(Fil: 2:5-11)
Fundamento: Parte de una construcción que está bajo tierra y
que sirve de apoyo o base. Cimiento //
Conjunto de principios iniciales a partir de los que se elabora,
establece o crea una cosa // Formalidad, sensatez o seriedad que tiene una
persona // Conjunto de cualidades
nutritivas de un alimento // Elementos básicos de un arte o ciencia.
Si vamos a hablar del Verdadero fundamento; debemos
entender entonces que hay otro del que se ha venido hablando, que NO es el
verdadero fundamento… “Y en este, se está moviendo TODO el mundo cristiano.”
Siempre que hablemos de estas cosas en Dios,
debemos saber lo siguiente para que podamos entender Su perfección… Hay que
conocer con certeza los dos lados, formas, figuras o maneras en los que él, se
manifiesta; que no son opuestos o antagónicos, Sino más bien complementarios.
Pues todas las cosas que hemos vivido y conocido, “Son necesarias… Pero por un
tiempo” (Rom: 8: 28-29) Ej. Nuestros “Niveles de gloria” Ignorar, saber,
conocer y vivir (2Cor: 3:18b).
¡El fundamento Vive!
(NO piensa, no siente, no cree)
“Haya, pues,
en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y
le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre (Fil:
2:5-11).
Introducción:
El Apóstol Pablo escribió respecto al fundamento lo
siguiente… ¡Para que lo tengamos presente!
Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada,
yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada
uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo… “La plenitud del que todo lo llena en todo” (Efe: 1:23).
Y si sobre este fundamento alguno edificare oro,
plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará
manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la
obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si
bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. ¿No sabéis que sois templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? (1Cor: 3:11-16).
Meditemos por el Espíritu…
Jesus… La Palabra hecha carne, el verbo de Dios (Juan: 1: 14)… El Señor de
todas las cosas, NO Jesus de Nazaret, el siervo… Pablo dijo de él… “Si a Cristo conocimos según la carne, Ya no lo
conocemos así” (2Cor: 5:16b).
Es, este fundamento, palabra o propósito establecido por Dios desde
antes de los tiempos de los siglos, en el que todavía hoy, en muchos de sus
hijos, nuestros hermanos, hay disensión; por falta de conocimiento (Ose: 4: 6)
(1Cor: 2: 5-10).
Sabemos que fue escrito: “El que en él cree, no es
condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado”... (Juan: 3:18). Y si ¡YA
ha sido condenado!… ¿Quién puede cambiar esa sentencia dada por Dios mismo?
¿A quién tenemos que ir a ganar? ¿A quién tenemos
que ir a rescatar de las garras del infierno?... Dios YA salvo a todos los que
tenía que salvar (Tito: 3: 4-5).
(Rom: 9: 21-24) ¿o no tiene potestad el alfarero
sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para
deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder,
soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y
para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha
llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los
gentiles?...
“Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía
los he creado, los formé y los hice (Isa: 43:7)”… ¡Nadie puede cambiar este
fundamento!
Dios como el alfarero escogió en Su tiempo, de
entre la misma masa de ángeles creados por él, llamados sus “Hijos”… Unos para honra;
los que fueron contados como ovejas, vasos de misericordia, los que fueron
sembrados en el mundo de su tiempo como trigo; los que YA fueron, redimidos,
perdonados, limpiados, purificados, justificados, salvos y glorificados, y que
por ultimo fueron llamados el cuerpo de Cristo, a los que se les dio el nombre
de “Esposa” la cual, YA fue levantada por él y con él, en gloria.
A otros hijos también se les dio vivir un propósito
especial, hasta la cruz (Mat: 13:30); ser llamados vasos de deshonra, cizaña,
vasos de ira, lobos rapaces; y que fueron contados como incrédulos, los que
fueron condenados desde antes de su ingreso al mundo (Juan: 3: 18), entre los
cuales estuvo Caín y Judas…
Ahora nosotros…
Como bien sabemos, Dios es el que hace a sus
ángeles espíritus… Y los mete en un cuerpo para que cumplan el propósito
establecido desde antes por él (Heb: 1:7).
HOY, todos los que hemos sido puestos por él en
este mundo para manifestar Su propósito especial, ¡Seremos alumbrados! para
“Vivirlo a Él”… Porque después de la Cruz es él, el todo, y es él, en todos (Col:
3: 11).
Hoy nosotros tenemos un propósito, un fundamento establecido
por Su palabra, y es vivir al Cristo que está en nosotros; al Cristo que es, en
cada uno por Su espíritu. En este conocimiento crecemos día a día, hasta
manifestarlo como debemos… “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste,
entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria (Col: 3:4).” Hablar como debemos (Efe: 6:20) y vivirlo
como debemos… (Col: 4:4).
Entendamos…
1.
Por la gracia de Dios y como
perito arquitecto, al Apóstol Pablo le fue dado
poner el fundamento… ¿Cuál fundamento? o ¿Qué
fundamento? la respuesta es… ¡Jesus! el Cristo (Col: 1:15) (1Cor: 1:24b), el Señor de
todas las cosas (1Cor: 3:11).
El profeta lo dijo desde antes al pueblo de Israel…
El Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra,
piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se
apresure. (Isa: 28:16) y Jesús se los recordó en su ministerio terrenal: ¿Nunca
leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha
venido a ser cabeza del ángulo (Mat 21:42) (Juan: 1: 11).
- Otro edifica encima…
¿Cuál es
el otro, que edifica encima? Dios mismo es el que hace la obra. “Si Jehová no
edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican (Sal: 127:1).
- Cada uno mire cómo sobreedifica…
Fíate de
Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en
todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia
opinión; teme a Jehová, y apártate del mal (Prov: 3:5-7).
Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te
salvarás a ti mismo y a los que te oyeren (1Tim: 4: 16).
- Nadie puede poner otro fundamento que
el que está puesto.
Jesus el
Señor es, nombre sobre todo nombre, toda rodilla se tiene que doblar y toda
lengua tiene que confesar… ¡Que él, es el Señor!
4ª. Y si
sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas… Estos
metales entre más fuego reciban, más se purifican; y una piedra preciosa de la
palabra como corona, cada día es de mas valor.
4b. madera, heno, hojarasca… “Alimento para
muchos”
Con la
madera se hacen cosas muy grandes… Ej. “Campañas evangelistas y de avivamiento”
Con el heno se alimenta a muchos… Ej:
“Movimientos de caridad para alimentar a los pobres” (Juan: 12:8) y con la
hojarasca… Estas hacen mucho ruido, se hacen escuchar mucho en las calles y por
todos los lugares Ej. Campañas de sanidades, prodigios, señales, prosperidad,
de éxito etc. “ TODAS estas al ser probadas por el fuego de la palabra… “Se
queman” La obra está perfecta, todo fue consumado YA.
- la obra de cada uno se hará
manifiesta; porque el día la declarará, pues por
el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la
probará… La palabra es personal y nuestra vida y crecimiento es personal.
Cada uno en particular debemos ser ejercitados, sin mirar el proceder del
hermano (Mat: 7:3).
Hermanos,
si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que
tú también seas tentado (Gál: 6:1).
Así que,
cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse
sólo respecto de sí mismo, y no en otro;
porque cada uno llevará su propia carga (Gál 6:4-5).
5ª. Si permaneciere la obra de alguno que
sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá
pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Si
fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo. Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra
de verdad (2Tim: 2:13 y 15).
- ¿No sabéis que sois templo
de Dios, y que el Espíritu de Dios
mora en vosotros? (1Cor: 3:11-16).
… Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a
santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios,
que también nos dio su Espíritu Santo. (1Tes: 4:7-8).
Después de
la cruz… Él es, el todo y él es en todos (Col: 3: 11) no hay nadie más, solo
el, es quien se mueve, piensa y habla a través nuestro.
Conclusión:
Oramos para que el Dios y Padre nuestro, el Señor Jesucristo…
El Padre de toda gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en
el conocimiento de él, alumbrando los ojos de nuestro entendimiento, para que sepamos
la seguridad a la que él nos ha escogido, y cuáles las riquezas de la gloria de
su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para
con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en
los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y
sobre todo nombre que se nombra; y sometió todas las cosas bajo sus pies…
Somos la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo (Efe 1:17-23).
Somos su gloria, su imagen, su reflejo, su olor fragante, su misma vida…
Somos el verdadero fundamento… “Jesus, el Cristo” es quien vive.
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