Uno de los flagelos del mundo hoy es la escasez y la miseria en que se están hundiendo los pueblos en todo el hemisferio, no ciudad que no tenga un cinturón de miseria y pobreza, y cada día las cosas empeoran mas, surgiendo la pregunta: ¿Es ajeno Dios a estas circunstancias del hombre? ¿Ha previsto Dios algo para aliviar este dolor? ¡Claro que sí!
* Luc.7:22.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio.
Jesús no fue ajeno al sufrimiento de la humanidad, muchos pobres habían en los tiempos del ministerio terrenal de Jesús, y manifestó que para ellos era el evangelio, lo que indica que el plan de Dios era mejorar su modo de vida en todas las formas, sanándoles, liberándoles de prejuicios, y de la pobreza.
Así que el evangelio contiene las formulas o principios que sacan al hombre de la pobreza y la miseria.
Pero no es por ser religioso, o por hacerse miembro de una iglesia que viene la prosperidad, sino por conocer sus principios y ponerlos por obra, esto es llegar a creer lo que Dios dice y actuar en fe sobre esos principios. Permítame mostrarle algunos principios de Dios que de creerlos y ponerlos por obra, le llevarán a la prosperidad de Dios.
* Sal.37:4.
"Deléitate así mismo en el Señor, Y él te concederá las peticiones de tu corazón".
¿Qué es lo que desea tu corazón, no es acaso la prosperidad, el salir de la pobreza, la escasez y la miseria? Entonces lo que tienes que aprender es a deleitarse en Dios, para ello debes conocer tu posición en él, que es Dios para ti, tu Padre Creador, tu Salvador, tu sanador, tu proveedor, tu sustentador, debes comenzar por agradecer a Dios ser esto, y verse en ese derecho de disfrutar su gloria y gracia.
Muchos se quejan ante Dios, maldicen, cuestionan y hasta se llenan de amargura contra Dios, esta es una forma por la cual jamás tendrá la prosperidad de Dios sobre su vida.
* Deut.8: 18.
18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
19 Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.
Dios es quien te da la capacidad de obtener riqueza, eso no debe de olvidarlo nunca, ya que ese fue un pacto que Dios hizo de prosperar a sus hijos, darles abundancia, y suplir sus necesidades siempre.
Mas si tienes ídolos en tu vida, ese es un estorbo para que Dios cumpla su Palabra en tu vida. Recuerde que el mismo dinero puede ser tu ídolo, debes estar sano de corazón para recibir la prosperidad de Dios, así sabrá usarla para Su Gloria.
* Gen.14:19.
19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abraham del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra;
20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abraham los diezmos de todo.
Debes entender que tu eres un bendecido de Dios, por ser hecho hijo de Dios, Y los bendecidos son lo que pueden ejercer la fe y caminar en ella, y Abraham era un hombre de fe que hizo actos de fe, y enseño a sus descendientes a caminar en fe, para que tuvieran lo que él tuvo de Dios, prosperidad y riqueza; pero Abraham conoció un secreto que descubrió con su gratitud y generosidad, "Dio a Dios los diezmos de todo lo que ganaba"
El secreto está en no recortar nada de lo que a Dios debe de darse por gratitud, pues el diezmo es algo que usted da, de lo que ya ha recibido de Dios, es un acto de agradecimiento a Dios, entonces los agradecidos de verdad son lo que pueden ser prosperados y enriquecidos.
Malaquias 3:10.
abrir ventanas significa que te da posibilidades a granel para hacer el dinero.
* II Cor. 9:6.
El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
El secreto esta en conocer la ley de la siembra y la cosecha. El dueño de la cosecha es el que siembra la semilla, con la esperanza de cosechar su fruto, y en el reino de Dios esta ley es un principio de prosperidad, el dinero es semilla que se puede multiplicar si usted lo sabe sembrar en el reino de Dios. La siembra es una semilla o parte de dinero que usted aparta, con el propósito de sembrarlo en el ministerio del reino, sabiendo que usted cosechará de Dios su promesa, pues Dios no miente, él es fiel a su Palabra, y de acuerdo a la cantidad que usted siembra así será la cosecha.
El límite no está en Dios sino en el que siembra, si es incrédulo no sembrará o sembrará poco sin ambicionar nada, pero el que es de fe, siembra sabiendo lo que va a recibir de Dios, porque le cree en su Palabra.
* I Cor. 16:2.
2 Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas.
El primer día de la semana es el domingo, ya que el calendario judío determina el día séptimo como el shabat o sábado, así que el domingo es el primer día de la semana.
Por lo tanto usted debe apartar lo que va a dar a Dios, ya sea el diezmo según haya prosperado, o la siembra según baya a sembrar y lo traiga el día domingo o primer día de la semana, al templo, iglesia o congregación donde se reúne y es alimentado de la Palabra.
La gente incrédula puede pensar muchas cosas de este principio de Dios, pero fue él quien lo estableció.
Si algunos ministros, o líderes han abusado de este principio y buena voluntad de las personas, usted debe saber que no esta dando al hombre sino a Dios, por lo tanto usted debe despegarse de lo que da, sabiendo que lo ha sembrado para Dios, y debe regar esa semilla cada día con la confesión en fe de que usted es uno que va a cosechar una buena cosecha de Dios por su siembra generosa.
Dios ya dio su Palabra, esta tras ella para cumplirla o confirmarla en aquellos que la creen. La decisión es suya, si le cree y pone en practica el principio de Dios.
La pobreza no solo esta en las cosas que no posee, sino en la manera de pensar, mientras se tenga una mentalidad de pobreza, atribuyendo que no es estudiado, que viene de familia pobre, que todo le sale mal, que no va a lograrlo, que eres muy joven o muy viejo para lograrlo, podrá estar parado sobre la riqueza y seguirá siendo pobre. El primer paso entonces es renovar la mente de pobreza a una mentalidad de riqueza o prosperidad en Dios.
Para que puedas renovar tu mente escuche estas declaraciones de Dios:
* Rom. 9: 23.
23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?
Usted fue creado para Dios manifestar sus riquezas, eso debe saberlo, creerlo, aceptarlo, confesarlo, vivirlo.
* II Cor. 8: 9.
9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
Usted debe saber cuanto te ama Dios, que se hizo pobre, llevo tu pobreza y miseria en su cuerpo, para que usted fue hecho libre de la miseria, pero observe esto, usted debe estar en Gracia, pues la prosperidad es una de las virtudes de la Gracia.
Oro y confío en que usted ha sido alumbrado en su entendimiento, y desea con todo su corazón tomar la prosperidad que Dios ha preparado para su vida. Si cada creyente en Dios conociera estos principios y los pusiera en practica, ya habrían salido de miseria y pobreza tanto espiritual como material, porque Dios es fiel a su Palabra, y esta escrito. Al que cree todo es posible, y sin fe es imposible agradar a Dios, y las riquezas y la prosperidad son para el que le agrada a Dios.
Gal.6:7.
7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Ponga esta Palabra de Dios en su mente, Dios no te va a engañar, él es fiel. Si usted siembra en buena tierra, esto el reino de Dios, usted tendrá buena cosecha. Cuando tome el dinero que va a sembrar haga esta oración:
Padre yo creo tu Palabra, y en fe obedezco sus principios, creyendo que con esta obediencia rompo el ciclo de pobreza, miseria, deudas y escasez, al sembrar cosecharé conforme a tu Palabra porque Tu eres quien me dará la cosecha suficiente y abundante para vivir en victoria y en abundancia. ¡Amen!.
Recuerde que entre la siembra y la cosecha puede haber un lapso de tiempo, así que manténgase creyendo como el labrador cuando siembra la semilla, duerma tranquilo, espere el tiempo bueno de Dios cuando él cumpla su Palabra.
Lo declaro bendecido con toda bendición abundante y enriquecedora de Dios. Digo que al obedecer y poner por obra su Palabra, usted no seguirá siendo el mismo, tu vida es libre de toda cadena de dificultad financiera.
Algunos se preguntan o discuten, ¿si el diezmo, la siembra, la ofrenda es de la ley o es de la Gracia, si es del Antiguo Pacto o es del Nuevo Pacto? Yo pregunto si la pobreza, la miseria, la escasez, la ruina son del antiguo Pacto o del Nuevo, si son de la ley o de la Gracia.
Yo digo que la pobreza es de las personas que no han conocido al Dios Soberano que nos creo para manifestar sus riquezas.
Por tanto los principios para salir de la ruina y la pobreza, son también de las personas, cuando los creen y los ponen en práctica, porque le mismo Dios que bendijo, prosperó y enriqueció en el pasado es el mismo que hoy tiene sus promesas para nosotros en este tiempo.
Sus principios no han cambiado. Siguen siendo los mismos.
Creo firmemente que el dar a Dios en la persona del que ministra en su reino, es un duro golpe de Dios a la avaricia y la codicia que no es otra cosa que idolatría. Cuando nos despegamos de lo que a Dios desagrada, tendremos lo que a Dios le agrada que tengamos. Y eso incluye su prosperidad, recuerde que Dios dijo:
Isaías. 55:11.
11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
Observe que ya le fue enviada la Palabra a su vida, y el propósito es que usted la reciba, la crea, la obedezca, y el propósito de Dios se habrá hecho una realidad en su vida.
Ella la Palabra que usted ha oído o leído en este tema es de Dios, y ha entrado a su vida si la ha acogido en fe, ella va a dar fruto, hará lo que Dios quiere que haga, esto es hacerlo a usted una persona de fe y obediencia, y el resultado es que usted dará a Dios lo que es de Dios, porque esa Palabra no volverá vacía a Dios, ira con agradecimiento, gratitud y generosidad, porque usted habrá sido prosperado por la Palabra que ha Creído de Dios.
Dios quiere prosperarte, darte lo suficiente, aumentar tu economía, por ello me ha colocado ante usted con la Palabra que lo hace. ¿Quiere usted recibir lo que Dios tiene para usted? Tome esta Palabra en tu corazón y hágala suya, y lo que Dios dice que es suyo lo verá manifestado a su favor.
Bendecido con toda bendición.
2 comentarios:
Verdaderamente, me da pena con usted,que teniendo cierto conocimiento de la palabra,caiga como todos han caido,pero por sus escritos me doy cuenta que tiene cierta confucion,y tambien creo que usted no va a aceptar que se lo digan,porque todo el que enseña esto,es asi.
pero por si le gusta leer las escrituras le recomendare hebreos cap 7 y reflexione acerca de lo que dice pablo alli, y si no entiende o no quiere entender,bueno creo que no hay mas nada que hacer que dejarlo en su confucion.
pero si reflexiona,leyendo hebreos cap 7,estoy dispuesto a intercambiar la palabra con usted,siempre dentro del contexto de querer aprender el evangelio apostolico,como fue enseñado por los apostoles,que lo recibieron directamente del Señor.
Publicar un comentario