¿Qué es, o quién es ese todo al que nos referimos? Y la respuesta a esta pregunta creo yo, aclarará muchas de las incógnitas que tenemos en este nuestro caminar de bendición.
Pero para que podamos entender muy bien la respuesta a esta pregunta, vamos a poner un cimiento al tema que vamos a tratar, “La vida del todo”, pues debemos estar claros en que una cosa es entender las cosas, ya sean naturales o espirituales desde el punto de vista de la razón o de la realidad, y otra cosa muy diferente es hacerlo desde el punto de vista del Espíritu o de la verdad.
Porque como lo dijera el
apóstol Pablo a sus discípulos en su tiempo, dándoles a entender que habían muchas
cosas que al hombre natural le sería muy difícil entender, no así al hombre
espiritual, les dijo: “nosotros no hemos
recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que
sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras
enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando
lo espiritual a lo espiritual. Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente” (1Cor: 2:12-14).
Antes de todo aclaremos estas dos palabras…
1) La realidad no es más que todas esas cosas que nosotros percibimos del reino de los sentidos naturales, como son (la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído). Sin ellos nos sería muy complicado movernos en esta tierra de bendición, aunque muchos lo hacen “sin problemas”, porque así fue establecido desde antes por Dios. ·
2) Y la verdad ES esa que percibimos o discernimos por el Espíritu que somos, porque lo espiritual solo se puede entender espiritualmente. ·
3) La verdad es esa que está en el corazón y que cuando la oímos o leemos, al momento nos identificamos con ella, eso sí… sin cuestionar ni pedir confirmación natural al respecto, porque estaríamos cayendo de nuevo en el plano de la razón o la lógica naturales. Cuando hablamos de la verdad… ¡Solo sabemos que ES así y ya!
Ahora sí, definamos
entonces ¿Qué o quién es el Todo?
EL TODO es EL SER... (Dios – El Universo) o como lo conozcas está bien.
ES el AMOR, la VIDA ETERNA,
la divinidad infinita, la inteligencia superior, la eterna energía, la
totalidad, ES el Espíritu que nos habita y que somos. Sin nombre, sin denominación,
sin religión, sin jerarquías religiosas, sin credos y sin esos cuadros
conceptuales que antes de unirnos, nos separan.
Tú, yo y todos en esta
manifestación natural humana SOMOS la chispa del Ser eterno, la Conciencia
universal del todo poderoso, del Espíritu que lo llena todo en todo. Y es éste
Espíritu precisamente el que se está manifestando HOY en todo el mundo… en todo
y en todos, tal y como lo expresara el apóstol Pablo en su tiempo a sus
discípulos, diciendo: “Porque en él vivimos y nos movemos y somos.” (Hech:
17:28).
Y ¿por qué
decimos que el todo ES en todos?
Ø “Porque
EN Él no hay acepción de personas.” (Rom: 2: 11). Y esta es la verdad en la que
nos debemos ver y mover, así la realidad nos diga otra cosa…
Ø “Porque
TODAS las cosas (naturales y celestiales, etc) fueron reunidas en Él conforme a
Su propósito eterno (Efe: 1:9-10).
Ø Porque
solo renovando la manera de pensar podremos gozarnos de esta tremenda bendición
que se estableció en la cruz como Su buena voluntad, agradable y perfecta (Rom:
12: 1-2).
Ø Por
eso… ¡Veamos AL TODO siempre en lo que no se ve, en lo eterno y no en lo
temporal¡ (2Cor: 4: 18).
Entendamos que en el mundo del Espíritu, en el mundo del todo… nada es lo que parece.
… “Nada funciona como creemos
que debería funcionar.” Hoy todo lo que estamos viviendo es una ilusión, así te
suene a locura, como lo dijimos anteriormente, porque “El hombre natural no percibe las cosas
que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente” (1Cor: 2:14). Ahora… para que hoy
podamos decir verdades como ésta a personas que han sido enseñadas o levantadas
en un conocimiento tradicional aprendido, obviamente que vamos a necesitar mostrarles
algo en que afirmarse; por ejemplo un “respaldo bíblico que sustente lo dicho”…
así como nos lo enseñó la religión.
Y es precisamente el
apóstol de la revelación el que aclaró en su tiempo a sus discípulos la verdad
que les afirmaría a ellos de ahí en adelante, y que hoy tomamos como respaldo
para aquellos que lo necesitan, como fue dicho: “porque en él vivimos y nos
movemos y SOMOS.” (Hech: 17:28).
Ellos en ese tiempo tenían que entender y despertar a esa verdad de que: “No habían recibido cualquier espíritu, sino el Espíritu que provenía de Dios mismo; para que valoraran lo que se les había concedido… (1Cor: 2: 12). Y de igual manera estamos haciendo hoy, porque todavía hay mucho desconocimiento en muchos de quién ES en verdad el Ser que nos habita, vive y se manifiesta a través nuestro. HOY ES el Espíritu eterno el que nos habita, y vive Su experiencia en este cuerpo terrenal; pero esta es la verdad que todavía muchos desconocen y muchos cuando la leen o la oyen nos tildan de locos. ¿Por qué? Porque esto solo se tiene que discernir espiritualmente.
El desconocimiento, la
ceguera o ignorancia de las cosas como son, producen destrucción, oscuridad y
muerte. Tal y como fue dicho por el profeta: “Mi pueblo fue destruido, porque
le faltó conocimiento (Ose: 4: 6).
Nota:
No hay nadie más que la religión, díganle como le digan (Católica, evangélica, protestante) o llámenla como la llamen (Cristianismo, Islamismo, Judaísmo, etc); es la que ha tenido enredada a la humanidad entera llevándolos a vivir una existencia errada “separada en su mente” de su verdadera esencia, del TODO, del Espíritu universal creador de todas las cosas… y por ende viviendo inconscientemente de la forma como “no le corresponde”… pero que a ellos, si les conviene; porque sin sabiduría el hombre se “pierde.”
Con estas palabras ya claras, nuestra mente natural empezará a despertar;
porque de seguro estas, no son palabras que se lean, se digan o se oigan muy a
menudo en nuestros lugares de reunión. Esto lo digo independientemente del
lugar donde te congregues.
Retomemos… ¡EL TODO ES EN TODOS!
Esta verdad fue escrita por
el apóstol Pablo y tuvo cumplimiento en el año 70 (DC); y obviamente la puedes
confirmar en cualquier libro de historia universal. De igual manera lo puedes
corroborar en la biblia porque fue escrita y aclarada por el apóstol de la
Revelación en (1Cor: 15:28), donde escribió respecto del hombre que muchos
habían conocido como Jesús; y que en su tiempo se conocía como (El Cristo o el
resucitado), les dijo: “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas,
entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las
cosas, para que Dios sea todo en todos”
lógicamente verdades como
estas no podemos negar que son entendibles… aunque para muchos decir que las
entienden, es “fácil”, lo difícil es aceptarlas; y mucho más… “no cuestionarlas
o ponerlas en tela de juicio”; pero para el Espíritu que somos, simplemente SON
la verdad.
Como lo dijimos
anteriormente… en el mundo del Espíritu, nada funciona como creemos que debería
funcionar. Analicemos lo siguiente:
¿Qué sucede cuando un pensamiento llega a tu mente?
Inmediatamente aparece otro de la nada para oponerse; pero esto sucede solo como ejercicio natural en este vestido terrenal, porque en el Espíritu que ES a través nuestro, Sus Pensamientos NO tienen opuesto; por eso: “Andemos conforme a lo que somos, Espíritu; porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagámos lo que queremos hacer (Gál 5:16-17).
El Espíritu siempre está
dispuesto, NO cuestiona, no condena, no razona, no argumenta, no alega, no
opina, no piensa… simplemente ES. Así como lo dijo Jesús en cierta ocasión: “el
Espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mar: 14: 38).
La experiencia del TODO, del Espíritu que ES a través de Su cuerpo; o sea “nosotros.” ES compartir y vivir verdades.
Pablo lo decía de otra
manera para ellos en su tiempo:
Anunciar y Aclarar a todos
la gloria o despertar que vamos teniendo en particular…
“A mí, que soy menos que el
más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los
gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación
del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; para
que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la
iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al
propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor..” (Efe: 3: 8-11).
Es en el cuerpo donde el
Espíritu experimenta un ejercicio natural que duele, cuestiona, da temor, miedo
y aterroriza cuando hay resistencia a la verdad que se experimenta o se vive en
esos momentos, pero debemos descansar en que ES solo la experiencia del
Espíritu la que vemos o percibimos con nuestros sentidos naturales; pues el que
vive es Él, el TODO, la vida misma, la Conciencia eterna en este vestido
natural.
A nosotros nos duele, nos
da temor, miedo y nos aterroriza porque es la sugerencia del falso dios ego a
nuestra mente, llevándonos a pensar que somos nosotros los que vivimos, cuando
la verdad es que solo existimos a este mundo terrenal… porque ¡LA VIDA ES ÉL!
Por eso el apóstol les
decía: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…” (2Cor: 10: 3-5).
Leamos estos dos
ejemplos que vivió el Espíritu (Antes de la Cruz en el cuerpo Jesús y Después
de la Cruz en el cuerpo Pablo).
1.- JESÚS: “Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y
sus discípulos también le siguieron.
Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de
rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se
haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas
de sangre que caían hasta la tierra. Cuando se levantó de la oración, y vino a
sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; y les dijo: ¿Por
qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación (Luc: 22:39-46).
Como vemos en este escrito,
igual que sucedió a Jesús quien era el cuerpo del Espíritu en ese tiempo, nos
sucede a nosotros; pues es a lo que de alguna manera todos vamos a tener que
despertar, a entender… que no somos el cuerpo, sino el Espíritu y como tal
debemos vivir; para poder levantarnos ante esas situaciones adversas que se nos
presentan.
2.- PABLO: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el
testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste
crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y
ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe
no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Sin embargo, hablamos
sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo,
ni de los príncipes de este siglo, que perecen. Mas hablamos sabiduría de Dios
en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos
para nuestra gloria, la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció;
porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria. (1Cor:
2:1-16).
Igual que Jesús siendo el
Espíritu, el Dios eterno, la vida, el camino y la verdad, le sucedió a Pablo;
por más verdad y revelación de lo alto que se le hubiera dado, tuvo temor,
temblor y debilidad al compartir esas cosas que para el que recibe la palabra
en su mente razonal, le va a parecer locura y mucho más en ese tiempo, donde el
compartir palabras en contra de la religión de ese tiempo, ocasionaría la
muerte…
En conclusión:
Es el todo, el AMOR el que vive Su experiencia a través nuestro… así nos sea
difícil de entender, de asimilar y de aceptar.
El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se
envanece; no hace nada indebido, no
busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas
se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo
soporta. El amor nunca deja de ser…
Ya sabemos según lo escrito
que ese TODO, ese amor se vistió de carne antes de la cruz en el cuerpo Jesús (Jn:
1: 14) y cumplió un propósito especial de redención, perdón, justificación,
salvación y glorificación para todos aquellos que habían perdido la gloria de
Dios (Jn: 3: 16) en ese tiempo.
En la cruz le fueron
sujetas TODAS las cosas, tanto las terrenales como las celestiales (Efe:
1:9-10); para que llegado un tiempo esa manifestación Cristo, de igual manera
se sujetara al Espíritu que le sujetó a él todas las cosas, para de ahí en
adelante ser Dios el todo y en todos.” (1Cor: 15:28). “El Espíritu, esa súper
eminente grandeza del poder de Dios, que levantó a Jesús de entre los muertos,
es la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” (Efe: 1:23).
"Esto que nosotros estamos
viviendo hoy para despertar del letargo religioso en el que fuimos sumidos, es
parecido en cierta manera a aquello que hace que el pollo pique el cascarón,
hasta que lo abre. No existe poder racional detrás de eso – pero el pollo es
forzado de alguna manera, a mantenerse picoteando hasta que el cascarón se
abre.
Hay una Fuerza actuando en
nosotros, la cual nos hace picotear, hasta que atravesamos el velo de los cinco
sentidos, hacia otro universo – tal como un pollo atraviesa la oscuridad, así
también nosotros. Y esa Fuerza está siempre en movimiento a través de nosotros,
enviando impulsos, viviéndose a Sí Misma, expresándose. Y nosotros, nos hemos
avivado por dicha Fuerza, para que EL TODO – El Dios quien siempre estuvo vivo manifestándose
a través nuestro, esté convirtiéndose ahora, en una Fuerza Viva dentro nuestro (La
Conciencia), y de la que debemos estar conscientes.
Esta Fuerza era nosotros,
antes de esta forma; esta Fuerza Viva es nosotros, ahora; esta Fuerza Viva
seguirá siendo nosotros, después de esta forma – se trata de El Primero; se
trata de El Último; se trata de El Todo-en todos; se trata del Receptáculo
Único de la verdad.
Nosotros estamos comenzando
a concientizar que nosotros, somos esa verdad – no estamos divididos de Ella;
nosotros jamás podríamos estar divididos de nuestro Ser. Y cuanto mayor
reconocimiento de lo anterior, tanto más abundante el fruto o manifestación del
Espíritu."
Esa es la dinámica. Tienes
a estos psicópatas atrás de todo, que están dirigiendo el espectáculo de la
pandemia, y tienes a los que no tienen ni idea.
¿Quién Soy? ¿Dónde estoy? ¿Qué está pasando? Gente en la política que está respondiendo a
eso. Oh! Todos vamos a morir. Los vamos a encerrar. Pero realmente no tienen ni
idea de lo que realmente está pasando.
1 comentarios:
Hermoso.... Amén
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