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La Conciencia ES tu identidad presente… ¡No hay más!

¡No hay más!



Humanamente entendamos primero que todo, la etimología de la palabra conciencia…

La palabra conciencia nos viene del latín concientia, que significa estar consciente del bien y el mal. Esta palabra está formada de la siguiente manera: 

 el prefijo con – encierra en sí las palabras (unión, todo y junto). Se asocia con la raíz indoeuropea Kom – que quiere decir (junto o cerca de). 

  • el verbo scire, saber, presente en la palabra necio. Se asocia con una raíz skei-2 que quiere decir (cortar, rajar); está presente también en el griego (skhizein) que es igual a (rajar o separar). 
  • el sufijo - nte, que indica agente, y es el que hace la acción, como en: confidente, extravagante y solvente. Y por último el sufijo - ia, que indica cualidad como en: existencia, inteligencia y sentencia.

Ahora y por decirlo de alguna manera, ejercitemos nuestros sentidos espirituales para que podamos entender más claramente que HOY “La Conciencia ES  nuestra identidad presente… y que ¡No hay más en este mundo!

Bíblicamente se cuenta que hace ya mucho tiempo el profeta Isaías  escribió lo siguiente “de parte del Dios de Israel” a su pueblo, diciéndoles: 

  • Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos (Isaías: 55:8-9).

Hoy entendemos que las cosas para este tiempo han cambiado sobremanera porque ya “no hay división” entre el hombre y Dios. Todos somos UNO SOLO… y el que vive en este mundo y se manifiesta a través nuestro es Él; por consiguiente… 

Hoy (Aquí y Ahora) “mis pensamientos” son Sus pensamientos, y “mis caminos” son Sus caminos. Pero esta verdad se puede ver y entender solo con los sentidos espirituales bien ejercitados. ¡En Conciencia! 

  • Pero hay algo más que debemos saber acerca de la Conciencia, y sé que de seguro cambiará nuestra concepción o percepción de ella, esto obviamente sin desechar lo ya aprendido desde nuestros inicios en este despertar de bendición.

Muchos en el mundo entero fuimos enseñados desde el comienzo de nuestro despertar en Dios, que la Conciencia es una de las “funciones del Espíritu” que nos guía en esta existencia terrenal  a discernir todas las cosas… si lo que hacemos está bien o está mal; si es correcto o incorrecto, y si nos conviene o no, hacer las cosas.


¿Qué es la Conciencia? 

La Conciencia… ES el Espíritu. 

  • ES la Vida. 
  • ES el Amor. 
  • ES la eternidad. 
  • ES la totalidad. 
  • ES Dios mismo.

Recordemos que ya esta aclaración la hicimos en temas anteriores donde entendíamos que “La Conciencia ES la misma presencia de Dios, y que la presencia, ES la misma Conciencia pero hecha presente… a través nuestro.” Lo que nos indica con esto… “A quien ES que debemos ver cuando tenemos al prójimo por delante.” Y obviamente, la respuesta es… ¡A Dios mismo - A la Conciencia hecha presente! 

  • Al Espíritu. 
  • A la Vida. 
  • Al Amor. 
  • A la eternidad. 
  • A la totalidad.

¡El prójimo ES– La Conciencia - Dios mismo! 

Esta fue la enseñanza que Jesús dió a sus discípulos cuando le preguntaron: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y Él les dijo: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, (a mí) lo hicisteis.” (Mat: 25: 37- 40).

¿A quién lo hicieron cuando dieron de beber al prójimo? A la Conciencia – A Dios mismo.

¿A quién damos hoy cuando brindamos algo a alguien? A la Conciencia – A Dios mismo.

Despertemos de ahora en adelante en Conciencia y valoremos nuestros pensamientos, palabras, hechos y actitudes cuando seamos ejercitados en esta verdad. 

  1. La Conciencia ES en mí y en ti para que no haya discordia y mucho menos división.

2.       Ella ES el todo y ES en todos, (1Cor: 15: 28C) pues como ya sabemos, en Dios NO HAY acepción de personas (Rom: 2:11, porque ¡Dios NO EXCLUYE  a nadie!

El apóstol Pablo dijo a sus discípulos, que las respuestas a las preguntas que se hacían en su tiempo,  igual que sucede hoy con cada uno de nosotros; estaban en cada uno de ellos, en el Espíritu. Les dijo: “¿Quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Y les dijo: Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y también les aclaró la verdad que hoy muchos por su ignorancia no aceptan, diciéndoles: Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido.

Se los dijo para que entendieran que ellos no eran cualquier persona… que ya para ese tiempo había sucedido en ellos y en toda la humanidad de su tiempo algo sobrenatural que muchos no entenderían por más que lo quisieran, y les dio la respuesta al porqué no entenderían en ese tiempo, diciendo: “porque el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. (1Cor: 2:11-15).” 

  1. Hoy el Espíritu – La Conciencia infinita – La Eternidad y La Vida ES a través nuestro. ES Dios mismo  el que vive y se manifiesta en todos… como él quiere.

Despertemos en Conciencia… en la Conciencia que SOMOS. 

Así fue dicho por el rey David “de parte del Dios de Israel” a su pueblo y sin entender la tremenda verdad que estaba declarando, dijo: “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo; pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis (Sal: 82:6-7).

Y fue precisamente el apóstol de la revelación el que aclaró a sus discípulos esta verdad en su tiempo, para vivirla Conciencia. Hoy en nuestra verdadera identidad Dios, les dijo: “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.” (1Cor: 15:28C).

Ø  Lo que nos indica que Hoy – La Conciencia – Nuestra identidad presente ES Dios el todo y en todos. 

Antes de la cruz se dijo: “dioses sois, pero como hombres moriréis. Hoy DIOS ES el que vive y no nosotros.

Siempre que nos enfoquemos en tratar verdades como esta, debemos entender que para la mente natural, estas verdades, antes de ser un ejercicio de vida para despertar y crecer en el conocimiento; a ella, a la mente natural se le va a convertir en algo que hay que enfrentar por causa de lo ya aprendido y dictado por el ego; pero para el Espíritu eterno que somos, verdades como estas… son un deleite total.

Es por eso que descubrir nuestra verdadera identidad – El Espíritu que somos – La Conciencia o como tú quieras llamarla, no puede ser valorada por vista, o al ojo, no. No es por lo que tengamos delante de nosotros sea hombre o sea mujer, tenga la nacionalidad, la economía, la belleza, el poder, la moral, la religión, etc que tenga; o por el llamado “testimonio”, el cual está a la vista de todos para ser valorado, no; porque como lo escribiera el apóstol de la revelación: todavía… ¡Miramos las cosas según la apariencia! (2Cor: 10:7)… y no solo las miramos, sino que también las juzgamos conforme al marco conceptual religioso, cultural, moral, etc. en el que hemos sido formados.

Ahora…

Enfoquémonos en nuestro yo personal físico como… ¡La Manifestación natural de la Conciencia!

Con esto me refiero “a ti, a mí y a nosotros”; e incluyamos también cualquier otra forma de apariencia que se manifieste fuera de nosotros, porque de una o de otra manera cambiarán nuestro semblante físico cuando estemos siendo ejercitados en lo que hoy todavía muchos les llaman “los frutos de la carne”, por lo escrito.

Me refiero con esto a esa manifestación de (celos, iras, contiendas, disensiones, pleitos, debilidades, flaquezas, errores, etc), entendiendo que todos ellos son parte de los que muchos hoy todavía los tienen caminos al “pecado”, aunque podemos decir respecto de esto y con toda seguridad que NO tienen ninguna trascendencia para el Espíritu, pues esto no es nada más que el ego tratando de ser algo en verdad. Así quiere mostrarse en lo real y no es más que una ilusión pasajera porque el pecado fue quitado en la cruz a todos aquellos que vivieron y entraron al mundo antes de la cruz (cual el terrenal adán). Nosotros entramos al mundo DESPUÉS del Celestial Cristo.

De ahí que NO SOMOS lo que vemos, pensamos y decimos… ni siquiera, lo que hacemos. Así defiendas que puedas pensar, sentir, hacer, conocer, comprender, cambiar, buscar, conseguir, etc; no es más que una realidad temporal, efímera, una gloria creada para dejar de ser (2Cor: 4: 18).

¿Por qué no hemos vivido en esta existencia nuestra verdadera identidad – Conciencia?

Y la respuesta es, que “Todo ha dependido de nuestra creencia”… claro está que hay otra referencia dada como respuesta a esta pregunta. Jesús dijo: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan: 8:32). Lo que quiere decir que, no hemos vivido nuestra verdadera identidad por la ignorancia que hemos tenido de que somos LA CONCIENCIA PRESENTE.

ü  Pero… ¿De seguro puedes decir que conociendo las verdades que has necesitado, vives en libertad después de haberlas conocido?... cada uno de nosotros va a Ser guiado personalmente a su forma de vida, paso a paso, hasta despertar.

En la historia de nuestra existencia, incluyendo todo cuanto parece suceder en ella, lo que se muestra únicamente es “la creencia” de que verdaderamente algo está siendo o sucediendo, y no es más que la manifestación de eso que pudiera estar creyéndose según la mente; comenzando siempre por la percepción y la experiencia de uno mismo, fuera de la creencia de que algo está siendo algo, cuando nada es eso que pueda parecer ser…

No hay diferencia entre ser un ser adoctrinado para sentir sufrimiento por cualquier cosa y/o ser un ser adoctrinado para vivir buscando seguridad, amor y felicidad por cualquier razón, pues todas las posibilidades consistirán en la percepción - absolutamente condicionada, egocéntrica y transitoria - de la misma creencia. Como sea seguirá UN ADOCTRINADO.

Despertando al Re – conocimiento de nuestra verdadera identidad – Conciencia.

El reconocido actor de Hollywood Jim Carrey después de haber comprendido esta verdad del (Ser – Conciencia – Espíritu), dijo que había entendido que “el pensamiento era solo una cosa ilusoria y que era el responsable de muchos sufrimientos.” Dijo también: “¿Quién es el que es consciente de lo que está pensando? Dijo: Cuando me hice esta pregunta, de pronto fui arrojado a este expansivo y grandioso sentimiento de libertad de mí mismo, de “mis problemas” (…) en el mismo momento sentí que era más grande que mi cuerpo, que era todo. Ya no era un fragmento del universo, era el universo. Y desde ese día he tratado de regresar allí. Viene y se va. Pero al menos sé dónde quiero ir.”

Date cuenta de que en todas tus percepciones y experiencias siempre hay alguien ahí (tú) creyéndose un ser. Date cuenta de que creerse la existencia de “un ser” no deja de consistir en ser la misma creencia de la existencia y/o del acontecer de todo lo que ese ser pueda creer que está viviendo de verdad.

Cuando has sido alumbrado en esta verdad, eres la Conciencia identificada.

Por eso… Consciencia identificada, date cuenta de que todo cuanto en cada instante (Aquí y Ahora) puedas llegar a pensar, sentir, juzgar, valorar, conocer, comprender, aceptar, rechazar, desear, esperar, experimentar, siempre estará consistiendo en la percepción y la experimentación instantánea de la creencia de que tú eres la identidad de ese ser.

Date cuenta de que eso que tú puedas estar percibiendo, interpretando y experimentando sólo consiste en la percepción, la interpretación y la experimentación de aquello que tú estás creyendo que es verdad, es decir, de la creencia de que tú eres el ser que tú estás creyendo ser.

Así como la cara y la cruz son dos aspectos distintos e inseparables de la misma moneda, también como muchos identifican su creencia; el espíritu humano, el alma humana, la condición humana, la bondad humana y el egocentrismo humano no dejan de consistir en diferentes percepciones de la misma creencia.

Date cuenta de que ser tú solo consiste en ser la creencia de que tú eres algo distinto a Todo-Nada Estar Siendo, por tanto, reconoce que tu espíritu, tu alma, tu cuerpo, tu mente, tu condición, tu bondad, tu egocentrismo y todo aquello que tú - Conciencia identificada - puedas percibir y experimentar como si estuviera consistiendo en la posibilidad de ser algo determinado, “siendo algo” solo está siendo la percepción y la experimentación de la creencia de eso.

  1. Somos la Conciencia Identificada – El Espíritu – El Todo-Nada… La Eternidad.

Por eso en esta identidad… así como la entiendas… “Estar siendo” Todo – Nada.

Todo-Nada eras antes de comenzar a creer que tú eres tú.

Todo-Nada eres ahora y Todo-Nada continuarás siendo cuando la creencia de que tú eres tú se extinga definitivamente.

·         Date cuenta de que si a cualquier posibilidad de ser la existencia de algo le quitas la identidad que está prestándole la creencia de tu identidad, lo único que queda es el Todo-Nada, absolutamente carente de cualquiera de tus aparentes y egocéntricas condiciones, conocimientos, necesidades, exigencias y expectativas. Es por esto que no hemos vivido en esta existencia el Ser la Conciencia – Espíritu – Todo-Nada – Etc… o como quieras llamarle, después de que lo entiendas, porque en últimas eso ES lo importante.

Nada nace, nada muere, nada renace; todo está consistiendo en estar siendo el mismo “Nada Estar Siendo algo determinado.”


Date cuenta de que tú crees que ves, que interpretas y que experimentas todo eso que de verdad crees que ves, que interpretas y que experimentas, porque eres la creencia de que tú eres ese ser determinado que tú estás creyendo que eres de verdad, de ahí que todo eso que tú crees que ves, que interpretas y que experimentas sólo consiste en el reflejo de tu propia creencia.

·         Date cuenta de que eso que tú crees que es la realidad solo consiste en una especie de percepción holográfica u ilusoria (pensamientos, ideas, emociones, conceptos, sensaciones, apariencias…) que puede trascenderse y/o traspasarse como si de una proyección cinematográfica o de una cortina de niebla se tratase.

·         Date cuenta de que tu pensar, tu sentir, tu hacer, tu conocer, tu comprender, tu vivir…, no está consistiendo en ser eso que tú piensas, tú sientes, tú haces, tú conoces, tú comprendes, tú vives…, como si ello estuviera consistiendo en ser algo verdadero o falso, sino que todo eso está consistiendo en la esencia misma de la creencia de que tú estás siendo un “yo soy.”

En conclusión:

Como la Consciencia identificada con la aparente existencia del personaje que cree estar leyendo estas palabras, pues todo es eso; un “creer estar siendo algo” te digo: he ahí que ser tú y ser todo aquello que tú alguna vez pudieras identificar, imaginar, hacer y/o experimentar de algún modo, solo consiste en la percepción de la imagen ilusoria de tu propia creencia proyectada sobre la pantalla absolutamente Inmaculad@ o (carente de cualquier grado de determinismo e identidad) del Todo-Nada: absolutamente carente de pecado original y/o de la creencia original de ser un estar siendo determinado y tampoco una parte de algún “Estar Siendo.”

Entiende…

¡Todo está siendo Divinidad y sólo Divinidad, de ahí que nada esté siendo algo ni siendo la forma de estar siendo algo!  Como para valorarnos por los sentidos naturales.

Simplemente somos eso, LA CONCIENCIA… nuestra identidad presente.

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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!