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El Servicio para los Santos

“Es un privilegio”

Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos (2Cor: 8:3-4). 

Privilegio: (etimológicamente ley privada, o sea, no general sino relativa a un individuo específico) es el HONOR o el permiso para realizar una actividad garantizada por otra persona o gobierno.

Del Griego “khar'-ece” se pronuncia “charis” y significa: Gracia (como gratificante), de la forma o acto (abstracto o concreto, literal, figurativa o espiritual, sobre todo la influencia divina sobre el corazón, y su reflejo en la vida, incluyendo la gratitud): - aceptable, beneficio, favor, don, gracia (los pagarés), la liberalidad alegría, placer, gracias a (-s,-digna).

Aquí el apóstol Pablo le daba a la Iglesia en Corinto el testimonio de cómo, la gracia, el HONOR o el permiso de Dios se estaba manifestando en las iglesias de Macedonia; y les decía que aún en medio de grandes pruebas y de tribulación, la abundancia del gozo en medio de su profunda pobreza abundaba en riquezas de generosidad...

También les contaba que en esa situación, las iglesias en Macedonia con agrado sembraban conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas, y como ellos les  pedían con muchos ruegos que les concedieran ese tremendo privilegio de participar en este servicio para los santos.

Les contaba como sembraban, porque tenían clara esa bendicion; pues lo hacían, no como ellos lo esperaban, sino que cuando lo hacían “Se daban primeramente al Señor, y luego a ellos que eran los que les compartían la palabra, por la voluntad de Dios” (2Cor: 8:1-5) (Col: 3:17).

El Servicio para los Santos… “No es de quererlo solamente, sino de hacerlo” y es Dios mismo quien produce en cada uno de nosotros el querer como el hacer por Su buena voluntad (Fil: 2:13). Este servicio  es personal, y como bien sabemos en Dios… ¡Cada uno sabe cómo está siendo guiado por él, y si lo está haciendo, o no, también es personal!

Pablo dijo: No nos engañemos; Dios no puede ser burlado: todo lo que el hombre siembre, eso también va a segar. El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna (Gal: 6: 7-10).

Lo que sembramos en los Santos es lo que se multiplica, es lo que no se corrompe, es lo que nadie puede robarte… (Mat: 6:19-21). No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe...


¿Quiénes son los Santos?...

Lo primero que debemos tener claro es que después de lo que el Señor hizo en la Cruz por la humanidad que entro al mundo, y perdió la gloria de Dios (Santidad) por el pecado de Adan (Rom: 3: 23), fue restaurar al hombre a la misma esencia celestial con la que fue creado...

HOY, todos los que vinimos después de la Cruz, debemos vernos desde esa posición e identidad… (Santos) como bien lo declaro el apóstol Pablo a la iglesia en Corinto diciendo: De ahora en adelante… “A nadie conocemos según la carne” sino según Dios (2Cor: 5:16), pues el que se está manifestando HOY en TODOS nosotros, es Él, (Col: 3: 11b) y tal “Como Él es, ASI SOMOS nosotros en este mundo” (1Juan: 4:17b) en esto se perfeccionó el amor, para que tengamos confianza…


Y ¿A quiénes debemos servir?

La respuesta es a TODOS, en todo momento y en todo lugar, conforme a lo que hemos recibido de Dios “Capacidades, provisión, posición, posesiones, etc.”  Y sin hacer acepción de personas (Prov: 28:21); pues todos somos la misma Imagen, Gloria, Reflejo, Bendicion y Vida de Dios mismo en esta tierra… Oportunidades tenemos de Dios en todos los lugares donde nos encontremos, pero que “no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha” (Mat: 6:3-4).

A Timoteo el Apóstol Pablo le dio unas indicaciones diciendo: Sirvamos mayormente a “Los ancianos” que gobiernan bien, pues ellos deben ser tenidos por dignos de doble honor, a los que sirven en la obra del Señor en la predicación  y en la enseñanza (1Tim: 5:17)...

Así lo dejo claro en (Heb: 13:7,17-18) diciendo: “Acuérdense de aquellos que les predican la palabra de Dios”… Ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Oren por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo.

No sirvamos al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor… (Efe: 6:6-8).

Pablo dijo en : (Rom: 12:3) Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.

El único premio Nobel de Literatura que ha tenido Colombia dijo: “A un hombre solo puedes mirarlo hacia abajo, cuando estas extendiendo tu mano para ayudarlo a levantar” Gabriel Garcia Márquez (Gabo).



Todos fuimos puestos en la tierra con un propósito muy especial:

Ese propósito es servir a Dios y a los demás... ¡Es servir en Dios… A los demas!

Siempre que sirves a otros de cualquier manera, verdaderamente estás sirviendo a Dios y cumpliendo uno de tus propósitos. No estamos en la tierra solo para respirar, comer, ocupar un espacio y divertirnos, ¡NO! Dios nos formó individualmente para que hiciéramos un aporte singular con nuestras vidas.

Está escrito: Fuimos hechos de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales él preparo de antemano para que anduviéramos en ellas…  “Para que las pongamos en práctica” (Efe: 2:10).

 “Somos una obra de arte hecha a mano por Dios.” No hemos sido fabricados en una línea de producción, ni hemos sido ensamblados ni producidos en cantidades industriales… ¡NO! (Job: 10: 8-13).

Dios no solo nos formó antes que naciéramos, sino que planeó cada uno de nuestros días para apoyar su progreso en este mundo, hasta que lo manifestemos en todo (Fil: 1:6). Eso quiere decir que nada en la vida sucede porque si, ¡Nada es irrelevante! Dios usa todo  para formarse, para que lo ministremos a otros, sirviéndolo a él…


Cómo te forma Dios para tu ministerio (El servicio)

Dios no desperdicia nada. ¡En él, no hay acepción de personas! (Rom: 2:11) (Stgo: 2:1,9). Mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia (1Cor: 1:26-29).

Nota: Dios no te daría habilidades, intereses, talentos, dones, personalidad y experiencias a menos que tuviera la intención de usarlos para su gloria.


Servir a los Santos:

Para disfrutar de este servicio o privilegio, se necesita primero una formación…

(Fil: 1:6) estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de su plenitud en Cristo” (Efe: 4:13) por eso les dijo: “Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” (Col: 3:4). 

El ya determinó exactamente lo que necesitaríamos para este servicio especial y personal para darnos Su FORMA o Su molde: y lo está haciendo atravez de una (Formación espiritual, oportunidades, recursos, Mi personalidad y antecedentes).

Formación espiritual: Dones o habilidades espirituales muy especiales que son un regalo, no se pueden obtener o merecer, son la manifestación del amor de Dios.

Oportunidades: Son todas aquellas cosas que el Señor presenta en nuestro camino, para nuestra bendicion, así se muestren como dificultades o situaciones adversas (Rom: 8: 28-29) y que solo podremos entender cuando lo hacemos de corazón.

Cuando servimos a Dios de corazón, lo servimos con entusiasmo y efectividad, sin importar nada más, sino Su gloria. Por eso descubre lo que te gusta hacer, lo que Dios te puso en el corazón, y hazlo para su gloria (Col: 3:17).

Recursos: Son los talentos naturales con los que nacimos... Facilidades como la palabra, el baile, otras tienen recursos atléticos innatos, son excelentes en la coordinación física. Otros son buenos en matemáticas, música o mecánica, etc.

Mi personalidad: Cada uno nacimos con una combinación única de atributos personales. Unos somos introvertidos o extrovertidos; otros aman la rutina, a otros los les gusta la variedad. Unos son pensadores, otros son perceptivos. Algunas trabajan mejor cuando se les asigna un trabajo individual mientras que otras trabajan mejor en equipo.

No hay temperamentos “correctos o equivocados” en el ministerio. Necesitamos todo tipo de personalidades para tener un balance en la congregación y darle sabor. Somos la sal de la tierra (Mat: 5:13).

Antecedentes: Todos hemos venido siendo formados por nuestros antecedentes, por nuestras  experiencias, la mayoría de las cuales estuvieron fuera de control. ¿Quién no comete errores? Dios permitió todos ellos “Errores y Experiencias” para su propósito de moldearse. Para determinar nuestra forma de servirle.  

Examinemos las experiencias que estamos viviendo: familiares, educacionales, vocacionales, espirituales, de ministerio y dolorosas. Es esta última categoría la que Dios usa la mayoría de las veces para prepararte para tu ministerio...

Por cierto, el ministerio más grandioso surgirá de tu dolor más grande. Las experiencias que más te han dejado resentido y lastimado en la vida, las que has ocultado y has olvidado, son las que Dios quiere que uses para ayudar a otros… “Hasta la muerte” (Mat: 20:28).

En (Mat: 20:25-28) Jesús dijo a sus discípulos hablando del servicio: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Más entre Uds no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre Uds será su servidor, y el que quiera ser el primero entre Uds será su siervo… Y el mejor ejemplo de esto fue el mismo que “No vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” En nuestros días a este “Servicio” se le llama política.

La política: es la relación con el ejercicio del poder, viene del griego "polis" o ciudad. Hoy por hoy, la única manera de ejercer poder y de gobernar los designios de los países, es por medio de la política (en cuanto a naciones democráticas). La política, es la fuerza que mueve las naciones; otros dicen que es el “Arte de servir a los demas”

Recordemos el ejemplo de la congregación en Macedonia para que nos ejercitemos en este servicio para los santos (2Cor: 8: 1-24).


a)    Y que lo hacían dándose primeramente al Señor, y luego a los siervos por la voluntad de Dios…

b)    Que como en todo abundaban, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en amor para con nosotros, también abundaban en esta gracia del servicio a los Santos.

Este servicio lo hacían con la sinceridad del amor de Dios, porque ya conocían la gracia de nuestro Señor Jesucristo, y entendieron que por amor a ellos se hizo pobre, siendo rico, para que ellos con su pobreza fueran enriquecidos...

(Fil: 2:5-8) “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”


En conclusión:

Lo importante no es tanto estar prontos a quererlo solamente, sino también en cumplir lo que desde antes el Señor ha puesto en el corazón y eso conforme a lo que se tiene.

“Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.” Para que también con la abundancia suya sea suplida la necesidad de otros, para que haya igualdad, como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos. Y siempre… Con acción de gracias pues es ¡Dios mismo quién pone en el corazón el hacerlo!

Somos la misma bendicion de Dios… Todos y cada uno de los que habitamos en este mundo, Santos, limpios, puros, Su reflejo, Su imagen, Su gloria y Su misma vida…. “Pues como él es, así somos todos en él.




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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!