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Eleccion y predestinacion

Es uno de los misterios que por no ser aclarados en los pulpitos cristianos llevan a los hijos de Dios a vivir en temores, dudas y miedos desconociendo quienes son, de donde vienen y para donde van.

Esta elección y predestinación tuvo lugar solo en el corazón de Dios como soberano (Efe: 1:5), sin pedir la opinión a nadie y mucho menos al hombre.

(Efe: 1:11b) En El fuimos predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.

Dios lo determino así desde antes de los tiempos, desde antes que el mundo fuese… “En el mismo cielo de Dios” (Efe: 1:4).

Conforme a su propósito nos eligió, nos llamo (Rom: 8:29). Como hijos, ángeles, espíritus predestinados para vida eterna (Heb: 2:14)

Somos pre-existentes, creados desde antes de la fundación del mundo.

Conociendo el propósito de Dios

De su creación Ángeles…

Hizo unos para vida eterna y otros para muerte, unos para bendición y otros para maldición, unos para honra y otros para deshonra, unos para misericordia y otros para ira.

¿Cuál es tu pensamiento?

Es aquí donde comenzamos a entender uno de los atributos de Dios…

Su soberanía…

El hace como quiere, en definitiva El es el padre de los espíritus.

(Heb: 12:9b) ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

(Rom: 9:20-24) Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?

¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción,

Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?

Fuimos creados para salvación y no para perdición, eso nos da tranquilidad pues ya sabemos por el Espíritu cual es el lugar a donde vamos después de nuestra partida de este mundo, desde antes se nos dio la Gracia para garantizarla aquí en la tierra solo a sus hijos. (2 Tim: 1:9).

Dios mismo arreglo desde antes nuestro destino.

Nos predestino para salvación

(Efe: 2:10) Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

(Tito: 3:4-5) Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia.

Fuimos elegidos por El, nada hicimos nosotros… El es soberano.

(Juan: 15:16) No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros.

(Efe: 2:8-9) Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

En el cielo fuimos elegidos y predestinados y al cielo volvemos.

(Fil: 3:20) Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor.

Cristo vino al mundo para cumplir en su muerte y resurrección lo que desde antes había trazado solo para sus hijos, sus ovejas, sus escogidos, sus vasos de honra y de misericordia.

Quitar el pecado, Darnos salud, Justificarnos, perfeccionarnos, Santificarnos y hacer de nosotros su templo.

Elegidos y Predestinados desde antes para su gloria y manifestar en nosotros las riquezas de su Gracia.

Todo fue arreglado por El, para nuestra bendición y reposo haciéndonos más que vencedores en Cristo.


B E N D E C I D O S

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El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!