NI TRES, PORQUE
NO HAY). Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; y no hay quien
pueda librar de mi mano.” (Deut: 32:39).
¿Quién será aquel que diga que sucedió algo
que el Señor no mandó? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
¿Por qué se lamenta el hombre viviente? (Lam: 3:37-39). Preguntémonos entonces, ¿Qué es bueno y que
es malo delante de Dios? NADA… ¡Todo es perfecto
y necesario! “Y todas las cosas ayudan para bien…” (Rom: 8:28).
· “El único que ha sido, ES y será por siempre desde la eternidad hasta la
eternidad; el que se vistió de carne para hacer lo que se había propuesto en sí
mismo hacer desde antes de los tiempos de los siglos (Jn: 1: 14) con un solo
propósito y es el de que todos podamos gozarnos hoy en esas palabras que Él dijo
en oración estando reunido con sus discípulos antes de ir al huerto de
Getsemaní, diciendo:
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también
ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino
también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos… ¡Para que todos
sean UNO!… ¡Perfectos en unidad!” (Jn: 17:20-23). De aquí las palabras del
apóstol Pablo cuando dijo a los efesios… “Porque somos miembros de su cuerpo,
de su carne y de sus huesos.” (Efe: 5:30).
UNO solo fue quien lo planificó, lo
dijo, lo llevó a cabo y lo consumó en la cruz… (Jn: 19:30b).
El que cumplió en su cuerpo lo que había
dicho con su boca, y que en esa cruz manifestó su verdadera esencia, que no es
más que el “AMOR”; “Pues está escrito que, Dios no es hombre, para que mienta,
ni hijo de hombre para que se arrepienta.
El que lo hizo las cosas aún por encima de su
temor natural cuándo experimentaba en su cuerpo ese ejercicio de vida reconociendo desde ese cuerpo natural Jesús la soberanía de Su verdadera esencia
Espíritu, dijo: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi
voluntad, sino la tuya.” (Luc: 22:42).
Tal y como fue escrito: “He aquí haré yo una cosa en Israel, que a
quien la oyere, le retiñirán ambos oídos” (1Sam: 3:11). Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Núm: 23:19). Y no le creyeron; pero “A lo suyo
vino…” y lo cumplió. (Jn: 1: 11).
¿Cuál es el error básico que se tiene para no
entender la verdad del UNO, de Cristo, del Espíritu? no es más que la identificación
con el pensamiento, con la mente, con la emoción, con nuestra propia voluntad;
por eso es que cuando decimos que despertamos espiritualmente, es que hemos
despertado del sueño del pensamiento, de toda creencia y de toda religiosidad.
El
reino de la conciencia, del UNO, del Espíritu es mucho más vasto de lo que el
pensamiento puede entender. Cuando dejas de creerte todo lo que piensas, sales
del pensamiento y ves con claridad que el pensador no es quien tú eres… El
pensador es Él, UNO solo… ¡No hay dos, ni tres; no los busques porque NO LOS
HAY.
El que fue capaz de “Reunir TODO en Él” para
que después de la cruz no se manifestara en este mundo más que UNO solo, Él; que es el todo y en todos… “El Amor – Dios” (Efe: 1:9-10) y todo esto lo hizo conforme
a la confesión hecha por él mismo antes de entregar su cuerpo para ser
sentenciado en un madero, diciendo:
“Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para
que también ellos sean santificados en la verdad. Mas no ruego solamente por
éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de
ellos, para que todos
sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en
ti, que también ellos sean uno en nosotros; para
que el mundo crea... La gloria que me diste, yo les he dado, para
que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que
sean perfectos en unidad…” (Jn: 17:
19-23ª).
Lo que nos permite entender que… ¡TODOS SOMOS UNO! Perfectos en Unidad, pues así fue
establecido en Su soberanía para que nos gocemos desde ya “viendo lo que no se
ve”, lo eterno y no lo temporal (2Cor: 4: 18). Viendo a DIOS mismo en nuestro
herman@ y no su error, ni su falta, ni su resbalón y mucho menos su caída, pues
así fue escrito: “Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, ustedes que son
espirituales, restáurenle con espíritu de mansedumbre, considerándose Uds a sí
mismos, no sea que también ustedes sean tentados...” (Gál: 6:1).
Meditemos
en estas palabras…
· “Cuando el ser
humano tiene un cierto grado de Presencia, de atención y alerta en sus
percepciones, puede sentir la esencia divina de la vida, la conciencia interior
o el espíritu de todas las criaturas y de todas las formas de vida, y reconocer
que es uno con esa esencia y amarla como a sí mismo. Sin embargo, hasta tanto
eso sucede, la mayoría de los seres humanos perciben solamente las formas
exteriores sin tomar conciencia de su esencia interior, de la misma manera que
no reconocen su propia esencia y se limitan a identificarse solamente con su
forma física y psicológica.” (Eckhart Tolle).
Hasta cuando no entenderemos que Todos somos
la misma esencia, plenitud y vida de Dios en este mundo… Que en Dios “NO HAY” acepción
de personas… (Rom: 2:11), pues después de la cruz, “Ya no hay judío ni griego;
no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; sino que TODOS somos UNO en
Cristo Jesús” (Gál: 3: 28).
Que solo UNO es quien vive por encima de todo, el cual es Dios = El AMOR (1Jn: 4:16b).
Que tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.
Y que es Él quien está manifestándose a través nuestro.
Que solo UNO es quien vive por encima de todo, el cual es Dios = El AMOR (1Jn: 4:16b).
Que tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.
Y que es Él quien está manifestándose a través nuestro.
Por tal motivo es que ya debemos entender que
“No es lo que veamos, pensemos, sintamos, palpemos y percibamos de nosotros y
de las personas que nos rodean, que es la verdad, no…
No somos este vaso de barro llamado cuerpo el cual se mueve en este mundo, sino que somos el Espíritu que no vemos; y que así te suenen a locura las palabras que acabas de recibir, ¡TODOS somos UNO! pues todo lo que veamos, pensemos, sintamos y palpemos a través de nuestro cuerpo es solo la realidad creada por nuestra propia mente natural manipulada por un falso dios ego; que no es, nunca ha sido, ni será… Una realidad creada por nosotros mismos pero que no es la verdad.
No somos este vaso de barro llamado cuerpo el cual se mueve en este mundo, sino que somos el Espíritu que no vemos; y que así te suenen a locura las palabras que acabas de recibir, ¡TODOS somos UNO! pues todo lo que veamos, pensemos, sintamos y palpemos a través de nuestro cuerpo es solo la realidad creada por nuestra propia mente natural manipulada por un falso dios ego; que no es, nunca ha sido, ni será… Una realidad creada por nosotros mismos pero que no es la verdad.
Sant@s y Etern@s en Dios... “La realidad es
todo lo que se ve y se palpa en el mundo, en cambio la verdad simplemente ES…
sin más explicaciones. (Jn: 14:6). “No miremos nosotros las cosas que se ven,
sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que
no se ven son eternas.”
Entramos al mundo en una línea de
perfección, santidad y amor, que nada ni
nadie nos puede separar de ella, por más errores que tengamos… ¡Tú eres esa conciencia,
disfrazada de persona!
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; y el que también resucitó… ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Rom: 8:33-39).
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; y el que también resucitó… ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Rom: 8:33-39).
Recordemos siempre que nosotros entramos a este mundo, en una sola línea
de bendición… “Cual el celestial” y no cual el terrenal, porque… “El primer
hombre Adán, fue de la tierra, terrenal; con pecado… El segundo hombre que es
el Señor, es del cielo; sin pecado. Por eso fue dicho… “Y cual el terrenal,
tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los
celestiales.” (1Cor: 15: 48).
Tú y Yo somos la misma bendición de Dios, Su
gloria, Su reflejo, Su imagen, Su olor fragante, su plenitud, Su esencia y Su
vida en este mundo…
Como el UNO es, así somos nosotros en este mundo. "Santos, justos, limpios, sabios, puros, perfectos, impecables, etc. (1Jn: 4: 17b). ¡Recuerdalo siempre!
Como el UNO es, así somos nosotros en este mundo. "Santos, justos, limpios, sabios, puros, perfectos, impecables, etc. (1Jn: 4: 17b). ¡Recuerdalo siempre!
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