Fué… “Reunir
todas las cosas en Cristo”
(Efe: 1:9-14)
Su
voluntad es… Vivir HOY lo que desde antes había sido ya
establecido en Su mente, lo que estuvo oculto desde los tiempos y las edades en
Dios, su plan perfecto. Lo que muchos y por mucho tiempo lo han llamado
misterio; lo secreto de Dios y que sería revelado en un tiempo, como fue
escrito: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las
reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre…” (Deut: 29:29).
Al apóstol Pablo
le fue revelado este Misterio en su tiempo, el cual tuvo cumplimiento en la
crúz, como lo escribió diciendo: “Dándonos a conocer el misterio de su
voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de
reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra (Efe:
1:9-14), y que fue sellada con una palabra dicha por él mismo para cumplimiento
de Su voluntad, la cual es, (Consumado es) “Todo está hecho” ésta es la palabra
de la cruz, el poder de Dios manifestado, solo por Su palabra (1Co 1:18-21).
Esta verdad
todavía HOY no ha sido asimilada por muchos, y muchos como bien sabemos no lo
aceptan; por más que la lean en la biblia… “No la ven.” Por lo que el apóstol pregunto: ¿Dónde está el
sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? Como
encarando a los que posiblemente podrían dar una respuesta al respecto, por su
“sabiduría y poder” pero no los encontró de pie, ante ¡Su palabra de poder!
¿Cuántas veces
por la mucha inteligencia, experiencia, dinero, edad o poder nos hemos cerrado
para no entender lo que Dios mismo está alumbrando delante de nuestros ojos?
En cierta
ocasión dijo Jesús a los discípulos: Por eso les hablo por parábolas: porque
viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos
la profecía de Isaías, que dijo: “De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo
veréis, y no percibiréis.” Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y
con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos…
Pero, “bienaventurados
vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.” Porque de cierto os
digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y
oír lo que oís, y no lo oyeron. (Mat 13:13-18).
¡Esta es nuestra seguridad!
Aceptar la
voluntad de Dios no siempre será fácil para el hombre, pues reñirá en todo
momento con su manera de pensar, con su estatus económico, cultural, moral,
intelectual y religioso. Pero el Señor tiene siempre esa persona especial por
la que nos hará conocer Su voluntad perfecta y que de alguna manera, enderezará
nuestro caminar en él, sino cerramos nuestros ojos. Ej: Ananías y Saulo de
Tarzo.
Después de la
persecución hecha a los discípulos de Jesús y con la que fueron esparcidos por
toda la tierra de su tiempo (Mat: 24:14, 28: 19); uno de ellos, Ananías fue escogido por Dios, para
abrirle los ojos del entendimiento a Saulo de Tarzo para, que desde esa misma
hora, reconociera en Jesus, lo que durante mucho tiempo fue para él un
Misterio, que Su Señor y Dios era aquel
a quien seguían los que él, había estado persiguiendo hasta encarcelarlos y matarlos
(Hech: 9:1-6).
Cuando el Señor
llamó a Ananías en visión de noche, él respondió: Heme aquí, Señor... Y el
Señor le dijo: Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa
de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en
visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para
que recobre la vista.
No
fue fácil para Ananías recibir esta orden o dirección de parte de Dios y respondió:
Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus
santos en Jerusalén; y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes
para prender a todos los que invocan tu nombre (Hech: 9:13-14)… Pero ¡Obedeció!
Y no
fue fácil para Saulo haber recibido de parte de Dios, un mensajero que
no tenía ni el conocimiento, ni los estudios, ni la cultura, ni el estatus que
debería tener para poderse dirigir a él, y del que la biblia no lo nombra sino
esta única vez; y mucho menos recibir un mensaje como este “Porque yo le
mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre (Hech: 9:15-16) y murió
¡Decapitado!
¿Por qué a Saulo?
Porque era el instrumento escogido, para sacar a la luz el nombre de Jesús como
Señor y Dios, en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de
Israel… ¡Aun hoy los hijos de Israel NO
RECONOCEN a Jesus como Dios ni Señor! (Hech: 9:13-16).
1.- ¿Qué es un Misterio?
Se define como
algo muy difícil de entender, algo extraño e inexplicable de comprender o
descubrir por lo oculto que está o por pertenecer a algún Arcano.
Un Arcano es: algo muy difícil de conocer
por lo recóndito, secreto o desconocido por acción directa de algún grupo
humano o voluntad divina... ¡Un misterio es misterio, hasta que es conocido, descubierto,
sale a la luz o es entendido! Después deja de ser misterio.
Solo Dios por
Su espíritu alumbrará los ojos del entendimiento para que lo que estaba oculto
salga a la luz y sea entendido, veamos estos ejemplos:
a)
El apóstol Pablo dijo a los hebreos. “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo,
vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del
arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de
bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del
juicio eterno. Y esto haremos, “si Dios en verdad lo
permite.” (Heb 6:1-3).
Cuando
entendimos esta verdad que estuvo oculta delante de nuestros ojos y por la que
muchas veces pasamos cuando leímos este pasaje de la biblia, y que no vimos…
Cayeron de nuestras espaldas ese yugo de tradición, de ley, de mandamientos, y
de costumbres con la que fuimos formados.
b)
El Profeta Daniel dijo al Rey Nabucodonosor
respecto al sueño que había tenido de la Imagen: Y a mí me ha sido revelado
este misterio (La estatua), No porque en mí haya más sabiduría que en todos los
vivientes, sino para que se dé a conocer al rey la interpretación, y para que
entiendas los pensamientos de tu corazón (Dan: 2:30-33).
(Dan: 2:37-48)
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino,
poder, fuerza y majestad. Y dondequiera que habitan hijos de hombres, bestias
del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el
dominio sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro. Y después de ti se levantará
otro reino inferior al tuyo; y luego un tercer reino de bronce, el cual
dominará sobre toda la tierra.
Y el cuarto
reino será fuerte como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las
cosas, desmenuzará y quebrantará todo. Y lo que viste de los pies y los dedos,
en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino
dividido; más habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro
mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y
en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil.
Así como viste
el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero
no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro. Y en
los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás
destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a
todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue
cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el
barro, la plata y el oro.
El gran Dios ha
mostrado al rey lo que ha de acontecer en lo por venir; y el sueño es
verdadero, y fiel su interpretación.
¿Cuál
debe ser nuestra actitud al conocer el misterio de Su voluntad en nuestra vida?
Reconocer que
Dios siempre ha querido lo mejor para nosotros y darle gloria y alabanza…
Entonces el rey
Nabucodonosor se postró sobre su rostro y se humilló ante Daniel, y mandó que
le ofreciesen presentes e incienso. El rey habló a Daniel, y dijo: Ciertamente
el Dios vuestro es Dios de dioses, y Señor de los reyes, y el que revela los
misterios, pues pudiste revelar este misterio.
Entonces el rey
engrandeció a Daniel, y le dio muchos honores y grandes dones, y le hizo
gobernador de toda la provincia de Babilonia, y jefe supremo de todos los
sabios de Babilonia.
APLICACIÓN:
Somos lo que
somos y tenemos lo que tenemos porque, “Según su beneplácito”, él se propuso en
sí mismo, darnos el reino, el poder, la fuerza y la majestad. Él los ha entregado en nuestra mano, y nos ha
dado el dominio sobre todo; Somos cabeza y no cola, estamos delante y no atrás,
encima y no debajo… (2Tim: 1:7) (Fil: 4: 13) ¡Todo lo podemos en Cristo!
Espiritualmente
hablando somos “Cabeza de oro” (Rom: 12:3) Digo, pues, por la gracia que me es
dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí
que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida
de fe que Dios repartió a cada uno.
El misterio
será descubierto cuando dejemos de actuar como “El cuarto reino” fuertes como
hierro; y como el hierro desmenuzando y rompiendo todo y todas las cosas… (Hogar,
hijos, empleo, herencia, estudio, honra, etc.).
Alianzas
humanas: (Instituciones, movimientos, iglesias, asambleas).
Los pies y los
dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino
dividido; más habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro
mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y
en parte de barro cocido, el reino será en parte fuerte, y en parte frágil. No
se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.
Y en los días
de estos reyes de hierro y barro, se levantará un reino que no será jamás
destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a
todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre, de la manera que viste que del monte fue
cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el
barro, la plata y el oro.
¿Cómo estamos
viviendo con el conocimiento que tenemos de Dios? ¿Cómo hierro, bronce, barro,
plata u oro?
Tal como le
sucedió a Daniel y a Nabucodonosor terminaremos dándole gracias al Señor por su
revelación, porque tenemos de Dios un corazón sabio y entendido diciendo: “Sea
bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la
sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la
sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
El revela lo
profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz.”
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado
sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos… (Dan: 2:20-23).
Recordemos… Tenemos la
mente de Cristo, Su espíritu es en nosotros y Su palabra está en nuestro
corazón… Como le fue dicho al Rey Nabucodonosor “Para que entendamos los
pensamientos de nuestro corazón” (Job: 34:9) Porque ha dicho: De nada servirá
al hombre el conformar su voluntad a Dios.
2.- ¿Qué es voluntad?
Es la capacidad
que tienen los seres humanos de hacer cosas de manera Intencionada.
Es la facultad que permite al ser humano de gobernar sus actos, de decidir con
libertad y de optar por un tipo de Conducta determinado
“Libre albedrio”. Espiritualmente la voluntad es el poder de elección o
decisión con la ayuda de la Conciencia.
“Conciencia es la presencia de Dios en mi”
A-
La Voluntad de Dios o voluntad divina es un concepto
teológico del cristianismo y las otras religiones abrahámicas (judaísmo e
islam). Podemos entenderlo como el designio o soberanía de Dios… “Lo que YA fue
establecido” desde antes de los tiempos de los siglos. ¡Es la verdad de Dios
hecha realidad!
La Voluntad de
Dios o voluntad divina, es la proyección de Sus pensamientos hechos realidad,
establecidos en su mente para nuestra bendicion. Según su beneplácito, se lo
propuso en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación
del cumplimiento de los tiempos. Los tiempos YA fueron cumplidos, no hay nada
que esperar… “Todo está hecho.”
A1) El Rey
David oró delante de Dios diciendo: El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha
agradado, y tu ley está en medio de mi corazón (Sal: 40:8) Enséñame a hacer tu
voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud
(Sal: 143:10).
A2) Juan hablando
del deseo de Dios escribió: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas
las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma (3Jn: 1:2)”
A3) y Pedro
confirmo la respuesta de Dios; esa que todavía en muchos sigue estando oculta,
diciendo… Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de
nuestro Señor Jesús. “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la
piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de
aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, (2Pe 1:2-3) Porque somos
hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efe: 2:10).
A4) El apóstol
Pablo escribió respecto de la voluntad de Dios… “Más el que escudriña los
corazones sabe cuál es la intención del Espíritu… (Rom: 8:27)” Renovemos
nuestra manera de pensar (Rom: 12:2) No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
En
conclusión:
El misterio que
estuvo oculto ante nuestros ojos y que hoy en día ha salido a la luz por Su
palabra es, que ¡Nosotros somos él mismo! “La cabeza de oro y no los pies de
hierro y barro” (Col: 3: 11b) todo está
bajo nuestros pies, hagamos morir pues TODO lo terrenal en nosotros… (Col 3:
5,4) Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también
seréis manifestados con él en gloria.
Y Como lo dijo
Jesus en su tiempo, hoy tomo estas palabras…
“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de
Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan: 7:17).
Somos la misma
bendicion de Dios Ya manifestada en la tierra, Somos Su gloria, Su imagen, Su
reflejo, Su olor fragante y Su misma vida… ¡Somos él mismo!