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El D.O.D de Dios...


Disciplina Orden – Diligencia”

Tres principios básicos en los que debemos ejercitarnos para vivir su manifestación en nosotros, ¡En todo lo que hagamos!… Y lo llamaremos
“El D.O.D de Dios”

¿Qué es un principio?
Es una ley o regla que se cumple o debe seguirse con cierto propósito, como consecuencia necesaria de algo, o con el fin de lograr cierto propósito… En el libro de (Jer: 9: 23-24) dice que “Conocer y Entender a Dios” es nuestro propósito y es lo único en que podemos gloriarnos… Conocerlo y entenderlo es “Nuestro principio de Vida”

Etimológicamente principio deriva del latín principium, que quiere decir: “comienzo, primera parte, parte principal' a su vez derivado de “primero, en primer lugar” por lo que literalmente principium es “lo que se toma en primer lugar”. Para que lo entendamos de una manera más sencilla, se le puede llamar principio a los valores morales de una persona o un grupo en especial…

Recordemos los últimos tres temas que hemos visto para que la palabra despierte  consciencia, y el “El D.O.D de Dios” sea en nosotros un fluir natural de Santidad en cada uno… El primero es, “Haciendo él en nosotros”, el segundo es “Aplicando Nuestra Vida, en la vida” y  el tercero es “Nuestro ministerio, es Él”.

Partamos desde este punto para que por Su espíritu seamos guiados en este caminar de gloria, viviendo lo que verdaderamente somos en este mundo… ¡El mismo! manifestándose en varios cuerpos, como está escrito: “Él es en todos” (Col: 3: 11) y como Él es, así somos nosotros (1Jn: 4: 17).

En el caso del ministerio que tenemos nosotros los Santos en Dios, el cual es manifestarlo a Él, ¡Vivirlo a Él! en “Santidad y Reverencia” en todas las cosas; Y para esto, el único que puede capacitarnos y permitirnos disfrutar de esta gloria, es Él mismo; como está escrito en (Heb: 13:21) que “Dios os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad” renovando nuestra manera de pensar (Rom: 12: 2). Ejemplo:

Leer (Heb: 12:5-15) donde se anima o (exhorta) a los hijos a no olvidar la dirección, la corrección, la reprensión o disciplina de Dios, diciendo: 

No la menosprecies, no desmayes cuando eres reprendido por él; porque es el PRIVILEGIO de los hijos, o sino serian bastardos, y no hijos. El ejemplo más claro al respecto son nuestros “padres terrenales” que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.

"Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados"… "Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados"; Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

Meditemos… “Nos dió Su espíritu, Su mente y Su palabra” y cada día que pasa, estamos entendiendo más, que el que vive a través nuestro es Él, y no nosotros; y además de todo esto, debemos entender también que tenemos de Él Su poder, Su amor y Su domino propio (2Tim: 1:7). Lo que quiere decir, que TODO en este mundo lo podemos hacer, TODO en este mundo lo podemos lograr… y TODO en este mundo lo podremos disfrutar ¡Si en verdad lo queremos y lo creemos! Pues TODO lo tenemos en Dios (2Ped: 1:3).

Sin la santidad la cuál es “el ejercicio del Santo”… ¡Nadie verá al Señor! actuando a su favor… Sino vivimos la palabra, sino la ponemos en práctica, estaremos engañándonos solos... Nosotros mismos estaremos forjando el mal que “no queremos” en esta tierra de bendición, y no solamente para nosotros sino para todos aquellos que comparten su vida con nosotros (esposa, hijos, padres, hermanos, familia, compañeros, amigos, etc) (Stgo: 1:22-25).

(Gal: 6:7-8) No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna… Santiago escribió: ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre (Stgo: 3:13).

El Rey salomón escribió estas palabras que nos ayudarán entender mucho más, que todo lo que tenemos en este mundo es para que lo disfrutemos… Y todo lo podemos hacer, (1Cor: 10:23) “en su justa medida”… Como sabios y no como necios. Ejemplo:

(Ecle: 9: 7-10) Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras YA SON agradables a Dios. En todo tiempo están blancos tus vestidos, y nunca falta el ungüento sobre tu cabeza… “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

Para nuestro tiempo… 

La Disciplina, el Orden y la Diligencia nos permitirán deleitarnos conscientemente en nuestra verdadera identidad; esta que estuvo oculta durante mucho tiempo en cada uno de nosotros y que hoy, nos llevará a manifestar la “Santidad” que tenemos en Dios; esa que aún, nosotros mismos anhelamos disfrutar sin ningún esfuerzo… Como el Apóstol Pablo dijo:

“Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria” (Col: 3:4) y que aclaró diciendo a los Corintios: “Por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor (1Cor: 1:30-31).


Meditemos en Dios:

“La disciplina tarde o temprano vencerá la inteligencia” esta es una frase que le escuche decir a Noko Kenyi (Pastor y Conferencista) Colombo - Japonés

1-   La Disciplina:
Es la instrucción sistemática dada para seguir un determinado código de conducta u "orden". A menudo, el término "disciplina" puede tener una connotación negativa. Esto se debe a que la ejecución forzosa de la orden; es decir, la garantía de que las instrucciones se lleven a cabo, puede ser regulada a través de una sanción…

a)  “La disciplina es enseñanza” ¿Cómo quieres que el Señor te discipline… Con pincel? o ¡Con cincel!
b)  La disciplina también puede significar auto-disciplina  en el sentido de "hacerse discípulo de uno mismo", es decir, responder actitudinalmente y en conducta a comprensiones e ideales más altos. Ejemplo:

En el deporte guarda relación, no sólo con el entrenamiento diario en cuestión, sino con además, llevar una dieta rigurosa y un cuidado especial de la salud y el bienestar…
c)  La disciplina, no sólo se aplica a grandes metas, sino que se encuentra presente en todo momento de nuestras vidas… En la educación de los hijos muchos la asocian directamente con el castigo, olvidando que el real sentido de la disciplina es formar y educar, enseñándole al niño desde pequeño la forma ideal de comportamiento en los diferentes contextos de la vida.

2-  El Orden:
a)  Es la colocación de las cosas en el lugar que les corresponde.
b)  Es la forma coordinada y regular de funcionar o desarrollarse algo.
c)  Es el método que se sigue para hacer algo. Ejemplo:

En (1Cor: 14:40) el apóstol Pablo hace esta exhortación a la iglesia en Corinto para que los dones que ellos querían expresar en la congregación (lenguas y profecías) tuvieran un orden, para que fuera entendible a todos, les dijo: “pero hágase todo decentemente y con orden…

En la religión católica, orden se puede llamar al sacramento por el cual es instituido el sacerdote “Orden Sacerdotal”  

3-  La Diligencia:
Es la virtud cardinal con la que se combate la pereza. La diligencia procede del latín "Diligere" que significa Amar, pero en un concepto más vago que de su similar latín "Amare" que es más general. Ejemplo: los dos más grandes mandamientos (Mar: 12:28-31).

a)  ¿Amas a Dios y te amas a ti?... ¡Sé diligente contigo mismo! “Espiritualmente, académicamente, físicamente, laboralmente, ministerialmente, etc.” En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor (Rom: 12:11).
b)  ¿Amas a tu prójimo como a ti mismo? se diligente en todo; con “tu vida, tu hogar, tus hijos, tu familia, el ministerio, tu empleo, tus amigos, tus compañeros, etc.” Ejemplo:

(Rom: 13:11-16) Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz… Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne. Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,  aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

En conclusión:

¿Cómo estamos viviendo nuestra vida en Dios? … ¿En  escasez, en pleitos, en deudas, en libertinaje, en desorden, en pereza, en desobediencia, en juicio, etc.? “El saber NO es sabiduría” sino el ¡Vivir! ¡Despertémonos YA del sueño! (Prov: 6:1-35). No seamos tan solamente oidores olvidadizos de la palabra, sino hacedores de ella; pues en nuestro caminar será manifestada Su gloria… La disciplina, el orden y la diligencia son nuestros ejercicios para vivir y disfrutar su manifestación en nosotros…

(Fil: 3:1) “Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro…” (2Cor: 13:11) “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz… (Efe: 6:10) “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza…

“Por lo demás”… Pablo dijo “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús…” Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros… (Fil: 2:2-5).

¡Somos la misma vida, bendición y gloria en este mundo!






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Nota:

Puedes depositar tu ofrenda en cualquiera de las oficinas de Western Unión a nivel nacional, a nombre de William Daniel Muñoz Molano, con CC # 16680415, en Cualquier corresponsal bancario al número de celular 3157786249 por NEKI o haciendo transferencia directamente desde cualquier cuenta bancaria.

El apóstol Pablo escribió en (2Cor: 9:1-15) “Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que yo os escriba”; pues conozco vuestra buena voluntad y generosidad, y no como de exigencia nuestra. Pero esto digo:

1) El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.

2) Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;

3) Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.

Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.

¡Gracias a Dios por su don inefable!