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Sirviendo en el ministerio del Otro (2 Parte)


 Continuación…

Recordemos entonces que debemos servir solo en el ministerio del Otro, del que resucito de los muertos… ¡Cristo el Señor!

Servimos, en Dios…  Esta debe ser siempre nuestra convicción, nuestra mira; “Todo” lo hacemos en él, por él y para él;  pues “es el, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Heb: 1:3) así en muchas ocasiones no nos guste, o no nos parezca; el sustenta “todas las cosas” para nuestro bien. (Rom: 8: 28-29)… Ahora,  entender esta gloria y caminar en ella, es una bendicion que solo pocos disfrutan para reinar en vida. (Rom: 5:17b) Por eso esta escrito; “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil: 2:3-4).

No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;  sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,  sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. (Efe: 6:6-8)

Decíamos entonces que nuestra preparación para servir al Señor Jesucristo (El Otro), empieza sirviendo en el ministerio de otro; que como tú, o como yo; hemos sido escogidos para que lo que se manifieste a través nuestro, sea Cristo; pues él es, el todo y en todos (Col: 3:4). Él, es nuestro verdadero ministerio a desarrollar, por eso es que declaramos que somos Su bendición YA manifestada en la tierra,  Su gloria, Su imagen, Su reflejo, Su esposa amada, Su misma vida.

Veamos los siguientes ejemplos, y meditemos en todo lo que nos enriquecemos sirviendo en el ministerio de otro; de nuestro hermano, del escogido por Dios a manifestarlo a él, en su servicio al Otro.


1. Josué lo hizo en el ministerio de Moisés…

Fue Dios mismo quien le dijo a Moisés que lo escogiera para ese ministerio pues el pueblo al que él había escogido para darle libertad, se había revelado contra él y debía de morir en el desierto  como consecuencia de su necedad e insensatez (Núm: 27:18, 26:65). 

El siervo del Señor declara solo lo que Dios mismo pone en su corazón decir… (Deut: 3: 28, 31: 3, 7, 14). 

Palabras de exhortación: “Y os di la tierra por la cual nada trabajasteis, y las ciudades que no edificasteis, en las cuales moráis; y de las viñas y olivares que no plantasteis, coméis. Ahora pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de en medio los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová. Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (Josué: 24:13-15) 

Obedece en el ministerio: “Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal, pelea con Amalec: mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de Dios en mi mano. E hizo Josué como le dijo Moisés, peleando con Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a la cumbre del collado. Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec.

Sirve de apoyo en el ministerio: Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. Y Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada.” (Éxo: 17:9-13) 

Dios respalda en el ministerio que entrega: (Josué: 4:14,10, 27) En aquel día Jehová engrandeció a Josué en ojos de todo Israel; y le temieron, como habían temido a Moisés, todos los días de su vida. 27  Fue, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra. (Jos: 6:10) “Caída de los muros de Jericó”


2. Eliseo lo hizo en el ministerio de Elías…

Meditemos en este pasaje (1Rey: 19:1-21) Para que aprendamos a valorar el servicio, la gloria, el ministerio al que hemos sido llamados, debemos entender primero que todo; que “Nadie es indispensable en Dios” el UNICO INDISPENSABLE ES DIOS.

Participar en su plan perfecto es una bendicion que no muchos podrán disfrutar; pero todos cumpliremos el propósito para el que hemos sido llamados.

De la misma manera que sucede con todos y cada uno de sus escogidos,  es Dios quien llama (Rom: 9: 11), es el quien nos da las armas necesarias para ser usadas (2Cor: 10:4); así sea que nos tenga que traer de detrás de los bueyes, como a David; del lugar de donde nunca nosotros hemos creído que pueda salir algo bueno… Como dijo Natanael a Felipe cuando le compartía sobre lo que habían encontrado,  lo cual era el cumplimiento de las escrituras. Ej.  “Y Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le dijo: Ven y ve.”  (Juan: 1:46).

Cada uno en Dios cumple un ministerio en especial “Útil”…

Y fue Dios mismo quien nos puso en el cuerpo según Su voluntad (1Co 12:17-18). “Y a Jehú hijo de Nimsi, ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar” (1Rey: 19:16- 19). Ya lo que debemos manifestar en Dios, está dado (Rom: 9:23) (Efe: 2:10).

El siervo de Dios siempre está pendiente, alerta, dispuesto al llamado de Dios. (2Rey: 2:1-22) Y aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.  Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Betel. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré.

Descendieron, pues, a Betel. Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Betel, le dijeron: ¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu señor de sobre tu cabeza? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad. 

4 Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó. 5 Y los hijos de los profetas que estaban en Jericó vinieron a Eliseo, y le dijeron: ¿Sabes que Jehová quitará hoy a tu señor de sobre tu cabeza? Y él respondió: Sí, yo lo sé; callad.

6  Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, los dos.  Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon enfrente a lo lejos; y ellos dos se pararon junto al Jordán. 8  Tomando entonces Elías su manto, lo dobló, y golpeó las aguas, las cuales se apartaron a uno y a otro lado, y pasaron ambos en seco.

El siervo del Señor aprovecha al máximo el tiempo y cada palabra que pueda compartir… “Con el que le entregara la posta, para seguir en la carrera”
 (2Rey: 2:9-15)  Y sucedió que cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que sea quitado de tu lado. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí...

Sirviendo en el ministerio de otro, se participa de la misma gloria… 12 Y viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio, y trabando de sus vestiduras, las rompió en dos partes. 14  Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo del mismo modo golpeado las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo. 15 Y viéndole los hijos de los profetas que estaban en Jericó al otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo. Y vinieron a recibirle, y se inclinaron a tierra delante de él.

Dios respalda a su siervo… “Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí el lugar donde está situada la ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra es estéril. 22  Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo.” (2Rey: 2:19-22) 

“Una mujer, de las esposas de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite…

El le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas no pocas. Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, cuando una esté llena, ponla aparte. Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces ceso el aceite. Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede.”  (2Rey: 4:1-7) 

3. David lo hizo en el ministerio de Saúl…
Fue escogido Dios, por medio del Profeta Samuel; así fuera el más pequeño de entre 8 hermanos, así estuviera desempeñando una labor que para muchos es muy insignificante. (Apacentaba las ovejas de su padre Isaí).

Sirvió al Señor desde el primer momento en que Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió por Rey sobre Israel; aun por encima de Saúl, pues aún estaba en vigencia su reinado; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. (1Sam: 16:13)

Solo el Señor nos da gracia delante de los demás… (1Sam: 16:19)  Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo: Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas. 22 Y Saúl envió a decir a Isaí: Yo te ruego que esté David conmigo; porque ha hallado gracia en mis ojos. 23 Y sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa, y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio, y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.
Dios siempre respalda a su siervo…
Desarrollando sus sentidos espirituales, Su fuerza, Su palabra y Su actuar en Dios, por encima de sus hermanos, de su rey y de sus enemigos… Igual está sucediendo con cada uno de nosotros, pues su palabra se cumple para su gloria y nuestra bendicion. (Mat: 10: 34- 40) (1Sam: 17:23-51).

El Oído y la vista... Y mientras él hablaba con ellos, he aquí aquel paladín que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat, salió de los escuadrones de los filisteos, y habló las mismas palabras; y David las oyó. Y cada uno de los de Israel decía: ¿No habéis visto aquel hombre que ha salido? El se adelanta para provocar a Israel. (1Sam: 17: 25)

¿Qué palabras estamos oyendo y que cosas estamos viendo? Al que nos critica, juzga y condena en el ministerio? Siempre habrán unos “Mayores” que solo hablaran y nada mas… (1Sam: 17: 28-29) Y oyéndole hablar Eliab su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón, que para ver la
batalla has venido. David respondió: ¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar? 

La palabra… La confesion y la declaración del siervo en el ministerio está clara en Dios, “NO es por vista, ni por sentimientos, ni por lógica, ni por la realidad” sino por la verdad… Porque en el servicio al Señor; todo tiene su recompensa.

Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente? (1Sam: 17: 26)… Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo. (1Sam: 17: 32)

Todo lo que hayamos vivido en los lugares de formación donde el Señor nos llevó; es necesario, y algún día seremos ejercitados en ello…

Como  respondió David a Saúl: “Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre, y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero del rebaño.” (1Sam: 17: 34)

La Fuerza…  Un muchacho sin experiencia alguna en la guerra “Natural” pero si formado durante mucho tiempo y sin saberlo como un soldado “Celestial” le contaba al Rey Saúl lo que hacía cuando debía responder por su rebaño… “Salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.” y Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: ve, y jehová este contigo. (1Sam: 17: 35-37)

Nuestro vestido es Cristo en el ministerio… “Quitémonos los apellidos de encima, el dinero, la posición en la sociedad, los títulos universitarios, la inteligencia natural etc. ellos nos estorbaran en nuestro vivir conforme a la palabra. (V.38-40)  Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas. Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.

 Nuestra mejor Arma es “La palabra” Espada de doble filo (Heb: 4:12).
(1Sam: 17: 42-46) Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo.
Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.

Cuando servimos en el ministerio del Otro, toda la congregación será testigo de que Su palabra es verdad. (1Sam: 17: 47) Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos. 

Y todo aquel que se levante en contra del que sirve en el ministerio, será quebrantado, destruido, desarraigado… “Muerto” (1Sam: 17:48- 53) Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo, y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra.

Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin Tener David espada en su mano. Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos lo vieron a su paladín muerto, huyeron.
Levantándose luego los de Israel y los de Judá, gritaron, y siguieron a los filisteos hasta llegar al valle, y hasta las puertas de Ecrón. Y cayeron los heridos de los filisteos por el camino de Saaraim hasta Gat y Ecrón.

En conclusión: Debemos entender por el Espíritu de Dios, que “Nosotros somos el ministerio”… ¡Cristo es el ministerio! En él estamos; en él nos movemos, y a él servimos… “No a otro, sino al Otro” el cual es Cristo.

Somos su bendicion es este mundo, su gloria y su misma vida.

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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!